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《•13•》

¿Recuerdan cuando Taehyung pensó que Ho Seok no era tan desastroso? Pues sí, se equivocó.

—¿Y este qué tiene, le pica el culo?—preguntó el abuelo Jung incorporándose al grupo más joven de la casa sin sacar la mirada de Ho Seok.

—No sé, abu. —habló Nayeon. —Estábamos todos aquí y de pronto empezó a bailar como si le picara eso que dijiste. —Taehyung y Jungkook sonrieron ante tanta ternura.

—Yo siempre supe que era adoptado. —se lamentó mirando a su nieto bailar cerca de la alberca tan solo en un short playero a pesar del frío que estaba comenzando a calar.

—¡Hey~ Macarena~...

Y aquello fue el detonante de todas las carcajadas.

—Dice que ama a las ardillas. —habló Ji Hoon haciendo referencia al tatuaje que lucía su hermano en el pecho. —Es ridículo, me siento avergonzado de que seamos familia. —concluyó sentándose con el balón entre sus piernas, y Taehyung le agradeció encarecidamente que alejara esa cosa de su persona.

—Tanto que te reíste de mi emoji, Taehyung.—Comentó Jungkook bebiendo de la cerveza que aguantaba en su mano derecha. —Pero es menos vergonzoso.

—Pero él con todo y su amor por las ardillas tiene novia y tú no. —Contraatacó Taehyung, sonriendo al obtener la reacción deseada por parte del menor.

—Quizás lo tenga más pronto de lo crees. —respondió, dedicándole una mirada que solo Taehyung podía interpretar. O eso pensó hasta que la pequeña Nayeon habló.

—Ustedes se miran como si estuvieran muy sedientos. —aquel cometario logró que todos la miraran, excepto Ho Soek, claro estaba.

—¿Eso crees?—preguntó malicioso el abuelo, la inocente asintió fervientemente. —Parece que se gustan.

—¿Entonces, se van a tasar? — preguntó mirando a los dos jóvenes con una ilusión demasiada esperanzadora para una infante de 6 años. Ji Hoon hizo una mueca de asco.

Puaj

¡Los besos no eran higiénicos!

—Suficiente. —habló Jungkook poniéndose de pie.—Tú y yo tenemos que hablar. —miró a Taehyung que asintió tranquilamente para seguir al pelinegro a la recámara que ambos compartirían.

...

—Tengo que aceptar que le agradaste más a mi familia de lo que pensaba. —habló nervioso el menor, Taehyung sonrió con suficiencia.

—Esa es la impresión que causo. —Comentó con fingido desinterés. —¿Qué querías decirme? —presionó indirectamente.

—B-bueno es que...—titubeó mirando sus manos. Kim alzó una ceja.—Es que...

—¿Qué? —preguntó, ganándose una mirada irritada por parte de Jungkook.

—¿Me puedes dejar hablar, estúpido? —el mayor quiso responder pero Jungkook fue más rápido. —Sí quiero tener algo contigo.

—¿Qué?

—Lo que oíste. —miró en otra dirección avergonzado, Taehyung se sintió morir de tanta "inocencia", por llamarlo de algún modo. —¿No me vas a responder, retrasado con problema auditivo?

—Esa boca. —regañó lamiendo su propio labio inferior, Jungkook rodó los ojos.

¿Acaso el muy idiota no pensaba decirle nada?

Suspiró, decidido a recoger su orgullo y marcharse de aquel cuarto, sin embargo la mano de Taehyung se lo impidió.

—¿A dónde crees que vas, novio?  —Preguntó el mayor sonriendo aún sin liberar al menor de su agarre.

—Suelt- —Y el exterior pasó a un segundo plano cuando fue atraído por las manos ajenas —que en algún momento se habían aferrado a sus caderas— y sin previo aviso, besado.

Por inercia sus manos fueron a las mejillas del mayor en un intento de unirse lo más físicamente posible a aquella sensación tan nueva, a aquel vals de choques parsimoniosos que congeniaban maravillosamente en un roce devastado por la dulzura y delicadeza con la cual estaba siendo besado.

Jadeó cuando la legua de Kim dibujó sus labios melosamente, mientras su mentón era sostenido por una de las manos del mayor volviendo el beso lo más jodidamente caliente que podía, porque Jungkook lo estaba enloqueciendo y Taehyung necesitaba saciar su sed aunque no creyera que fuera posible.

—Joder. ¿No piensan respirar?—Y aquello fue suficiente para que la burbuja explotara y volvieran a la realidad.

—¡Mamá! —Gritó Jungkook y la señora sonrió inocente.

—Disculpa, la puerta estaba abierta y los ojos son indiscretos.—se excusó risueña mirando a los dos avergozados chicos. —Ya está la cena, bajen a comer.— agregó antes de marcharse no sin antes cerrar la puerta a su espalda.

Jungkook bufó.

Su familia estaba jodidamente loca.

Dos horas después, tras una opípara cena, todos estaban alrededor de la mesa cuando el abuelo, tras servirse de una botella, habló.

—Después de comer, una copilla de soju es lo mejor que sienta al estómago.

—Papá, he visto que no has comido nada de verdura —protestó la tía Haneul—, y sabes que eso es precisamente lo que tienes que comer, no la copita.

El anciano miró a Taehyung y acercándose a él le cuchicheó
haciéndole reír.

—Yo con el verde me voy por la pata abajo, pero esta puñetera hija mía se empeña en que lo coma todos los días.

—La verdura es buena para el cuerpo —sonrió Taehyung

—No para el mío —puntualizó el hombre.

La señora Jeon se levantó y fue a la cocina a coger una estupenda tarta de tres pisos de chocolate y nata, apagó las luces y entró en el salón. Todos comenzaron a cantar cumpleaños feliz al abuelo.

El anciano sopló las velas y se emocionó cuando sus nietos comenzaron a aplaudir mientras le pedían que dijera unas palabras. Finalmente se levantó de su silla:

—Ay, que feliz me hacen.

Tras mirar a sus nietos con pasión dijo mirando a Sana.

—Dame un kleenex, hermosa, que me veo venir.

Aquello hizo que Jungkook se carcajeara divertido y Taehyung disfrutara como un niño del momento.

Le encantó ver a aquella familia tan unida ante el abuelo. Aquello era lo que vivía cuando visitaba a su abuela en Daegu, y le emocionaba su autenticidad.

Sana le tendió un pañuelo al
anciano, este se secó los ojos y dijo con voz cascada:

—Hoy cumplo 85 años. Mi vida está siendo más larga de lo que yo nunca imaginé y vosotros, todos y cada uno de vosotros hacéis que sea bonita y dichosa.—Tras una breve pausa continuó—.Aunque no les mentiré si les digo que en un momento así me encantaría que mi Yoona estuviera aquí. —Secándose los ojos murmuró—: Aunque bueno, ya saben como pensamos. Ella está aquí mientras la recordemos y sé que todos nosotros las recordamos todos y cada uno de los días. Tengo una familia maravillosa y aunque a veces —sonrió el abuelo—, me irritéis y me sienta más vigilado que un marrano el día previo a la matanza —todos rieron— No los cambiaría ni por todo el oro del mundo —luego mirando al joven qué acompañaba a su nieto añadió—: Por cierto, me congratula mucho haber conocido al amigo de kookie. Y espero, que el año que viene, y
al siguiente, y al otro, vuelva con nosotros para celebrar mi cumpleaños.

Todos sonrieron. Estaba claro que todos habían aceptado a Taehyung como uno más. Sin poder evitarlo y mientras todos cantaban de nuevo el cumpleaños feliz al abuelo, Jungkook lo observó. Se le
veía sonriente y relajado. Incluso parecía disfrutar con la compañía de los suyos. Eso le agradó, pero al mismo tiempo, no pudo evitar sentirse incómodo.

...

Jungkook y Taehyung permanecieron en el patio de la casa durante un buen rato. Hacía frío, pero ambos necesitaban estar solos sin que nadie los mirara continuamente.

—Tu abuelo es todo un personaje.

Jeon sonrió y asintió.

—Sí. Reconozco que así es. Su fortaleza y la positividad con la que mira la vida es lo que más nos ayudó cuando murió la abuela. Si no hubiera sido por él...

—¿Te puedo preguntar de qué murió?

—Cáncer.

Sentir la tristeza de su respuesta, hizo que él levantara su mano y la posara sobre la de él.

—Lo siento.

Él asintió y suspiró. La quietud del lugar y el sentirse solos hizo que Taehyung acercara su boca a la del menor para besarlo.

Durante unos instantes ambos disfrutaron de aquel acercamiento hasta que un golpe en la espalda de Jungkook los devolvió a la realidad.

—Ostras, lo siento —se disculpó Ji Hoon al ver a quien había dado un balonazo.

Convencido de que lo sentía por la mirada del niño, Jungkook, sonrió.

—Ji Hoon... Ji Hoon... ¿Cuántas veces te hemos dicho que no juegues con la pelota dentro de casa?

—Esto es el patio, no un sitio para besarse —se defendió—. Aquí  me dejan jugar. ¿Te dejan a ti andarte besuqueando?

La puerta del patio volvió a abrirse y Ho Seok apareció con una cerveza en la mano.

—Monstruito, tu madre quiere que entres.

El niño vio una buena oportunidad para escapar. Sabía por la mirada de su primo que lo que había dicho no estaba bien, pero ya no había marcha atrás.

Una vez quedaron los tres adultos solos en el patios, Ho Soek le dio un buen trago a su cerveza y acercándose a aquellos dos susurró:

—A ver tortolitos ¿me puede alguno contar que está pasando?

Al ver que ninguno respondía, acercándose más a ellos murmuró mirando al nuevo "amigo" de su primo.

—Me han hablado mucho de tí.

—Y te vas a callar —sentenció Jeon.

—Joder macho, que me tenías mariado que si Taehyung esto que si Taehyung lo otro.—El mentado sonrió ampliamente.

—Cierra el pico ya —cortó aquel con determinación. Solo faltaba que alguno de los que estaban en el interior de la casa le escuchara, ya era demasiado vergonzoso.

...

A las dos de la madrugada todos decidieron ir a sus habitaciones ya que era demasiado tarde y los niños necesitaban dormir.

Una vez se apagaron las luces, Taehyung lo miró y agarrándole con sus manos el rostro lo atrajo hacia él y le besó. Y que se joda si durante toda la velada no había deseado hacer esto y ahora por fin podía hacerlo con tranquilidad.

Jungkook sonrió, y se deshizo con premura de su chaqueta de cuero y dejándose izar, terminó sentado sobre las piernas de él.

El aire impregnado de sensualidad iluminó el rostro de los dos. Taehyung lamió sus labios, mordisqueó su barbilla mientras Jungkook hacia por quitarle el abrigo.

Excitado como en su vida, por su ronca voz y por cómo lo tocaba, Jungkook hechó el cuello hacia atrás, mientras disfrutaba de las caricias y los besos, primero en el cuello, después en su clavículas para luego terminar en sus labios. El gruñido que salió de la garganta del menor lo hizo volver a la realidad y agarrándole del pelo, atrajo su mirada y susurró:

—Esto no es buena idea...

—Estás muy equivocado, es una excelente idea...—respondió molesto por ser separado.

—Jungkook... me gustas y... —Apartándose de él unos centímetros lo miró a los ojos.—Yo no quiero que esto se arruine. Joder ni siquiera ha comenzado. —Y no los culpen, tan solo eran dos jóvenes hormonales.

—¡Cállate, se nota que no serás la pasiva! —Aceptar aquello en voz alta le hizo sonrojarse. —Así que déjate de babosadas y termina lo que comenzaste. —ordenó haciendo fricción sobre la entrepierna del mayor.

Joder.

Taehyung no era de piedra y ver aquel muñequito de piel blanca, pelo negro y labios rojos e hinchados, respirando entrecortadamente contra su cuello fue el detonante perfecto para mandar todas las convicciones a la regalada mierda.

Jungkook sería suyo.

La respuesta del mayor fue quitarle la camisa y desabrocharle el cinturón del vaquero.

Medio desnudo y aún sentado sobre las piernas de Kim, comprobó donde en aquel momento a él le latía el corazón.

La acelerada respiración de
ambos y los besos cargados de frenesí, solo se podía culminar con lo que ambos deseaban, cuando de pronto se escuchó:

—Kookie... me estoy haciendo pipi.

Aquella voz hizo que ambos se paralizaran. ¿Nayeon?

Jungkook blasfemó, se volvió e incrédulo vio a su pequeña prima salir de abajo de la cama con cara somnolienta junto a su osito mirándole y, como pudo, preguntó mientras se subía la cremallera del pantalón:

—Pero Nayeon ¿qué haces aquí?




•♡•♡•

Editado/Corregido: 9/2/2021

Soy pésima en los lemon o algo parecido entre dos chicos pero tengan en cuanta que es mi primer shipp y eso...sorry :(
♡•♡•

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