Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 4: La tensión de un secreto

La cueva estaba silenciosa, salvo por el eco ocasional de pasos y voces bajas que resonaban en los pasillos.

Jake había sido llevado de regreso a una de las habitaciones más seguras, lejos de los demás. Sunghoon estaba apoyado contra la pared, su mente atrapada en un torbellino de pensamientos.

No era solo el hecho de que Jake fuera su misión; era la revelación que lo había golpeado como un relámpago.

Desde el momento en que lo vio, desde ese primer cruce de miradas, supo que algo era diferente. El instinto primal dentro de él no había dejado de recordárselo... Jake es su omega.

Pero la situación era mucho más complicada que eso.

—¿Qué estás haciendo, Sunghoon? —la voz de Heeseung interrumpió sus pensamientos.

Sunghoon levantó la vista para encontrar a su segundo al mando, Heeseung, observándolo con los brazos cruzados y una expresión llena de desaprobación.

—¿Qué quieres decir? —respondió Sunghoon, fingiendo indiferencia mientras se apartaba de la pared.

Heeseung avanzó un par de pasos, manteniendo su mirada fija en él.

—Sabes perfectamente a qué me refiero. Desde que trajimos a ese chico aquí, has estado actuando... diferente.

Sunghoon frunció el ceño.

—Estoy cumpliendo con mi deber. Jake es esencial para nuestra misión.

Heeseung soltó una risa seca.

—¿Es eso todo? Porque no parece que lo trates como una simple herramienta para la misión.

—¿Y qué se supone que significa eso? —Sunghoon endureció su tono, dando un paso al frente.

Heeseung no se inmutó.

—Lo estás protegiendo demasiado. Incluso para ti, es extraño. Y no soy el único que lo ha notado.

Sunghoon apretó los dientes, sintiendo cómo la tensión comenzaba a subir en su cuerpo. Heeseung siempre había sido directo, y era una de las razones por las que confiaba en él, pero ahora deseaba que dejara de presionarlo.

—Jake es importante, ¿de acuerdo? —dijo finalmente, con un suspiro.

—Claro que lo es, pero no puedes permitir que nublen tu juicio, Sunghoon. No olvides por qué estamos aquí.

El alfa permaneció en silencio, mirando a Heeseung con los labios apretados. Su mente volvía una y otra vez a la misma pregunta ¿Qué hará ahora?

No podía decirle a Heeseung la verdad. Si lo hacía, la situación se volvería aún más complicada. La dinámica entre los dos siempre había sido clara; Heeseung era el estratega, el segundo al mando, la voz lógica que contrarrestaba el instinto protector de Sunghoon. Pero esto era algo que no podía compartir con nadie.

—Lo sé —respondió al final—. Estoy pensando en el equipo, en la misión.

Heeseung lo miró durante un largo momento, como si evaluara la sinceridad de sus palabras. Finalmente, negó con la cabeza.

—Espero que sea así. Porque si esto se convierte en un problema, no dudaré en intervenir.

Sunghoon asintió, aunque las palabras de Heeseung le dejaron un sabor amargo.

—No será un problema.

Heeseung no respondió. Simplemente dio media vuelta y salió de la habitación, dejando a Sunghoon solo una vez más.

Esa noche, mientras la mayoría del equipo descansaba o trabajaba en silencio, Sunghoon se acercó al pasillo donde estaba Jake. En el interior, el joven científico se encontraba sentado en el borde de una cama sencilla, mirando un cuaderno que había pedido para anotar sus pensamientos.

Sunghoon dudó por un momento antes de entrar.

—¿Puedo?

Jake levantó la vista, sorprendido de verlo.

—No es como si pudiera decirte que no, ¿verdad? —respondió con sarcasmo, pero su tono carecía de la hostilidad que había mostrado antes.

Sunghoon sonrió levemente y cerró la puerta detrás de él.

—Solo quería asegurarme de que estuvieras bien.

Jake levantó una ceja, claramente desconfiado.

—¿Por qué te importa? Según tus amigos, soy solo una herramienta para su revolución.

Las palabras de Heeseung volvieron a la mente de Sunghoon, pero las apartó. Se sentó en una silla frente a Jake, manteniendo una distancia que parecía calculada.

—No todos aquí piensan igual.

Jake lo miró fijamente, como si intentara descifrarlo.

—¿Y tú? ¿Qué piensas?

Sunghoon tomó un momento antes de responder, observando el rostro de Jake. Había algo en él, algo que lo hacía imposible de ignorar. No era solo su inteligencia, ni siquiera su aparente fragilidad. Era algo más profundo, algo que resonaba dentro de él.

—Pienso que eres más que una herramienta. Pero también creo que tienes un papel importante que jugar aquí, aunque no te guste.

Jake bajó la mirada, sus dedos jugando nerviosamente con el lápiz en su mano.

—No entiendo nada de esto. Ni siquiera sé por qué soy importante. Todo esto de las "jerarquías", alfas y omegas... nunca había escuchado algo así.

Sunghoon sintió un nudo en el estómago. Sabía que Jake estaba siendo honesto, pero no podía decirle la verdad. No aún.

—Es complicado —dijo, eligiendo sus palabras con cuidado—. Los distritos te criaron para creer que todos somos iguales, pero no es cierto. Hay diferencias entre nosotros que no pueden ser borradas, no importa cuánto intenten.

Jake levantó la vista, con una mezcla de curiosidad y confusión.

—¿Y tú? ¿Qué eres?

Sunghoon sostuvo su mirada, sintiendo que la respuesta pesaba más de lo que debería.

—Soy un alfa.

La palabra parecía extraña en los labios de Jake. Era la primera vez que la escuchaba de esa manera, con tanta seguridad y orgullo.

—¿Y eso qué significa?

Sunghoon esbozó una pequeña sonrisa.

—Significa que proteger es parte de lo que soy.

Jake apartó la mirada, procesando lo que acababa de escuchar. Había algo en las palabras de Sunghoon que lo inquietaba, pero al mismo tiempo, le daban una extraña sensación de consuelo.

—Es mucho para asimilar —murmuró finalmente.

—Lo sé —respondió Sunghoon, poniéndose de pie—. Pero no estás solo en esto.

Jake lo miró mientras se dirigía hacia la puerta, su mente llena de preguntas que aún no sabía cómo formular.

Cuando Sunghoon salió de la habitación, dejó escapar un largo suspiro. No podía evitar sentirse atrapado entre su deber y algo mucho más personal. Algo que no estaba listo para admitir, ni siquiera para sí mismo.


Gracias por leer la historia ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro