Capítulo VI - Almuerzo
Los elfos se habían esmerado con la comida y todos disfrutaban de los manjares que habían preparado. En la mesa de los encapuchados se había desatado una discusión entre Molly y Lucy, para decidir quién pasaría primero a presentarse. Pero como todos se hastiaron de esa discusión sin sentido decidieron que pasarían a lo último de la familia Weasley y que Molly se presentaría primero por ser la mayor. Los merodeadores 2.0 estaban planeando una broma que se desarrollaría en cuanto terminaran de presentarse los cuatro. Victoire y Teddy intentaban convencer a sus hijos de comer pero lo único que lograban era que Nymphadora jugara más con su aspecto y que Remus tiraba la comida al suelo.
Al final con la ayuda de Lily, a quien le encantaban los niños, pudieron tranquilizarlos, hacer que comieran y lograr que Remus se durmiera en brazos de su padre.
Albus, Rose y Scorpius estaban en un rincón apartado de la mesa y hablaban en susurros como de costumbre. Intentaban encontrar una forma de entrar al despacho de la directora sin la contraseña de la gárgola. La razón principal del querer subir allí era tomar prestado un libro que sabían que estaba solo en ese lugar y que según ellos podría ayudarlos a volver a su tiempo. Lamentablemente, el hecho de que ese libro involucrara además de viajes en el tiempo, magia oscura, les impedía pedírselo a la directora. Como coartada, ya que les parecía imposible que la profesora no se enterara que habían subido, pensaban traer los retratos de Dumbledore y Snape para que conocieran a los viajeros del futuro.
—Creo que conozco un hechizo, pero tengo que asegurarme antes —Rose hablaba lo más bajo que podía, ya que su intención era que todo fuera una sorpresa.
—Pero no podemos salir del gran comedor hasta la noche, y falta bastante para que nos dejen salir a pasear fuera —A Scorpius no se le ocurría ninguna solución.
Rose se había puesto algo pálida, estaba muy nerviosa por todo lo del viaje en el tiempo y sumando que la idea que tenían no funcionaba, no se sentía muy bien.
—Rose, ¿te sientes bien? —Albus no pudo evitar preocuparse por su prima y mejor amiga. Scorpius la miró y también se preocupó bastante.
—Estoy un poco mareada, tal vez si le pido a la profesora para salir, puedo ir a despejarme un rato y después intento hacer el hechizo que creo que podría funcionar —aunque se sentía algo mal quería encontrar ese libro y todos sabían que si ella se proponía algo lo haría costase lo que costase.
—Está bien, pero te acompaño, no te voy a dejar sola así —El rubio no la pensaba dejar sola, si le pasaba algo, no se lo perdonaría.
—No demoren, que se van a perder las siguientes presentaciones —les dijo Albus.
Rose y Scorpius que seguían encapuchados se acercaron a la mesa que se encontraba en el centro y se dirigieron a la profesora McGonagall que charlaba animadamente con los señores Weasley, Harry, Ron, Hermione y Ginny.
—Profesora, le queríamos pedir permiso para salir un momento fuera del gran comedor —le dijo Scorpius a McGonagall.
—Recuerdo haber dicho que no se puede salir del gran comedor, y no hay excusas.
—Sí, lo sabemos profesora, sucede que estoy un poco mareada y necesito tomar aire fresco —miró discretamente a Scorpius— y él me acompaña porque no me quiere dejar sola.
La profesora los miró un momento y decidió dejarlos salir, con la condición de que volvieran antes de que se acabara el almuerzo.
Cuando los dos chicos se alejaron, retomaron su conversación.
—Profesora, ¿sabe quién nos va a borrar la memoria antes de que se vayan? —preguntó Harry.
—No, todavía no lo decidieron, están entre dos opciones, pero aún no me lo dijeron.
—Espero que esa persona sea buena en encantamientos y no se equivoque, jugar con los recuerdos es algo peligroso —Hermione estaba bastante nerviosa por ese problema.
—Confío en ellos, pero tal vez podemos pedirle que no nos borre, por ejemplo, el recuerdo de que somos novios, ¿verdad Harry?
—Sí, tienes razón, Ginny.
—Y al final, ¿dónde se van a quedar? Porque en Hogwarts solo van a poder quedarse un mes y la Madriguera es muy pequeña para que entren todos —Ron venía pensando eso hacía mucho rato, ya que estaba convencido de que entre esos jóvenes, alguno tenía que ser su hijo y no quería que estuviera incómodo.
—Yo... bueno... tal vez podrían quedarse en el número doce de Grimmauld Place, yo pensaba no utilizarla, pero debido a este último acontecimiento me parece lo mejor, hay muchas habitaciones y estarán todos cómodos —contribuyó Harry.
—Sí, es una buena idea, podríamos asegurarla y se podría usar cómodamente —A Minerva le parecía la mejor opción que tenían— pero mientras pueden quedarse en la Sala de los Menesteres.
—Claro, hasta que empiecen las clases.
La comida desapareció de la mesa; la directora tomó lugar en la sala y pidió silencio.
—Bueno, ahora seguiremos con las presentaciones, ¿quién quiere pasar?
—Yo, profesora —una encapuchada se paró y caminó hasta el escenario, donde McGonagall le cedió el lugar yéndose a sentar con los otros para ver la nueva presentación.
La encapuchada se sacó la túnica dejando ver a una chica muy guapa, alta, bastante parecida a Victoire pero pelirroja, con mechones negros, de ojos celeste, vestida con una camiseta que decía "Muerte a la Barbie" y con unos jeans rotos, que le daban una apariencia rebelde.
—Familia del pasado, yo soy...
e
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro