- No soporto el tráfico de las mañanas - el señor Myoui gruño con las manos en el volante de su camioneta.
- Entonces toma otra ruta - Mina hablo sin mucho interés.
- Eso haré - su padre dobló en una esquina y aceleró.

Estaban casi llegando al colegio de Mina, pero unos callejones antes el señor Myoui hablo molesto - Mira eso, solo están vandalizando las calles - dirigiendo la cabeza a un par de chicas pintando un mural en una pared con aerosoles.

- ¡Oigan ustedes dos! ¡Dejen de vandalizar paredes y mejor pónganse a estudiar!- grito el padre de Mina, haciéndola mirar por la ventana a una joven muy concentrada pintando y a una chica alta que inmediatamente después le contesto a su padre.

- ¡Y usted deje de juzgar en arte de las calles y no esté jodiendo! - seguido de una seña obsena con la mano sacándole una risa callada a Mina.

Aún más enojado el mayor aceleró y dejo a esas jóvenes atrás.
- ¡Increíble, que falta de respeto! -

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- Odio cuando las válvulas se las latas se tapan por la pintura seca - Tzuyu hablo tratando de quitar la pintura de la boquilla de su lata.
- Entonces ponle otra -
Chaeyoung respondió haciendo trazos en la pared.
- Eso haré - saco una nueva válvula y la puso en su lata.

Después de un rato pintando Tzuyu observo un poco el mural, agito su pintura en dirección a una camioneta con ventanas abajo - Oh genial, ese viejo estirado nos está mirando, seguro nos va a gritar algo estúpido -

- ¡Oigan ustedes dos! ¡Dejen de vandalizar paredes y mejor pónganse a estudiar!- el sujeto de la camioneta grito hacia ellas, a lo cual Tzuyu no dudo ni un segundo en responder con un grito igual de fuerte.

- ¡Y usted deje de juzgar en arte de las calles y no esté jodiendo! - dulcemente acompañado de su dedo medio al aire, cosa que hizo reír a Chaeyoung.

Ambas vieron la camioneta alejarse y Tzuyu río con ironía
- Que asco, ya no hay respeto por el arte -

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Me gustó demasiado escribir este capítulo, especialmente porque ya me han gritado cosas así antes cuando pinto o pego stickers, pero bueno, tampoco les cuento mi vida