[18]
YoonGi no pudo dormir en toda la noche.
Había dado vueltas en la cama, de un lado a otro, había visto el techo, como si ahí se escondiera algún tesoro maravilloso, había notado el vacío al lado de él, el frío de las sábanas y el escaso olor de JiMin sobre ellas.
No había nada.
Solo estaba él, con el camino de lágrimas secas dibujado en su pálido rostro, su corazón roto y las miles de memorias del menor al lado suyo, sonriendo o simplemente durmiendo.
¿En qué momento todo había terminado así? ¿Cuándo todo había empezado a deteriorarse?
¿Qué tan culpable era de aquel desenlace tan agrio que lo quería hacer llorar como un bebé?
Era su culpa.
Todo había sido su culpa.
No hizo mucho, tampoco hizo nada. Demasiadas opiniones encontradas, demasiado estrés, demasiado trabajo.
Y él, y su arrogancia, de creerse en completo control de todo.
—Te amo. —Susurró cuando la escasa luz del sol entró por la ventana y escuchó el sonido de la puerta principal siendo cerrada. —Y estoy seguro que te amaré siempre. —Concluyó con una sonrisa triste en su rostro mientras se aferraba a su propia almohada e intentaba dormir aunque sea un poco.
Tenía una vida que seguir.
...
JungKook observó desde la entrada del cafetín a JiMin hablando con TaeHyung. Desde la noche anterior, había querido hablar con él, aunque estaba completamente seguro que el término hablar no era adecuado para lo que quería hacer realmente.
Pero YoonGi le había advertido que no se acercara a JiMin. Le había mirado de esa forma tan oscura, que JungKook sintió miedo por un segundo.
—¿Todavía no dejas tus costumbres de acosar a la gente? —JungKook rodó los ojos mientras veía a la mujer a su lado.
—Y tú aparentemente sigues sin saber respetar el espacio personal. —Bufó alejándose.
—Es raro, antes te morías por tenerme a tu lado. —Mencionó en fingida inocencia. JungKook carraspeó incómodo.
—Antes, cuando era un joven tonto, ahora... Ahora no me interesa estar contigo. —Mencionó completamente seguro de sus palabras, amando la mueca de molestia que se dibujó en el rostro de JiEun. —Hasta luego. —Soltó un suspiro mirando por última vez hacia donde se encontraban JiMin y TaeHyung.
...
TaeHyung escuchó en silencio a JiMin mientras esté se desahogaba en la cafetería. El menor intentó llevárselo a otro lado, lejos de las miradas curiosas y malintencionadas, pero JiMin se negó.
—Era lo que necesitaban, JiMin. —El mayor le observó con recelo. —Estaban teniendo demasiados problemas, lo mejor era que tomaran un tiempo lejos del otro para organizar sus ideas.
—Yo no necesito organizar nada. —Refutó JiMin.
—¿Te gusta Taemin? —La pregunta descolocó al pelinegro por un segundo.
—¿Eso que tiene que ver? —TaeHyung rodó los ojos.
—Te besaste con Taemin, sales con él, hablas en la entrada con él, como si tuvieran una especie de relación clandestina, cada quien puede tener sus dudas.
—¡Pero no! —Exclamó. —No me gusta, todo esto es una gran estupidez que dejé que creciera demasiado. —Explicó. —Solo estaba estresado, aturdido porque YoonGi considerara querer asumir un compromiso tan grande como querer casarse, y entonces dejé que todo corriera y tomara su rumbo, pero no quiero nada con Taemin, ni siquiera me interesa más allá de los años de amistad que hemos tenido. —Explicó. —YoonGi es la persona que quiero en mi vida. —Susurró llevándose las manos a su cabello, desordenándolo en el proceso. La frustración teñía cada una de sus acciones y palabras. —YoonGi está grabado en mi corazón, tatuado en mi piel. —Susurró. —Me siento perdido sin él. —Bufó con desánimo.
—Entonces date un tiempo para sanar. —Aconsejó TaeHyung tomando la mano del mayor. —YoonGi-hyung te ama. —Le aseguró. —Ese hombre resplandece cuando te ve. —JiMin rió. —Pero ambos necesitan esto para recargar sus fuerzas y después, mandar a la mierda a todos.
...
JiMin soltó un suspiro cansado mientras se acomodaba en la pared del ascensor. Había sido un día pesado, la gente iba y venía y por una parte, lo había agradecido bastante.
Estar ocupado no le permitía pensar en más nada.
Pero ahora, que estaba a poco de regresar a su vacío apartamento, sentía que todo caía sobre él.
Ni siquiera notó cuando las puertas del ascensor fueron abiertas nuevamente y alguien entró haciéndole compañía.
Estaba tan enfrascado en sus propios pensamientos que no notó la mirada sobre él hasta que la persona habló.
—Hola. —Un simple saludo lo había hecho sentir su corazón acelerarse. Su mirada incrédula recayó sobre la persona a su lado.
—Y-YoonGi. —Susurró ido. El pálido se relamió los labios mientras asentía.
—S-Si, supongo que así me sigo llamando. —Expresó rascándose la nuca de forma distraída, ignorando sus propios nervios mientras aparentaba estar tranquilo. —¿Mucho trabajo?
JiMin asintió mientras veía el rostro del mayor.
¿Cómo podía estar tan tranquilo cuando él quería casi que explotar en su lugar?
Se sentía incómodo. Con unas increíbles ganas de salir corriendo antes de ceder a lo que quería hacer, antes de intentar acercarse más de la cuenta.
Estaba tan cerca de él, pero JiMin se descubrió sintiendo que miles de kilómetros lo separaban del mayor.
Tragando el nudo en su garganta, ignorando el sudor en sus manos, y viendo de reojo al mayor, JiMin sintió que se estaba volviendo loco, que el tiempo se había detenido.
Ignorando que el mayor, estaba igual o peor que él. Buscando la manera de cortar aquel incómodo momento, necesitando un poco de aire fresco.
—JiMin.
—YoonGi-hyung.
Ambos callaron cuando notaron que hablaron al mismo tiempo. Una sonrisa tonta dibujó la expresión de ambos.
—¿Querías decirme algo? —Preguntó JiMin. YoonGi asintió.
—Si JungKook se acerca a ti, solo dímelo y le explicaré que no debe meterse en esto. —JiMin asintió, ignorando el sentimiento de desilusiónque se instaló en su pecho. —Antes... Antes me dejé llevar por todos los comentarios de los demás, y yo... Yo creo que eso fue lo que fracturó nuestra relación. —Susurró viendo fijamente al menor. —¿Te lo dije no? Te dije que no aguantaría lo que te hice al mantener mi amistad con BaekHyun, y yo... Yo espero qué, ahora que estamos lejos del otro, podamos aprender de esto y podamos perdonarnos por todo lo malo que nos hicimos.
JiMin asintió.
—Comencemos de nuevo. —Sugirió extendiendo su mano y sonriendo de una forma que YoonGi pensó, había hecho su mundo temblar.
—¿Siendo amigos, no? —Cuestionó. JiMin asintió mientras sentía la mano del mayor apretar la suya.
—Por algo se empieza. —Sonrió.
...
YoonGi estaba a punto de salir del hospital cuando escuchó su nombre ser gritado.
Al sonar sin ningún tipo de honorífico, pensó que sería JungKook o en dado caso, JiMin. Pero cuando volteó y encontró a Minseok a pocos pasos de distancia, la duda se instaló en su expresión.
—¿MinSeok-ssi? —Cuestionó desconcertado. El contrario soltó un suspiro profundo mientras veía al mayor.
—¡Lo siento! —Ofreció sus disculpas en medio de una exclamación mientras se inclinaba en señal de respeto. —Estos días he estado cuestionando mi forma de actuar aquel día en la clase, y yo bueno... —Titubeó. —Y-Yo estoy apenado y quería... Yo q-quería volver a tomar las asesorías, si usted me lo permite, claro.
YoonGi lo observó en silencio.
Los minutos que pasaron fueron suficientes para que MinSeok bajara el rostro en señal de desánimo.
No obstante.
—El mundo está lleno de segundas oportunidades, MinSeok-ssi. —Expresó el pálido mientras se encogía de hombros. —Mañana a las dos en el cafetín. —Minseok asintió animado. —Ya sabes que me gustan las personas puntuales. —MinSeok sonrió.
—Muchas gracias, doctor Min.
...
Hola. ✨
Gracias por leer, votar y comentar. 💕
¿Cómo creen que el Yoonmin solucionará sus problemas?
¿Creen que tendrán nuevos problemas? Este tiempo lejos es perfecto para Taemin y él recién aparecido nuevamente, MinSeok. 😌
Hasta pronto. Disculpen los errores. 🥳
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