Yang se encuentra sentado en su pequeño escritorio repasando todo lo que han dado durante la semana en clases. Preferiría estar haciendo cualquier otra cosa, pero Jamie está visitando a su familia en las afueras de la cuidad y Félix está en el viaje de iniciación con el club de natación. Con sus dos mejores amigos ausentes, la única opción que le queda es dedicarse a los estudios hasta que su cabeza no de para más y después ver cualquier programa estúpido que echen en la televisión. A lo mejor llama a su madre y a su hermano en Inglaterra para hablar un poco con ellos antes de irse a dormir.

Ha hablado un poco con Félix la noche pasada. El pecoso le ha contado como va todo en el viaje. Por lo que parece los mayores les están exigiendo bastante con el entrenamiento físico que están realizando en la playa, pero el resto del tiempo están pasando buenos momentos en grupo. Se alegra de que su amigo esté reforzando lazos y ganando confianza con sus compañeros del club de baile, ya que pasan muchas horas a la semana juntos. Sería malo para la salud mental del chico que estuviese incómodo en un ambiente en el que pasa tanto tiempo.

Justo en el momento en el que sus pensamientos se desvían hacia el chico de cabellos color naranja, su teléfono suena con un mensaje. Al encender la pantalla buscando un pretexto para dejar los estudios de lado se encuentra con varios mensajes del mismo Lee. Algunos de ellos son fotos, acompañados de un mensaje diciendo que ya se lo agradecerá más tarde con una buena comida.

Decide abrir los archivos por la curiosidad que le da el aire de misterio que ha imprimido el chico en su texto. No sabe bien que se esperaba al hacerlo, pero desde luego no encontrarse con fotografías de Hyunjin en ropa informal y concentrado en algo que pasa ante él. A su lado se encuentra Changbin, que solamente lleva la chaqueta del club de baile sin nada debajo, dejando sus abdominales al aire. Parece estar gritando algo, por lo que Jeongin deduce que están en medio de un entrenamiento que ellos dos están dirigiendo.

Siente el sonrojo subir a sus mejillas con fiereza por lo descarado que es su amigo para atreverse a sacar esas fotografías. O quizás es porque el mayor de cabellos largos parece mucho más relajado de lo normal en esas fotos, a pesar de que su gesto sigue siendo de completa seriedad, sin dejar entrever ni un ápice de diversión. Aún así puede ver un ligero brillo en sus ojos difícil de apreciar que no suele estar ahí normalmente.

 Se pregunta hasta donde será Félix consciente de sus sentimientos hacia Hwang. Incluso puede que este sepa más que él mismo sobre ellos, cosa que no sería muy difícil que pasase.

Es mejor que su amigo pecoso no note que el detalle de las fotos ha alegrado su aparentemente monótona tarde, por lo que decide meterse un poco con él. Teclea rápidamente la pregunta de por qué le manda fotos de Changbin sin camiseta. Le recomienda que se las mande a Jamie, que seguramente con ella pueda hablar más de lo guapo que es el chico. Está seguro de que ella también vería el detalle de que el pecoso no se ha molestado de eliminar a Seo de la instantánea.

Sabe que ha cumplido su función de molestarlo cuando ve que ha leído sus mensajes mas no ha respondido nada. Él solamente hace eso cuando está enfadado o avergonzado. Sonríe para si mismo, con energías renovadas por la pequeña charla con Félix y por haber conseguido unas fotos de Hyunjin.

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Es lunes después de un largo fin de semana con sus amigos lejos que ha pasado en la soledad de su pequeño apartamento. Camina por uno de los pasillos de la universidad al lado de Jamie mientras charlan sobre cómo van las cosas en sus respectivos clubs. Se han acabado ya las clases y hoy Jeongin libra de su actividad gracias a haber ayudado con el encargo del club de baile, mientras que le chica debe ir a su club a ensayar.

-Siento no poder volver contigo a casa hoy, Innie. Tenemos que ensayar muchísimo para las audiciones que harán la semana que viene. Empezaremos a montar los grupos para la gran actuación del club de canto.- se disculpa la chica haciendo un puchero. Pone ojos de corderito degollado, descontenta consigo misma por tener que dejar al chico solo.- Además, Lix también tiene que entrenar. Y tu coche está estropeado. Todo está mal hoy.

-No te preocupes, Jamie.- responde él con una sonrisa tranquilizadora.- No me pasará nada. Mañana podemos pasar toda la tarde los tres juntos si queréis. Por mi no hay ningún problema.

