Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2: Un mundo desconocido

Jake se encontraba sentado en una improvisada cama de campamento, su mirada recorriendo el espacio rústico donde lo habían llevado. El lugar parecía una cueva acondicionada como base: rocas irregulares se combinaban con tecnología reciclada que parpadeaba en colores azules y verdes, un contraste extraño que no lograba asimilar del todo.

Delante de él, el hombre que lo había secuestrado permanecía de pie, con una postura firme y los brazos cruzados. Sus ojos oscuros lo estudiaban como si fuera un espécimen bajo el microscopio.

—Mi nombre es Sunghoon —dijo finalmente, su voz resonando con autoridad en el espacio cerrado—. Soy el líder de esta facción, conocida como Umbra.

Jake lo miró con el ceño fruncido, manteniendo la calma a pesar de la tensión en el aire.

—¿Líder? ¿De qué hablas? —preguntó con desdén—. Esto parece más un grupo de delincuentes que una organización.

Sunghoon soltó una leve sonrisa, una que no alcanzó a sus ojos.

—Llámalo como quieras, pero somos lo único que queda fuera del control de los distritos.

Un movimiento detrás de Sunghoon llamó la atención de Jake. Tres personas más entraron en la sala: una mujer con cabello corto y mirada afilada, un hombre más joven con una actitud relajada y un tercero que parecía sereno pero peligroso, con cicatrices visibles en los brazos.

—¿Qué hacemos con él, jefe? —preguntó la mujer, cruzándose de brazos mientras sus ojos evaluaban a Jake con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

—Le explicamos la verdad —respondió Sunghoon, volviéndose hacia ellos—. Pero primero quiero que sepa quiénes somos.

El hombre más joven, que parecía un beta por su actitud tranquila, se sentó en una caja cercana y sonrió.

—Eres muy famoso, Dr. Sim. Incluso aquí fuera sabemos quién eres. Pero me pregunto... ¿alguna vez has oído hablar de alfas, betas y omegas?

Jake frunció el ceño aún más, desconcertado.

—¿Qué estás diciendo? No tiene sentido.

La mujer dejó escapar una risa amarga.

—Por supuesto que no lo sabes. Lumina y los demás distritos hicieron un buen trabajo borrando nuestra naturaleza.

—¿Qué naturaleza? —preguntó Jake, alzando la voz—. Esto es ridículo.

—No, no lo es —interrumpió Sunghoon, avanzando un paso hacia él. Su presencia llenaba el espacio como si cada movimiento estuviera cargado de significado—. Es exactamente lo que te han ocultado toda tu vida. Tú, Jake Sim, eres un omega.

El silencio que siguió fue ensordecedor. Jake lo miró con incredulidad, como si acabara de escuchar el mayor disparate de su vida.

—¿Omega? ¿Qué demonios significa eso?

Sunghoon suspiró, como si hubiera anticipado esta reacción.

—En nuestra verdadera naturaleza, la humanidad está dividida en tres dinámicas esenciales: alfas, betas y omegas. Cada una tiene sus características únicas, que solían definirnos como especie antes de que los gobiernos mundiales decidieran eliminarlas.

Jake dejó escapar una risa incrédula, sacudiendo la cabeza.

—Esto es absurdo. No hay "dinámicas esenciales". Somos seres humanos, todos iguales. Todo lo que dices no es más que... una teoría ridícula.

La mujer con cabello corto soltó un resoplido, cruzando los brazos.

—Claro, porque los distritos se encargaron de lavarte el cerebro. Crearon esa fachada perfecta donde todos somos "iguales", pero en realidad aniquilaron lo que nos hace únicos.

Jake se levantó de la cama improvisada, enfrentándolos con la frustración y la confusión ardiendo en su interior.

—¿Y se supone que yo debo creerte? Toda mi vida he trabajado en el Centro de Investigación Genética. He visto los datos. ¡No hay ninguna evidencia de estas "dinámicas"!

—Porque los datos que viste estaban manipulados —respondió Sunghoon con calma, aunque su voz llevaba un filo cortante—. Jake, tú eres un omega. Lo sabes, aunque tu mente lo niegue.

Jake retrocedió, como si las palabras de Sunghoon lo hubieran golpeado físicamente. Su corazón latía con fuerza, y una sensación extraña se enroscaba en su pecho.

—Estás mintiendo —murmuró, pero su voz temblaba.

Sunghoon lo observó en silencio por un momento antes de dar un paso más cerca. A pesar de su estatura intimidante, no había agresividad en su expresión.

—¿No has sentido algo diferente últimamente? —preguntó con suavidad—. ¿Tu cuerpo comportándose de manera extraña, como si algo estuviera cambiando dentro de ti?

Jake se quedó inmóvil. Pensó en las punzadas de calor que lo habían estado molestando, el cansancio inexplicable, y un vacío que no lograba entender. Pero no respondió, negándose a darle a Sunghoon la satisfacción de confirmar nada.

La tensión en el ambiente se rompió cuando el joven beta sentado en la caja intervino, alzando una mano como si quisiera calmar las cosas.

—Mira, Dr. Sim, entiendo que esto es un golpe. Pero no estamos aquí para pelear contigo. Te trajimos porque tienes el conocimiento para ayudarnos a restaurar lo que los distritos nos quitaron.

—¿Restaurar? —repitió Jake, con una mezcla de confusión y escepticismo.

—Sí, restaurar —dijo la mujer con impaciencia—. Tú eres el único que tiene acceso al proyecto genético más avanzado en Lumina. Y según nuestras fuentes, tu investigación sobre el Genoma Avanzado es la clave para devolvernos lo que perdimos.

Jake sintió que el mundo se le desmoronaba.

—Eso no tiene sentido. Mi trabajo es sobre optimización genética, sobre la erradicación de enfermedades, no sobre... esto.

—¿Estás seguro? —preguntó Sunghoon, inclinándose hacia él—. ¿Nunca te has preguntado por qué ciertos datos están bloqueados? ¿Por qué siempre hay una parte de la investigación que no tiene sentido?

Jake abrió la boca para responder, pero se detuvo. En el fondo, sabía que Sunghoon tenía razón. Había partes de su trabajo que nunca había podido entender del todo, restricciones inexplicables en los algoritmos y líneas de código que no podía acceder.

—Aún así... —Jake comenzó, pero la voz tranquila de Sunghoon lo interrumpió.

—Los distritos te han usado. Eres brillante, Jake, pero te han mantenido en la oscuridad. Ahora tienes la oportunidad de ver la verdad.

Jake lo miró, sintiendo que algo en su interior se quebraba.

—¿Y si no quiero ver esa "verdad"?

Sunghoon alzó una ceja, su expresión imperturbable.

—Entonces sigues siendo su prisionero, incluso aquí.

Un silencio pesado cayó sobre el grupo. Jake apartó la mirada, luchando con la mezcla de emociones que lo embargaban.

—No lo estamos forzando a nada, ¿verdad? —comentó el beta con una sonrisa ligera, como si intentara aligerar el ambiente.

La mujer bufó.

—Por ahora.

—Lily —advirtió Sunghoon, su voz baja pero firme.

Ella levantó las manos en señal de rendición, pero no dijo nada más.

Jake observó el intercambio, notando por primera vez la dinámica entre ellos. Sunghoon era claramente el líder, su presencia y autoridad eran innegables.

La mujer, Lily, parecía ser una especie de mano derecha, dura e implacable. El beta joven, probablemente el más relajado del grupo, servía como mediador, mientras que el hombre con cicatrices, que hasta ahora no había dicho una palabra, parecía ser un protector silencioso.

—Esto no tiene sentido —murmuró Jake, llevándose una mano a la frente—. Todo esto... es como una pesadilla.

—Es la realidad, Jake —respondió Sunghoon, su tono más suave esta vez—. Y es hora de que despiertes.

Jake levantó la mirada hacia él, su mente dividida entre la incredulidad y una pequeña chispa de curiosidad que no podía ignorar.

—Si todo esto es cierto... entonces quiero pruebas.

Sunghoon asintió, una leve sonrisa curvando sus labios.

—Te las daremos.

Jake no lo sabía, pero acababa de dar el primer paso hacia un mundo que cambiaría su vida para siempre.


Gracias por leer la historia ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro