Domingo, 6:34 a.m.

Y sí, un domingo por la mañana, quien iba a esperar que a esa hora el estadounidense estuviera despierto, de aspecto presentable y sentado frente a un escritorio en una habitación blanca. Un domingo por la mañana, al día siguiente de la llamada realizada la OMS y Usa iban a tener una "reunión personal", más bien una consulta al psicólogo, a un psicólogo que se sabía todo el expediente de vida de el estadounidense.

El rubio se recostó en su silla, viendo al rededor de él, OMS todavía no había llegado por lo que la sala en la que estaba se encontraba en completo silencio.

El despacho de OMS era uno de tamaño medio, una de las paredes era un gran ventanal con cristales que permitían las vistas hacía fuera pero a la vez que nadie los viera, las paredes eran de un planco totalmente puro que no resaltaba tanto de limpieza gracias a los cuadros, diplomas y fotos que había colgados, el suelo era mientras de las baldosas negras que compartía todo el edificio. A la pared paralela del gran ventanal estaba situada la puerta, el resto de las paredes poseían estanterías empotradas contra ellas repleta de libros de temas diversos pero comunes (biología, sociología, psicología, salud física y mental...), alguna que otra planta adornaba toda la habitación, dando cierto color.

En la zona izquierda de la oficina habían un montón de cajoneras con documentos e información general, estadísticas, algún que otro informe medico general de los países ...

Al contrario estaba el escritorio de OMS, dos sillas, una frente a la otra, el ordenador y poco más. Aquella organización no era mucho de juntar su vida personal con el trabajo, y como tenía más trabajo que vida personal no había ningún conflicto como tal.

Mientras esperaba sacó su teléfono, lo desbloqueó por la huella dactilar y sé fue al apartado de noticias, la más reciente fue publicada apenas hace 2 horas. "3º TIROTEO EN MENOS DE 24 HORAS EN UN LUGAR PÚBLICO". ¿Por qué los humanos hacían eso? Entró a la noticia y leyó los primeros párrafos; en mucho resumen, hubieron 3 tiroteos el mismo día y por el mismo grupo de gente, al parecer enmascarados de mono rojo, no se sabía nada de ninguno más allá de que siempre atacaban al mismo número de gente 56, por eso siempre estaban en lugares muy transitados: Metros, centros comerciales, plazas. La policía no sabía nada de ellos pero FBI y CIA actualmente cooperaban para encontrar a los responsables.

La puerta se abrió,  Usa guardó el teléfono mientras que OMS entraba a la oficina, cerrando la puerta detrás suya y sentándose sin más rodeo frente al escritorio. OMS era un hombre de palabra directa, las presentaciones formales, el "hola, ¿Cómo estuvo tu día?" sobraban para él, parecía algo sacado de familia puesto que su hermano mayor y el menor, ONU y Unión Europea respectivamente, no eran otro mundo.

— ¿Llevas esperando mucho tiempo? — Dijo la voz calmada de OMS, una de las cosas más reconocible de la organización era su voz, una voz calmada y que parecía mostrar sueño todas las horas del día, lo cual no era de sorpresa puesto que si el trabajo de un doctor es cansado, imaginaos el trabajo del mayor medico del mundo, daba gracias de dormir 3 horas al día y aguantar así las 21 restantes.

— No, realmente llegué hace 5 minutos. — Usa miraba los movimientos del albino mientras se sentaba en su escritorio. — Oye OMS —Llamó su atención antes de que el contrario empezara con la sesión— Que esto quede entre tú y yo.

— Dices esto como si habláramos de un asesinato Usa... —Hizo una leve pausa, viendo al contrario y poniendo sus manos en el escritorio. — Conociéndote seguro pensaras que recibir ayuda psicológica es malo... realmente no, incluso es beneficioso el hecho de poder ir a psicológicos aunque no haya ningún problema mental de por medio, solo para colocar tu mente en orden, conocerte a ti mismo... pero bueno, volviendo al tema principal. Tú. —Este alzó levemente sus manos juntas, señalando con ambas manos al rubio.

— Yo. —Repitió Usa, auto señalándose.

— Bien... por lo que me contaste ayer por la noche en llamada... dices que lo más probable es que padezcas un TCA, ¿no? — Este sacó un archivador de su escritorio y un bolígrafo de su lapicero, apuntando con una letra inentendible algo que posiblemente sea el nombre del estadounidense. — ¿Por qué crees esto?

