Suspiró.

Habían pasado dos días desde que descubrió a Jungkook.

¿Acaso el muy imbécil no tenía intenciones de responderle?

Taehyung:
No te hagas el duro y contesta.
|visto a las 10:00pm|

Bufó.

Taehyung:
Contesta mis putos mensajes, rata rosada.
|visto a las 10:05 pm|

Taehyung:
Okay, ignórame, bloqueame, bórrame, déjame en visto, has lo que quieras, al final te veré en la escuela.

Idiota Jeon:
Maldito mal nacido. ¿Tanto me extrañas? ¡Déjame en paz!

Taehyung:
Entonces dime...¿Qué se siente ser descubierto?💅🏻

Idiota Jeon.
Me siento tan idiota como Kim Taehyung. ¿Lo conoces?🤔

Taehyung:
¿Hablas de chico súper sexy, de cabello gris, sonrisa perfecta, cuerpo completamente apetecible, todo un bombonaso?...

Idiota Jeon:
Dios...–face palm–

Taehyung:
Sí, todo un dios griego.

Taehyung:
Perdona, estaba describiéndome
¿Qué decías?

Idiota Jeon:
RI-DÍ‐CU-LO

Taehyung:
¿Ridículo? Haber cosita fea de carácter pasivo; ¡Yo nací brillando, si no te gusta échate escarcha!

Idiota Jeon:
¿Pasivo, yo? Permítame carcajearme —secando lágrimas—.😂🤣

Idiota Jeon:
Haber escarchita de diferentes colores...

Idiota Jeon:
¡AQUÍ EL ÚNICO PASIVO ERES TÚ!

Taehyung:
Entre nos...acepta la pasividad, así como yo acepto mi sana e inquebrantable heterosexualidad.
|visto a las 10:30 pm|

—Maldito, no me dejes en visto. — Gruñó antes de lanzar el teléfono contra los almohadones del sillón.

Kim Taehyung se ha desconectado.

...

Kim:
Entre nos... acepta la pasividad, así como yo acepto mi sana e inquebrantable heterosexualidad.
10:30 pm.

—Muy heterosexual, ¿no?. –Bostezó mientras se acurrucada bajo el grueso edredón de su cama.

"Acepta la pasividad"

Frunció el ceño. —Ya te gustaría. —Resopló. Ésta sería una noche muy larga.

○●○

—¡Jungkook!—Gritó su madre una vez que entró a la cueva que se suponía era el cuarto de su hijo. —¡Dios esto está peor de lo que pensaba!— Miró el bulto que descansaba tranquilamente bajo las sábanas. —¡Jeon Jungkook!

—Mmmm~

—¡Son las 2 de la tarde, hijo pensé que habías muerto!. —comentó en voz alta destapando a su pequeño oso.

—Cinco minutos más...—Imploró sin ánimos de abrir los ojos.

—¡No! —Respondió firmemente su progenitora dirigiéndose hacia las ventanas. —Esto parece una pocilga. —Abrió las cortinas.

—¡Mis ojos! —gimoteó tratando de resguardarse bajo el edredón, pero este había desaparecido.—¡Me quemo!—Chilló sentándose de una en la cama. Su madre sonrió victoriosa.—Mamá pudiste matarme. ¿Qué si me había mordido un vampiro? ¡Estuviera hecho cenizas!— Planteó restregándose los ojos.

—No es como si se fuera a perder algo importante. — Respondió, observando el lugar.

— ¿Acaso te ha inducido un OVNI?—Inquirió molesto.

—No. —Sonrió mientras doblaba el edredón —Jungkook, recoge tu cuarto o pon una señal de peligro cariño. —El mentado bufó.— Un día de estos quedarás sepultado entre tanto reguero, hijo.

Jungkook miró su cuarto, reparando en el bulto de ropa limpia desparramada sobre el sillón de 'lectura', los zapatos fuera de lugar y uno que otro calcetín usado regado por el suelo esperando volver a encontrar a su pareja; los mandos del X-Box sobre la caja de pizza que había ordenado la noche anterior y dos latas de cocacola vacías a los pies de su cama y bueno, alguno que otro póster y dibujo a medio caerse de la pared de la habitación. El típico cuarto de un adolescente mantenido, o eso creía Jungkook. Y cuando habló, lo hizo con toda la convicción del mundo: —Esto es lo más organizado que ha estado en años.

—Cariño lo único que está organizado en este cuarto es la mesa de estudio, evidenciando el gran uso que le das. Apuesto que solo pones el culo en esa silla para dibujar. —Jungkook sonrió avergonzado, Somin suspiró resignada. —El almuerzo está listo hace más de dos horas. —Antes de salir agregó. —Tienes visita.

—¿Visita?.—Preguntó, pero ya su madre se había marchado.

Bufó antes de cojer su teléfono.

Jungkook:
¿Estás en mi casa?

