Taehyung suspiró, esperando que las palabras de Jungkook no lastimaran su orgullo.

Sin embargo nada llegó.

Y quizás solo tenía que fingir que nada había pasado y luchar contra el impulso de mirar al pelinegro.

Por Dios.

Esa era la única opción viable que tenía ¿Entonces por qué estaba mirando directamente a los ojos de Jungkook?

¿Por qué no le decía nada?

—No es que quiera meterme en sus cosas...—Habló el señor Jeon desde el asiento trasero y a Taehyung se le fueron todos los colores del rostro—. Pero puesto que medio avión los escuchó, solo puedo decirle que hacen una bonita pareja.

Bueno, ya se imaginaba que los padres de Jungkook eran muy —muchísimo— flexibles, pero de igual manera aquel comentario lo había desubicado.

Jungkook sonrió, al fin saliendo del shock.

—Papá, que lo asustas. — Dijo divertido. Taehyung rodó los ojos para acomodarse incómodo en su asiento.

Aquello había sido extraño.

○●○

Traspasar el umbral de aquella bonita casa fue fácil, lo difícil fue encontrarse sumergido ante una multitud de gente que de pronto lo miraba con extrañeza.

Conteniendo sus ganas de salir
corriendo ante las mirada, Taehyung sonrió y les saludó con cautela.

—Hola.

Lo primero que recibió fue un pelotazo en toda la barriga que lo dobló. Se le cayeron las gafas de sol al suelo pero rápidamente las recogió. Jungkook miró a su primo y regañándole con la mirada socorrió al joven que, sorprendido aún por el pelotazo, intentaba mantenerse en pie.

Este debe de ser el tocapelotas profesional, pensó mirando al niño de pelo pajizo que se había quedado paralizado frente a él.

—¡Ji Hoon! —gritó Ho Seok, cogiéndole de la oreja—. Llevo horas diciéndote que dejaras el balón porque iba a ocurrir lo que ha ocurrido.

Con gesto preocupado Jung se volvió hacia él y preguntó:

—¿Estás bien?.

Pero no pudo responder. De pronto un hombre pequeño, delgado y con boina negra apareció levantando el bastón que llevaba en la mano gritó:

—Mecagoentoloquesemenea. Ho Seok ¡Suelta la oreja del muchacho!

—¿Qué lo suelte? —bufó—. Acaba de darle al amigo de Jungkook un balonazo que ha estado a punto de sacarle los ojos de sus órbitas, ¿y tú dices que lo suelte?

Bueno, aquel chico no parecía tan desastroso.

—O lo sueltas, o te endiño un bastonazo.—siseó el hombre.

Ay Dios... este debe de ser el abuelo. Pensó asustado el de apellido Kim mientras le veía blandir el bastón por los aires.

—Abueloooo—llamó una niña castaña de ojos claros—. ¿Juegas conmigo a las muñecas?

El muchacho miró aquella niña y supuso que era la hermana pequeña del tocapelotas.

Y antes de que el anciano pudiera responder a la cría, apareció una segunda muchacha morena pero con los ojos claros que, al ver la situación, dijo retirando a la niña y acercándose a Ho Seok.

—Pero, abuelo ¿qué estás haciendo? Baja el bastón antes de que le des a alguien.

La embarazada, pensó Taehyung al ver su enorme barriga.

El anciano, enfadado por como sus nietos y hija menor se dirigían a él, bastón en mano gritó:

—¡Ehhhh... no se revolucionen todos a la vez, que tengo pa to! —Luego miró a la niña que estaba tras la embarazada y dijo.—Dame unos minutos y estoy contigo, mi cielo.

Taehyung, parapetado tras el cuerpo de Jeon que observaba la situación divertido, estaba sin palabras. ¿Verdaderamente les daría un bastonazo?

Al final, Ho Seok soltó la oreja del niño, el abuelo bajó el bastón y el crío corrió a los brazos de su salvador. Sana, enfadada, se volvió hacia él.

—Ay Dios, disculpa a mi sobrino y al bruto del abuelo. Son tal para cual.

Asomando la cabecilla tras el brazo de Jungkook, Kim susurró.

—No... no te preocupes. No ha pasado nada.

El hombre de la boina tras solucionar lo del niño, dio un paso adelante y apartando con premura a Sana y a HoSeok de su campo de visión dijo al ver a su nieto:

—Pero si está aquí mi machote. Dame un abrazo.

Separándose de Taehyung, Jungkook abrazó a su abuelo, y el anciano al ver el joven moreno, preguntó con voz cascada por los años:

—¿Quién es este gorrioncito?

Divertido, Jeon soltó a su abuelo, y volviéndose hacia Kim, lo cogió de la mano para que diera un paso adelante.

—Es un amigo, abuelo —y dirigiéndose a él dijo—. Taehyung, este es el abuelo.

Taehyung y el hombre se miraron.

—Encantado, señor.

—De señor nada de nada, yo soy el abuelo —Y al ver que él chico sonreía añadió —Anda dame dos besazos hermoso y déjate de apretones de manos que con toda la juventud que me rodea yo ya me hice a la vida moderna hace mucho.

Y aquello logró sacarle una sonrisa verdadera a todos los presente. Incluido a Taehyung.

—Hola, papá.—Saludó Somin, llamando la atención del mayor.

—¿Y ustedes dos?—señaló a su hija y yerno.—¿Desde cuándo están aquí?

—Desde que se está cagando en todo lo que se menea.—fue la respuesta de señor Jeon antes de estrechar en un abrazo al padre de su esposa.

—Ya sabes que con estos niños hay que tener mano dura.—Ho Seok rodó los ojos.— Sino cuando lleguen sus padre no hay quien los aguante.

Bueno, aquella familia si era un tanto especial. Pensó Taehyung aún sin borrar la sonrisa del rostro.

...

Luego del ajetreo de las presentaciones y el equipaje, ahora se encontraba en la cocina esperando que Sana y la pequeña Nayeon le preparan algo de comer mientras tamboriliaba con sus dedos sobre la barra de desayuno.

—Oye... ¿Puedo hacerte una pregunta? —habló la pequeña que abrazaba un muñeco de felpa súper regordete sobre su pecho.

—Sí.

—¿Eres el novio de mi primo?

—No —respondió con rapidez tocándose las gafas con incomodidad en el cuello de su camisa.

—¿Pero sales con él o algo así?—indagó Sana mientras le dejaba el vaso de jugo y un sándwich mixto sobre la mesa.

—No. Solo somos amigos.

Acercándose hasta él la pequeña le cogió la mano.

—Eres muy guapo. Tanto como la novia de Ho Seok y me gusta que seas la novio de Jungkook. ¿Os vais a tasar? —dijo enseñándole su dentadura mellada.

—No... yo no soy su novio, ni nos vamos a casar —respondió buscando con premura a Jungkook, que al ver la mirada de socorro y las compañías a su lado acudió en su ayuda.

—¿Todo bien? —preguntó al llegar.

Taehyung asintió incrédulo de que una niña tan pequeña aceptara tan fácil aquello entre dos chicos.

—Le estaba preguntando si eran novios.—Habló Sana.

—Y yo le pregunté que si os ibais a tasar —finalizó la pequeña Nayeon.

—Increíble —susurró Jungkook conteniendo la risa—. Son las dignas hijas del chisme. ¿Es que acaso no puedo tener amigos?

—Sí. —respondieron al unísono.

—¿Entonces? —reclamó él.

—Kookie, va a dormir junto con él —sentenció la pequeña—. Y cuando uno duerme con alguien y se da besos de amor pues se tienen que tasar.

Sana miró a Jungkook y cubrió las orejas de su pequeña sobrina con las manos para evitar que oyera lo que iba a decir.

—A ver, yo tengo amigos pero no me acuesto con ellos ¿vale? —Al ver la cara que se le quedó, la joven sonrió y continuó—. Escuchamos a Ho Seok hablar de un chico que te gustaba. —Kim alzó una ceja. —Y ahora, al verlo aquí con la familia, nos da a pensar que sois algo más que amigos.

Y acto seguido, se alejó con la pequeña.

Taehyung se tapó la boca para no reír.

—Son niños, y por norma dicen lo que piensan. No se lo tengas en cuenta.—Habló Jeon crispado por haber sido descubierto.

—Si claro, Sana es una niña con casi nueve meses de embarazo.— ironizó el de apellido Kim bebiendo del jugo que la mentada le había servido segundos antes de que comenzaran con el interrogatorio.

—Idiota. —respondió de la forma más madura que podía.

—Baboso.

—Te odio. —contraatacó sacándole un risa socarrona a Kim.

—Acepta que estás loco por mí. — comentó desinteresadamente antes de marcharse de la cocina, dejando a un malhumorado Jeon con una sola pregunta en la cabeza.

¿Debería hacerle caso a Sana y aceptar todo de una puta vez?

Suspiró.

Talvez muy pronto le daría una respuesta al mayor.

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Editado/Corregido: 8/2/2021

Disculpen los errores y

Gracias por leer.

Esto fue solo para que conocieran la familia de Jungkook y sepan lo que se viene en esa semana que estarán en Busan...jejeje
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