Hola mis amores, ¿todo bien? Aprovecho este momento para pedir disculpas por demorar tanto en actualizar, pero lamentablemente estoy en periodo de pruebas finales y se me dificulta encontrar un tiempo para escribir e incluso solo para publicar, ¡lo siento! También quería agradecerles con el corazón todo el apoyo que he recibido —¡Llegamos a los 250 favoritos y a los 4K de leídos, mil gracias!—. Wow.

Y por último... hemos llegado a uno de mis personajes favoritos «¡Scor! ¡Te amo!» No se ustedes pero yo amo tanto a este rubio que este capítulo lo he corregido un millón de veces para que quedara lo mejor posible.

Gracias por leer, y disfruten del capítulo n° 11...

A la mañana siguiente, presentes y futuros, se reunieron en el Gran Comedor. La mayoría desayunó con rapidez, para continuar las presentaciones.

La directora McGonagall hizo desaparecer las sobras del desayuno para que pasara al frente el nuevo encapuchado.
Se quitó la capucha y un chico alto, muy atractivo, rubio platinado, y de ojos color mercurio, le sonrió a todos los presentes.

— ¿Que tal gente?, yo soy Scorpius Hyperion Malfoy, pero prefiero que ignoren mi segundo nombre.
«Y con razón, es horrible», fue el pensamiento que cruzó por la mente de muchos de los presentes, a excepción de una castaña sentada en el grupo de los Slytherin.

— ¿Qué hace un Malfoy con todos ustedes? —preguntó Ron que lo miraba con rechazo.

—Yo me pregunto eso todos los días, tío —acotó James de forma burlona.

—Eso lo voy a explicar después, ahora me encantaría seguir con mi presentación.

Todos se callaron y el rubio continuó.

—Tengo 21 años y mi padre, como es obvio, es Draco Malfoy, mientras que mi madre es Astoria Greengrass.

— ¿Me casé con Malfoy? —preguntó Astoria anonadada.

—Sí, mamá, es lo que acabo de decir—confirmó el chico riendo al ver la cara de su madre.

Draco se acercó a Astoria y la invitó a sentarse a su lado. Hacía tiempo que había notado lo bella que era, pero nunca había hablado con ella, probablemente porque aunque pertenecía a Slytherin y era sangre pura, no apoyaba la idea dela supremacía de la sangre.

— ¿No se van a besar? En casa lo hacen todo el tiempo —sus padres lo miraron, Astoria completamente sonrojada, y Draco con una sonrisa bastante atípica para él—. Soy un Slytherin, fui prefecto y premio anual y mis padrinos son Theo Nott y mi tía Daphne. Además, juego en el equipo de quidditch de mi casa desde tercero como buscador.
— ¿Eres bueno en el puesto? —preguntó Harry, el chico no se parecía demasiado en personalidad a su padre, por lo que el azabache quiso saber si no había conseguido ser buscador en Slytherin como lo había hecho Draco.

—La verdad, es que creo que soy el mejor buscador que han tenido las serpientes en un par de décadas, y no lo digo por presumir, pero lamentablemente en mis cinco años de buscador solo le pudimos ganar al equipo de Gryffindor una vez, y solo porque la buscadora titular estaba en la enfermería.

—Eso es patético, tan buen buscador no puedes ser si nunca ganas contra Gryffindor —dijo George y los demás Weasley asintieron, logrando que los Slytherin del presente los fulminaran con la mirada.

—Bueno, desde tercero hasta séptimo, atrapé la snitch en todos los partidos contra Hufflepuff y Ravenclaw, además le pueden preguntar a cualquiera de nuestra época —retrucó Scorpius algo molesto de que fueran tan desagradables con él sin apenas conocerlo.

—El rubio no es santo de mi devoción, pero puedo asegurar que juega muy bien —afirmó Dominique para sorpresa de sus familiares.

—Voy a seguir, fui prefecto y premio anual —prefecto perfecto, interrumpieron los merodeadores— sí, bien, trabajo de medimago en San Mungo y mi patronus es un dragón.

— ¿Un dragón? Los patronus no tienden a ser criaturas mágicas, ¿cierto? —notó Hermione.

—No te equivocas, son bastante escasos los casos, pero no inexistentes, el mío es uno de los curiosos patronus que sí es una criatura mágica —explicó Scorpius a la Gryffindor.

—Y bastante poderoso además, ¿no? —preguntó Charlie que tenía experiencia con estos animales.

—Yo supongo que sí, pero nunca lo utilicé para protegerme de un dementor, gracias a Merlín. Lo que pudo afirmar es que es bastante imponente, incluso a mí me sorprendió —comentó el rubio más tranquilo ahora que más de un Weasley (porque Hermione en el futuro lo era) lo hubiera tratado bien.

— ¿Trabajas en San Mungo, has dicho? Los Malfoy siempre han tenido más dinero del que pueden contar y no han necesitado trabajar más que para hacer inversiones —preguntó Arthur curioso, sin maldad.

—Ciertamente no trabajo por necesidad, pero siempre me apasionó la medimagia —aclaró para conformidad del patriarca pelirrojo—. Ahora viene la parte más compleja de explicar —continuó—, mmm... soy parte del Trío de Plata y Albus es mi mejor amigo, es por eso que estaba en la madriguera.

— ¿Alguien puede explicarme como puede ser posible que ustedes dos sean amigos? —Draco no podía asimilarlo, en el fondo no le molestaba, pero era impensable.

—Yo tampoco lo entiendo, me pareces un buen chico, pero que ustedes dos sean mejores amigos... es... no sé, extraño.

—Cuando terminen las presentaciones, mostraremos el recuerdo del inicio de nuestra amistad.

—Espera, si eres parte del Trío de Plata quiere decir que... —Astoria se estaba dando cuenta de los peligros que había pasado su hijo.

—Sí, mamá, pero al igual que Al estoy bien, y ya sé que fui un idiota, irresponsable y bla, bla, bla, pero además de que como ya sabes él es un imán de problemas y por lo tanto en consecuencia nosotros también, en realidad era muy divertido.
— ¿Nosotros? ¿Tú y quién más?

—Papá, ¿qué parte de "Trío de Plata" no entendiste? De todos modos no diré su nombre para no arruinar la sorpresa.

El intercambio entre la familia Malfoy era mirado por muchos quienes se preguntaban aún cómo era posible la amistad entre un Potter y un Malfoy.

— ¿Tienes novia, cariño? —preguntó Daphne.

—No solo tengo novia, sino que estoy comprometido. Ah, ahora que lo recuerdo, olvidé mencionar que soy el mejor promedio de Hogwarts junto con otra persona, ya que obtuve extraordinarios en los once TIMOs que cursé y en los 5 EXTASIS necesarios para ser medimago.

Con esto último todos se quedaron de piedra, el chico incluso había superado a Hermione.

—Es increíble, ¿en todas obtuviste excelente resultados? —McGonagall estaba gratamente sorprendida.

—La verdad es que sí, no me resulta difícil estudiar, además en las asignaturas que más dificultad me presentaban —que eran pocas— me ayudaba mi novia. Excepto en Estudios Muggles, asignatura que ella no cursó.

— ¿Qué? ¿Es sangre pura y odia a los muggles, por lo tanto no cursó esa clase? —atacó Ronald para el disgusto de Hermione que lo retó por prejuicioso.

—Todo lo contrario, señor Weasley, en realidad es mestiza, pero tiene mucho contacto con muggles y solo tomó la clase hasta cuarto año, cuando creyó que estaba muy sobrecargada y consideró que ya sabía lo suficiente.Ron tuvo que disculparse muy a su pesar.

—Ahora, antes de que pase la siguiente quería decir que hay algunos que en mi tiempo me consideran traidor a la sangre y estoy muy orgulloso de serlo, espero que no te moleste —miró anhelante a su padre—, en nuestro tiempo no te importa que lo sea, aunque ese día que traje la motocicleta muggle a la mansión te dio una especie de tic nervioso —terminó divertido.

—Es verdad, Scorp está obsesionado con los objetos muggles, creo que es mi culpa por llevarlo a conocer La Madriguera cuando éramos pequeños —acotó Albus.

—Eh... creo... que está bien... supongo —dijo Draco un poco nervioso ya que tenía la mirada amenazante de Astoria en la nuca.

—El hurón le tiene miedo a su futura esposa —se burló Ron.

—Tío, mejor no hables, tú eres igual —le dijo Fred a Ron.

Scorpius se fue a sentar con sus padres y dejó que pasara la siguiente chica.

—Hola pasado, yo me llamo...