Yu Gyeom:
Primeramente un buenas, que no dormimos juntos, y en segunda, un ¿cómo amaneciste Yu Gyeom?, no estaría mal.

Rodó los ojos.

Jungkook:
Si estás en casa sube, no pienso sacar un pie de la cama.

Yu Gyeom:
No, no estoy en tu casa.
¿Qué te hace pensar que perdería mi preciado tiempo esperando que despiertes? Ni que fueras las bella durmiente.
2:14pm.

—¿Papá?— Murmuró, saliendo de la cama tan rápido como pudo.—¡Maldito reguero!—Chilló cuando tropezó con sus Timberlands verdes. —Joder. —las pateó hacia algún lugar muy lejano de su camino –bajo su cama– para salir desprovisto de algún espejo o peine.

Papá había regresado.

Recuperó el aliento lo más rápido que pudo para bajar las escaleras a una velocidad que ni Spiderman.

Pero cual fue su sorpresa...

—¿¡Mamá quién vino a visi... no me jodan. —¿Dónde estaba la puta cámara oculta? —¿Taehyung? —El mentado sonrió.— ¿Qué haces...

—Cariño, será mejor que hablen cuando te pongas pantalones, ¿no crees?—Comentó su madre soltando una sonora carcajada, a la cual no tardó en unírsele la sonrisa divertida de Taehyung.

Tierra trágame.

Pensó mirando sus boxers amarillos con la carita de Pikachu.

...

Despertar de mal humor no había sido ni por un momento la más mínima parte de un día de mierda. Pues ahora se encontraba en una cafetería con el mismísimo diablo, perdón Taehyung.

—¿Qué hacías en mi casa? ¿Y cómo sabes dónde vivo?—inquirió mirando fijamente a su acompañante. Taehyung permaneció en silencio.— ¡Te estoy hablando! —Levantó la voz más de lo necesario.

—Escucha. —Habló por fin, sacándole un suspiro de fastidio a Jeon. —Vivimos a menos de dos cuadras en el mismo vecindario, ¿Cómo no iba saber dónde vivías? —Respondió aparentando obviedad.

—¿Entonces sabías dónde vivo?— Alzó una ceja.

—Sí.

No, no lo sabía hasta que acepté la estúpida apuesta de Jimin.

—¿Qué hacías en mi casa?—Empujó el interior de su mejilla con la lengua mientras ponía sus brazos en jarra.

—Quería ver tu cara de angustia.—Sonrió.— Te ves patético cuando te enojas. Además... ¿De verdad pensaste que me quedaría de brazos cruzados mientras tú me ignoras?.— Jungkook rodó los ojos.—Necesitas pagar por tus actos, Pikachu.— Agregó recordando aquel épico momento de la mañana.

—¿Necesito irme de Seúl?

—Dios, no pienso ser tú bully personal, tómatelo como algo entre nos. —Respondió sin gracia, ya se estaba cansando.

—¿Me puedo ir?

—Adelante, Pikachu.

Aburrido, Jeon Jungkook se había vuelto aburrido.

—Okay. —Respondió desinteresadamente el pelinegro poniéndose de pie, deteniéndose una vez había llegado a la puerta principal de la cafetería. —¡Hasta luego, escarchita! —Gritó llamando la atención de todos los trabajadores y clientes en el lugar. —¡Te espero esta noche para...—movió su mano en un puño delante de la boca, al mismo tiempo que empujaba el interior de su mejilla derecha con la lengua fingiendo una felación con todo el descaro del mundo.— ¡Bye, Kim! —Y salió, salió de la cafetería dejando a un Taehyung maldiciendo y deseando no volver a ver a aquel estúpido y sinvergüenza pelinegro.

¡Maldito idiota!

○●○

—¿Cómo fue tu cita?— Preguntó risueñamente su amigo y por ende ganándose una mirada de reproche por parte del peligris.

—¡Santo G-Dragon, le dijo a toda la cafetería que me iba hacer una felación esta noche! —Lamentó dejándose caer en el sofá de su amigo.

—¿Qué? —La estrepitosa carcajada se escuchó en todo el salón de la casa.

—Adelante Minnie, ríete de mi desgracia.

—Lo siento, lo siento.—se disculpó el pelirrubio aún sin poder esconder la sonrisa.—¿Pero conseguiste su número, no?—Dubitó esperando expectante una respuesta.

—Sí.

Y lamentó haber aceptado aquella absurda apuesta porque ya él tenía el número del pequeño pelinegro.

¡Joder! ¿En qué mierda estaba pensando?

Ups, quizás en ese abrigo Chanel que Jimin había apostado y que tanto le gustaba.

Editado/Corregido: 14/1/2021

Hice en este capítulo cambios en los diálogos y demás, aunque no en su totalidad. A partir de aquí trataré de alargar los capítulos y mejorar un poco la narración... jejeje

¡GRACIAS POR TU APOYO!