15.- Una decisión que te haga sentir bien.
JAYDEN
Tal vez debí de haber considerado que el decirle al abuelo sobre la presencia de Zack Brooks y su nieto en mi casa, no era una buena idea.
Tuve que asegurarle hasta el cansancio que no hizo nada para dañarme, repetir una y otra vez las palabras que dijo para que no tuviera dudas que me encuentro perfectamente.
—Sabía que haría algo como eso —murmura —no va a quedarse tranquilo hasta obtener lo que quiere.
Se mueve de un lado al otro de la habitación, demasiado tenso a mi parecer. Robie también está a su lado, con una mirada crítica.
—¿Cres que hablen con Jordan? —pregunta mencionando a mi agente —si la oferta llega, creo que no hay mucho que podamos hacer. El público esperará la pelea.
—Ya la esperan —intervengo —parece que todos creen que aceptaré. Si ellos continúan hablando con la prensa, pronto tendré la presión de los patrocinadores también.
El abuelo sacude la cabeza, cierra los ojos por un par de instantes y luego suspira. Coloca las manos en la cintura, como si estuviese considerando toda la información que le he dado.
—Solo nos queda esperar, si en verdad la quieren, le harán saber a Jordan. Él nos avisará tan pronto suceda, ofrecerán términos seguramente, así que no aguardaremos por saber que es lo que pretenden realmente.
Esperar, grandioso, lo único que no deseo hacer.
—¿No sería mejor salir y decir algo? —observo a Ronie —todo mundo piensa que soy un cobarde por no responderle.
—El publico piensa muchas cosas, Jayden —dice —escucha a Luke, él tiene razón. Nuestra mejor arma ahora es esperar, no podemos ni debemos adelantarnos.
Ruedo los ojos, ¿por qué todo el mundo desea esperar? Mientras esperamos seguramente ellos están ideando cualquier cosa para conseguir la pelea, estarán demasiado ocupados convenciendo a la prensa.
—La templanza debe de ser tu mejor arma, Jayden —miro al abuelo —sería buen momento para que comiences a utilizarla.
Resoplo, me incorporo del asiento porque no tengo más que hacer aquí. Ambos me miran cuando lo hago, recupero mi mochila que descansa sobre la alfombra y giro hacia ellos.
—Bien, esperaremos entonces —parecen satisfechos —avísenme cuando la prensa me condene por no responder y me quede sin patrocinadores.
La tensión se esfuma cuando ambos se carcajean.
—No nos hagas un drama, Badbreaken —dice Robie —paciencia, paciencia.
—Paciencia, paciencia —respondo empleando un tono burlesco —como sea, me voy porque tengo clases.
Salgo de la oficina de mi abuelo, recibo un par de miradas de los chicos que se encuentran entrenando en el club, las mismas miradas que he estado recibiendo desde que Cody dijo que quería una pelea por el cinturón.
Lanzo la mochila al asiento del copiloto y me coloco el cinturón, el auto enciende con un rugido y la música estalla por las bocinas. Decidí venir a hablar con mi abuelo antes de ir a la universidad, evidentemente no fue tan buena idea como pensé así que ahora tenía que aguardar "pacientemente" a que Cody haga su siguiente movimiento.
La conversación con mis entrenadores me retrasó, así que para cuando llego a la universidad, la primera clase ha comenzado, la profesora me deja entrar no tan amablemente debido a mi impuntualidad, pero al menos tiene la suficiente como para no dejarme afuera.
Los asuntos de mi carrera nunca se han entremezclado con la universidad, pero ahora realmente me siento incapaz de prestar atención. La profesora habla y habla sobre un tema que seguramente es importante porque todos están tomando apuntes, pero yo no consigo mantener mi concentración en el tema.
Y ojalá hubiese sido solo ese momento.
—Estás extraño —Asher me lanza una mirada inquisitiva mientras almorzamos.
La cafetería de la universidad hoy está especialmente llena, hay ruido de risas, conversaciones y pasos apresurados.
—¿Ocurrió algo? —Kyle pregunta antes de darle un mordisco a su hamburguesa.
—No, solo tengo el mismo asunto en la cabeza —admito encogiéndome de hombros —ya saben, la pelea que Cody Brooks quiere.
—No debería de preocuparte, el idiota solo quiere un poco de fama, si no te mencionara, nadie sabría sobre él.
Sí, lo mismo pensaba hasta hace dos noches. Realmente el tomarse el atrevimiento para ir hasta mi hogar, muestra lo realmente interesados que están porque la pelea se lleve a cabo. No parece que acepten una simple negativa.
Los Brooks harán hasta lo imposible para conseguir el enfrentamiento, y mi silencio comienza a ser mucho más molesto de lo que pensé.
—Mi abuelo y Robie dicen que debo esperar, pero es tan malditamente desesperante no hacer nada. Siento como si debiera salir y darle la cara, pero ellos opinan que debo ser "paciente".
—Si quieren publicidad, que hables de ellos solo les dará exactamente lo que buscan —Asher me lanza una mirada similar a la de mi abuelo y retengo el impulso de rodar los ojos —tu abuelo tiene razón, solo ignóralos. Al final, no valdrá la pena.
¿Por qué todos tenían que opinar lo mismo? A pesar de que sé que probablemente es la decisión más sensata, una parte de mí no está conforme, no se siente cómoda guardando silencio.
Mi día no mejora, evidentemente. Así que cuando llega la última clase, tengo la tentación de marcharme a casa. Sin embargo, no lo hago y me obligo a mi mismo a ir hacia el aula y mostrarme tan interesado como puedo.
Cuando ingreso, el sentimiento de molestia parece apartarse tan solo un poco ante el par de ojos verdes que me reciben. Tessandra sonríe, lanzándome una mirada que va mucho más allá de todas las habituales.
Camino hasta mi asiento, dejo la mochila a un costado y tan pronto me he acomodado, Tess gira el torso para conseguir mirarme.
Me fijo en su rostro, hoy lleva un poco más de maquillaje del habitual y tiene un bonito delineado en los párpados.
—Reinita —saludo inclinando el cuerpo hacia adelante —¿me echaste de menos?
—¿Cómo quieres que deje de llamarte presuntuoso y arrogante cuando te crees el centro del universo? —me rio porque sus palabras esta vez no tienen el filo que las caracteriza.
Jess, su fiel amiga, me lanza una mirada curiosa. No hemos hablado demasiado a pesar de que compartimos aula, en realidad, parece que nadie en las aulas está interesado en formar lazos de amistad.
—Tal vez porque lo soy —la molesto —pero no respondiste a mi pregunta.
—Con tantos asuntos pendientes, no me ha dado tiempo de pensar en ti, campeón.
Aprieto los labios intentando retener mi sonrisa, sacudo la cabeza y echo el cuerpo hacia atrás.
—Eres extrañamente sarcástica —admito.
Es su turno de reír, el sonido me resulta agradable. Sus ojos se estrechan cuando sonríe y sus pómulos adquieren una leve y casi desapercibida tonalidad rojiza.
La profesora ingresa, así que nuestra conversación se corta y Tess vuelve su atención al frente, sin embargo, un par de segundos después vuelve a mirarme para dedicarme un guiño.
Y ese simple gesto es todo lo que requiero, para sentirme de nuevo de buen humor.
Al final de la clase, Tessandra consigue escabullirse que no tengo tiempo de alcanzarla. Planeaba invitarla a tomar algo, un par de cafés tal vez, aunque considerando que teníamos un clima caluroso hoy en la ciudad, tal vez no hubiese sido una buena idea.
Asher y Kyle me encuentran en el pasillo, ambos parecen estar en la disposición de salir y tomar algo, sin embargo, cuando estoy por responderles que sí, la veo.
—Lo siento chicos, en otra ocasión será. —No me molesto en esperar una contestación, apresuro el paso hasta el estacionamiento y llego casi corriendo a su lado.
Jess me lanza una mirada interrogativa, claramente confundida ante mi aparición.
—Hola —Tess voltea cuando escucha mi voz, una sonrisa crispa sus labios, no parece sorprendida ni confundida, en comparación con su amiga.
—Hola —responde. Se acomoda la mochila sobre el hombro, y permanece en silencio, indicio de que espera que yo continúe.
—¿Estás ocupada hoy? —inquiero —estaba pensando que tal vez puedo invitarte a tomar algo.
Antes de que pueda responder, Jess se adelanta. Da un paso colocándose entre nosotros y la miro sin entender que pretende.
—Un momento, ¿qué está ocurriendo? —nos mira a ambos —¿qué acaso ustedes no se odian?
Tess frunce los labios, en un signo evidente de que no le agrada el aclarar esa cuestión a su amiga.
—¿Desde cuando salen a tomar algo juntos? —vuelve a intercalar miradas entre nosotros, parece tomarle un par de segundos entender, y cuando lo hace, lanza un grito que me hace arrugar la nariz. —¡Lo sabía!
—¡Shht! —Tessandra calla a su amiga con una mirada irritada —cierra la boca, Jess, no queremos que nos escuchen.
—Sí, Tessandra aún no quiere que se sepa que se muere en secreto por mí —bromeo —¿Cierto, reinita?
—Oh, cierra la boca, Jayden —pide, pero mantiene la sonrisa en sus labios —¿te veo luego, Jess?
La chica asiente, nos lanza ahora una mirada divertida y luego se marcha. Cuando está lo suficientemente lejos, Tessandra gira hacia mí.
—Te encanta molestarme, ¿no es verdad?
—Es mi pasatiempo favorito —admito —entonces... ¿estás libre?
Mueve la cabeza en un asentimiento y mentiría si dijera que la respuesta no me alegró, porque lo hizo. Y más de lo que esperé.
—¿Podemos ir en tu auto? —inquiere dándome una rápida mirada —Dean tuvo que usar el mío.
—¿Dean?
—Un amigo de Northwest, tuvimos unos asuntos con las apuestas y lo requirió —expresa —Jess iba a llevarme, pero...
—No hay problema —interrumpo —vamos, mi auto está por ahí.
Caminamos en silencio hasta el auto, le abro la puerta para permitirle ingresar y luego la cierro. Al otro lado del estacionamiento reconozco a Asher y a Kyle, el primero mantiene una sonrisa en el rostro mientras el otro tiene la misma expresión que la amiga de Tess.
Los miro antes de formar un saludo y meterme al auto. Tess está terminando de colocarse el cinturón de seguridad, me aseguro de bajarle el volumen al estéreo para no sobresaltarla con la estridente música cuando enciendo el motor.
—¿Tienes un sitio en mente? —inquiere cuando salimos del estacionamiento.
—Pensaba en tomar un par de cafés, pero es un día caluroso, así que...
—Conozco un pequeño establecimiento en donde podemos tomar algo refrescante —sugiere —si estás de acuerdo.
—Por supuesto.
Ella dice la dirección y la reconozco. Mientras conduzco, no hablamos demasiado, el silencio que se instala entre nosotros es uno cómodo, así que ninguno de molesta en romperlo, hasta que ella tiene que comenzar a darme las indicaciones para poder llegar al sitio al que nos dirigimos.
El lugar es un pequeño establecimiento de comida rápida, estaciono cerca de la entrada y bajamos. Tess luce familiarizada con el lugar, saluda a un par de chicos que atienden y nos conduce hacia una de las mesas.
El aire acondicionado refresca lo caluroso del exterior y apenas nos acomodamos, una mesera llega con los menús.
—Los batidos son deliciosos, en especial el de fresa, es refrescante —señala el menú —¿qué dices si compartimos unas papas fritas?
Tess habla con naturalidad, como si esta fuese una de las muchas salidas que hemos tenido cuando en realidad solo hemos salido dos veces. Pero por extraño que parezca, se siente bien. Como si con ella no hubiese necesidad de forzar las cosas, simplemente...suceden.
