¡ADVERTENCIA!

Este capitulo contiene escenas fuertes, que puede afectar a personas sensibles.

¡Kall Killa!

—¡¡¡QUIEN MANDA EN ESTA ALDEA SOY YO!!!! Si vas a revolcar mi aldea, ¡¡¡SERÁ SOBRE MI CADÁVER!!!

Gritó el gobernante de la aldea.

Los habitantes empezaron a armarse, una parvada de aves color carmesí daba vueltas alrededor de la entrada de la aldea y aproximadamente setenta hombres con lanzas en sus manos, con cascos metálicos y protecciones en sus cuerpos; llegaron organizados y se posaron en un semicírculo colocando de frente sus lanzas y escudos.

—Rey William — Dijo uno de los soldados que tenía una mascada verde en su cuello — estamos listos para pelear.

La reina Hogat se sorprendió por la rapidez con la que la población de la aldea se había organizado para pelear.

—Oh Sir William — Exhaló la reina Hogat — Si quieres guerra, la vas a tener... — Su mirada se tornó intimidante — Tropa, alístense, revolcaremos esta aldea.

Al lado de la reina Hogat de posó su esposo, el rey consorte, y al frente y organizados de manera triangular, los soldados, cubiertos de pies a cabeza con protecciones metálicas, y con espadas en sus manos, lanzaron un grito dirigiéndose así a la batalla.

Los soldados empezaron a golpearse unos a otros. Los guerreros de la reina Hogat trataban de sobrepasar la barrera de los soldados del rey William, pero estos, se defendían, corriendo ferozmente hacia el frente con sus lanzas en posición horizontal, y cubriendo el resto de su cuerpo con escudos.

El sonido metálico inundaba la entrada de la aldea, y al pasar de unos cuantos minutos, la arena tomó el color de la sangre y una consistencia pegajosa.

El rey William gritó: ¡¡¡KALL, KILLAAAAA!!!

¤ ¤ ¤

—Úrsula, Hayden, levántense — decía la señora Uta con voz angustiante

—¿Qué sucede señora Uta? — le pregunté preocupadamente.

—Mi niña — me dijo con ojos casi al punto de llorar — Hogat está aquí, te está buscando.

Mis ojos se abrieron de par en par, un nudo se hizo en mi garganta y mis manos comenzaron a temblar.

—¿Qué? ¿qué voy a hacer ahora? No los puedo exponer a esa malvada. — Escuché sonidos angustiantes en la lejanía — ¿qué está pasando afuera?

—No te preocupes mi niña — me respondió la señora Uta — Tú y tu amigo estarán a salvo, debo llevarlos con el oráculo, así esta designado

La señora Uta miró a Hayden seriamente.

—Muchacho, debes protegerla, pase lo que pase.

Me tomó de la mano y nos dirigió al pasillo de su casa, y posteriormente a una habitación adjunta. Tocó cuatro veces el piso de madera con su tacón y luego dijo: ¡ARIB!

Se abrió una puerta en el piso, dirigiéndonos así a una especie de sótano, este se iluminaba a si mismo con piedras preciosas, las cuales emitían un resplandor morado en lo que íbamos bajando las escaleras.

Hayden iba de tras de mí, tocó levemente mi hombro, me imagino que para mostrarme que me cuidaba, pero en cambio, esto me asustó, lo que provocó que lanzara un grito agudo.

Me agarre de la pared donde estaban las piedras preciosas, mientras hiperventilaba un poco. Hayden se notó preocupado por mi reacción, pero en cambio, la señora Uta, pese a toda la conmoción, se estaba riendo de la escena que acababa de protagonizar.

¤ ¤ ¤

—¡¡¡KALL, KILLAAAAA!!! — Gritó el Rey William fuertemente.

La parvada de aves dejó de moverse en forma circular y se organizaron como si ellas también fuesen parte del ejército de rey William.

—¡¡¡IGUEEE!!! — Volvió a gritar el rey.

Las aves empezaron a atacar a los soldados de la reina Hogat, se dirigían directamente hacia sus ojos, donde, con sus picos, sacaban esa parte de sus cuerpos, dejándolos inútiles en la batalla. El ave más grande se colocó al lado del rey William, este lo acarició en la molleja, paso su dedo pulgar por encima de su pico y le susurró algo.

El ave se levantó, su cola larga bailaba suavemente en lo que se iba levantando del suelo, sus alas se extendieron y se elevó tan alto que casi no se lograba divisar.

La reina Hogat tomó una espada que habían hecho especialmente para ella, Esa espada podía medir aproximadamente dos metros, con una empuñadura con incrustaciones de piedras preciosas. Hogat se posó con las piernas entreabiertas, con la disposición de arrasar a todo el que se le tratara de enfrentar, pero el rey William, tomó también en sus manos un arma. Una lanza de doble cuchilla sostenía en sus manos el rey de la aldea, en donde se estaba desatando una batalla campal.

Las armas de ambos gobernantes soltaron leves chispas al chocar entre ellas, y en un leve movimiento, una pequeña cicatriz de dibujó en el rostro de la reina, dejando así salir un par de gotas de sangre.

La reina tocó su rostro y gritó: ¡Desgraciadooooo!

Pero su grito se vio ahogado cuando el ave, esa que había volado muy alto, llegó hasta ella y arrancó uno de sus ojos.

Continuará...

☺☺☺☺☺

Hola mi gente linda, espero les haya gustado el capitulo, estubo un poco fuerte en sus escenas, así que espero no haberlos molestado con eso.

Agradezco hoy, especialmente a @nutria0628 por sus lecturas. Y a todos ustedes por estar pendiente a cada actualización.