🌕 Capítulo XVII
28 de noviembre de 20XX, 8:30 a.m
La alarma del estadounidense empezó a sonar, dando a entender que el preciado momento de dormir se había acabado, afortunadamente tenía el día libre, y tan afortunadamente, porque la borrachera de la noche anterior se había convertido en resaca.
Estiró su brazo hasta la mesilla de noche, agarrando el dispositivo móvil y deslizando su dedo hacia arriba, cancelando la alarma y dando por finalizado aquella canción de rock que se había puesto en su juventud como alarma y nunca cambió, ni sabía cómo.
— Fuck...
Entre quejas se volvió a tumbar en la cama, en busca de recuperar su amado sueño y terminar con ese cansancio, cansancio el cual desapareció nada más notar que no era el único en esa cama, creando una rápida reacción, sentándose casi por instinto en su sitio y viendo al contrario.
Para que mentir, no era la primera vez que Usa despertaba y se encontraba a alguien random a su lado al que solo le faltaba un cartel con luces leds parpadeantes en forma de flecha con fuegos artificiales y música de feria, que se tambalee ya de paso, y que dijera en letras bien grandes "TE HAS ACOSTADO CON ESTA PERSONA" acompañado de las caritas del WhatsApp riéndose.
Lo que le asusto no fue el encontrar a la persona ahí, fue que esa persona fuera aquel trigueño que ya conocía de sobra.
Se había tirado a su ex.
Usa Jackson Walker se había tirado a su ex.
Y no cualquier ex.
A México.
Al que había desencadenado todo esto.
—...
Después de mirarle el suficiente tiempo y de la forma más fija posible como para que se le marcase de acosador se levantó de la cama, dejando la manta atrás y agarrando su ropa interior, poniéndose las prendas de forma rápida, estaba en su casa, mínimo no acabó en un hotel de mala muerte.
Se puso la primera camisa que encontró, quedándose en shock al escuchar una voz detrás suya.
— Buenas nalgas~.
— Ah... — Este se giró, viendo al contrario de arriba abajo, estaba desnudo, sí, pero de cintura para abajo le cubría el edredón blanco de la cama.
— Ufff... Fue una buena joda, ni me acordaba que estuve contigo aquí. — Soltó una burlona risa, tumbando su cuerpo sobre el colchón y estirándose para seguido cubrirse con la sábana.
— No hicimos nada.
— El dolor que tengo dice lo contrario.
La temperatura subió hasta sus mejillas y no disminuyó al mirarse al espejo de la habitación, su cuello estaba lleno de chupetones y su espalda parecía un cuadro realizado por un gato.
— ¿Y bien? — Al ver la reacción del estadounidense México mostró una sonrisa, fijándose en este — Esa camisa que te vas a poner es mía.
Usa retiró la prenda a medio poner de su cuerpo, tirando la camisa al mexicano y agarrando, esta vez sí, la que de verdad le correspondía.
— Ni una palabra de esto a nadie. — Comentó USA, terminando de vestirse y girándose a ver al norteño.— Vístete.
— ¿Qué eres? ¿Mi Padre?— Se sentó en la cama, arreglando rápidamente su pelo y viendo la habitación en busca de su ropa.
— Si fuera tu padre estaría como antisocial encerrado en mi habitación y en plena crisis, vístete anda, no quiero tenerte aquí.
México se levantó de la cama, agarró su ropa y se la puso como si nada.
— Usa venga, somos ex's, eso de ir con todo el odio del mundo no es sano, estamos en el siglo XXI, ¿Sí? Los ex's están para poder mandar indirectas por Instagram y coger se vez en cuando. — Terminó de abrochar su pantalón, viendo de reojo a este. — No porque hayamos follado significa que vayamos a volver, fue solo sexo.
"Toda nuestra relación fue sexo sin compromiso" pensó el rubio, pero no iba a decirlo en voz alta, a veces es mejor callarte las cosas por mucho que duelan...
Una vez México abandonó la casa (lo cual tardó más de lo pensado) Usa cerró la puerta y se tiró al sofá, viendo hacía el techo blanco de la casa, sin duda alguna tenía que mudarse, conocía ese techo como su puta mano. Pasó esa misma mano por su pelo, la verdad que últimamente quería muchos cambios, quería alejarse de lo que le trajera un mal recuerdo, quizás así todo se mejoraría. Buscar un piso o casa nueva tardaría su tiempo... no podía ser muy lejos de la sede de la ONU porque no quería despertarse a las 5 de la mañana para llegar a tiempo, tampoco le hacía gracia vivir tan cerca de donde trabajara así que necesitará un punto medio, en fin... ¿Qué es lo más fácil de cambiar? El aspecto, ¿un piercing? ya tenía varios, ¿tatuajes? no, que eso tarda en cicatrizar... Ni modo, tocaba joderse el pelo.
Sacó su telefono, entró a Google y buscó lo que cualquier persona que no sabe que coño hacer con su pelo buscaría "look hair cutting". No miró cuantas búsquedas salieron ni nada, directamente a imágenes, y como no, ¿por qué todos los peinados "para chicos" eran iguales? tupe y rapado por los lados. Volvió a la barra de búsqueda añadiendo dos palabras a esta. "Look hair cutting boy aesthetic" quisieras o no internet tenía el maravilloso algoritmo que si ponías aesthetic en cualquier búsqueda te salían cosas bonitas. Aun así seguían saliendo tupes rapados. Joder con los tupes rapados.
Después de varias horas buscando ideas y de cambiar el nombre de la búsqueda se dejó recomendar por el mismo google "aesthetic boy hairstyle blue" no sabía en que momento lo de blue le pareció buena idea, pero ya que estamos.
Después de muchas decepciones y llegar a plantearse raparse el estadounidense se dio por vencido, dejándose llevar por la primera imagen que seleccionó de forma randoms, eran el típico corte honguito despeinado de color azul con abajo rapado negro. Ufff... quizás un tatuaje nuevo no sea tan mala idea.
"NO, a ver Usa, tienes que colocarte bien y aceptar el cambio, ya no hay vuelta atrás... pero mejor si me lo dejo rubio y ya después veo si saco tinte o no".
Lo último que quería en ese momento era ir a una peluquería, así que a rezarle a su puto ángel de la guarda de que con un poco de fe y después de los años de adolescencia de raparse el pelo solo para joder a su padre le saliera bien el corte que iba a hacerse en su propio baño, frente al espejo y con tijeras escolares... porque no tenía otra...
Esto iba a salir mal.
Pero mágicamente no pasó, el ángel que tenía Usa se apiadó de él y decidió que el peinado que se hizo él mismo salió mejor de lo esperado, tenía múltiples fallos pero igual, le había quedado bien.
— Dios... yo tengo un ángel en el culo o algo porque no me creo que esto saliera bien... — Se miró al espejo, recién notaba que después de casi dos años sin cortarse el pelo le había crecido demasiado, había pasado de una melena sobre su mandíbula a un corte que rozaba sus orejas. — ¡Esto se lo tengo que enseñar a Canadá!
Salió corriendo hacía el salón, saltando al sofá y buscando entre los cojines su telefono, tardó un par de minutos hasta encontrarlos, minutos que fueron más que suficiente para poder acordarse de lo ocurrido, quedando con el aparato en sus manos mostrando la hora pasar poco a poco, las 15:55... el tiempo pasaba muy rápido.
—...
Quedó arrodillado en el sofá, la noche anterior cuando todos estaban de luto después del funeral él se había ido de fiesta y había olvidado todo por un par de horas pero era inevitable pensar en eso.
Pocas horas antes de enterarse le habían dicho que él estaba bien, había estado autoconvenciéndose de que Canadá iba a mejorarse y él lo acompañaría... ¿Por qué tenía que pasar eso? Y más en ese preciso momento en el que Usa y él estaban peleados, no pudo pedirle perdón por lo que pasó, no pudo decirle que le quería, ni pudo despedirse... Se odiaba a si mismo por eso.
Inevitablemente las lagrimas que se habían acumulado durante ese tiempo empezaron a salir, provocando un silencioso llanto.
Tumbó su cuerpo en el sofá, agarró uno de los cojines y lo abrazó con fuerza, hundiendo su rostro en esta.
— L-Lo siento... Canadá por favor... pe-perdón...
Los murmullos se hicieron constantes, mordió levemente la funda de la almohada, acallándose a sí mismo y dejando solo un leve sollozo que sustituía el silencio de la casa. Los minutos que estuvo así se le hicieron eternos, parecían horas, horas en las que recordó momentos con el difunto, lo más ocurrido recientemente, en este momento Usa se sentía un inútil, un insolente hacía los demás.
Suspiró y tragando en seco, terminando de soltar las últimas lágrimas que finalizaron ese llanto.
— ... *Snif*
Dio un pequeño sorbo con su nariz y, sin importarle llegar a manchar la, limpio lo punta de esta con su antebrazo cubierto por aquella camisa de manga larga a cuadros y color azul.
Miro sus manos, estaban con un leve tono y... Huesudas... Y no de esa forma que muchas personas considerarían atractivas, eran unas manos a la cual se le marcaban los huesos de esta, donde el borde de sus uñas habían creado piel para sujetar estás, un tono azulado y algún que otro moratón.
— Me doy asco...
Apretó ambos de sus brazos contra su estómago, era normal que no tuviera ganas de comer, era normal que estuviera volviendo a los hueso, pero hacia tanto que no subía de los 50 kg que ya hasta la idea de llegar a eso era como un sueño imposible.
Se levantó y fue camino al baño, al mismo baño donde se encontraban el pelo cortado que todavía no había limpiado y las tijeras que había utilizado.
Mordió su labio y con un leve temblar sacó aquel enemigo que tan odiado se había vuelto en estos días y lo puso sobre el suelo, piso una vez para nivelar está a 0 y una vez está marcaba aquel número se subió.
Los números subieron y bajaron unos segundos, evitó mirar este con cierto miedo de ver lo que pondría, si el número pasaba de lo deseado acabaría vomitando, o haciendo ejercicio durante horas, en horas de ayuno... pero... solo una miradita, tenía que perderle el miedo a la báscula, a los números... ya hacía tiempo que aceptó que tenía un TCA, tenía que ir poco a poco, quizás ir directamente a la báscula no era la mejor idea pero... solo un poco de intento.
— 3...2...1...
Bajó la mirada, 48 kg...
La báscula cambió, comprando unas letra y apagándose, mordió su labio y se bajó de esta. La miró unos segundos, repitió las acciones: pisar, 0, subirse, pero esta vez se apoyó en la pared, dejando su cuerpo de puntillas.
— 30 kg... — Leyó, viendo estas dos cifras las cuales formaban un número. — Je... Ojalá...
Sonrió para si mismo, alejándose de la báscula y colocando esta de nuevo en su sitio, cada gramo contaba pero era claro que no podía seguir así, era un dilema de uno a otros, de a contra b, del querer salir de esto y seguir con una vida normal y el que seguía con esa obsesión de calorías, dolores y pesos.
— Pero igual...
Sacó su camisa, viendo al espejo, sus huesos se apegaban a su piel hasta el punto que el tacto de esos era notable, una línea vertical cruzaba su vientre y en su pecho había alguna que otra marca.
—... Das asco... Mucho asco... pero sigues con esta mierda...
Mordió su labio y se abrazó a si mismo, las uñas se hincaron poco a poco contra la piel delicada de sus huesudos brazos, mordió su labio y miró al suelo y salió del baño, apagando la luz de paso y dejando sus espaldas a oscuras. Caminó hacía su habitación y se tiró contra la cama envolviéndose en sus propias mantas y mordiendo sus uñas junto a la piel que iba al lado de esta.
El silencio inundó la habitación, acarició su propia cabeza en busca de un poco de contacto, se acomodó entre los cojines y miró por la ventana.
Esto se iba a acabar...
Casa de México... 4:34 a.m.
El sonido inundó la habitación seguido de las maldiciones del mexicano al notar que el "no va a pasar nada por dejar el móvil en sonido" no tenía razón, si pasaba, y más con la puta cumbia que tenía como tono de llamada.
— ¿Neta? ¿Ahora? — Mordió su almohada y luego se separó de esta, estirándose y agarrando el telefono mientras veía en la pantalla aquel contacto agendado como "Amerigayhamturtle" un apodo que le sacaron un día entre borrachera hace muchos años y todavía no se le había quitado, supuestamente era una mezcla de América, Gay, Hamburguesa y Tortuga. Sin más deslizó, aceptando la llamada. — ¡Gringo! ¡Es por la madrugada un respeto, chingados que el cambio horario ni es tanto! Ahg... —Mordió su labio y se sentó en la cama, viendo hacía el sueño e intentando no dormirse ahí mismo contra el suelo.
— A las 11 de la noche en tu casa.
Y sin más colgó, dejando al trigueño con las quejas en la boca. Abrió WhatsApp para ir directamente a aquel chat para el cual tendría que haber bajado un rato si no fuera porque ya tenía un mensaje el cuál lo puso en el primer puesto. Entró a este.
"Tú mismo lo dijiste No porque hayamos follado significa que vayamos a volver, fue solo sexo. ;)"
Rio para sus adentros y se tumbó en la cama, respondiendo con un simple mensaje antes de soltar el telefono sobre la cama y volver a su profundo sueño.
"Interesado u_u Ni modo, tráeme Brandy."
Usa siempre será Usa, y no solo por eso de que se la sude el horario de los demás y directamente te llame a las 5 de la mañana, si no porque hasta al borde de la muerte por anemia iba a jugar las cartas a su favor. Ojo por ojo, diente por diente.
Hola~ aquí le escritore, ¿Qué tal gente? ¿Lloraron con la muerte de Canadá? Pues todavía van a morir más personajes así que prepárense.
Gracias por el apoyo que se le está dando al libro tanto con lecturas, comentarios o votos <3 Realmente es la primera vez que hago algo así, antes así puro fanfics de rayita y personajes y pues tras eliminar muchas historias decidí hacer este proyecto, pero bueno, espero que os esté gustando el libro, al principio tenía pensado hasta las 40.000 palabras y terminarlo (podéis ver la cantidad de palabras que lleva el libro en la descripción del libro, se actualiza por cada capítulo que se sube) Pero que obviamente todavía queda salseo así que a ver cuanto dura esto, más de 20 capítulos seguro, 30 como mucho, quien sabe.
Pero bueno, que ya estoy preparando otro libro para cuando este se termine del estilo similar, sin más pues... feliz lectura.
2638 palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro