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《•18•》

3 meses después...

—Taehyung-ah, ¿estás seguro de esto? —Preguntó Jimin mientras miraba el extenso catálogo de tonalidades que su amigo sostenía en las manos.

Esto no era ni por asomo una buena idea.

Y ambos lo sabían.

—No me puedo decidir...— Frunció el ceño tratando de visualizarse con el cabello verde. Negó—. Supongo que tendré que pedirle ayuda a noona—. Divagó mirando a la estilista caminar en dirección a ellos.

—Supongo que estás preparado para las consecuencias, ¿no?

—¿Qué crees del rojo?—Señaló la chillona tonalidad, volviendo a ignorar la pregunta de su mejor amigo.

Jimin bufó mirando la hora en su reloj de pulsera.

—Si tu objetivo es volver locos a tus padres te recomendaría... —Miró el muestrario con más atención. — el Rosa.

—¿Rosa?

—Sí, ya sabes. —Respondió desinteresado, saludando con una sonrisa a la bonita chica que recién había llegado hasta ellos.

—¿Nuevo color de pelo, Taehyung-ssi?— Preguntó mirando al chico que parecía inmerso en las gamas de colores fantasías.

—Sí, Jisoo noona.

Con la repuesta de Jimin y el asentimiento de la chica, Taehyung se limitó a señalar un único color con su dedo índice en la paleta de colores.

Jimin lo golpearía muy fuerte después de esto.

Se aseguró mentalmente de no olvidarlo mientras seguían a la bonita chica al interior del colorido local y lo volvió a considerar cuando Taehyung obtuvo el resultado final y un jugoso descuento por parte de Jisoo.

—¿Cómo me veo? —Preguntó mirando su reflejo en uno de los muchos espejos del armonioso lugar.

—Como un jodido loco. — Respondió amargamente Jimin, ganándose un golpe de parte de la joven estilista—. ¡Oye! ¿Por qué me golpeas? —Refunfuñó mirando a la chica.

—Te estas refiriendo a mi creación. —Respondió obvia y luego sonrió—. Además, se ve genial. —Agregó señalando a su amigo y en efecto, se veía jodidamente bien.

El único problema eran las estúpidas decisiones que Taehyung estaba tomando últimamente y los problema con sus padres a que conllevaban todas ellas.

Suspiró.

—Tae, es hora de irnos si queremos llegar al cuarto turno. — Aconsejó tomando las mochilas de ambos. —Una falta más con el señor Byun y reprobamos Matemática—. Se quejó recordando a la pesadilla con lentes y su mirada de desaprobación por las llegadas tardes de ambos.

Como era de esperarse llegaron tarde al turno de Matemática, se ganaron una visita a la dirección y de paso perdieron el derecho a la primera convocatoria de la asignatura. Sí, técnicamente habían reprobado sin presentarse, aunque podían disculparse y pedir una consideración ninguno de los dos se encontraba con ánimos de hacerlo.

Park Jimin tenía problemas más importantes que reprobar una materia y entre ellos era hacer hablar a su estúpido amigo con aún muchos más problemas que él.

—¿No piensas decirme nada?— Preguntó cansado de que Taehyung estuviera cargando con todo aquel peso sobre sus hombros solo. No hubo respuesta por parte del chico —. Estás consciente de que todo esto te está afectando, ¿no?—Agregó, subiendo el volumen de voz. El vacío laboratorio de Biología único testigo de sus presencias.

Taehyung lo miró sin ninguna expresión y Jimin supo que no obtendría más nada que su silencio, sin embargo no pudo ocultar la sorpresa cuando su amigo habló.

—¿Qué quieres que te diga? — Suspiró dejando el teléfono a un lado—. ¿Qué lo extraño?— Acarició el grabado en la pulsera que Jeon le había regalado y que desde ese día no se había quitado—. Creo que eso ya lo sabes.

—Ya han pasado meses, Tae—. Habló endulzando su tono y agradeciendo el haber obtenido una repuesta que no fuera el "estoy bien" de siempre. —¿Por qué no lo buscas?

Y aquella era la pregunta del millón.

¿Por qué no lo buscaba?

A cierto, quizás Jungkook estaba en una relación.

—No—. Respondió, el monosílabo desplazándose amargamente por su lengua al recordar a cierta chica.

—Taehyung—. Suspiró cansado—. Entiendo que no quieras buscarlo, entiendo que no quieras volver a tu casa luego de la discusión de ayer, pero guardarte todo te está haciendo daño.

—No me importa—. Murmuró incapaz de levantar la vista para enfrentarlo.

Se sentía verdaderamente solo, como estar en medio del mar y morir de sed.

