Capítulo 2
YeonJun guardo su arma, limpiando de lo más normal la sangre que había caído sobre su ropa.
Claro que era algo normal darle su fin a las personas que pretendían pasarse de listos con él y aquel pobre beta, había firmado su sentencia.
Beomgyu miró con cierto asco la escena, siguiendo a su hermano luego de eso.
Si bien para él también ya era algo normal, seguía causándole el mismo asco que siempre.
—Sigo sin entender como es que puedes ser tan frío.
—Papá siempre nos dijo que debemos de serlo y lo sabes.
—Lose pero—. Beomgyu comenzó a negar varias veces.
Simplemente nunca estaría acostumbrado a eso.
YeonJun negó levemente, mirándolo atentamente.
—¿Hasta cuando empezarás a actuar como un verdadero alfa, Beomgyu?—. Le recriminó, obteniendo cómo respuesta una mirada de mala gana.
—Cuando se me de mi gana—. YeonJun rodó los ojos. —No por ser alfa tengo que ser un insensible, bruto he idiota sin cerebro como tú, comprenderás.
YeonJun simplemente lo ignoró y siguieron caminando en un completo silencio, siendo seguido de cerca por sus hombres.
Cuando salieron de aquel lugar, Taehyun les abrió la puerta del auto, ignorando olímpicamente a Beomgyu cuando vio de nuevo aquella sonrisa llena de coquetería que siempre le dedicaba.
No debía y no iba a caer ante el pequeño alfa.
No podía, era su jefe también después de todo.
Deja de verme así Beomgyu porfavor
YeonJun ignoró también eso y sólo negó, nunca entendería porque Beomgyu era así, aunque no lo juzgaba, pues apesar de eso lo amaba, siempre sería su pequeño hermano después de todo.
Cuando llegaron a casa, Beomgyu fue corriendo hacia la cocina con una sonrisa, como si de un niño pequeño se tratase, abrazo y besó con cariño la frente EunJi, su nana, mientras que YeonJun entro para poder servirse agua, saludándola de lo más casual.
EunJi miró a su niño grande y suspiró mientras negaba, si bien ya estaba acostumbrada a quitar la sangre de su ropa, eso no significaba que le gustará, pero lamentablemente, no podía cambiar el destino de sus cachorros y desde el momento en el que ellos nacieron, su futuro ya estaba escrito, pues al ser hijos de un hombre que ya tenía gran trayectoria en el mundo de la mafia, era obvio cuál sería.
Si bien Beomgyu no estaba siguiendo con aquel camino, YeonJun sí, pues ser el primogénito lo había llevado a tener que cargar con esa responsabilidad.
Y vaya que lo estaba haciendo muy bien.
Un hombre frío, calculador, directo y justo, eran las palabras que lo describían a la perfección, sobre todo cuando se trataba de Beomgyu, EunJi, y de alguno de sus hombres.
YeonJun estaba seguro de que sólo por ellos se arriesgaría y estaría dispuesto a dar su vida, estaba seguro de que nunca habría otra persona por la cual se arriesgaría además de ellos.
✨
—Auch—. Soobin se quejó, mientras que Yeosang seguía curando sus heridas con suavidad, intentando ser lo más cuidadoso posible con el omega.
El menor notó eso y sonrió un poco, ignorando el dolor que hasta eso le causaba.
Yeosang era la única persona en la que confiaba de ese detestable lugar, un lindo beta, amable, atento y cariñoso, que desde que lo había conocido, no había hecho otra cosa más que cuidarlo
Si bien al principio no fue fácil para el beta ganarse la confianza del menor, Soobin lo había aceptado al ver qué realmente no tenía otras intenciones, además de que el hecho de que el chico fuera un beta, también había influido bastante, inclusive sus hermanos lo conocían, eso ya era bastante confianza.
—Esta bien hyung, estoy bien—. Dijo intentando calmarlo, pero lo cierto es que ahora sí le dolía todo.
Por primera vez podía decir que, había tenido una pelea bastante difícil y dura.
Ni su primera pelea había sido así.
—No lo estás Soobin, estás heridas tardarán en irse y lo sabes—. Suspiró. —¿Que les dirás a tus hermanos cuando te vean así?¿Que te tropezaste y caíste?
El menor suspiró, ni siquiera él sabía que les diría.
