«El ruido blanco en mi cabeza, no se calmará.

Tú eres todo en lo que pienso,
siguiendo la música
y los buenos ratos de la noche,
pero cuando las luces se apagan,
somos tú y yo.

Porque queda todavía demasiado para el fin de semana,
demasiado para que me hunda en tus brazos,
demasiado desde que me comporté como un tonto.»

Troye Sivan - "Wild"

[...]

Día 8= ¡Día Libre!

—Te amo.

Hay miles de formas de expresar tus sentimientos, millones incluso, porque en esta vida llena de sentidos, objetos, momentos, situaciones, sucesiones, consecuencias, principios e ideas, no existe solo una forma de hacer las cosas.

No existe solo una forma para expresar que amas a una persona.

Por ejemplo, hay declaraciones de amor frente a nosotros cada día, son tan pequeñas y tan comunes que casi no nos damos cuenta de ellas, incluso hay veces que las personas que reciben esta clase de declaraciones ni siquiera lo notan, pero hay otros que sí lo ven y lo aprecian.

Hay una pequeña declaración de amor cuando Awase le da un pequeño bocadillo de comer a Yaoyorozu cuando termina un entrenamiento a sabiendas de su agotamiento y que es justo lo que necesita para reponer energías. Es un acto mutuo cuando ella le crea a él una bandana nueva cada vez que las suyas terminan rotas o perdidas en sus rondas de las pasantías.

Hay un acto de amor cuando Bakugo se asegura de que Kaminari no se haga daño cuando alcanza su límite y sus neuronas tienen un cortocircuito. Y este acto es recompensado cuando Denki, lo abraza y sin importar lo que pase intenta hacerlo sonreír.

Hay un gesto de amor cuando ven a Monoma enviarle un mensaje de "Buenos días" y otro de "Buenas noches" a su novia que vive en otra ciudad.

Hay amor en las canciones que canta Jirou a su pareja.

Hay amor en los pasteles de Sato, en las sonrisas de Sero, en el baile de Mina, en los regalos de Kinoko.

Hay amor en los pequeños gestos, en la forma que Hitoshi le prepara el desayuno justo como le gusta al bicolor, y en la forma en la que Shoto lo abraza por las noches.

También hay amor en los grandes gestos, como la vez que Shinso se lanzó con sus cintas para atrapar al heterocromático que resbaló del balcón luego del empujón de un villano, los dos terminaron gravemente heridos pero vivos, de no haber hecho nada, Shoto ya no estaría aquí.

O cuando Todoroki creó un muro de hielo justo a tiempo para evitar que un villano golpee al pelimorado.

Hay miles de maneras de comunicar el amor.

Los besos que el heterocromático deja esparcidos por toda la columna del pelimorado.

Las caricias que el de ojos púrpuras le deja en las costillas al bicolor.

Los masajes en los hombros.

Las sonrisas discretas.

Las risas compartidas.

Los abrazos en las noches frías.

Las manos que secan las lágrimas del otro.

Los besos que se esparcen recorriendo desde el abdomen, paseando por el pecho, por el lateral del cuello, hasta alcanzar las mejillas y compartirse en los labios.

Y cuando la boca de uno se encuentra con el otro, sintiendo la textura, reconociendo su sabor, recordando la forma que les gusta besar y ser besado.

Uniéndose apenas, pero a la vez con tanta fuerza.

Y en las uniones hay amor.

Cuando la mano de Shoto sujeta la de Hitoshi, sin planes de soltarlo nunca.

Cuando sus labios se encuentran, creando nuevas caricias.

Cuando sus cuerpos se unen, y ya no hay forma de saber dónde empieza Hitoshi y dónde termina Shoto, cuando sus mejillas se sonrojan, las respiraciones son pesadas, la piel es sudorosa pero a nadie le importa porque son uno.

Y sus cuerpos profesan lo que sus corazones sienten.

Es la forma más liberal, más cruda, más ardiente, más viceral y más profunda de vivir los sentimientos que comparten.

La forma más tierna, es cuando se miran a los ojos y sonríen.

La forma más serena, es cuando en el silencio que comparten solo existe la comodidad.

La forma más táctica, es cuando solo necesitan verse el uno al otro para saber cómo proceder ante la adversidad.

La forma más fuerte, es cuando no permiten que un enojo efímero acabé con todo lo que han forjado.

Y la forma más tangible, es cuando los sentimientos toman forma, y trascienden de la mente a los gestos, de los gestos a las acciones y de las acciones a las palabras.

—Te amo, Hitoshi.

Cuando sus ojos se abren y puede ver al que siente es el amor de su vida junto a él, solo quiere agradecer al cielo por su compañía, por traerlo a su lado, por ponerlo en su camino.

—Yo también te amo, Shoto.

Y no importa si les quedan unas horas, unos días, unos meses o toda una vida. Si todo acaba mañana o sigue hasta que den su último respiro, para amar hay que ser valiente y hacerlo con todas sus fuerzas, porque de otra forma ¿Qué sentido tiene?

Porque al final, existir sin amor, no es vida.

[...]

¿Acabo de hacer una especie de reflexión sobre el amor basado en dos píxeles?

Sí.

¿Me arrepiento de algo?

No.

Bueno sí, tal vez de que la canción no tenga casi nada de sentido aquí pero no importa.

¡Muchas gracias por leer!