5. HOURS.
«Podría hacer esto por horas
Y horas y horas.
Podría hacer esto por horas
Y horas y horas.
Lo que es tuyo es mío.
Y el nuestro.
Y el tuyo, mío y nuestro.
Podría sentarme y hablar contigo por horas.
Siéntate y mira por horas.
Haciéndote el amor por horas.»
Muni Long -“Hrs and Hrs”
[...]
Día 5= Militar AU.
—Líder del escuadrón 28, Shinso Hitoshi. Reportándose, señor.
—Descance, soldado.
El pelimorado bajó la mano de su frente, tomando una postura de “descanso” que realmente era muy incómoda, con la columna completamente recta, las piernas separadas y los brazos cruzados en su espalda, la mano izquierda sujetando estrictamente la muñeca derecha. Siempre con la frente en alto, la vista fija y los hombros tensos.
—Shinso, ¿Ya conociste al líder del escuadrón 16?
Los hombros del hombre de ojos púrpuras se tensan al oír el número de escuadrón, pero lo disimula con facilidad haciéndolo pasar por un movimiento involuntario para recomponer su postura. ¿Qué si lo conocía? ¡Ja!
—He oído hablar de él. Su escuadrón es uno de los mejores de la tropa, señor. —contestó sin dudar.
—Eso es correcto. Su escuadrón está a la altura, digno desempeño del hijo del Teniente Todoroki.
—Me alegro por eso, pero ¿Podría saber para qué solicitó mi presencia, señor?
Se mantuvo firme, mirando al teniente a los ojos, sin miedo ni titubeos.
—Tendrás un entrenamiento en conjunto con él.
—¿Con todo el escuadrón?
—No, un mano a mano contra Todoroki Shoto. —respondió el teniente con una sonrisa, que no era más que soberbia en su rostro. —Para demostrar quién de los dos es el mejor líder.
—¿Será una prueba física, señor? —El puño tras se espalda se apretó como uno gesto, sin demostrar con su rostro la molestia que sentía en su interior.
—En parte. Será una prueba de habilidades, resistencia, fuerza, agilidad, puntería. Luego, tendrán un enfrentamiento escuadrón contra escuadrón para ver quién de los dos es mejor liderando a su equipo.
—¿Esto se debe a alguna razón en especial? —preguntó, sin dejar de mirar al teniente. Esa pregunta podía considerarse irreverente en todas sus letras, porque lo que un soldado hace, es escuchar, y cumplir.
Cuestionar es un signo de dudas, y la duda es debilidad.
Pero el Teniente ya había pasado el suficiente tiempo con Shinso. Muchos soldados habían dejado de cuestionar luego de la primera respuesta que recibían un golpe en el rostro u horas extras de entrenamiento si el teniente estaba de buenas. Pero Hitoshi no sucumbió, después del golpe, volvió a preguntar, luego de cinco horas de entrenamiento, volvió a pedir una respuesta, al terminar de limpiar cada uno de los malditos baños del recinto casi exigió su respuesta.
El teniente se la dió, porque reconoció la tenacidad del soldado flacucho y novato que era en ese entonces, ahora tenía frente a él a un soldado altamente entrenado, que seguía sin tener miedo a lo que podría pasar.
—Una orden directa de los altos mandos debido a la competitividad que hemos notado en ambos. El líder del escuadrón 12 se enfrentará al del escuadrón 24 y así con distintos equipos... Sobra decir que a todos nos pareció buena idea.
—Por supuesto. Serán enfrentamientos sumamente interesantes.
Interesantes. Era una forma amable de decirlo. Dolorosos, sonaba un poco más acorde, aunque tal vez exageraba, pero no habían dudas de que las cosas no serían muy bonitas al finalizar esto.
—¿Cuándo será esto?
—Mañana, debes estar en el campo a las quinientas horas. ¿Entendió, soldado?
—Sí, señor.
—¡Con más fuerza! ¡¿Con ese ánimo planeas ganar?!
—¡No, señor! —respondió, resistió las ganas de responder con el mismo tono de antes. En otras circunstancias, seguramente lo habría hecho solo para molestar a teniente por molestarlo a él a estás horas pero no, si quería irse y llegar a tiempo, tenía que actuar de forma respetuosa.
—¡Lo repetiré entonces ¿Entendiste, soldado?!
—¡Sí, señor!
—¡Retírese, soldado!
Hitoshi levantó su mano hasta su cabeza de forma de despedida, pasó el brazo derecho al frente, y levantó la pierna un poco en alto como primer paso antes de retirarse sin mirar atrás. Ya era de noche, debían pasar de las dos mil doscientas horas, o las diez de la noche, como diría un ser humano normal.
Sus compañeros de escuadrón debían estar en las barracas, perdiendo el tiempo, seguramente. Shinso no les reprocharía por eso, según su propia opinión, ser de los mejores era importante, pero tampoco podían vivir bajo ese único propósito, después de un largo día de entrenamiento, mínimo merecían un poco de tiempo para hacer lo que quisieran, aunque se supone que deberían estar durmiendo.
Ese era un secreto que él y su escuadrón mantendrían. Lo cuál estaba un poco fuera de la imagen que el resto del batallón tenían de él. Hitoshi era conocido entre los demás escuadrones, no tanto por su desempeño (aunque realmente fuera bueno) lo respetaban porque habían rumores de que era un maestro de la manipulación, podía hablarle a los superiores con una soltura inherente, bailando sobre una delgada línea entre la irreverencia y el respeto sin afianzar en ningúna.
Él no era tan fuerte como Midoriya Izuku, el líder del escuadrón 12. Ni tampoco tan recto como Iida Tenya del escuadrón 24, ni su personalidad era tan agresiva o competitiva como Bakugo Katsuki, del escuadrón 5. Todos eran líderes formidables que habían llevado a sus escuadrones hasta formar parte de la élite de la tropa.
Shinso había luchado desde el momento en que formó parte del escuadrón 12, bajo el liderazgo de Midoriya. Luchó, y se esforzó hasta que logró hacerse como líder de su propio escuadrón, y ahora podía decirse estar a la altura de los que fueron sus ejemplos a seguir.
Vió el edificio con el número 28 frente a él, pero cambió el rumbo de sus pasos a la derecha, sus soldados no lo extrañarían si demoraba un poco más de tiempo.
Caminó hasta acercarse al baño que al menos tres escuadrones compartían, sus pasos pesados por las botas de combate resonaron en el silencioso lugar, se acercó hasta los casilleros, dónde empezó a desabrochar su cinturón para poder desvestirse.
Mientras se acercaba a las duchas, podía escuchar que una de ellas estaba abierta, lo cual no le sorprendió, de otra forma seguramente se habría decepcionado.
Se acercó a la regadera paralela a la que estaba siendo usada, y la abrió, antes de meterse bajo la lluvia artificial de agua fría.
—¿Supiste del enfrentamiento?
—Sí.
—¿Desde cuándo?
—Esta mañana...
—¿Fuí el único que se enteró hasta ahora?
—Midoriya e Iida también acaban de enterarse... Yo solo lo supe antes por el boca floja del viejo.
—Más respeto con el honorable, y respetado teniente coronel Todoroki. ¡No cometas sacrilegio al dirigirte a él de otra forma! —comentó con burla. Apenas le dió tiempo de girar su cuerpo y sujetar la muñeca del bicolor que se dirigía directamente a su espalda para golpearlo.
—Estás mejorando tus reflejos... —Los labios de Shinso se curvaron en una sonrisa pequeña, antes de convertirse en una mueca al recibir un puñetazo en el abdomen con el otro puño de Shoto. —Pero no tanto.
El bicolor lo empujó, hasta que la espalda del pelimorado chocó contra la pared fría. Las gotas de agua cayendo sobre ambos, mientras Shoto lo mantiene acorralado sin escapatoria, tampoco es que tuviera muchas ganas de irse.
Shinso es un soldado irreverente, tenaz, manipulador y otro montón de adjetivos tanto positivos como negativos.
Pero también era un soldado con un secreto.
Mientras los demás creían que el líder de escuadrón 16, Todoroki Shoto y el líder del escuadrón 28, Shinso Hitoshi, se odiaban, ellos eran felices teniendo encuentros furtivos fuera de la vista de todos.
No era muy difícil fingir, de cualquier forma, durante el día era bastante extraño que ambos se encuentren frente a frente a menos que tengan alguna clase de entrenamiento en conjunto. Y de cualquier forma, ninguno de los dos es muy expresivo, solo se miraban y sonreían con ligereza antes de volver a la seriedad de siempre.
Cuando la noche llegaba, y solo estaban ellos dos, podrían encontrarse, y aliviar el estrés que tuvieran en el cuerpo.
—Voy a destruirte en el enfrentamiento. —dijo el heterocromático contra su boca, dejando un par de mordidas en sus labios, que fueron descendiendo por el cuello acompañado de besos y caricias.
—No sabía que fueras competitivo. —comentó el de ojos púrpuras, dejándose hacer mientras sujetaba su cabello bicolor desde la raíz.
—No lo soy.
—¿Y a qué se deben tus amenazas entonces?
—Quiero demostrarle al viejo que soy mejor de lo que él fue...
—Ya lo eres. Sabes que no necesitas demostrarle nada...
—Lo sé, pero aún así...
Shinso se rió, tomándolo de la barbilla, logrando que ambos se vieran a los ojos a pesar de las gotas de agua que se interponían en su visión.
—Quieres echarselo en cara.
—Hitoshi, me conoces tan bien. —contestó con una sonrisa traviesa en sus labios.
Shinso no pudo reprimir las ganas de besarlo, enredando sus lenguas y sintiendo calor a pesar de estar mojados con agua fría.
—No voy a dejartelo tan fácil, Sho.
—No espero menos de tí, líder del escuadrón 28.
A fin de cuentas, Shinso amaba romper las reglas.
[...]
Esto quedará en un cuando tenga tiempo definitivamente voy a arreglarlo.
Tipo, la idea que tenía era buena, creo. Pero se me acaba el tiempo, y la idea que tengo para el día de mañana, no me dejaba pensar en esta temática. Y AAAAAA, aunque tenía la idea me costó mucho escribir esto, pero me prometí a mí misma terminar esto a tiempo. ¡Y eso es lo que voy a hacer!
Una disculpa por lo lamentable de este escrito, luego lo arreglaré.
¡Muchas gracias por leer!
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