Oráculo Tib

Un hermoso pez color dorado, que podía medir lo mismo que mi brazo, se asomó por el borde de la pila.

—Querida princesa Angélica, gracias por traerlos a mí — Dice el oráculo.

—No fue molestia Tib — Le responde la princesa — aunque me duelen un poco los pies. Tengo ansias de saber lo que vas a decir, también he estado esperando a que lleguen para enterarme de mi próximo movimiento.

—¿Nos ha estado esperando princesa? — pregunta Hayden — ¿a mí también me esperaban?

—Por supuesto que sí — responde el pez — sin ti, dentro de las infinitas posibilidades, todo se iría al garete.

Y vuelvo a quedar asombrada.... Que digo, petrificada por la sorpresa, de que mi destino y el de este mundo o el de la ciudad de metal, dependiera de que me encontrara también a Hayden en el camino.

El pez vuele a entrar a la pila, da dos vueltas y vuelve a salir.

—Úrsula — el oráculo menciona mi nombre — La princesa y tú son primas en cuarto grado de consanguinidad. En la tierra, el hijo de la reina Denisse tuvo dos varones, los cuales tomaron caminos distintos y de ellos nacieron más varones, los cuales también siguieron su destino, y luego de esos varones, las únicas féminas han sido ustedes.

Espero y ahora puedan comprender el lazo que las une y apoyarse para la situación que se avecina.

—¿Qué va a pasar ahora? — le pregunto al pez — ¿a qué nos vamos a enfrentar?

El pez nos mira a los tres, se sumerge al agua nuevamente, da una vuelta a la pila y vuelve a salir.

—Hogat y sus aliados vienen para acá, se están preparando, y llegarán la próxima noche que las lunas se besen. Aprovecharán la soledad y el temor de las personas de esa noche en Leviv.

—"Espero y los ataque una manada de bestias" — susurré.

La princesa logró escucharme...

—"Ojalá..."

Y en ese momento, la princesa y yo cruzamos miradas, y estas asintieron aprobando el pensamiento de la otra. Un alivio inundó mi corazón, y aunque el pensamiento no fuese agradable, por lo menos apoyábamos la misma causa.

—La princesa y Úrsula se entrenarán con la mejor guerrera de la ciudad de Metal, mientras, Hayden se dirigirá a la tropa principal, en donde seguirá las órdenes del comandante Nahuel. — daba indicaciones el oráculo — Princesa, lleva a Úrsula a recorrer el castillo, necesita conocerlo bien, le servirá de mucho en el futuro. Necesito hablar a solas con Hayden.

La princesa y yo salimos del salón del oráculo, se cerraron las puertas y caminamos nuevamente por los pasillos del palacio hasta llegar a una habitación.

—Adelante — me dice la princesa — esta es mi recámara, eres libre de sentarte donde desees.

—Wow, que habitación tan grande y hermosa...

Era un espacio inmenso, tenía una biblioteca, una sala, un comedor, una cama grande que estaba cubierta de sábanas color rosa pastel, las cortinas blancas cubrían medianamente unos ventanales que empezaban a un metro del piso y terminaban en el techo que estaba a unos cuatro metros de alto. Al girar a la izquierda vi una puerta en madera, casualmente la princesa iba hacia allá, por lo que al abrir se divisó una tina de porcelana blanca con flores pintadas, y al asomarme por la curiosidad, veo un baño grande, y no solo con la tina, también tiene una ducha, sanitario y un biombo que da a un Vestier del tamaño de una sala.

—¿Podrías salir del baño? — dice la princesa — necesito una ducha.

—¡Oh! Lo siento, me retiro...

—En la sala hay té y galletas.

La princesa sonríe y cierra la puerta.

Voy hasta la sala que tiene designada en la gran recámara, donde espero su salida por aproximadamente una hora.

¤ ¤ ¤

— Hayden —

Acercate muchacho, toca el agua con tus dedos — le dice Tib a Hayden — mira de cerca...

Al tocar el agua, veo a Hogat dándole a sir Hermes una pequeña botella trasparente.

—¿Qué es eso?

—Es tú misión muchacho, debes arrebatarle ese objeto en el momento de la batalla, y debes hacer todo lo que puedas por destruirlo.

—¿Qué contiene? — pregunto con curiosidad.

—Contiene veneno — Responde el oráculo — pero no puedes destruirlo solo con romperlo, porque su liquido mata todo lo que toca, incluso el suelo con un radio de mil metros.

—¿Cómo lo destruyo entonces?

—Captura a Hermes, y cuando este abra su boca se lo das a tomar.

Quedo perplejo ante la petición del oráculo.

—¿Quieres que lo asesine?

—Si tú no lo haces, él te asesinará.

Trago en seco, nunca he matado a nada ni a nadie, o por lo menos no conscientemente.

—Está bien Tib — le respondo — pero espero no me hagan responsable de eso.

—No te harán responsable, al contrario, serás el héroe — me responde — y espero que no dudes, porque si no lo haces, se apoderarán de la ciudad y ten por seguro que todos moriremos.

El lugar se quedó el silencio, el pez se volvió a sumergir en la pila y el sirviente que estaba afuera en la puerta se asomó e indico salir.

Estando afuera pregunto por la ubicación del comandante Nahuel, a lo que el sirviente me lleva a donde se encuentra prontamente.

¤ ¤ ¤

— Úrsula —

Luego de una hora de comer té y galletas, que, por cierto, estaban deliciosas; salió la princesa bien acicalada con un vestido color lila que le llegaba a los talones, se había colocado perfume con olor a flores y un collar con un diamante colgando le iluminaba el cuello.

Pero antes que la princesa se sentara en la sala, las puertas de la habitación se abrieron de par en par, dejando ver bajo su dintel una hermosa mujer de un metro con setenta, cuerpo robusto, pechos y brazos grandes.

—Su majestad, vengo por usted y su prima.

La princesa Angélica rueda los ojos.

—¿Por qué ahora? Me acabo de bañar — reniega la princesa mientras patalea.

—Porque el comandante Nahuel me lo ha encargado inmediatamente — responde la mujer.

—Ah!!!! Qué más da... — dice Angélica — Úrsula, te presento a la guerrera más fuerte de esta ciudad, perdón, de Leviv.

Me levanto para saludarla formalmente, a lo que ella extiende su mano y dice:

—Mucho gusto, Naudith.

Continuará...

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Hola mi gente linda, ¿qué les pareció el capítulo?

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Pizzas virtuales para todos....