《•20•》
—¿Pretendías provocarme una erección con es pantalón, Jungkookie?— Se mofó Taehyung mientras lo ayudaba a brincar las cerca perimetral de la escuela.
—Cállate—. Ordenó molesto el pelinegro tratando de flexionar sus rodillas bajo la incómoda tela negra de los ajustados pantalones. —Y deja de manosearme el trasero, pervertido.
La carcajada de Taehyung no se tardó en escuchar mientras le daba un último empujón.
—¡Maldito!— Chilló Jungkook al caer sobre uno de los arbustos que formaban parte de la maltratada decoración de la preparatoria.
Taehyung inspeccionó el alrededor antes de subir fácilmente por la reja y caer con la gracia de un felino al lado del pequeño compulsivo a maldecir.
—Te odio—. Escupió Jungkook con resentimiento, rechazando la ayuda del mayor para ponerse de pie. —¿Me puedes recordar por qué hacemos esto?—. Refunfuñó sacudiendo su trasero, sus ojos entrecerrados, juzgándolo.
—Fuiste tú el de la idea. —Respondió obvio.
Jungkook frunció el ceño.
—Eso es imposible, un alma tan pura como la mía jamás se atrevería a meterse sin permiso a una propiedad estatal— Refutó indignado. Taehyung lo miró.
—¿Te sientes bien o la caída te dejó idiota por completo?— Preguntó acercándose para retirar del cabello ajeno unas ramitas secas.
—Prefería estar en el parque Nanpo HanGang— Comentó en un puchero mientras miraba su alrededor.—¿Desde cuándo te dejas llevar por mis ideas?
La sonrisa despreocupada del peliazul le hizo darse cuenta que había sido exitosamente ignorado.
Suspiró, mientras comenzaban a adentrarse en los pasillos de la escuela.
—Dahyun regresó ayer a Londres—. Divagó ganándose la atención de su mayor.
—Sí. —Fue su escueta repuesta antes de agregar—. Lisa andaba con otro ayer.
Jungkook asintió sin importarle en realidad lo que la pelirrubia hiciera con su vida. Sólo le deseaba suerte.
—¿No están juntos?— Preguntó Taehyung ante la cero respuesta de Jeon.
—No.
—¿Cuándo?—Indagó mientras doblaban por uno de los amplios pasillos de la desolada escuela.
—El día que hablamos en la escuela.—Concedió, adelantándose a las posibles preguntas por parte del mayor.
Y sí, mientras andaban sin dirección como dos prófugos por el interior de la escuela, Jungkook se perdía en los recuerdos de aquel día.
...
La rubia no paraba de hablar cosas sin sentidos mientras Jungkook solo podía pensar en lo bonito que se encontraba el cielo aquella noche.
—Oppa, ¿me estás escuchando?—Sacudió el brazo derecho del chico en un intento de llamar su atención.
—Mh...
—Jungkook, ¿puedes prestarme atención?—Pidió con un puchero ¿adorable? Bueno, Jungkook consideraba ridículo su exceso de aegyo.
—Lo hago.
—Lo nuestro no significa nada para tí...—Murmuró, aún sin safar su caluroso agarre del brazo ajeno.
Jungkook rodó los ojos.
—Cierra los ojos y dime que vez. —Ordenó mirando a la chica quien volvió a sonreír de inmediato.
—Nada.
—Eso es lo que significa esto para mi, Nada. —Quizás no había querido ser cruel, pero ¿cómo dejar a alguien sin parecer cruel?
Jungkook no lo sabía.
—¿Estás jugando, no?— Murmuró alejándose de Jungkook como si tocarlo quemara.
Jeon prefirió mirar el cielo.
—Lo siento Lisa. No soy yo, eres tú.
—¿Disculpa?
Resentimiento, ira y vergüenza.
Eso era lo que la bonita joven desprendía por los poros en ese momento.
Jungkook solo prefirió seguir siendo el imbécil de siempre, aún sabiendo que la chica no merecía ese trato.
—Disculpada—. Concedió mientras se ponía de pie—. No te lo tomes personal, el problema es que no eres esa persona. No eres... no eres...
