—Buenos días, personas de otro tiempo, mi nombre es Alice, Alice Longbotton y soy la hermana de ese tonto —dijo señalando a Frank quien demostrando su gran madurez le sacó la lengua.

Luego de saber que tendría dos hijos con Neville, Hannah consideró acertado acercarse al chico y sentarse a su lado sin darle importancia al sonrojo del susodicho.
—Soy la segunda y última hija de Neville y Hannah Longbotton; tengo 21 años y soy Hufflepuff, al igual que mi madre.

Hannah estaba muy complacida con que uno de sus hijos fuera de su misma casa.

—Mis padrinos son Harry Potter y Hermione Granger, y aprovechando la ocasión quería decirles que son asombrosos padrinos —les dijo con una sonrisa radiante. Estos les devolvieron la sonrisa y le agradecieron a Neville y a Hannah.

—No soy muy buena jugando quidditch, prefiero tener los pies sobre la tierra —Neville entendió perfectamente esa sensación— pero me gusta mucho verlo. En general tuve buenas calificaciones y fui prefecta de mi casa—sus padres y su madrina sonrieron orgullosos—. Siendo sincera, siempre fui desastrosa en pociones —el Snape del retrato rodó los ojos como gesto de aburrimiento—, sin embargo era una de las mejores en encantamientos y en herbología, hecho que no tiene nada que ver con que mi padre era el profesor —agregó riendo.

— ¿Yo? ¿Profesor? —Neville preguntó incrédulo, llegando a pensar que era una broma.

—Sí, papá, yo había olvidado decírtelo, y también cabe destacar que eres uno de los profesores más queridos, incluso de quienes dejan la asignatura en su sexto año —Neville le sonrió a su hijo mayor.

—Bueno... soy sanadora en San Mungo al igual que mi madre, solo que ella ya no ejerce porque se está encargando del caldero chorreante.

—Entonces si logré convertirme en sanadora... —Para quienes la conocían no era un secreto que la chica dudaba con frecuencia de sus capacidades para lograr su sueño.

—Sí, mamá, y también me ayudaste a prepararme para convertirme en una —Neville abrazó a Hannah orgulloso, sorprendiendo a más de uno incluyéndose.

—Tengo a la mejor amiga que podría desear —afirmó para felicidad de todos los que ya habían aprendido a apreciarla con solo conocerla un poco—, a pesar de que no estemos en la misma casa. Ella se va a presentar después, solo les adelanto que se llama Rose y que está totalmente loca, lo que es genial. Ahora les quiero contar que tengo novio y te pido que no te enojes papá. Es Albus.

Harry y Ginny se alegraron, ya que Alice parecía una muy buena chica y sobre todo muy simpática. Pensaban que su hijo no podría haber escogido a alguien mejor.

Hannah estaba emocionada y Neville no lo tomó tan mal, por lo menos no quiso asesinar a Albus.

Albus le dijo a su suegro que amaba a Alice y que siempre la iba a respetar y a cuidar ante todo el comedor.

Alice le dio un rápido beso a su novio y este se lo devolvió.

—Se nota que se quieren, me parece bien que sean novios, siempre y cuando la respetes, ¿entendido? —Neville miraba a Albus quien solo asintió con una gran sonrisa.

—Tengo una pregunta —le dijo Hermione a su ahijada.

—Sí, madrina, ¿cuál es?

— ¿Tú estás metida en esas situaciones peligrosas junto con Albus? —preguntó algo nerviosa.

—No, la verdad es que Al siempre intenta no meterme en ese tipo de aventuras que tiene, aunque a mí no me molestaría estar con él —le dedicó una mirada molesta a su novio que le sonrió para calmarla—, aunque sepa que es peligroso.

Hermione y sus padres respiraron más aliviados y un poco agradecidos con Albus por protegerla.

—Por último quería decir que mi patronus es un tejón igual al símbolo de Hufflepuff.

La chica se sentó junto a sus padres, y fue en ese momento que se desató el descontrol.

Un líquido espeso de un color verde repugnante cubrió a todos los presentes de la sala, excepto a los merodeadores y a McGonagall. No dejó ni un hueco sin cubrir, y causó que a las personas cubiertas por la sustancia les empezaran a crecer escamas rojas.

Se veían espantados y nadie supo cómo quitar el encantamiento. Los merodeadores 2.0 reían, pero al estar tan entretenidos viendo los resultados de su broma, no vieron venir la bandada de pájaros que les lanzó Rose a la cara, ni los hechizos de Lily y su madre. Roxanne no se contuvo y, haciendo uso de su inmensa imaginación y talento, rodeó a su hermano de bichos que éste aborrecía, mientras que Albus convirtió a James Sirius en una serpiente.

Luego de una hora, cuando Albus fue convencido pese a su enfado en volver a James a la normalidad, y los bromistas revirtieran los efectos de la asquerosa sustancia, los reproches de la señora Weasley y de la directora McGonagall no se hicieron esperar.
Cuando tomaron conciencia del tiempo, notaron que era tarde, por lo que decidieron que cenarían y que luego los viajeros del tiempo se irían a la sala de los menesteres mientras que los del presente volverían a sus hogares a pasar la noche.

La cena transcurrió en una extraña paz, y al poco tiempo de terminar los que ya se habían presentado se despidieron de sus familiares jóvenes, siguiendo después a los demás de su tiempo rumbo al séptimo piso.

Lily fue la encargada de hacer funcionar la sala de los menesteres, y así, todos entraron listos para acomodarse.

Había adoptado una forma que resultaba muy cómoda, con separaciones que formaban habitaciones para todos.
Al poco rato, todos estaban haciendo algo menos dormir, ya que nadie podía conciliar el sueño.

Rose jugaba con su hermano Hugo al ajedrez y ninguno podía ganarle al otro, ya que era sabido que ellos eran los mejores jugadores de ajedrez en años, incluso superando a su padre.

Albus y Scorpius también jugaban otra partida, y la clara ventaja la llevaba el rubio, quien era mucho más habilidoso que su amigo en el juego.

En otra esquina había tres grupos jugando al snap explosivo, mientras James y Dominique se encontraban en una acalorada sesión de besos, y la Weasley rubia y su querido peliazul charlaban tranquilos mientras sus niños dormían profundamente.

Fue Lucy, la que tras un rato hizo una pregunta que nadie se había atrevido a hacer.

— ¿En serio creen que podremos volver? ¿O piensan que tal vez nos quedemos encerrados en esta época para siempre?

—Yo tengo fe Lucy, sé que volveremos, solo hay que esperar, no debemos perder la esperanza—Molly dijo a su hermana y primos.

—Molly tiene razón, pero mientras debemos recordar que lo más importante es que permanezcamos juntos, y que disfrutemos esta ocasión especial que nos brindó la vida —animó a todos Victoire.

—Concuerdo con Molly y Victoire, pero ahora creo que es hora de dormir, mañana continúan las presentaciones y no soporto la espera —Esta vez fue James el que habló.

— ¡Milagro!, primera vez que el gran James Sirius Potter —nótese el sarcasmo— quiere dormir temprano —molestó Albus a su hermano mayor.

—Vamos, cállate— fue la única respuesta de James antes de que se apagaran las velas que alumbraban la sala.

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Hello, quería pedir disculpas por haber demorado más de dos semanas en actualizar, pero es que se me ha dificultado encontrar un tiempo para subir el capítulo.

Solo me resta agradecer los favoritos y comentarios, y desear que les guste el capítulo. 

Kiss ♥