[33]
JiMin sonrió en cuanto se dejó caer en la cama al lado de YoonGi. El pálido leía un libro mientras fingía molestia por lo excesivamente ruidoso que estaba siendo JiMin a su lado.
—Se supone que en unas horas tienes trabajo, JiMin. —El menor se encogió de hombros, completamente desinteresado a lo dicho por el pálido.
—Es mi día libre, podemos ir al cine. —Empezó a decir mientras colocaba parte de su cuerpo sobre el de YoonGi. —Incluso podemos ir a ver los precios de los boletos para irnos a Busan. —YoonGi asintió mientras dejaba de lado el libro que estaba leyendo y apretaba en un abrazo al menor.
—En realidad, en la mañana no puedo. Vendrá el abogado de papá.
JiMin frunció el ceño en confusión.
—¿El abogado de tu papá? —YoonGi asintió. —¿Para qué?
—La casa de mi papá está a mi nombre. La casa en dónde vive Sunmi con su esposo legalmente es mía. —Avisó. —Estuvieron manteniendo esto en secreto durante todo este tiempo, incluso le habían dicho al abogado que no estaba en el país. —Rió sin gracia el pálido. —Pero ahora que lo sé, he decidido que voy a venderla. —Anunció seriamente. —Venderé la casa y ellos que vean a dónde se irán después de esto.
—¿Estás seguro?
—Muy seguro, si. —Concluyó YoonGi. —En la hora del almuerzo, iré a... Iré a una consulta, he tenido algunos problemas JiMin...
—¿Estamos hablando de lo mismo? —YoonGi negó y JiMin se alejó un poco para poder verle. YoonGi soltó un espeso suspiro.
—He tenido algunos problemas de salud que llamaron mi atención, desde que Jisoo estuvo insistiendo que fuera al médico por mi presión arterial, empecé a notar ciertas cosas que no había visto. —JiMin le observó con detenimiento. —No había querido decirte porque no quería preocuparte, estoy cumpliendo un tratamiento y estoy teniendo mis chequeos, estoy bien. —Explicó. —Pero no debo estar sobrecargado de estrés o tener emociones fuertes, l-los infartos son cosas inciertas y nunca voy a poder evitarlo con seguridad, pero si mantengo un ritmo saludable y sin tantos sobresaltos, no pasará nada y esta pequeña insuficiencia no me afectará en absoluto.
JiMin se relamió los labios mientras asentía.
—Había descubierto los medicamentos hoy en la mañana, los dejaste en el cajón de la cocina.
—Me di cuenta de eso, pero... No es por eso que te estoy contando, ¿Lo entiendes? Solo estaba buscando el momento exacto para decirte esto, porque es algo delicado... Papá murió por esto y yo... Estaba asustado, preocupado y no quería someterte a esto conmigo.
—No importa lo difícil que sea, estaré contigo. Lo estaré siempre. —Garantizó JiMin sonriéndole. —Cuando hables con tu mamá respecto a la casa, estaré contigo para cuidarte.
—No necesito que me cuides. —Retó el pálido. JiMin rió.
—Te cuidaré siempre, siempre. —Susurró dejando un corto beso en los labios del mayor. —Te amo.
—Te amo también. —Correspondió el mayor.
...
TaeHyung esperó en silencio mientras veía a JungKook sentado en la cama con expresión perdida. El menor simplemente se había quedado en aquella posición desde que habían llegado, ignorando el vaso de agua que TaeHyung le había ofrecido y las preguntas que este mismo le había hecho.
Estaba dolido. TaeHyung podía intuirlo.
Incluso él, al ver la expresión de la mujer que muchas veces le pidió que la llamara "mamá", al ver el asco que se dibujó en la mirada de los señores Jeon con solo verlos.
Sé sentía horrible, pero jamás podría comparar su dolor al de JungKook.
—Mi mamá me dijo que no era como YoonGi. —Comenzó mientras se limpiaba una lágrima que estaba cayendo libremente por su rostro. —Y me quedé helado, aturdido por la forma en la cual se había expresado de hyung.
TaeHyung tomó asiento al lado del menor mientras este dejaba caer su peso contra el hombro del mayor.
—Y vi el rechazo en sus ojos, la forma tan horrible con la cual escupía aquellas palabras y luego terminaba diciendo "Pero tengo que quererlo, es mi hijo". Lo hizo sonar como si fuera una obligación, algo que no tenía que ser pero que ella tenía que aparentar por el bien de todos, me sentí horrible. Ella ahora d-debe odiarme, mi m-mamá seguramente me odia... —Susurró en medio de un pequeño llanto. TaeHyung como pudo, abrazó el cuerpo del menor mientras susurraba palabras de cariño a su oído.
—Llora, llora todo lo que quieras, bebé. Estaré aquí para apoyarte, nunca te dejaré.
...
NamJoon frunció el ceño en cuanto leyó la petición del comité administrativo del hospital.
Aquello tenía que ser una jodida broma. Pero el rostro completamente serio e imperturbable del doctor Han frente a él, le decía que aquello era verdad.
—Es un mal chiste. —El mayor soltó un suspiro mientras se levantaba del asiento. —¿Cómo es posible?
—Hemos decidido que es lo mejor, has tomado malas decisiones, la principal fue despedir a Min YoonGi y Jeon JungKook. — Agregó. —Traer a la doctora Lee JiEun no fue acertado, tenemos múltiples quejas del personal de enfermería y el grupo de residentes que se le fue asignado, por otra parte, su participación en la restauración de los quirófanos afectados por el atentado no fue mucha, no sé en dónde estaba enfocada su atención joven Kim, y lamento hacer esto, le tenía mucho aprecio a su padre pero... La decisión ya fue tomada.
—No me pueden quitar mi cargo, este hospital era prácticamente de mi padre, por derecho me toca hacerme cargo.
—Tenemos cláusulas de manejo, usted falló en varias y no necesitamos estos tipos de problemas, conservará su cargo como uno de los médicos de esta institución pero... El puesto de decano será asignado a otra persona.
NamJoon rió sin gracia, sabiendo muy bien a quien tenían en mente.
—¿Es YoonGi no? —Han le observó sin emoción alguna. —Le darán mi puesto a YoonGi.
—Es uno de los candidatos para el puesto, no es algo seguro.
—Lárguese de mi oficina. Necesito estar solo.
—Tiene todo el día para notificar a la doctora Lee que está despedida y por ende, ocupar su consultorio. Tenga un buen día. —Concluyó saliendo de la oficina dejando atrás a un molesto y resentido NamJoon.
...
JiMin se quejó por lo bajo cuando escuchó el sonido de su teléfono sobre la mesita de noche. Su mirada aún con notables signos de sueño dio con el aparato y con algo de flojera lo alcanzó para ver el motivo por el cual sonaba sin detenerse.
—Se supone que hoy era mi día libre. —Se lamentó por lo bajo cuando vio un mensaje de la doctora Kim pidiendo su presencia en el hospital.
Sin detenerse mucho en su apariencia y colocándose una de las camisas que YoonGi dejaba sobre la cama, salió de la habitación. Logró divisar en la sala a YoonGi acompañado de alguien más. Un hombre bien vestido, con un porte serio y un aura que le hacía recordar a YoonGi los primeros días.
—Sería todo por los momentos. —Explicó el desconocido mientras dejaba un grupo de carpetas sobre la mesa de la sala. —Gracias por escribirme y recibirme tan temprano, sé que por la hora...
YoonGi negó.
—No es nada, la puntualidad es parte de mi vida también y entiendo los compromisos que pueda tener. —JiMin observó con curiosidad el intercambio de palabras entre los dos hombres hasta que vio a YoonGi acompañándolo hasta la salida. —Ya deja de verme como un acosador, Park.
—¿Es tu abogado? —YoonGi asintió mientras se acercaba al menor. —Pensé que sería viejo y feo.
YoonGi enarcó una ceja curioso.
—Es el hijo creo, tomó el caso. —Explicó. —Además, tiene claras vibras de hetero.
—Yo lo era antes de conocerte. —Expresó encogiéndose de hombros mientras desviaba la mirada. YoonGi rió, abrazando por la cintura a JiMin mientras dejaba un casto beso en la mejilla del contrario.
—Pero el único que me tiene eres tú, nadie más. —Susurró. JiMin le observó. —Me gusta cuando te pones celoso. —Mencionó observándole divertido ante el color rojizo que adornó el rostro del menor. —Eres bonito.
—Yah, hyung. —Se quejó JiMin. YoonGi rió. —¿Trajo los papeles de la casa? —El pálido asintió mientras soltaba del abrazo al menor para que este pudiera ir a la mesa y desayunar.
—Trajo el testamento de papá, dónde estaba especificado todo y ellos simplemente se salieron con la suya por mucho tiempo, por eso nunca me buscó cuando me fui de la casa. —Expresó tomando asiento al lado del menor. —¿Iremos a almorzar juntos? Como el asunto con el abogado fue rápido, cambié la hora de mi consulta para ahorita a las diez. —JiMin negó mientras recordaba el mensaje que le había llegado.
—Te confirmo a la hora del almuerzo. La doctora Kim me pidió que fuera al hospital, entonces... —YoonGi asintió.
—No hay problema. Desayuna, te acompaño.
...
YoonGi observó la puerta del apartamento confundido mientras escuchaba los golpes que esta recibía acompañado del sonido del timbre.
Por obviedad sabía que JiMin no era, acababa de irse, aparte que el menor sabía el código de la puerta.
Cuando abrió la puerta, nunca esperó ver a su madre detrás de ella. La mujer tenía los ojos hinchados y rojizos, notorio signo de que había estado llorando. Estuvo a punto de preguntarle qué quería, angustiado de un momento a otro pensando que a JungKook pudo haberle pasado algo cuando sintió un golpe en su rostro.
—Eres un miserable. —Escupió con rencor y dolor. YoonGi le observó. —Convertiste a JungKook en lo mismo que eres tú.
YoonGi rió sin gracia.
—Buen día, mamá. ¿Ya dejaste de fingir amor? —Indagó viéndole fijamente. La mujer intentó volver a darle pero YoonGi la detuvo, sosteniendo su mano fuertemente. —No soy un niño para que vengas a querer pegarme, no te lo permito.
—Suéltame. —Retó la mujer. —Debemos hablar.
—Es cierto. —La soltó haciéndose a un lado. —Tenemos algo de que hablar.
Sunmi tomó asiento en uno de los sofás. YoonGi le lanzó una carpeta mientras tomaba asiento frente a ella. La mujer cambió la expresión de su rostro cuando leyó el contenido de los papeles.
—E-Escucha, puedo explicar esto. —YoonGi rió mientras negaba.
—Venderé la casa. Tienes un día para sacar tus cosas y las de tu esposo de mi casa, sino lo hacen... Iré con la policía y será peor, ¿Increíble verdad? la perfecta Sunmi quién ideó todo un plan para sacar a su hijo de su propia casa y apoderarse de ella con el mantenido de su esposo.
—YoonGi, no... Espera, no tenemos para donde ir.
—No me importa.
—¡Te perdono! —Exclamó. YoonGi la observó confundido. —¡Te perdono por confundir a JungKook, por llevarlo por tu camino!
—¿Te estás escuchando? —Cuestionó YoonGi con fastidio mientras se levantaba y caminaba hasta la puerta. —Ya te dije todo lo que tenía que decir, vete de aquí y desaloja la casa, ahórrate la pena de que vaya con la policía.
—No puedes hacerme esto, soy tu mamá, YoonGi. —La mujer habló con el llanto distorsionando su voz. —¡Estás equivocado! Regresa a casa, yo te ayudaré.... Todo estará bien, JungKook y tú se criarán como los hermanos que son y dejarán esas absurdas ideas... —YoonGi negó interrumpiéndola.
—Cuando era un niño y me fui de la casa, pensé que vendrías a buscarme precisamente por eso, porque eras mi madre. Si yo me equivoqué en ese entonces, ¿Por qué no puedes estar equivocada tú? Claro que puedo hacerlo, puedo hacer lo que se me venga en gana, ser independiente, tener una vida libre de ti, cogerme a un hombre, cualquier cosa que quiera. —Mencionó bruscamente. —Si eres lo suficientemente inteligente, lograrás entender eso e irás con JungKook y te arrepentirás de cualquier cosa que le dijeras o hicieras, si es que no quieres quedarte sin tu hijo, ahora vete.
—Por favor. —Imploró. YoonGi la agarró del brazo y la terminó de sacar del apartamento.
—Hasta nunca. —Concluyó hastiado mientras cerraba la puerta de un portazo y se recostaba sobre ella para sucesivamente; dejarse caer por esta. Su respiración estaba agitada y su garganta luchaba por digerir el nudo de emociones que estaban golpeando con fuerza su pecho.
No la necesitaba en su vida. No la quería.
Pero igual tenía ese vacío en su corazón aún. Y verla siempre le recordaba que nunca fue lo que la mujer quiso.
Estaba en la lucha para lograr calmarse cuando el timbre volvió a sonar. YoonGi se detuvo un momento a pensar mientras se levantaba del piso.
No estaba listo aún. No quería volver a hablarle. Pero cuando abrió y se encontró con NamJoon.
