Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo I

Estrella Fugaz

La noche cayó como un velo tenue sobre aquella amurallada ciudad de calles polvorientas, donde las hojas secas de tonalidades naranjas danzaban de un lado hacia otro, arremolinandose a cada instante, mientras los pocos pobladores volvían a sus casas luego de la extensa faena de aquel día.

Sin embargo, aquel silencioso escenario se vió opacado por un par de siluetas (una mucho más alta que la otra) que corrían, irrumpiendo con sus pisadas los monticulos de hojas secas.

—¡Vamos Jacob! — Gritaba la infante de unos doce años, cuyo cabello castaño permanecía recogido en un par de trenzas. —¡Corre!

Su mirada aniñada de color almendra entorno con entusiasmo a un joven, de unos veinte años quien no parecía enojarse ante la insistencia de aquella niña. Y como no complacer a Annet, su encantadora y única hermana, en cuyo rostro chispeaban unas pecas iguales a las que su madre había tenido en vida, un rasgo más que lo hacía adorar a aquella chiquilla.

—¡Hey! ¡Calma enana! —Le dijó entre risas, mientras terminaban de cruzar el pueblo y se adentraban a un bosque de arboles altos, que poco a poco cambiaban sus hojas, sin duda a Jacob le sorprendio como la estación otoñal se había acentuado, tan rápido que nisiquiera pudó percibirlo. —Ten cuidado, no vayas a tropezar Annet.

Le reprochó mientras llegaban a su destino, una loma que se alzaba solitaria a unos cuantos metros, la pequeña recogio con sus manos parte del vestido de color crema, por encima de los tobillos a la hora de subir por la empinada escalinata de piedresillas cubiertas por una capa de pasto.

—Hermano, te gané.

Anunció dando un saltito a unos metros del mayor, cosa que logró arrancarle una sonrisa al ojiverde, quien sin quejas se posó a un lado de su hermana, la cual se acostó sobre el verdor del pasto con una sonrisa amplía. Jacob la imitó y ambos se dedicaron a observar la boveda celeste cubierta por el brillo de las estrellas.

—¿Crees que mamá nos vea desde allá? — Preguntó la niña señalando hacía el cielo.

—Siempre lo hace Annet. —Jacob intentó sonar lo más calmado posible, aunque le seguía doliendo la partida repentina de su madre. Aquel cerró los ojos y dejó que la sonrisa de su madre sustituyera la tristeza de su corazón.

Sabía que debía permanecer en pie, por Annet, debía cuidarla y procurar un futuro para su hermana. A pesar de no estar en una mala situación económica, eso podría cambiar en cualquier momento, puesto que el actual monarca del reino parecía ahogar a su pueblo con tantos impuestos y raros decretos.

En definitiva, el reino de Scarleth, había caído en las manos de un inepto, ansioso por el poder y dominio sobre los más débiles. En aquel momento deseó poder hacer algo más que sólo mirar, porque de alguna manera estaba seguro que el rey Faustus, devoraría el reino y a sus pobladores.

— ¡Hermano, mira! —La voz de su hermana lo atrajó de sus cavilaciones. Frunció el entrecejó y siguió el dedo de su hermana, sorprendido ante lo que veía. — Es una estrella fugaz ¡Pide un deseo rápido!

Aquel objeto parecía más cercano con cada segundo. Jacob se sorprendio a si mismo tomando como pudó a Annet del brazo sin delicadeza, ignorando sus quejas para arrastrarla lejos de allí antes que aquel extraño objeto cayera sobre ellos.

La fuerza y el sonido de una explosión tras ellos los impulso hacia adelante, haciendolos caer al suelo mientras esté se estremecía bajo ellos debido al impacto de algo grande.

El corazón de Annet latía igual de acelerado que el de Jacob, quien no la soltó en ningún momento. Hasta que el silencio los envolvió y el mayor considero seguro levantarse.

—Vamonos... —Tragó grueso al ver las lágrimas aglomeradas en los ojos de la menor, mientras suplicante le sujetaba el borde de su camisa. —Jacob... No vayas.

—Calmate enana... te prometo que todo ira bien ¿de acuerdo? —Su hermana negó con un gesto aterrado, sin soltarse de él. —Confía en mi

Contra todo pronóstico Annet lo libero dudosa, asi que él, le sonrio tan confiado como lo permitía la situación.

—Quedate aquí, ya regreso.

Anunció con gesto calmado antes de dejar a la menor a una distancia segura. No deseaba exponerla, ni tan poco a él, pero debía saber que rayos fue lo que casí los aplasta.

«Será un vistazo y ya». Se animó al tiempo que se sacudía el polvo de su saco y pantalón, para caminar hasta el lugar donde había caído aquella cosa. Tragó grueso cuando un enorme y humeante crater se recreo en su visión.

—¿Qué demonios es esto?

Musitó cuando el humo fue disipado por el viento, dejando poco a poco al descubierto una silueta fémenina enrrollada en posición fetal, aquella se hallabá en medio de la colisión. Jacob anonadado pudó ver los destellos dorados y las llamas que ardieron sobre la piel dorada de aquella joven, cuyos cabellos de hilos dorados cubrían parte de su desnudes.

«¿Quién...? ¿cómo?»

Su cabeza trabajaba a mil por hora sin comprender que sucedía allí. De hecho, cuando se detuvo a pensar ya estaba acuclillado a un lado del cuerpo destellante el cual en unos segundos comenzaba a perder su brillo y a tornarse más real, más humana.

Intento ignorar su desnudes, y simplemente la cubrió con su saco, tomandola en brazos, por un instante mientras se alejaba de aquel sitió, habia quedado prendado del rostro delicado de aquella joven caída del cielo.

Nisiquiera Annet con sus preguntas logró traerlo de regreso de su asombro. Solamente cuando su hermana se le impuso al frente reacciono.

—¿Quién es ella?

Él parpadeo asombrado y posó su mirada sobre la mujer de rubia cabellera, quien dormitaba mientras lijeros vestigios de color oro aún se paseaban sobre su piel.

—No lo se Annet. —Le regalo una sonrisa a la menor reforzando su agarre. —Pero la ayudaremos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro