Preparativos

La sensación amarga aún se deslizaba filosa en su garganta, un sentimiento de frustración que envolvía cada fibra de su ser, cómo pudo ser tan estúpido para pensar siquiera en enfrentar al hombre que en su ser lleva el olor a sangre impregnado como un perfume funesto de su falta de compasión. Sólo a un completo idiota se le ocurriría tal insensatez. Aunque no lo pudó evitar, imaginar que aquel hombre deplorable le había hecho algo malo a la joven rubia que se hallabá en frente suyo lo desquicio por completo.

De hecho aún podía apreciar los tenues vestigios que mancillaron la delicada piel blanquecina de la joven rubia. Aquella se había encargado de aclarar el terrible episodio del cual fue victima y que con todo el dolor de su orgullo tuvó que admitir la milagrosa intervención de Castiel. Bufó mientras posó su mirada color jade sobre ella, quien se encontraba con la mirada turbada mientras Felicity la habría cubierto con una manta y Annet se había encargado de no apartarse de ella ni por un segundo.

Él permanecía de pie, frente a las tres recriminandose internamente por no tener la fortaleza para cuidarlas y protegerlas de alguien tan siniestro como Castiel o aquel hombre que había lastimado a Uranía.

-Lo siento no debí irme así. -La suave voz de Uranía lleno la estancia. A su lado la pequeña Annet la mantenia abrazada con cálides intentando reconfortarla.

-Descuida, no fue para menos tu reacción. -Felicity quien había tomado asiento junto a Annet y Uranía, mantenía entre sus dedos una húmeante taza de té observó a Uranía fijamente. - Sin embargo, fue muy imprudente.

La rubia cabizbaja exhaló desanimada, era cierto. Si tan sólo no hubiese huído hacía la nada tal vez se habría evitado la terrible experiencia provocada por aquel humano repugnante; aunque a pesar de ello seguía en su corazón una especie de angustía por presenciar como el Dross le arrancase la vida de un sólo golpe.

Tragó grueso para luego perderse en el perfil de Felicity, por un instante deseó ser aquella elfa contar con ese gesto imperturbable y valentía para enfrentar a Castiel.

«Deberas resistir y casarte con Castiel. Soportar hasta que pueda volver ¿podrás Uranía?»

Aquellas palabras dichas por Felicity al mostrarle el viejo libro de la familia Veron retornaron a su mente y no la dejaban pensar con claridad ¿Sería capaz de resistir? O peor aún ¿podría sobrevivir a Castiel?

Ella una estrella sin poderes y sin idea de como regresar al cielo junto a sus hermanas contra un hechicero oscura cuya maldad rebasaba la de un humano cualquiera. Sin duda estaba en una clara desventaja, con la única posibilidad de estar dispuesta a aceptar el compromiso aún sin saber de que se trataba hasta que Felicity lo mencionó a detalle ¿Podría Uranía resistir el peso de aquel castigo? Porque según Jacob los compromisos se hacían por amor, pero Castiel Dross no tenía una intención amorosa. Aquel ansiaba algo de Uranía, su luz, su poder. Era algo que la joven estrella tenía más que claro.

Moriría en manos de Castiel.

Pero había de aceptar que Felicity le ofreció una oportunidad de escapar que a pesar de requerir paciencia era un foco de luz entre las tinieblas. Cerró los parpados y estrecho entre sus dedos el contenido de la cajita encontrada por Felicity sintiendo un vacío enorme.

« -Esa roca fría y negra en algún momento fue la fuente de vida de una estrella caída hace 15 años en Scarleth. - Felicity mostraba una hoja suelta del libro, provocando que el corazón de Uranía se retorciera de dolor al comprender la dura realidad. Aquella roca oscura había sido el corazón de su hermana Aliter. - Según lo escrito aquí, el padre de ustedes dos. - Señalando a los Veron. -Presencio la escena cuando inicio su investigación en las cordilleras. Pudó ver como el monarca Roch al asesinar a la estrella caída se deshizoó del cristal cuando la energía que estaba dentro suyo se desvaneció junto al cuerpo y la vida de la estrella. El señor Veron la buscó y resguardo consigo.

Las lágrimas descendieron sobre las mejillas de la rubia a quien el espacio se le hizo pequeño y ya sin poder contener más su respiración comenzó a correr lejos de la realidad.»

La rubía suspiro profundamente «Por tí, Aliter.» Musitó su fuero interno. Segura y aguerrida, lucharía por volver a la alturas y cumplir lo que le deparaba su radiante destino, brillar con intensidad en su propia constelación.