—Jódete, maldito imbécil—.Bramó la chica poniéndose a la altura del pelinegro—. Eres un asco de persona Jungkook. Te apoyé, intenté que esto funcionara aún sabiendo que era una pérdida de tiempo porque estás enamorado de otra persona, estás enamorado de Kim Taehyung. Intenté que vieras más allá de la chica fácil, deseaba que en realidad vieras como soy, pero sólo fui una ilusa con deseos demasiados inalcanzables para alas tan pequeñas. Usaste mi cuerpo para olvidar, me usaste y yo lo permití porque estás más jodido que yo, Jungkook. Necesitabas dejar de pensar en él, yo necesitaba que me abrazaras como lo hacías por lástima—. Jungkook la miró, ella escuchó el arrepentimiento en sus palabras.
—Lalisa, lo siento. Yo no debí tratarte así... yo... yo...
—No seas estúpido Jungkook. Pensaste que con palabras hirientes ibas a lograr que todo esto acabara más rápido. Pero no. Las cosas no pueden ser así. No puedes desecharme como un envoltorio de caramelo—. Llevó una mano al rostro del chico—. Hubiera preferido que esto no terminara así. Aquí, en un lugar tan bonito y con palabras tan feas. Pero te deseo lo mejor, Jungkook. A pesar de todo.
Jungkook sonrió poquito.
—Yo también te deseo lo mejor, Lalisa y lo siento, siento haber robado tu tiempo, haber usado tu cuerpo—. Suspiró cerrando sus ojos por unos escasos segundos—. Espero que un día me perdones por ser tan imbécil.
La chica negó, volviendo a sonreír.
—No hay nada que perdonar cuando parte de la culpa cae en ambos, Jungkook.— Puchoreó.
—Gracias, Lisa.
—Gracias ni que nada, estúpido. —Respondió severa— ¡Ve y lucha por tu hombre!
Y Jungkook sonrió aliviado mientras la chica se marchaba.
...
—Jungkook—. Su nombre en los labios de un Taehyung repicando el suelo de la cancha de básquetbol con un gran balón naranja y negro lo sacó del recuerdo—. ¿Volviste?—Preguntó socarrón, observando la perdida mirada del chico.
—Solo estaba pensando un poco. —Respondió, mirando a Taehyung driblar con el balón mientras se desplazaba por toda la cancha de la escuela, luego le sonrió juguetón—. Estás jodidamente loco si piensas que voy a jugar. —Taehyung ensanchó su sonrisa—. Kim, ni siquiera me puedo mover dentro de esta cosa. ¿Cómo piensas que voy a poder jugar?
—¿Y si lo hacemos más interesante, Jungkookie?—Jungkook alzó una ceja—. Si alguno de los dos anota, el otro tiene que quitarse un prenda...
—No.
—Ni siquera dejaste que terminara de hablar.
Jungkook lo pensó un momento, la idea era tentadora, pero era una locura.
—No, Taehyung.
—Sí. —Refutó sonriente.
—Ni lo pienses.
—Jungkook-ah~—Puchereó bonito.
—Dije que no.
—¿Por favor, por favorcito?
El juego iba a favor de Taehyung con tan solo un punto de diferencia.
—Hace frío. —Se quejó el menor sentándose en el suelo de la cancha.
Taehyung lo miró.
—No hace frío. Solo acepta que odias perder. —Molestó sentándose no tan lejos del pelinegro.
Jungkook bufó mientras recogía su abrigo del suelo para cubrirse, no viendo necesario cerrarlo.
—Solo por un punto—. Se defendió. —Además, yo ni siquiera quería jugar.
—Es que el por favor, por favorcito nunca falla. —Sonrió victorioso.
Jungkook bufó.
—Eres un inmaduro. — Murmuró, clavando su mirada en las gradas igual de divertido que Kim.
Taehyung solo pudo observar su perfil iluminado con la pobre iluminación del lugar.
—Eres bonito... —habló ganándose una mirada de superioridad por parte del chico. — cuando estás callado. —Concluyó arrastrándose perezosamente hasta llegar al puchero ajeno y besarlo.
Y Jungkook sintió como aquel nudo de inseguridades comenzaba a disiparse cual terrón de azúcar en el café mañanero del abuelo, disfrutando del delicado roce y el electrizante sabor de sus lenguas intranquilas abriéndose paso en las cavidades ajenas.
Sus manos se dirigieron a las mejillas contrarias sintiendo la calidez corporal de Taehyung recorriéndolo, azotando su autocontrol sin piedad y lo amó. Amó sentir su piel y sus besos. Lo adoró con cada célula de su cuerpo.
Por otro lado, Taehyung no se encontraba en una situación muy diferente mientras se hundía en aquella espiral de sensaciones tan familiares cuando sus manos se aferraron a las caderas de Jungkook, atrayéndolo a su regazo.
—Esto es bonito. —Rectificó luego de tener al menor sobre sí, las manos descansando en los muslos que rodeaban su cuerpo.
Jungkook hundió la nariz en el cuello de Taehyung. Fascinado por el subir y bajar de su nuez de Adán mientras hablaba, respiraba o reía. Se acercó poquito para morderla
Kim sonrió atontado.
—¿Me acabas de morder?—Preguntó divertido. Jungkook solo delineó sus propios dientes con la lengua como si quisiera saborearlo. —Eres una cosita fetichista. —Le susurró al oído juguetón.
—Tu vos es perfecta. —Se defendió el menor.
—La tuya es muy dulce, Pikachu. —Jeon rodó los ojos dejando un golpecito en el hombro ajeno.
—Escarchita—. Retó ganándose un gruñido por parte del más alto—. Te extrañé.
—Yo también te extrañé mucho, Jungkookie. —Y con la poca iluminación de la cerrada cancha Jungkook observó el universo hundirlo en los ojos ajenos.
Besó el lunar de su nariz.
—¡¿Quién está ahí?!— Escucharon a lo lejos y solo bastó una mirada alarmada por parte del pelinegro para separase y recoger a tientas sus zapatos del suelo. —¿Qué están haciendo aquí?—. Acusó el guardia alumbrándolos con la linterna directamente en el rostro. —Esto es propiedad estatal, no pueden estar aquí sin autorización. ¿Dónde se supone que están sus padres?
—Somos muy mayorcitos para andar con ellos.—Respondió Jungkook terminando cerrase el abrigo.
—¿Oh? Pues que pena que tendrán que llamarlos. —Sonrió retorcido mientras observaba algunas prendas esparcidas por el suelo, pero no por el motivo que él creía.
Su mirada barrió el puesto de seguridad de la escuela tratando de vislumbrar la cabellera azul de su hijo. Eunha suspiró, no creyendo que esto estuviera pasando.
No muy lejos, los señores Jeon se encontraban disculpándose con el guardia de seguridad, mientras que Taehyung y Jungkook estaban sentados en unos asientos de plástico no muy alejados de los mayores. Sin embargo la vista de Yeon Sun solo reparó en las ropas desordenadas. Su cabeza maquinando algún pensamiento retorcido que destruyó todo aquel muro de autocontrol.
—¡Taehyung!—. Bramó caminando hasta su hijo, Taehyung se puso de pie inmediatamente ante la presencia de su padre, Jungkook lo siguió—. Te dije que te alejaras de est-... —Señaló a Jungkook despectivamente, no viendo necesario expresar el asco que le causaba aquella imagen de su hijo acariciando a un hombre—. ¿Acaso no he sido claro todo este tiempo? ¡Eso no está bien visto! —Lo tomó por los hombros sacudiéndolo bruscamente. —¡No quiero a un hijo así, no puedes ser así!
—Pero soy así, papá. —Respondió. —Lamento decepcionarte, pero esto es lo que soy. —Su voz era débil, pero agradeció que no le tembló ni cuando recibió una bofetada de su padre.
—¡Kim Yeon Sun! —Chilló Eunha interponiéndose entre el cuerpo de su esposo y Taehyung. Los señores Jeon acercándose silenciosamente con el objetivo de interferir si era necesario—. ¿Qué mierda está pasando?— Golpeó su pecho, hartándose de ser la tercera en esta historia. —¿Por qué los tratas así?
Él solo observó los ojos de su esposa nublarse en furia, y oh... Nunca te metas con los hijos de Jung Eunha.
—Que te diga él. —Señaló a Taehyung.
Eunha miró a su hijo.
—Taehyung...
—Soy gay—. Soltó inmediatamente, ganándose una mirada sorprendida de los mayores.
Jungkook apretó su mano transmitiéndole apoyo.
—¿Qué?
—Lo que oíste, tu hijo es marica. —Habló el señor Kim. Su esposa sólo atinó a golpearlo con una bofetada.
—Jamás. —Advirtió. —Jamás en tu vida te atrevas a referirte de nuestros hijo así.
—Es la verdad, son unos putos maricones.
—Yeon Sun—. Habló el padre de Jungkook, las miradas volteándose a él—. Te vuelves a referir de tu hijo o del mío de esa manera y no respondo.
Kim Yeon Sun se caracajeó histérico.
—Pero si todo esto es tu culpa, Seon Lee. Si hubieras estado más tiempo en casa tu hijo no sería un desnaturalizad-
¿Oh?
Que bien golpeaba el padre de Jungkook.
Kim Eunha miró a su esposo furiosa, pero más que todo avergonzada.
—¿Qué más quieres?—Inquirió frustrada—. Son buenos chicos, nunca nos han dado un solo dolor de cabeza y ¿te sientes lo suficientemente macho para tratarlos así?—Suspiró tomando la mano libre de Taehyung. —Son mis hijos y sino estás de acuerdo con sus preferencias no tienes absolutamente nada que hacer en nuestra casa, porque ¿sabes una cosa? Nam Joon tambien es gay.
—Mamá~
—No, Taehyung. —Limpió una lágrima que comenzaba a descender por las mejillas de su pequeño. —Tiene que comprender que la homosexualidad no es una enfermedad y que no dejarán de ser menos hombre por eso. Sin embargo. —Miró a su esposo quien permanecía con sus puños cerrados a cada lado de su cuerpo.—La homofobia, sí.
Su mirada recorrió el cuarto del menor.
—¿Seguro que esto no es el cuarto de los trastos?— Preguntó reparando en la cama destendida.
—Es mi cuarto. —Murmuró el pelinegro un poco avergonzado.
Taehyung entró con cuidado de no irse de bruces contra el suelo mientras Jungkook se desplazaba fácilmente en su hábitat.
—Es la primera vez que estoy en tu criadero. —Divagó Taehyung contemplando los pósters de Justin Bieber y IU en las paredes del cuarto.
—Desearía que no fuera por esta situación. —Respondió Jungkook abrumado por todo aquello.
Y eran la una de la madrugada cuando Somin había propuesto que el peliazul se quedara esa noche en su casa, mientras los señores Kim hablaban tranquilamente o trataban de hacerlo sin afectar a su hijo. Eunha se lo agradeció enormemente. Despidiéndose con un: "Todo estará bien"
—¿Quieres hablar?—Preguntó Jungkook y acercándose a su guardarropa y buscando alguna prenda de dormir para que Taehyung se cambiara.
—No, solo quiero dormi-
—Siento que esto es culpa mía. —Interrumpió Jungkook con la necesidad de sacarlo, de dejarlo ir. —Si no te hubiera buscado esta noche...
—Hey. —Llamó Taehyung. —Si no me hubieras buscado esta noche hubiera tenido que pasar por esto solo y no estuviera aquí. Contigo.
Jungkook asintió, sacando una sudadera negra y un chándal gris del armario para el mayor.
—Cambiáte. —Ordenó mientras buscaba algo que ponerse él.
Taehyung dibujó una pequeña sonrisa ante la orden, pero aún así no se negó a cumplirla.
Hoy dormirían juntos y quizás eso bastaría para olvidar por un rato sus problemas y disfrutar de sus decisiones.
—¿Jungkook? —El nombrado detuvo sus movimientos para voltear a verlo—. Te quiero.
Y Jungkook sonrió, el lunar bajo su labio inferior brillando cuando habló—: Yo también te quiero, Kim Taehyung.
•♡•♡•
Editado/Corregido: 25/2/2021
Nota antigua:
Gracias por su tiempo y por ese K de lectura. Lxs amo y en serio gracias por esta oportunidad.
Nota actual:
Ay! Cuando terminé de publicarlo a penas tenía 1K de lectura. Ay dios. Gracias gracias y más gracias por darle esta oportunidad. ¡AHORA ESTAMOS LLEGANDO A LOS 12K DE LECTURA!
Perdón... me voy a llorar~
TT
Ya el próximo es el Final
💜💞💜
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