No podía llegar y decirles que un alfa le había dado la golpiza de su vida al grado de que, su lobo omega había tenido que intervenir para poder ayudarlo, si eso no hubiera pasado, fácilmente podría decir que quizá ahora estaría en el hospital, posiblemente en un coma que duraría una semana, o quizá muerto, pero por fortuna su lobo lo cuidaba tanto como él lo hacía con ese pulgoso.
Soobin miró al mayor, notando su mirada de preocupación, eso lo hizo fruncir su ceño mientras negaba, no le gustaba que lo mirará de esa forma.
—Deja de verme así, ya veré que les digo.
—Soobin.
—De verdad hyung—. Lo miró con cierta súplica. —Sabes que no puedo dejar que ellos se enteren de esto.
—Aunque no quieras, tarde o temprano lo harán—. Quitó los cabellos de la frente del menor con cariño. —No puedes ocultar la verdad para siempre.
—Lose, pero mientras pueda hacerlo, lo haré con tal de mantenerlos a salvo.
—Salvarte a ti mismo también es importante Soo—. Sonrió un poco.
Ambos se quedaron en silencio luego de eso, si bien Soobin sabía que el mayor tenía razón, a él le importaba más mantener a salvo a sus hermanos, al igual que a Yeosang, mientras ellos estuvieran bien, entonces todo siempre estaría bien.
Sin importar lo que pasará con él.
—Le diré a Tomoe que no vas a pelear mañana—. Soltó de la nada el pelinegro, bastante decidido, cosa que asusto a Soobin.
Eso no podía pasar.
—¿Estás loco?No puedes hacer eso.
—No me importa, no voy a dejar que te expongas a qué de nuevo te lastimen de esta forma.
El rubio bajo su mirada, notando los hematomas que había en su pecho así como abdomen, además de que había visto su cara antes de que Yeosang lo curara y su sanación natural por ser cambiaformas comenzará a actuar.
Realmente le habían dado una buena golpiza.
Nunca olvidaría la cara de odio del alfa mientras esté lo tenía tirado en el cuadrilátero, pateandolo con fuerza antes de comenzar a ahorcarlo, nunca olvidaría esa falta de aire que casi lo hacía perder el conocimiento.
De sólo recordarlo le daba escalofríos, no quería ni podía dejar solos a sus hermanos.
Regreso a la realidad cuando sintió los brazos del mayor rodear su cuerpo en un abrazo.
Talvez sin Yeosang ahí, estaba seguro de que Tomoe ya habría abusado(todavía más)de él, de todas las maneras posibles.
Yeosang se había convertido en su ángel guardián y si al menos podía conseguirle un día de descanso, lo iba a aceptar, aún si eso implicaba que sus hermanos lo vieran en ese estado y el momento de decirles la verdad estuviera cada vez más cerca.
No estoy listo
—Lo siento Soobin, pero no puedo ni voy a dejar que te vuelvan a magullar así—. El omega sonrió, era lindo ver y tener a alguien más que se preocupara de esa forma por él, además de sus "tíos" y hermanos.
Yeosang besó con cariño la frente del menor antes de salir de la habitación, dejándolo solo.
Soobin suspiro, se levantó de aquella mesa y jadeó bajo de dolor cuando se puso su sudadera. Si bien sabía que Yeosang sabía lidear con Tomoe, no podía ni quería dejarlo solo, junto toda su fuerza y su valor para entrar una vez llegó al despacho, ignorando lo que los estúpidos guardaespaldas le habían dicho.
Al entrar, sintió como su corazón comenzaba a palpitar con fuerza y su alma de cierta forma, abandonaba su cuerpo.
—¡No!—. Gritó, llamando la atención de ambos hombres.
Tomoe sonrió con arrogancia y Yeosang simplemente negó, dándole a entender que no tenía nada de que preocuparse, pero¿Cómo mierdas no se iba a preocupar, si técnicamente le estaba apuntando a la cabeza con un arma?
—Porfavor no lo haga—. Dijo Soobin con cierta súplica, siendo detenido al instante por el idiota de Ray, impidiéndole acercarse al mayor. —Porfavor, no le dispare a Yeosang.
—No lo hará—. Dijo con seguridad el nombrado.
—¿Que te hace pensar que no?—. El sonido del revolver siendo cargado fue lo único que sonó en la habitación.
