• • • SEPTEMBER 2 1995.
DEFENSE AGAINST THE DARK ARTS CLASS.

LAS CLASES DE DEFENSA CONTRA LAS ARTES OSCURAS ERAN LAS FAVORITAS PARA BRIANNA LUEGO DE POCIONES, pero este año con Dolores Umbridge de profesora estaba segura que se iba a volver una de sus clases mas odiadas.

Para mala suerte de la castaña las clases de Defensa las estaría compartiendo con mas ni nada menos que los de Slytherin, lo que significaba que tendría que soportar a Umbridge y a Draco Malfoy en un mismo lugar

Y para colmo, Brianna se había quedado dormida y al llegar al salón de clases se dio cuenta que todos los sitios estaban ocupados menos el que estaba al lado de Draco Malfoy.

— No puede ser. — dijo la castaña llegando al lado del rubio el cual la miraba con una sonrisa gigante en el rostro.

— Buenos días Brenda querida. ¿Nos levantamos de mal humor hoy? — murmuro Draco haciendo un puchero.

— Es Brianna, hurón apestoso, y sí me levante de mal humor ya que tengo que verte la cara otra vez.

— Despertamos bravas — bromeó haciendo que la castaña tire sus libros encima del pupitre donde estaba sentado — Cuidado le sacas el ojo a alguien.

Brianna rodó los ojos sentándose de mala gana al lado de Draco y cual no paraba de hablarle y molestarla. Los ojos de la castaña se cruzaron con unos ojos verdes, eran los de Harry quien se la había pasado todo el tiempo mirando a la chica con una sonrisa en el rostro, pero la sonrisa se le borro cuando vio como Malfoy pasaba su brazo por los hombros de la Gryffindor, abrazándola.

Brianna pellizcó a Draco en el estomago haciendo que el saque rápidamente su brazo y chille de dolor.

— Eres insoportable, Malfoy, terriblemente insoportable. — le dijo ella mientras veía cómo Draco pasaba su mano por el lugar donde lo habían pellizcado.

— Es lo que más te gusta de mi, muñeca.

— Ya quisieras.

Brianna no pudo escuchar ni una sola cosa que Dolores Umbridge decía por las constantes bromas y los susurros que Draco le hacia para molestarla, las ganas de tirarle un crucio no le faltaban.

— Por lo que más quieras en este mundo Draco Malfoy, ¿Puedes por favor cerrar la boca antes que mi puño impacte contra tu irritante rostro?

— Pero cariño, ¿Por qué la agresividad? — preguntó él, haciéndose el ofendido — Solo estoy bromeando con mi querida amiga

— Estas mal de la cabeza si crees que tú y yo somos amigos — le respondió ella, haciendo que el rubio se enoje y deje de hablarle.

— Señorita McLaggen, ¿Algo que aportar a la clase?

Dolores Umbridge era una de las personas más insoportables que Brianna había conocido en su vida, sin contar a Draco Malfoy. Desde el segundo que la vio en el la cena de bienvenida se dio cuenta que aquella mujer iba a ser una de las causas de su locura en ese 5to año.

— No profesora — respondió pero luego volvió a hablar — La verdad que sí, ¿Por qué no hay nada en el libro sobre el uso de hechizos de defensa?

Hermione y Harry voltearon a ver a su amiga quien miraba cuestionando a Umbridge. Draco a su costado había escondido la cabeza entre sus manos luego de que la castaña lo haya reclamado, pero ahora estaba con toda su atención en ella, esperando que en cualquier momento explote y la actitud rebelde salga a la luz.

Draco sonrió y Umbridge pareció haberse burlado de lo que Brianna preguntó.

— Eso no será necesario, querida — explicó —, aprenderán hechizos de defensa de una manera libre de cualquier riesgo.

— Pero...

— No habrá manera libre de riesgo si es que nos atacan.

Harry Potter habló, apoyando a su amiga quien se notaba algo incomoda y fastidiada por la mentalidad tan inútil. Brianna sonrió de lado, esto estaba a punto de prenderse y lo sabia.

— ¡Los estudiantes deberán alzar la mano para hablar!

— Y aquí viene la primera escena del año, protagonizada por San Potter y Brenda — susurró Draco al lado de la castaña, quien lo mandó a callar.

— ¿De qué nos servirá aprender teoría allá afuera? — preguntó Harry.

— No hay nada allá afuera. ¿Quién querría atacar a niños como tu?

La incomodidad en el salón era evidente y aumentó aun mas luego de que Harry vuelva a contestarle a la mujer de rosa.

— No lo sé. Quizás Lord Voldemort.

Se escucharon gritos ahogados y susurros de incomodidad al rededor de todos los estudiantes, quienes observaban a Harry y a Umbridge mirándose amenazadoramente.

Dolores Umbridge continuó peleando contra Harry, desmintiendo toda cosa que salía de la boca del azabache, confirmando que Voldemort no había regresado y que aquello era imposible. Una mentira.

Hasta que Harry volvió a hablar.

— ¡El regreso! ¡Luche contra el!

— ¡Detención, señor Potter!

— ¿Cree que Cedric Diggory murió porque si?

El rostro de Brianna cambió por completo al escuchar el nombre de Cedric salir de la boca de su amigo, una ola de melancolía llenó el cuerpo de la chica al recordar a su amigo y el momento exacto en el que vio como yacía su cuerpo inerte mientras Harry gritaba de dolor.

— La muerte de Cedric Diggory fue un accidente trágico.

— ¡Eso es una mierda! — gritó ella levantándose de su asiento y tirando el libro que Umbridge les había entregado al inicio de clase, captando la atención de Draco quien abrió los ojos de par en par, asustado de la repentina pero esperada explosión de emociones de la castaña.

El rostro de Dolores cambió por completo al mirar a la Gryffindor hablar de esa manera, su boca se abrió dejando ver claramente ofendida por el repentino enojo y lenguaje que usó Brianna hacia ella

— Bri, calma — susurró Ariana Malfoy, quien estaba sentada al lado suyo, intentando calmar a su amiga.

— ¡Voldemort lo asesinó! — gritó el de lentes.

— ¡Ya basta! Los quiero ver después en mi oficina. — exclamó la mujer de rosado — Usted también, señorita McLaggen.

Su tono de voz era frió y el nivel de enojo que se podía sentir era mayor que el de ambos jóvenes sentados frente a ella.

— Primer día y ya te ganaste detención con San Potter. — susurró Draco a su costado, aplaudiendo despacio — Bravo.

Brianna rodó los ojos y suspiró enojada. Este iba a ser un año demasiado complicado.