—Me parece bien —concuerdo.
Hacemos nuestra orden, pedimos dos batidos de fresa y una orden de papas fritas para acompañar, cuando la mesera se aleja, Tess se acomoda sobre al asiento y me lanza una mirada curiosa.
No sé como interpretar su curiosidad, se siente como si estuviese intentando descubrir algo de mí, como si estuviese buscando las respuestas de preguntas que no ha planteado.
—¿Todo en orden? —inquiero cuando no hace más que mirarme —¿tengo algo en el rostro?
Sacude la cabeza, se inclina hacia adelante y apoya los codos sobre la superficie de madera. Entrelaza los dedos, y apoya la barbilla sobre sus nudillos.
—Me he estado preguntando desde el viernes por la noche, que es lo que está ocurriendo —admite —es decir, no es como si tuviésemos una relación ahora...en realidad no estoy segura de que es lo que está pasando.
—¿Puedo serte sincero?
—Por favor —pide.
—Realmente no tengo idea, a decir verdad, antes del viernes nunca cruzó por mi mente el poder besarte —me inclino hacia ella —nunca pensé en realidad que algo sucediera. Es extraño, y fue tan rápido que yo tampoco entiendo cómo...o porqué. Es confuso, pero me gusta.
Su mirada se vuelve más profunda, hay una emoción en su mirada que no puedo describir, como si estuviese luchando por contenerse a decir algo.
—Así que...antes del viernes... ¿no había nada? —sacudo la cabeza —¿y ahora?
—Bueno, ahora me gusta pasar tiempo contigo —manifiesto con seguridad.
Mira a nuestro alrededor, como si quisiera asegurarse de que no hay nadie a nuestro alrededor. Por un instante, dudo que yo esté mal interpretando todo y sea ella quien no desea que esto continúe.
—¿Tess?
—Es que yo...
El sonido de mi celular capta mi atención, suelto una maldición por lo bajo y saco el artefacto de mi bolsillo. Mi entrecejo se arruga en cuanto miro la pantalla, con el nombre de Jordan, mi agente, anunciándose.
No suele llamarme, no con frecuencia. Normalmente contacta a mi abuelo, así que el hecho de que esté llamándome ahora...es extraño.
—Lo siento, dame un minuto —pido deslizando la pantalla y respondiendo, no me aparto de la mesa, permanezco en mi asiento mientras tomo la llamada —Hola, Jordan.
—Hola, Jayden. ¿Estás ocupado?
—Un poco, en realidad —expreso —¿qué ocurre?
Hay un corto silencio en la línea y eso solo consigue inquietarme más.
—Quiero hablar de esto primero contigo, porque conozco a tu abuelo y sé que probablemente sea un obstáculo.
—¿Para qué?
—El agente de Cody Brooks me ha llamado, quieren una pelea, están decididos a tenerla.
Mi cuerpo se tensa, vaya que los idiotas han sido rápidos. Hace menos de dos días que hemos hablado y ellos ya contactaron a mi agente, así que definitivamente utilizarán todos sus recursos para la pelea.
—¿Quieren algo en especial?
Siento la mirada de Tess sobre mí, pero no me atrevo a mirarla. Mantengo la vista fija en la ventana del establecimiento, intentando controlar la molestia creciente en mi sistema.
—No tienen exigencias, pero quiere una pelea por el título de campeón de la categoría libra por libra. Si me preguntas, Jayden, esto es serio. No van a detenerse, y si no respondemos, es seguro que utilicen presión mediática.
Cierro los ojos por un par de instantes, considerando mis opciones. Quería responder, quería dejarle saber a esos idiotas que no soy ningún cobarde, y que no tengo miedo de enfrentarlo.
—Bien, entonces...tal vez deba hablar con mi abuelo, para decirle que no planeo seguir guardando silencio, y que quiero la pelea. —solo en ese instante miro a Tess, sus cejas se elevan mientras me mira con un dejo de incredulidad.
Un corto silencio vuelve a instalarse, uno que me hace saber que probablemente Jordan tampoco está del todo de acuerdo, pero no me cuestiona.
—Sería bueno que nos reuniéramos, viajaré esta noche a Portland, nos vemos en las oficinas de Luke y discutiremos todos los detalles. No puedes tomar esta decisión solo, y lo sabes.
Resoplo, sé que no hay mucho que pueda hacer al respecto así que solo le doy una corta respuesta y cuelgo, cuando lo hago, suelto el aire contenido y me enfoco de nuevo en Tess.
—¿Pelearás con él? ¿No ha sido demasiado...precipitado?
—Iba a suceder de una manera u otra —me encojo de hombros —no planeo huir, rechazar la pelea...—sacudo la cabeza —creo que he querido pelear con él desde que apareció.
Intento apartar el sentimiento que vuelve a mi pecho, no quiero sentir esto ahora. No en este momento, no con Tess delante de mí.
—¿Ibas a decir algo antes de la llamada? —parpadea, sacude la cabeza levemente y me sonríe.
—No es nada —admite.
Ladeo la cabeza, no convencido por su respuesta. Tess aún mantiene la leve sonrisa en los labios, no luce preocupada o inquieta, así que trato de decirme a mi mismo que lo que dice es verdad.
—¿Estás segura?
—Sí, es decir, aunque estoy inquieta por la rápida decisión de tu pelea—frunce los labios y me lanza esa mirada que he notado que siempre posee cuando algo le preocupa —¿estás seguro?
Me mantengo en silencio, considerando la respuesta. Tessandra no es alguien a quien puedas engañar con facilidad, es demasiado inteligente como para pasar por alto una mentira.
—¿Recuerdas nuestra conversación en mi departamento? ¿Dónde dijiste que la decisión que tome, sea cual sea, debe de hacerme sentir satisfecho?
Asiente, apenas un leve movimiento, pero me incita a continuar.
—No soy del tipo de persona que huye, que guarda silencio. Sé que no le debo nada a Cody Brooks, sé que él tiene sus razones para querer esta pelea, razones que no tienen nada que ver conmigo, pero no me siento bien solo ignorándolo.
Me mira con comprensión, como si en verdad entendiera mi sentir.
—Necesito que sepan que no soy ningún cobarde, que sepan que no pueden aparecen ofendiendo a mi familia y reclamando algo que nunca les ha pertenecido. Cuando comencé a boxear, prometí que honraría mis apellidos, que tendría mi legado, y tener uno también significa que debo defenderlo.
Tessandra extiende la mano a través de la superficie de madera para tomar la mía, la calidez de su piel se encuentra con la mía, dejando una extraña sensación en mi interior.
—¿Eso te hará sentir bien? —pregunta —¿el motivo que te orilla a querer pelear, es suficientemente fuerte?
—Lo es —no tengo duda, el sentimiento que explota en mi pecho me dicta que debo hacerlo. —Si no lo hago...si no me dejan hacerlo...realmente va a sentirse como la mierda.
Sonríe levemente, las yemas de sus dedos acarician el dorso de mi mano, es un movimiento suave que me hace sonreír también.
—Entonces creo que tienes tu respuesta —apunta.
—¿Sabes que otra cosa me hará sentir bien?
Ella arquea la ceja, esperando la respuesta.
—Esto —me incorporo levemente, inclino el cuerpo hacia adelante y tiro de su mano para acercarla, cuando lo hace, mi mano viaja hasta la parte trasera de su cuello y la atraigo a mí.
Nuestros labios se encuentran, sus labios se mueven contra los míos dejándome saber que no me he equivocado al pensar que esto, a pesar de ser rápido y confuso...se siente bien.
Cuando nos apartamos, cuando cada uno vuelve a su asiento y nos miramos, me atrevo a preguntarle.
—¿Esto te hace sentir bien, reinita? —sus ojos se iluminan, con algo que nunca antes ha estado en sus ojos, casi como una revelación.
Sus labios se inclinan en una sonrisa suave, pero llena de sentimiento.
—Lo hace, campeón. Definitivamente lo hace.
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