CAPITULO 14
Gracias infinitas
Bu-bum, Bu-bum, Bu-bum...
Nuestros corazones sincronizaron su sonido por la adrenalina de la situación, el rey estaba cada vez más cerca, la mirada temeraria de Hayden mostraba que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para protegernos.
Se oyó un sonido fuerte fuera de la cueva.
El rey se dio la vuelta.
[A la distancia] —¿Qué pasó? ¿qué fue ese sonido? — preguntó el rey a uno de sus subordinados.
—Atraparon algo cerca de una trampa de caza, parece que es la chica que estamos buscando. Los soldados la arroparon y la están apaleando.
Se alejaba el sonido de la guardia, al parecer iban a ver qué era lo que ocurría con lo que atraparon, quizá pensaban que lo que habían sujetado, había sido yo. Me dio mucho temor al saber que, lo que sea que agarraron, estaba siendo maltratado, eso significa, que esos soldados podrían matarme si se les permitiera.
Dejaron sus caballos amarrados cerca a la entrada de la cueva. Los caballos eran dóciles, por lo que Hayden me dijo susurrando:
—Tomemos un caballo, es nuestra oportunidad de escapar.
Lo seguí sigilosamente, hasta que él desamarró uno de los caballos, tomó las riendas que estaban atadas a un árbol, y lo dirigió suavemente hasta donde se veía la barrera abierta, luego, afuera, se montó en el caballo, extendió su mano hacia mí, subí al animal, y sosteniéndome de la cintura de Hayden, el caballo echó a correr.
Abrazaba fuertemente a Hayden por la cintura, el caballo era muy veloz, no se comparaba con la velocidad de los caballos terrestres; estos podían ir como a cien kilómetros por hora, una velocidad alta, parecía un automóvil. Estuvimos cabalgando por alrededor de dos horas, no lograba ver la mirada del hombre al que abrazaba, pero estaba realmente concentrado en llegar a algún lugar. Yo, en cambio, aunque tenía la adrenalina al cien por ciento, estaba empezando a sentirme adormilada, el salto constante del caballo hacía que me doliera el trasero, y la silla para montar era demasiado pequeña, estaba diseñada para que lo montara una sola persona, así que nuestros cuerpos estaban realmente juntos.
Llegamos a un árbol, nos bajamos del caballo, por fin pude estirar un poco las piernas, me bajé casi entumida por estar aproximadamente dos horas montada en ese animal. Hayden acarició al caballo, le dio la vuelta, y con una palmada lo despidió, haciendo que el animal corriera muy rápido hacia una dirección cualquiera.
Las hojas del árbol eran de un amarillo ocre, se veía tan bonito, como si fuera otoño, toqué su tronco levemente admirando su belleza, el cielo amarillo despejado, el día parecía como un atardecer permanente, el viento soplaba levemente y la temperatura era agradable. Cerré los ojos, respiré profundo, exhalé suavemente y sonreí al sentir paz.
Encontré a Hayden mirándome fijamente, con cara de asombro, con amabilidad.
—Sabía que escaparía de ese bosque, lo supe desde el momento en que te vi — me dijo — tienes una misión importante aquí en Leviv, si no, no hubiésemos podido escapar tan fácilmente.
—¿Cuál crees que sea mi misión? — Le pregunte con voz suave.
—No lo sé — me contestó.
Hayden tomó mi mano derecha, toco cada uno de mis dedos suavemente desde los nudillos hasta la punta de mis uñas, y luego, volteó mi mano y me besó la palma de esta.
¡Hay caramba! — pensé — ¿Por qué hizo eso?
Su mirada clara, serena, me veía directamente a los ojos, a lo que él dijo:
—Gracias infinitas.
Me temblaron las piernas, caí sentada al pie del árbol con mis pies mirando hacia atrás y con el corazón a millón. No podía pensar, ¿por qué había hecho algo así?, eso no es normal, ya sé que estoy en otro mundo, pero ¿significara algo en especial? ¿será algún saludo común en Leviv?
—Podrías por favor explicarme, ¿qué es lo que acabas de hacer?
—¿Estás bien? Acabo de darte el mayor gesto de agradecimiento de este mundo, así, de este modo, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa que necesites, solo para devolver toda tu amabilidad.
—Estoy totalmente sorprendida — le dije — En mi mundo, ese gesto no lo utilizamos, así que es la primera vez que hacen algo así en mi mano, pero sabes, la que realmente está agradecida contigo soy yo, no hubiera sabido que hacer en esa situación, quizá en este momento estaría en las manos de la reina Hogat. Permíteme por favor tu mano, y te regalaré el mismo gesto que has tenido conmigo.
Bu-bum, Bu-bum, Bu-bum...
Tomé su mano derecha y realicé el mismo gesto.
—Gracias infinitas — le dije.
Se siente demasiado íntimo, es una manera muy particular de agradecer.
El viento soplaba suavemente en nuestros rostros y compartimos una sonrisa.
—¿Ahora que hacemos? — Me preguntó Hayden.
—Bueno~~~ — le dije de manera pensativa — Al parecer debo ir a la ciudad de metal, ¿quieres acompañarme?
Continuara...
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