— Bueno... Emm... estuve... mirando. — Dijo de forma lenta, era muy temprano como para hablar de esto, y en cierto modo el hecho de decir que había investigado sobre esto le daba... vergüenza... sí... vergüenza...

— ... Ya veo... Pensaba que eras de esos que tenía el cerebro como adorno, pero bueno... Emmm... — Miró de nuevo al contrario tras desviar su vista. — ¿Qué miraste?

— Páginas de psicología... Wikipedia términos bases... sobre diferentes Trastornos alimenticios... tengo varios síntomas de bulimia como comentaste la última vez. — Miró hacía otro lado, evitando la mirada 

Hubo un leve silencio, la mente de Usa hizo esa mala jugada, el autocriticarse, "Seguro no es nada", "exageras", "no deberías estar aquí", "le estas haciendo perder el tiempo"... No era él el que hablaba... eran las enfermedades, la bulimia, la inseguridad... todo eso era lo que le hacía sentir así...

— Bien... Usa... ¿estas seguro de sufrir un TCA? —¿Qué?— Muchas personas confunden pocos síntomas o malestares con un trastorno alimenticio y... —Siguió hablando.

... ¿Esto era en serio? En cuanto daba un paso hacía adelante el mundo le empujaba 5 para atrás, quizás solo exageraba, podría ser una confusión, si un experto lo decía tenía que ser verdad ¿no?

El rubio se levantó de la silla, salió del lugar sin si quiera despedirse, no había escuchaba la mitad de la "conversación" que tuvo con el albino, más bien la charla del albino. Seguro si hubiera estado ahí más tiempo las cosas hubieran cambiado a una charla de OMS ayudando a Usa a superar su trastorno, pero la potencia era el mismo, era ese impulsivo que se iba o venia a lo que no le gustaba algo.

Los últimos pasos eran dados uno tras otro a rápida velocidad, lo más rápida que podría ser por alguien con anemia, porque sí, el haber estado los últimos días vomitando más de lo debido hasta el punto que llegaba a sangrarle la garganta de los golpes contra su campanilla había acabado en una anemia que podría empeorar en caso de que no se solucionara pronto.

Al llegar a su carro pudo notar una perdida de equilibrio en sus piernas y cierto vértigo, acercándose al coche y apoyándose en este, colocando su cabeza en el techo de este al primer momento.

— Fuck... — Habló levemente, llevó una de sus manos hacía su cabeza, un sudor frío deslizaba por esta, sentía nauseas, ¿iba a vomitar? era imposible, no había comido nada en las ultimas horas.

Abrió sus labios de forma leve, intentaba regular la temperatura de su cuerpo dejando entrar la leve brisa de la mañana de invierno que corría por todo el aparcamiento.

— Che, Gringo, ¿Estas bien? — Una voz, un acento que se notaba de sobra de que país pertenecía, era de esas voces reconocibles aunque hablara desde la otra punta del continente.

Giró levemente su cabeza, pelo celeste teñido, raíz rubia, un gorro de lana gris y sudadera 5 tallas más grandes que aquella persona, era obvio a quien pertenecía.

— The toucan — Habló con su poca voz el estadounidense, nombrando al país del sur de américa por el apodo que le había puesto desde hace años por su nariz, tampoco era de sorpresa.

Argentina, conocide principalmente por diversos motivos, aunque actualmente el drama se centraba en su salida del armario que surgió hace poco como persona no-binarie, aunque elle misme le restaba importancia al asunto.

— Habló el que tiene más Botox que  carne... — Respondió a la burla moleste. — Se te ve como si estuvieras fumadisimo... ¿estuviste de nuevo fumando lo que vende Uruguay? — Mostró una burlona sonrisa mientras se señaló a si misme.

— Solo es un mareo... — Pensó por unos segundos —  ¡¿Y a ti que coño te importa lo que me pase, transformen?!

— Wow, que original ese insulto,  espera me sorprendo — Se hizo le sorprendide, riendo posteriormente y acomodándose la sudadera. — ¿Estas borracho o qué? Que te he visto caminar como boludo, hasta Chile en pleno terremoto va más recto que vos. 