Supo que aquella conversación tampoco sería de su agrado.
No cuando el menor tenía aquella expresión molesta adornando su rostro.
—¿Estás contento? —Inquirió el menor. YoonGi le observó sin entender. —¡Me han quitado mi puesto por tu culpa!
—Nam, ¿En serio? —Cuestionó YoonGi frunciendo el ceño. Aún no lograba calmarse y tener la molestia de NamJoon tan cerca lo estaba irritando. —Vete, hablemos después, no me siento bien.
—¡Vamos a hablar ahora mismo y vamos a solucionar este maldito problema! —Exclamó con molestia, empujando bruscamente al mayor dentro del apartamento.
YoonGi trastabilló un poco pero mantuvo el equilibrio hasta el último momento, la molestia estaba empezando a pintar su rostro mientras negaba.
—No tenemos nada que aclarar ahora, lárgate de aquí. —Siseó con rabia en su voz. NamJoon río sin gracia.
—No sé que mierda hiciste, como lograste que Han se propusiera sacarme de mi puesto, pero tienes que ir allá y decir que no lo quieres.
—No iré a ningún lado, si te despidieron fue por inepto, por tomar malas decisiones, mandaste todo a la mierda por tus estúpidos celos, ¿Quieres que yo arregle tu vida? ¡Empieza abriendo los ojos! ¡Tú mismo te jodiste todo!
—¡Todo lo que tienes lo lograste gracias a mi! —Gritó con rabia, avanzando hacia el mayor mientras lo agarraba bruscamente del cuello de su camisa, para ese momento YoonGi estaba lo suficientemente distraído con un pequeño dolor que empezó a hacer presión en su brazo. NamJoon ignoró el jadeo de dolor, pensando a su manera que sería por el sobresalto ante su acción. —Sino hubiese sido por mi y por mi padre, te hubieses quedado en la calle, ¿Qué tan miserable tienes que ser como para que tú propia madre no te quisiera? —Preguntó soltándolo bruscamente, ignorando la mueca de dolor en el rostro del mayor. —Ya sabes lo que tienes que hacer. —Concluyó dejando a YoonGi en el lugar, saliendo del apartamento sin terminar de cerrar la puerta.
Para ese momento.
YoonGi no sabía cómo explicar lo que sentía.
Se llevó la mano a su pecho apretando la zona de su corazón. Su pecho, hombro y brazo dolían de una forma inquietante y grave, su respiración estaba alterada y su cuerpo estaba sudoroso.
Las pastillas.
Tenía que ir por las pastillas.
Pero se veía tan lejano, y de repente... Solo quería quedarse en dónde estaba.
Iba a pasar, el dolor iba a pasar, estaba en tratamiento, tenía que ser solo una jodida mala broma.
Demasiado estrés en poco tiempo.
Estaba bien.
Tenía que estarlo.
Porque se lo había dicho, le había dicho a JiMin que estarían por un largo tiempo.
Lo había prometido.
Por eso mismo, aunque la oscuridad estaba queriendo llevarlo consigo. Aunque los nervios lo estaban haciendo temblar del miedo mientras las lágrimas nublaban su campo visual.
¿Así debió sentirse su papá no? Aterrado.
Completamente asustado y destrozado mientras sentía que su vida se estaba apagando.
Cuando logró llegar al cajón y sacar las pastillas, ni siquiera notó cuantas tomó, simplemente se aferró a ellas.
Porque no era su tiempo aún.
No tenía porque irse ahora.
Todavía no había recuperado el tiempo perdido con JungKook.
No le había terminado de decir a JiMin lo mucho que lo amaba.
No había hecho una buena propuesta.
—¿Hyung? —La inconfundible voz de JiMin se escuchó tan lejana que no le dio tiempo de nada, simplemente observó el rostro aterrado del menor. —¡YoonGi! —El grito histérico de JiMin fue lo último que escuchó cuando fue perdiendo las fuerzas de su cuerpo, cayendo lentamente al suelo.
—¿E-Estoy en casa, p-papá? —Susurró el mayor mientras sentía el gimoteó de JiMin sobre él. De un momento a otro, no supo más nada.
...
Hola. ✨
Se nos murió el YoonGi, ¿Ahora con quién casamos a JiMin? 🧐🤔
Nah, mentira. Todavía no, quien sabe.
Gracias por leer, votar y comentar.
Disculpen los errores.
Nos leemos pronto.
Enciendan sus velitas. 🕯️
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