¿Irónico no?

—Entonces termina con Dahyun. —Y aquellas palabras si lograron captar su atención—. Es una carga que estás llevand-

—Ya lo hice. — Soltó, dejando a su amigo con las palabras en la boca, literalmente.— No soportaba tenerla a mi lado, ya no, no de esa manera—. Murmuró.

—¿Por eso discutiste con tus padres?— Inquirió, tomando la mano ajena para apresarla entre una de las suyas.

—Con papá—. Respondió, analizando el puchero de Park—. Mamá solo intervino para defenderme.

Y ese era el más grande problema de Taehyung, su padre y las jodidas diferencias entre ellos dos.

—Lo siento tanto, TaeTae—. Murmuró el pelirrubio tratando de cubrirlo del mundo con un abrazo, deseando que sus propias lágrimas fueran suficientes para drenar la tristeza de Taehyung o que su apoyo incondicional fuera el ungüento adecuado para ayudarlo a sanar. Porque haría todo lo posible por ayudar a su mejor amigo.

Y a Taehyung le fue imposible no dejar la máscara a un lado y demostrar lo quebrado y roto que estaba por dentro.

Si tan solo...

—Me duele el rechazo, Minie —. Gimoteó en el calor de su mejor amigo.

—Todo saldrá bien.—Aseguró dejando escapar más lágrimas.

—¿Lo prometes?

—Por el meñique, Alien.

Y ahí, en la vacía cafetería de la escuela en medio de hipidos y lágrimas mutuas, Taehyung se sintió estúpido por pensar en algún momento que había estado solo.

Tenía a Jimin.

Tenía a su alma gemela.

Las horas de clases habían terminado pero Jungkook permanecía sentado en su puesto de trabajo sin la más mínima intención de marcharse.

Sacudió su cabello en un intento inútil de difuminar las imágenes  de dos chicos llorando en el laboratorio de Biología.

Y Jungkook maldijo la hora en que Yu Gyeom le pidió que buscara una maqueta para exposición de su trabajo en equipo. Pero él no había podido entrar, no al ver a Taehyung llorando.

Su Taehyung.

Suspiró, dejando caer su cara en el frío material que recubría la madera de la mesa con la mirada perdida en el desahuciado día que estaba muriendo para dar paso a la noche.

A la oscuridad.

Cerró sus ojos, su respiración siendo el único sonido en el silencio del lugar.

Entonces las vio. Vio esas jodidas palabras martillándole los párpados.

Only you.

Reprimió la punzada de dolor al recordar que solo había sido un estúpido experimento para Taehyung.

Entonces por qué lo extrañaba tanto, joder.

Tres putos meses de vacía agonía y Jungkook no encontraba explicación.

Tenía que olvidarlo, tenía que eliminar cualquier pensamiento sobre Kim de su cabeza aunque fuera por un momento. Tenía que buscar a Lalisa y joderla fuerte, quizás en el limbo del orgasmo se olvidara de Taehyung, después de todo eso le venía funcionando bastante bien.

Exhaló tratando de aliviar el nudo que empezaba a obstaculizar su respiración.

Y quizás estaba demasiado inmerso en su propia tormenta de pensamientos que no sintió la presencia de alguien sentándose a su lado hasta que habló.

—Jungkook. — La sola mención de su nombre logró aflojarle las rodillas y desatar una puta estampida de rinocerontes en su estómago.

Pasó un latido.

No lo miró, no podía.

—Creo que te debo una explicación. —Siguió Taehyung, sin percatarse la tensión en el cuerpo de su compañero.

—Tres meses tarde—. Añadió agriamente el ahora pelinegro, sin la más mínima intención de voltear a verlo.

—Lo siento. —Se disculpó sabiendo que no resolvería nada, pero tenía que intentarlo. —No sabes cuanto lo siento.

—Yo más.

—No lo entiendes. —Se defendió desesperado.

—No, lo único que puedo entender es que fui tu estúpido experimento.—Habló volteándose por fin a verlo.

Su pelo era azul, sus ojos estaban un poco hinchados al igual que sus labios. Pero seguía pareciendo el Adonis moderno de siempre.

Taehyung era perfecto, dolorosamente inalcanzable.

—¿Azul? —Preguntó, volviendo a reparar en el pelo del chico.

—Tu color, Jungkookie.—Murmuró con ojos brillantes y Jungkook frunció el ceño sin entender. —El azul representa estabilidad y tú eres la mía. Te extraño tanto...

Jungkook miró hacia otra dirección.—¿Por qué, Taehyung?— Parpadeó inexpresivo—. ¿Por qué lo hiciste?

El de apellido Kim inhaló poquito antes de hablar, antes de soltar parte del peso que cargaba sobre sus hombros.

Quizás Jimin tenía razón y Jungkook merecía saber la verdad.

—¿Recuerdas la última vez que fuiste a casa a cenar?—. Jungkook asintió, tratando de comprender cómo una cosa lleva a la otra—. La puerta la dejamos sin seguro y papá nos vió.

—¿Qué?

—Luego de que te marcharas, mamá y Nam salieron y él me lo dijo. —Sonrió sin gracia—. Que seguro estaba confundido, que eso entre dos chicos estaba mal, que no podía seguir viéndot-

—Y por eso empezaste a salir con ella—. Agregó no queriendo escuchar más y de pronto las piezas comenzando a encajar en su lugar.—¿Por qué no me dijiste?

—Yo-

—¡Kookie! —El chillido estridente de Lalisa interrumpió las palabras de Taehyung. Jungkook solo la miró.

—¿Qué haces aquí?

La chica miró la escena con detenimiento y luego sonrió acercándose a Jeon para besarlo.

—Vine a buscarte—. Respondió obvia, agarrando su mano para sacarlo de allí. Jungkook solo se dejó hacer. —Adiós, Taehyungie.— Se despidió risueña, saliendo de aquel lugar con el bonito pelinegro pisándole los talones.

Y quizás esa fue su manera de huir de aquella cantidad de por qué que se volvían a acumular en su cabeza, pero ya no quería escuchar más o al menos no por ahora.

Jeon Jungkook solo necesitaba pensar.

Necesitaba tiempo.

Y Taehyung se lo daría.

Su teléfono celular se iluminó indicando la entrada de una llamada. Llamada que descolgó al momento.

¿Qué tal, nenaza? —Saludó la familiar voz de su hermano desde el otro lado la línea.

Taehyung sonrió melancólico, su mirada perdida en la pizarra del aula donde minutos antes había estado conversando con Jeon.

—Hola.

¿Hola? Enano ¿Qué sucede en casa? Mamá me llamó llorando—Preguntó esta vez más serio.

—Discutí con papá.

—¿Lo sabe?—. La afirmación por parte de su hermano menor lo hizo boquear. Taehyung pudo visualizar la acción en su cabeza. —¿Mamá también?

No.

—Joder, Tae. ¿Necesitas que vuelva?

Sonrió sinceramente ante la preocupación de su tonto hermano mayor.

—Estás en Estado Unidos, ni  pienses en volver. Y-yo voy hablar con mamá.

Escuchar el bufido de su hermano y las manitas de su mejor amigo en su hombro lo hizo sonreír.

—Sabes que te apoyo y te quiero. Cualquier cosa me dices, por favor.

—¡No te preocupes, yo lo cuido!—Chilló Jimin, Nam Joon soltó una carcajada. 

—Adiós.— Taehyung se despidió, evitando que Jimin tomara su teléfono y comenzara una conversación con su hermano que acabara con el crédito de alguno de los dos.

Adiós, enan-

Jimin lo miró mal una vez que colgó la llamada.

—¿Hablaste con él?.— Preguntó un poco ansioso.

—Si.

—¿Y?

—No.

—Taehyung—. Adviertió, molesto de obtener monosílabos como respuesta.

—Hablamos. —Asintió. —Le dije lo que había sucedido y solo se fue.

—¿Qué?

—Me pasé tres meses sin buscarlo, sin decirle nada. ¿Qué esperabas?

Park puchereó.

—Jimin, sé que lo entenderá y sino... —Apretó sus labios, él no quería un sino—. Ahora solo tengo cabeza para resolver los problemas con mis padres.

—Siempre estaré aquí para ti pase lo que pase. Lo sabes, ¿no? —Taehyung asintió commovido. —Ahora ¿Qué me dices si vamos por helados?

—Que no soy un niño. —Respondió divertido antes de levantar su mochila del suelo.

Park se volteó de pronto sobre sus pies con el ceño fruncido.

—¿Le diste eso?

—¿Si?

El pelirrubio alzó una ceja.

—No directamente, pero si, se lo di, solo es cuestión de tiempo que lo vea. —Y esa sola repuesta bastó para que Park sonriera ampliamente y Taehyung deseó golpearlo porque esa sonrisa era contagiosa.

Jungkook dejó caer su mochila en algún sillón de la sala, más preocupado por dejar descansar su dramática existencia en el cómodo sofá de su casa.

—Hola a ti también, Jungkookie. —Saludó sarcástica Somin, recogiendo las prendas que su hijo había dejado esparcida desde la entrada hasta la sala.

—Mm~ —Murmuró sin ganas de abrir los ojos, todavía con muchos pensamientos rondando su cabeza.

— Cariño, no puedes convertir el resto de la casa en el caótico lugar que habitas en tu cuarto. —Regañó tomando la mochila del asiento para guardar los audífonos que había levantado del suelo.

—Disculpa. — Habló, pretendiendo tranquilidad para no preocupar a su madre con sus tontos problemas.

— Aún así, que sea la últim- ¿Oh? —La exclamación de su progenitora sí logró captar su atención esta vez. —¿Qué es esto?—Preguntó sacando un pequeña cajita roja de uno de los bolsillos delantero de la mochila.

Jungkook la miró impasible antes de arrebatarle la pequeña de entre sus manos.

La mujer puchereó cuando se le obstaculizó ver el contenido, pero aún así, le dio el espacio necesario a su hijo.

—¿Vas abrirla? —Dubitó, notando la mirada perdida de su feto en el lacito blanco de la caja.

Jungkook solo parpadeó, la inexpresividad durándole bien poco cuando observó el contenido de la sencilla cajita.

Pasó un latido.

Luego otro.

Su corazón bombardeando dentro de su pecho cada vez más rápido, más fuerte, más asfixiante...

Una pulsera, una pequeña y hermosa pulsera parecida a la que él le había regalado a Taehyung estaba quebrándolo, derrumbando sus muros y haciéndolo cuestionarse la decisión que había tomado cuando salió de aquella aula.

Jungkook no podía alejarlo, no tenía las fuerzas para sacar a Taehyung de su vida.

Y sólo fue consciente que estaba llorando cuando su madre limpió las lágrimas que habían comenzado a descender por sus mejillas.

—Todo estará bien, cariño. —Consoló, leyendo la tres palabras que su hijo miraba detenidamente con un puchero en sus labios.

Nothing Like us

—Taehyungie. —Murmuró, permitiéndose dejar salir todo aquello que lo estaba atormentando entre los brazos de su madre.

○●○

Lalisa Manoban ha etiquetado a Jeon Jungkook_golden boy en una publicación.

Te llevaré hacia tu sueño, porque fuistequien me dio alas.
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—Ya está Lalisiada esta con sus publicaciones. —Gruñó Yu Gyeom pasándole su teléfono a Yoongi. Jimin rodó los ojos.

—Se llama Lalisa, no Lalisiada y es su novia— Habló Taehyung mirando la publicación en su propio teléfono celular.

—Si llimi lililsi, ni lilisiadi i is si nivia—Molestó Yu Gyeom, ganándose una mirada molesta por parte del peliazul. —Créeme, no eres el único que se está preguntando como terminó en esta mesa con su archienemigo a un lado.

—No empiecen. —Advirtió Jimin devolviéndole el teléfono a Yu Gyeom.

Taehyung optó por ignorarlos.

—¿Archienemigo? ¿Qué edad tienes?—. Se mofó Yoongi, Yu Gyeom solo le enseñó la lengua antes de beber de su malteada.

—Lo dice el que cree en los unicornios y tiene hipótesis de su posible extinción—. Agregó Park, mirando inocentemente a su novio.

—Mejor no hablemos de eso—. Se defendió el mayor y la desubicada carcajada del único pelinegro en la mesa los hizo bufar a todos.

—Kim Yu Gyeom eres un jodido retrasado—. Habló Jimin antes de mirar la soda intacta de su mejor amigo sobre la mesa. —¿Qué haces, Tae?—. Preguntó curioso observándolo escribir algo en su teléfono.

—Una publicación. —Respondió dejando el teléfono en manos de su amigo. —Necesito que me tomes una foto. —Añadió, cogiendo en sus manos el sencillo arreglo de rosas rojas que formaba parte de la decoración de la bonita cafetería.

—Di botón~ — Ordenó Yu Gyeom arrebatándole el teléfono a Jimin para tomar la foto.

Taehyung solo lo ignoró encontrando más interesante la botella que estaba sosteniendo en sus manos.

Kim Taehyung ha subido una publicación:

I can make it right.
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Kim Yu Gyeom ha comentado esta publicación:
Soy el mejor fotógrafo del mundo mundial 😌

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Kim Taehyung ha bloqueado a Kim Yu Gyeom.

A Jeon Jungkook_golden boy le gusta esta publicación.







•♡•♡•
Editado/Corregido: 20/2/2021

🎉¡GRACIAS POR ESE K DE VOTOS Y LOS 11K DE LECTURA!🎉

GRACIAS, NO SABEN LO FELIZ QUE ME HACEN. UnU

Con respecto a UPS, ahora todo queda en las manos de Kookie

Gracias por leer, estrellitas 💫💜

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