Apenas llegué a su casa ella ya me estaba esperando afuera. Tenía puesto un jean negro, una remera blanca y una campera creo que deportiva. Y yo con un jean claro y una camisa blanca.

Tenía una mirada algo apagada comparada a su usual sonrisa y comportamiento animado. No trató de disimular cuando me vio así que me saqué la curiosidad.

— Mis padres me tienen cansada. Vamos y te cuento si quieres.

— Lo que tú quieras, yo te escucho.

— No es nada del otro mundo pero me tiene hasta la mierda. Llegan cansados del trabajo y lo único que hacen es reclamarme por todo lo que no hice. Que no lave un vaso, que el comedor está sucio, que no estudio... Pero a mi hermano no le dicen nada. Claro, si no está en todo el fucking día, no lo ven y listo.

— ¿Y se lo dijiste a tu hermano? Ya sabes, poner las cosas justas para ambos.

— Yo tampoco lo veo... Y seguro le entra por un oído y le sale por el otro.

— Al menos inténtalo. Y si no funciona... Pues extorsionalo con algo. 

— Me gusta la idea. Le voy a secuestrar su notebook, para que no pueda ver porno.

— Que cruel, piensa en cómo te sentirías tú sin ver porno.

— Pues igual. Solo tendría que llamar a mi mommy.

—Pequeña pervertida, ya vas a ver.

 — Lo que mommy diga.— dijo con una risita y después suspiro— No sabes cuanto cambian las   cosas cuando hablas con alguien.

—Uhm me hago una idea jeje...

Ahí, esa misma comenzamos a salir, comenzamos nuestra vida juntas. Con varias idas y vueltas en nuestra relación. Comenzamos una terrible guerra de celos por parte de ambas. Si le sumamos engaños, peleas y mucha desconfianza, teníamos como resultado una relación tóxica. Nos habíamos vuelto completamente dañiñas con la otra.

—¡Eres mía! ¡No puedes acostarte con ella!—Grité totalmente enojada, ya era la segunda vez que las encontraba en nuestra cama.

—Pues lo hace mejor que tú. A-—"Además tu estuviste con Handong." Sabía lo que diría, pero la empuje a la cama y me puse sobre ella sosteniendo sus muñecas. Dejando a mi orgullo decidir por mis acciones.

—Así que lo hace mejor que yo ¿eh? Pues no gimes con ella como lo haces conmigo, maldita zorra.—Nos miramos con odio mientras ella se removía debajo mío con fuerza.—Eres mía y punto. Así que me respetas.

—¡Déjame! —Logró soltar una mano y empujarme. Yo metí dos dedos en su vagina y se escuchó un gruñido. Seguido de varios gemidos cuando comencé a moverlos en aleteantes círculos. Arqueó la espalda y terminé yo detrás de ella mientras nos arrodillabamos en la cama, sintiendo las manos de la otra rasgar nuestros cuerpos, escuchando los ruidos de ambas llenar la habitación, y probablemente toda nuestra casa. 

—¿Así que lo hace mejor que yo, perra? 

(...)

Sabíamos que esto no nos hacía bien pero todas las veces que intentamos terminar; extrañamente se volvía enfermiso pensarnos todo el tiempo. Necesitarnos, extrañar nuestras peleas, nuestras cenas juntas, incluso despertarnos y basarnos hasta prendernos fuego en las mañanas. Por mi parte me sentía sola en casa, como si nadie pudiera ocupar su lugar por.mucho que conociera cientos de chicas. Me sentía deprimida, no tenía muchos ánimos para levantarme en la mañana, o hacer algo siquiera. Era como si nos debiéramos.

Y siempre terminabamos buscandonos otra vez para reactivar nuestras vidas.

—Hace años que hacen éstas estupideces. Ya vamos a cumplir 30 y están así desde secundaria.

—Pues en problema nuestro, Bora.

—Lo sería si no me llamaras llorando a las 3 de la maña para decirme que se acostó con alguien más o para decirme que la cagaste.

—Entonces ya no te llamaré. ¿Es eso?

—No. JiU es por ustedes. 

—Pues estamos mejor juntas que separadas. Y así nos vamos a quedar.

—Están obsesionadas... ¡Dios! ¡Esto es tan enfermizo!

Lo sabíamos. Y no nos importaba. Era nuestra forma de amarnos. Jugar con el.corazón de.la.otra era una forma de tenernos para siempre.

Yo era de ella...

Y Yoohyeon es mía. No la toques.

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Holii, como siempre, espero que les haya gustado. 

Y no duden de dejar cualquier corrección o sugerencia <3

Gracias por leer.