Un poco más allá hay un chico apoyado en una pared que todavía no ha llamado la atención de los otros dos. Hyunjin ha escuchado la conversación entre Jeongin y su amiga sin querer, pero ha sido como un golpe de buena suerte. Ve en las palabras que han llegado hasta sus oídos la oportunidad de acercarse al menor al fin. Puede aprovechar el hecho de que el chico no tenga coche y deba volver a casa solo para tener una pequeña excusa para parar tiempo con él después de sus fugaces primeros encuentros. Siente una sonrisa de anticipación tirando de la comisura de sus labios hacia arriba.

-Bueno, debo irme ya.- suspira Jamie con tristeza.- Lo siento, de nuevo.

-No te preocupes. Anda, vete ya.- la insta el chico.- Buena suerte. Demuéstrales que eres la mejor.

Los dos amigos se separan después de compartir un corto abrazo y unas últimas palabras. Yang se queda solo al fin y Hwang comienza a maquinar a toda velocidad cual sería la mejor manera de acercarse a él. Debe hacerlo de la manera más casual posible, sin parecer un acosador. Quiere ganar puntos para acercarse al chico, no espantarlo sin llegar a conocerlo. El hecho de acercarse primero a alguien para entablar una conversación nunca ha sido su punto fuerte.

Cuando decide que se acercará y se ofrecerá a llevarlo a casa en su coche, un fuerte sonido, como de algo explotando, sobresalta a todos los que pasan por el lugar, incluido él mismo. Mira un poco más allá y ve el transformador eléctrico de la universidad echando humo, por lo que supone que si ha sido una explosión proveniente del artefacto. Se lleva una mano al pecho y suspira, intentando calmar los latidos de su corazón desenfrenados por el susto, al ver que no es nada demasiado grave.

Pero su organismo aún se altera más cuando vuelve a centrar su atención en Jeongin y se lo encuentra agachado en el suelo con las manos en los oídos. Al principio no entiende que pasa, pero cuando lo observa más atentamente comienza a adivinar qué puede ser. Parece estar sufriendo una especie de ataque de pánico, porque todo su cuerpo se estremece y tiembla de manera histérica. Desde donde está puede escuchar lo fuerte y desesperada que suena su respiración, como si el aire no pasase correctamente hasta sus pulmones. Incluso podría jurar que está llorando también por los sollozos ahogados que llegan hasta él. No tarda en acercarse con rapidez para intentar ayudar.

Jeongin es ligeramente consciente de haber caído al suelo cuando el transformador eléctrico ha explotado. En su mente sigue resonando el sonido con total claridad una y otra vez, como un bucle infinito. Por ella pasan imágenes de una pistola en una mano que se siente extrañamente familiar, un rostro borroso que desata una sensación de angustia en su pecho, y sangre, mucha sangre. Todo es confuso, y la sensación se acrecenta cuando comienza a hiperventilar y el oxigeno en su organismo disminuye. Su vista se nubla y comienza a marearse después de unos angustiosos segundos en los que el aire se escapa de su respiración. Es consciente de que está teniendo un ataque de pánico, pero no sabe que hacer para pararlo. Nunca ha tenido uno tan fuerte y sin nadie a su alrededor en quien apoyarse para reducir el estrés que estos le causan.

-Jeongin.- el mayor se agacha a su lado y pone una mano temblorosa en su espalda como pobre intento fruto de su ignorancia en el tema para intentar ayudarle.- Jeongin.- repite al ver que el chico sigue igual. Mira a su alrededor buscando a alguien que pueda ayudarles, pero están solos en el lugar.- Está bien. Estoy aquí.

El menor le dedica una mirada vacía durante unos instantes en los que parece que está viendo algo más allá de su persona. Poco a poco parece que va recuperando la conciencia de dónde está y de lo que ha pasado. A medida que la respiración de Yang se va tranquilizando lo hacen los nervios del mayor. Parece que poco a poco el episodio de pánico del chico va pasando.

Jeongin cree que la hiperventilación está haciendo que tenga alucinaciones cuando su mirada se aclara ligeramente y ve el rostro de Hyunjin a escasos centímetros del suyo, a pesar de que sus contornos siguen siendo algo difusos. El de cabellos largos parece preocupado, su ceño está fruncido y sus labios contraídos en una mueca tensa. Su mirada parece denotar cierto alivio a medida que pasan los segundos y siente que puede volver a respirar con normalidad.

-Hyunjin sunbaenim...- es lo único que sale de sus labios cuando en realidad quiere preguntarle qué es lo que hace él ahí, ayudándolo.

-Ven, te llevaré a la enfermería.- anuncia el de cabellos oscuros, haciendo fuerza para ayudar a Yang a levantarse. No separa sus manos de su brazo y de su espalda baja, preocupado porque no pueda mantenerse en pie.- Necesitas que te vea el enfermero.