Optó por ignorar al de pelo bicolor,  suspiró con leve molestia al buscar sus llaves y no encontrarlas, parecía que Argentina no quería irse.

— ¿No tienes nada que hacer con tu vida?

— Sí tengo... — Este se agachó, agarrando unas llaves que habían caído al suelo, por el llavero de la bandera rayada y con estrellas era obvio a quien pertenecía. Empezó a jugar con estas mientras el rubio seguía con su búsqueda entre los bolsillos. — Dicen que tienes bulimia, ¿es cierto?

El mundo entero parecía no tener pelos en la lengua, eso o era el día de las verdades y cotilleos.

— ¿Y tú que sabrás? — Le miró con molestia, notando las llaves dando vueltas en el dedo índice del argentine, retirando estas al instante en un rápido movimiento.

— Usa... hay muchos rumores sobre mi... eso todos lo sabemos... y tú empezaste muchos de ellos, ¿no te acuerdas hace 4 años que dijiste que tenía anorexia? — Eso de verdad pasó, le argentine de verdad padecía anorexia, afortunadamente se recuperó en menos de 2 años. — Sé lo que es pasar un TCA... es jodido y no se lo deseo ni a mi peor enemigo así que... cualquier cosa... tienes mi número en el grupo del continente.

Sin más se fue, el estadounidense tardó en procesar todo, fue demasiado rápido para él y su celebro desnutrido... ¿acababa de recibir cierta ayuda de parte de Argentina? ... ¡¿De Argentina?!

 Realmente el simple hecho de recibir ayuda de cualquier gente ya se le hacía raro... Suspiró por ultima vez antes de entrar al coche y por fin ponerse en marcha de nuevo a su casa, decidiendo que iba a  dormir un poco antes de continuar el día.

O quizás dormir todo el día.

Hola~, sí, quizás este capítulo sea un poco más corto que los anteriores pero ya eran 1800 palabras aproximadamente y añadiendo este anuncio se me iba a hacer muy largo y me daba pereza.

Antes de nada, ¡Gracias por el apoyo que le estáis dando al libro y a la gente que vino de tiktok a leerlo! Hacía tiempo que no escribía y esto es un proyecto que tenía de hace tiempo (Resumen del proyecto en la descripción de la cuenta). En fin, tenía cierto miedo que la historia no gustase del todo porque realmente siempre me centré en fanfics de Tnx(X personaje) y los pocos originales que había hecho no daban mucho de sí :<.

BUENO, agradecimientos aparte vine a comentar algunas cosillas de este capítulo, principalmente algo que pues creo que es obvio, y es Argentina como no-binarie.

Sé que hay gente que el lenguaje con la e no le agrada por lo que evito escribir con él cuando hablo en general en lo que es la narrativa del libro, pero como ya he dicho Argentina en mi head-canon es une personaje no-binarie (They/Them) y pues realmente quería meterlo en la historia por otros motivos y no iba a cambiar esto solo por un libro.

Esto tiene sentido, como ya sabemos Argentina tiene como opción en el DNI una opción no-binaria, y como yo ya tenía la idea de Argentina trans me apoyé en esto para esa idea.

Aun así elle no es le unique personaje trans de mis canones/head-canon.

Sin ir más allá Canadá es Bigénero (He/She), Australia es demi-boy (He/They), Alemania usa neopronombres (He/Ze), Europa es (He/It).  Esto es ya que ellos también tienen opción de Género/Sexo X en su documentación oficial.

Y pues... eso, era una pequeña aclaración ya que en el libro personajes como Canadá y Argentina van a tener relevancia y quería aclarar esto.

Siguiente, a partir de este capítulo los episodios se publicarán uno cada domingo principalmente, así que paciencia u.ur.

Tengo pensado que la serie sea de aproximadamente 20 capítulos de 2000 palabras aprox. cada uno, pero igualmente tengo muchas más ideas de libros de este tipo pero con otros temas (homofobia, trans, ansiedad, suicidio, pedofilia...) igualmente cualquier duda la voy a responder lo más rápido posible (Es más probable que la responda si es por algún comentario de TikTok pero igualmente aquí también las respondo uwu)

BUENO, ahora sí, descansen todos, todas, todes y que tengan una linda noche/día/la hora que sea en tu país <3.

Un placer~.

2233 palabras.