¿Por qué sonríe?

Estaba el animal extraño clavando sus garras en el tronco del árbol de hojas de colores, subiendo poco a poco, ya se encontraba a menos de dos metros de mí, cuando el árbol empezó a estremecerse.

—Es increíble, estos árboles se mueven a voluntad.

El árbol se estremeció tan fuerte que salí volando como cuando despega un misil, y en dirección opuesta a donde yo fui lanzada, se había ido aquel animal.

—Estoy volando, que alivio, ya no me van a comer...

Cinco segundos después me golpeó la realidad, ¿cómo iba a aterrizar? Probablemente moriría en la caída. Apenas había logrado escapar de las garras de un animal extraño, cuando ya me encontraba en otro peligro, y este definitivamente era peor. Respiré profundo, y como un instinto, nuevamente cerré y apreté fuertemente los ojos, esperando así mi fatídico final.

Pasó un tiempo, no había caído todavía, osea, si estaba cayendo, pero no a una velocidad normal, era más lento, como si la gravedad de este mundo fuera menos fuerte que la que existe en el mío. Abrí nuevamente mis ojos y vi el paisaje que se encontraba debajo de mí. No era un mundo hostil, había civilizaciones, y aunque pequeñas, me daban esperanza de sobrevivir.

Fui cayendo lentamente hasta tocar suavemente un campo abierto que se encontraba cerca de lo que parecía una aldea que parecía un conjunto de botellas. Estaba salvada.

Caminé a pasos agigantados hasta aquel lugar, no quería encontrarme con otro animal o que me fueran a comer, así que traté de llegar lo más pronto que pude a la entrada. Al llegar al lugar me encontré con viviendas sencillas, sus paredes estaban hechas de barro y las cubiertas eran de un material que no reconocía. Caminé en medio de la ancha calle de aquel lugar, cuando salió un hombre...Definitivamente era humano, no tenía facciones extrañas ni extremidades extras, y tenía dos ojos, una nariz, y una boca, era maravilloso encontrar a una persona en este mundo tan raro.

—Hola, ¿me podría decir donde me encuentro?— pregunto respirando un poco más calmada.
El hombre me quedo mirando de una forma asombrada, con los ojos muy abiertos y la boca entreabierta.

—Claro, ¿cómo podría entenderme? Estoy en otro mundo — pensé

El hombre se acercó. Tenía los ojos de color gris y la nariz ancha, los labios delgados y rosados, era más alto que yo, podía medir alrededor de un metro y noventa centímetros, con un cuerpo fornido que se podía deber a las actividades del trabajo en el campo.

Levantó una mano y la dirigió a mi boca.

Retrocedí.

El hombre avanzó nuevamente, pero esta vez con mucha rapidez, colocó su mano derecha en mi boca, se colocó detrás de mí, agarró mi garganta fuertemente con su mano izquierda y susurró a mi oído: Shuuuuuuuuuuu...

Esta era la tercera vez en un mismo día que sentía la muerte cercana, la parca debe estar vagando a mi alrededor.

Me soltó.

—¿Qué le pasa? ¿Por qué me hace esto?— pregunté muy agitada y con voz fuerte.

El hombre sonrió.

¿Por qué sonríe? La última vez que algo me sonrió en este mundo, después me quería comer. Me alejé lentamente caminando hacia atrás, cuando de las casas que estaban en la ancha calle de la aldea, empezaron a salir más personas, todos se veían fuertes, pero al contrario de aquel animal del bosque arcoíris tenían una mirada tranquila y amable. Me tranquilicé, miré a mi alrededor con calma y me quedé quieta.

—¿Quiénes son? ¿dónde me encuentro? ¿con quién puedo hablar? Alguien que me entienda por favor.

—Conmigo señorita, la hemos estado esperando, bienvenida a Leviv, se encuentra en la aldea Hogat.

Le entendí a aquel hombre, ya podía entender lo que decía.

Mi corazón latió fuerte, pero esta vez no era de miedo, sino de emoción. Por fin, desde que pisé este mundo, pude sentir un atisbo de tranquilidad.

—Señorita — dijo aquel hombre — Permítame escoltarla a la vivienda de la líder de esta aldea.

—Si señor — tenía dudas, pero no sabía dónde estaba — con gusto iré.

Iba caminando detrás de aquel hombre, me sentía un poco más confiada en que me ayudaría a aclarar todas las dudas que tenía, ya entendía lo que las personas hablaban, cosa que me sorprendió en gran manera, esperaba llegar pronto frente a la líder de la aldea, pero no sabía lo que realmente me esperaba.

Continuará...