-En parte también fue culpa nuestra Felicity, no debimos dejarla ir sola. - El ojiverde le dedicó una mirada de disculpa a Uranía trayendolá a la realidad nuevamente. - Disculpa por no haberte protegido como era debido.

-Jacob... - Uranía no soporto ver la expresión de culpa en las facciones del Veron por ello se aparto de Annet con cuidado y en completo mutismo fue por el ojiverde y le rodeo en un abrazo reconfortante. Ella odiaba ser una carga para alguien tan joven y noble como él. - Ustedes han hecho mucho por mí... gracias.

La tenue voz de la joven rubia y su aliento golpeando su cuello lo dejó sin palabras. La sensación de tener tan cerca aquella delicada silueta con un dulce aroma a flores que desataba su rubía cabellera lo enviaron a una atmósfera de ensueño o al menos fue así hasta que un carraspeo por parte de Felicity lo bajo de su fantasía.

-Sé que no es el momento. - La voz sería de Felicity irrumpió siendo una advertencia tanto para Jacob como Uranía de que había llegado la hora de contar los detalles de aquel plan que tanta angustía le causaba a ambos. La elfa colocó su taza de té sobre la mesa y se irguió en su posición. - Pero no es necesario acotar que Dross adelanto de sobremanera lo que haremos.

Todos asintieron, excepto la pequeña Annet quién no conocía lo que Felicity había encontrado al buscar entre los libros y escritos de la biblioteca familiar. Por ello, decidió permanecer en silencio, algo contradictorio a su conducta pero al saber que aquella conversación sería de ayuda para Uranía no deseó ser un estorbo.

Por su parte, Jacob inspirió profundo, el muy al contrario de Annet e incluso la misma Uranía tenia una idea de lo que tenia planeado Felicity. Y sabía que para su hermana y la joven rubia sería una locura arriesgada que podría terminar muy mal, al menos si llegasen a ser descubiertos por Dross o Incluso por el monarca Roch. Aquello sería una muerte segura.

-Uranía tu compromiso seguirá adelante. - Le espetó. La rubia asintió resignada. - Como usted sabrá. -Refiriendose al mayor de los Veron. -No soy una elfa de la sabiduría, muy por el contraría nací como una guerrera y conozco sólo lo necesario.

- Lo sé, es por ello que los buscarás ¿cierto?

La castaña asintió ante la aseveración del Veron. Confiaba en él para que Annet estuviera sana y salva mientras ella partía a aquella búsqueda con el principal objetivo de arrebatarle a Dross la oportunidad de obtener la energía en Uranía aquello significaría sumir en la oscuridad al Reino de Scarleth y exponer a los Veron, su familia en peligro y eso no entraba en sus planes como protectora. Despues de todo fue el matrimonio Veron quienes la acogieron en su seno, la ocultaron y protegieron fieramente cuando el mismisimo Roch quisó asesinarla. Algo que seguía fresco en su memoría.

- El día del compromiso partiré hacía el bosque de Krizally aprovechando el evento como distracción, ya que Dross es la mano derecha del rey, estoy segura que esté no perderá la oportunidad de presentarse. -Felicity se levanto y señalo a los hermanos. - Tanto usted señor Veron como la señorita Annet deberán aparentar que sigue todo normal. -Los mencionados la observaron confundidos. - Me refiero a que no están de acuerdo con el compromiso pero deben dejar que las cosas fluyan. Actúen como si Dross hubiera ganado. -Jacob siseó entre dientes ante la sola idea, cerrando los puños ante la sola idea de aceptar la derrota y perder a Uranía ante aquel bastardo. - Uranía lo mismo va para ti. Trata de conservar la calma.

-Lo haré Felicity. - La joven estrella alzó el rostro mostrando la determinación pintada en su mirada azul daría su máximo esfuerzo para lograr su cometido y resistiría con todo su ser para lograr su libertad. - Gracias por todo lo que estas haciendo.

Hubó un instante de silencio cada uno asimilando lo dicho, hasta que nuevamente la castaña exhaló y dedicó una mirada sería a los presentes.

-Quiero aclarar que si hago todo esto no es por ti estrella. Es por los Veron, porque me debo a ellos y resguardarlos de cualquier peligro es mi deber. -Jacob estuvo a punto de intervenir cuando observo que la castaña posó su mano sobre uno de los hombros de la rubia. Felicity no guardaba rencores contra los seres de luz. Sin embargo, estaba consciente del peligro que significaba el hecho de una cazería contra aquella estrella pues los Veron inocentes de ello se introdujeron a un camino oscuro. -No me malinterpretes, es mi naturaleza.

La rubia sonrío y posó su mano sobre la contraria.

-Te entiendo porque para mi ellos son importantes y su seguridad incluso la tuya siempre serán lo primero.