-No hace falta. Estaré bien después de descansar un poco.- responde el menor. Siente escalofríos y nervios recorrer su cuerpo a partes iguales por la sensación cálida que le produce el toque del otro sobre su cuerpo y su cercanía. No se molesta en disimularlos, ya que fácilmente pueden confundirse con síntomas del ataque de pánico que acaba de tener.- No hace falta que te preocupes por mi.

Hasta él es consciente de que sus palabras son completamente falsas. Ese toque que tan nervioso lo está poniendo es lo único que lo ayuda a mantenerse en pie en este momento, debido a que sus piernas tiemblan sin control. Aún se siente algo mareado, con dolor de cabeza y sintiendo punzadas en el pecho cada vez que intenta coger aire. Sus ojos llorosos todavía amenazan con anegar sus mejillas en lágrimas de nuevo. Sabe que si intenta dar un paso él solo se caerá al suelo sin haber recorrido más de unos centímetros. Es más que obvio que, aunque el momento crítico ha pasado, el efecto de su episodio de pánico sigue ahí.

-No era una pregunta. Vas a ir a la enfermería y yo voy a acompañarte para asegurarme de que lo hagas.- dice con dureza Hyunjin al ver que el de cabellos castaños niega su mal estado de manera tan descarada y poco fundamentada.- ¿Puedes caminar o necesitas que te lleve?

-Puedo caminar. O eso creo.- tartamudea Jeongin ante la seriedad extrema con la que habla el otro chico. Si no se encontrase tan débil seguramente se hubiese sentido intimidado por su dura mirada.

Echan a caminar en dirección a la enfermería a paso lento pero seguro. El mayor deja sus manos de apoyo para que Yang se sienta más seguro. Sus fuerzas aún flaquean de vez en cuando y tiene miedo de que se caiga en cualquier momento. Deben llegar a junto el enfermero de la universidad lo antes posible, ya que él será capaz de ayudarlo mejor de lo que él puede.

Esto no era exactamente lo que tenía en mente cuando pensó en que esta era su oportunidad para pasar tiempo con Jeongin.

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-La hiperventilación puede ser producida por el estrés.- les explica el enfermero con tono profesional a los dos chicos que se encuentran sentados ante él detrás de un gran escritorio.- Usualmente pasa cuando estás muy estresado o en shock. ¿Hubo algún accidente en ese momento? 

La joven pareja de muchachos a llegado hace apenas unos minutos en un estado bastante alterado. Uno de ellos muestra síntomas de haber sufrido un ataque de pánico recientemente. Después de un pequeño chequeo para comprobar que todo esté correctamente, el hombre ha decidido que lo mejor es buscar el origen de lo que ha pasado para poder aconsejar mejor al chico de cabellos castaños.

-Un transformador eléctrico explotó.- responde el que parece ser el mayor de los dos, un chico de cabellos negros largos y expresión fría, antes de que el otro pueda abrir la boca.

-Tengo miedo a los ruidos fuertes.- comenta el afectado con timidez. El primero lo observa con curiosidad repentina, por lo que el enfermero supone que desconocía el dato.- No tiene efecto si lo sé de antemano, pero si sucede de pronto lo más seguro es que tenga un ataque de pánico.

-Entiendo. ¿Es algo que suceda muy a menudo?

-No realmente. Rara vez he llegado a hiperventilar, normalmente solo me siento muy asustado. Pero, si es el sonido como el de una pistola o una explosión es cuando puedo llegar a tener un ataque severo de pánico.- explica el paciente con tranquilidad, como si ya estuviese acostumbrado a hacerlo. Supone que no es su primera visita a un médico por algo así.

-Puede ser causado por algún accidente en el periodo de la infancia. ¿Sabes si puede haber sido algo así?

-No, creo que no. Según mi madre le tengo miedo a los ruidos fuertes desde que era muy pequeño.- responde él después de suspirar, ligeramente frustrado.

-¿Hay alguna manera de hacer que paren?- interviene el otro chico con brusquedad, que había estado extremadamente callado y atento a la conversación hasta ese momento.

-Pues yo no soy el más indicado para daros un diagnóstico, ya que no soy psicólogo ni estoy especializado en este tipo de enfermedades. Por lo que sé, el síndrome de hiperventilación puede ser resultado de un estado psicológico. Puede tratarse con medicamentos para la ansiedad, pero no creo que tu caso esté relacionado con la ansiedad. Sin una causa es algo difícil de tratar.- el enfermero habla con tono calmado, intentando dejar claro en todo momento que él no es un experto en el tema que les pueda dar un diagnóstico definitivo.- Yo te recomiendo que vayas a ver a un especialista en el tema, quizás así logres encontrar un tratamiento efectivo.

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Los dos chicos se encuentran en el coche del mayor de camino a casa del otro después de una infructífera consulta con el enfermero de la universidad. Hyunjin ha insistido en llevar a Jeongin de vuelta para asegurarse de que llegase bien, ya que aún está ligeramente débil. Su rostro ha recuperado color y ya no parece que vaya a caerse en cualquier momento, pero se quedará más tranquilo de esta manera. 

Ahora se encuentran envueltos en un silencio incómodo que parece querer tragárselos dentro del vehículo poco iluminado por la luz de las farolas que se van cruzando en su camino. 

-Creo que aún no nos hemos presentado correctamente.- comenta el mayor, esperando entablar una conversación y deshacerse de esa quietud que está empezando a angustiarlo.- Soy Hyunjin, Hwang Hyunjin. Estudio mi tercer año de administración de empresas. Tengo dos hermanos, Seungmin y Yeeun, que estudian en la misma universidad.

-Yo soy Jeongin, Yang Jeongin.- responde el menor con algo de timidez. Ambos sonríen ligeramente por el juego de presentaciones que han iniciado.- Estoy estudiando mi primer año en la facultad de ciencias sociales. Tengo un hermano llamado Doyoung que ahora mismo tiene quince años.

-Vivo con mis hermanos. Mis padres se quedan el extranjero la mayoría del tiempo, así que solemos estar solos.- continúa el chico de cabellos largos, no queriendo que la conversación muera. Le interesa saber todo lo que el chico quiera contarle sobre él mismo para crear una mejor imagen de él.

-Yo vivo solo en un pequeño apartamento. Mi padre ya falleció y mi madre abrió un restaurante de comida coreana en Inglaterra, donde vive con mi hermano.- sigue el menor, sonriendo ligeramente.

-Nací el veinte de marzo.- dice Hyunjin.

-Yo el ocho de febrero.- responde Jeongin.

-Me gusta la playa. Soy el presidente del club de baile. Bailar es mi gran pasión.

-A mi también me gusta la playa.- comenta con emoción el castaño, ilusionado como un niño pequeño por haber encontrado una nimiedad como esa en común con el chico.- Yo soy un miembro nuevo del club de cocina. Supongo que la pasión por cocinar me viene de mi madre.

-Me gusta comer comida coreana.- continúa a la vez que para el coche en un semáforo en rojo.

-A mi me gusta preparar comida coreana.- ríe Yang.

-Aún estoy soltero.- suelta Hyunjin después de pensar durante unos segundos si será buena idea ser tan directo. Decide que no pierde nada por empezar a darle a entender al menor que está algo interesado en él.

Jeongin siente un fuerte sonrojo teñir sus mejillas. La intensa mirada del de cabellos oscuros sobre él lo pone extremadamente nervioso. En el momento en el que sus miradas se topan su corazón se acelera sin remedio, encandilado por lo misterio de esos orbes oscuros. Separa la mirada con timidez, temeroso por lo que puedan delatar sus propios ojos.

-Yo también estoy soltero.- responde sin pensar demasiado en si estará malinterpretando las intenciones contrarias. Sonríe de manera inevitable mirando la punta de sus zapatos.

-Ten.- dice el mayor tendiéndole su teléfono móvil sin apartar la vista de la carretera.- Apunta tu número de teléfono.

Jeongin lo agarra con manos temblorosas, planteándose si no estará soñando son un mundo ideal. Anota los dígitos de su número de contacto con lentitud, ya que está tan nervioso que se cree capaz de escribirlo de manera equivocada.

Estoy de vuelta jsjsjsjs Ando tan liada y cansada que empecé este capítulo hace una semana y aún lo he terminado ahora.

Bueeeeno, debo decir que ayer y anteayer estuve acabando una serie porque entre semana no tuve tiempo jsjsjs Pero bueno, en nada son carnavales y una semana solo tendré clases el jueves y el viernes, así que intentaré subir otro cap ahí.

¿Qué tal os va la vida? ¿Dónde vivís hay muchas restricciones por el covid?

Donde yo vivo no podemos quedar con no convivientes, los bares están cerrados, el comercio no esencial cierra a las seis de la tarde... Básicamente solo podemos ir a clases o a trabajar. 

Os confieso que a veces me dan bajones por este tema de no poder quedar ni nada y por eso no tengo muchas ganas de escribir jsjsj Pero como son puntuales pues tampoco es nada serio.

Espero que estéis bien, cuidándoos mucho. 

Os amo <3