Soobin comenzó a hiperventilar, sintiendo el pánico comenzar a invadirlo.
No quería perder también a Yeosang.
Sin poder evitarlo, el miedo comenzo a sentirse en su aroma, cosa que hizo que los alfas así como beta presentes lo mirarán.
Nunca sería agradable sentir aquel agrio aroma que soltaban los omegas cuando tenían miedo.
Tomoe suspiro y bajo su arma, haciéndole una seña a Ray para que soltara al omega, el cuál rápidamente se acercó al pelinegro, abrazándolo con fuerza mientras intentaba calmarse, Yeosang lo abrazó de la misma forma, intentando calmarlo.
En esos momentos odiaba no ser un alfa para poder brindarle la tranquilidad que necesitaba a través de su aroma, aunque estaba bien, sabía que Soobin podía sentir ese peculiar aroma a mar que era suyo.
Soobin lo abrazó todavía más, suspirando de alivio al saber que el mayor estaba bien. Se separó con suavidad del mayor y miró a Tomoe, volviendo a suspirar.
—Peleare—. Dijo decidido, colocando un dedo en la boca de Yeosang al ver qué esté tenía intenciones de hablar. —Peleare también toda la semana que viene, también la que sigue si quiere y todas las veces que sean necesarias—. Eso llamo la atención del alfa —A cambio quiero un descanso, sólo mañana, porfavor.
Tomoe se lo pensó un poco, estaba seguro de que su contacto ya no iría, puesto que esté ya no se había comunicado con él, así que estaba bien, dejar descansar a Soobin con tal de que esté siguiera viniendo todos los días, estaba bien, por lo que asintió, notando la sorpresa en la cara de ambos menores.
—Esta bien Soobin y para que veas que no soy malo como piensas—. Miró al beta. —No volveré a amenazar a Yeosang, ¿Bien?
El omega asintió, sintiéndose un tanto tranquilo cuando escucho eso último.
Ambos salieron de la oficina luego de eso.
Yeosang sostuvo con rapidez a Soobin al ver cómo estaba cerca de caerse, eso hizo sonreír al omega y más aún cuando sintió el beso sobre su frente, por lo que se abrazo al mayor.
—No debiste y lo sabes.
—Estare bien, lo prometo, ahora llévame a casa porfavor.
Yeosang negó levemente y salieron de ahí poco después de eso.
Era hora de ir a casa, aún sabiendo lo que eso conllevaría.
✨
Soobin entro a su casa de manera sigilosa, fue hacia la sala y vio a sus hermanos dormidos, eso lo hizo sonreír y sentirse aliviado, no tendría que enfrentarlos, no al menos hoy.
Fue hacia la cocina con la intención de prepararse algo de comer, notando cómo había un plato servido, eso lo hizo sonreír.
Ttalgi era simplemente un encanto.
Calentó la comida y una vez estuvo lista, se dispuso a comer en completa tranquilidad, sintiéndose un tanto raro por eso, pues eran pocas las veces que eso pasaba.
Tomó su celular y no pudo evitar sonreír con nostalgia cuando vio su fondo de pantalla.
El recuerdo de sus padres siempre estaría presente.
No se cómo, pero juro que averiguarme que les pasó, lo prometo
Besó con cariño aquella foto y suspiro.
Nadie nunca le quitaría de la cabeza que la muerte de sus padres no fue un accidente.
-----------------------------------------------------------
Estará siendo actualizada los viernes o lunes.
Luego de una larga he inesperada ausencia, he vuelto.
Cosas de vida adulta a las que tuve que adaptarme y no les voy a mentir, quería llorar HAHSHAHSHS, también por otras cosas, pero equis, ya pasó y sinceramente soy muy feliz de poder volver a estar aquí.
Puede que ahora esté actualizando todos los fics sólo una vez a la semana, aún nolose, necesito volver a acomodar eso de nuevo, pero tengan por seguro que si ya volveré a actualizar cada semana sí.
Muchas gracias por la paciencia y por seguir aquí, de verdad que lo aprecio y valoró muchísimo, enserio.
Mañana estaré actualizando "Casado con mi mejor amigo", ese fic ya merece su muy buena actualización y créanme que la tendrán, aviso por aquí porque se algunas de mis lectoras están también esperando actualización de ese fic.
Cuídense mucho❤️.
Nos vemos❤️.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro