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Jeongin se despierta de golpe, como ya es habitual en él desde hace un tiempo. De nuevo, su respiración es irregular y siente su rostro húmedo por las lágrimas que ha derramado mientras soñaba. Hacía ya un par de días que no lloraba durmiendo. Siente una gran opresión en su pecho, pero esta vez es como si un nudo de nostalgia lo apresase. De alguna manera se siente mal y bien a la vez por algo que no logra recordar completamente.
Se va al baño con tranquilidad, esperando no tener que correr en el último momento para llegar a sus clases. Suspira con pesadez al encontrarse con sus propios ojos enrojecidos e hinchados en el espejo. Intenta disimular su mal sueño lavándose la cara de manera concienzuda.
Pero, cuando cierra los ojos para que el agua no entre en ellos, una imagen fugaz de dos meñiques unidos sellando una promesa y un rostro borroso que le dedica una sonrisa hacen acto de presencia en su mente.
Su corazón late con fuerza cuando la imagen se desvanece igual de rápido de lo que llegó. No sabe por qué, pero está completamente seguro de que la sonrisa en el rostro inidentificado iba dedicada a él. Por segunda vez en el poco tiempo que lleva levantado siente la nostalgia y un pequeño deje de felicidad que siente ajena invadir su organismo.
Intenta deshacerse de esas ideas y sensaciones extrañas mientras se prepara para ir a la universidad. Aunque no es que lo logre con demasiado éxito. Y, por culpa de sus distracciones, está a punto de llegar tarde a su primera clase de la mañana.
Cuando entra en el aula, Félix y Jamie ya se encuentran allí. Se han sentado uno al lado del otro en una de las filas centrales, por lo que a él le toca ocupar el asiento de enfrente. Quizás alguien llegue y se siente a su lado, lo que le causa algo de ansiedad. No le apetece relacionarse con extraños ahora que ya ha encontrado compañía agradable para sus días en la institución.
-Creo que hoy le ha tocado a Jeongin correr para no llegar tarde.- ríe la chica cuando lo ve entrar al aula con la respiración agitada por su reciente carrera.- No te preocupes, el profesor aún llega más tarde que tú.
-Por lo menos lo mío ha sido por salir tarde de casa y no por mirar la comida en la cafetería.- responde con una sonrisa burlona dedicada al pecoso.
-Muy graciosos los dos.- refunfuña este con un puchero indignado.- Sois crueles.
-Lo que tu digas.- dice Jamie dejando ligeras palmadas en su hombro como una manera cómica de reconfortarlo.- Por cierto. ¿Habéis visto la página de Cute Boy de nuestra universidad en Instagram?- pregunta, moviendo las cejas de manera sugestiva.
-¿Cute Boy?- pregunta Yang con incomprensión.
-Es una página que sube fotos de chicos lindos. Pero eso no es lo más importante.- hace un gesto con la mano incitando a los dos chicos a que esperen un segundo. Saca su teléfono y busca algo con rapidez.- Esto es lo que importa. Es adorable.
En la pantalla se puede ver una imagen en la que salen ambos chicos sentados en una de las mesas de la cafetería. Félix le remueve el pelo con una gran sonrisa a un Jeongin que lo mira con algo que parece estar entre la diversión y la desesperación.
-¿Qué es eso?- exclama Félix, agarrando el teléfono de la mano de su amiga escandalizado.- La gente va a empezar a hacerse ideas raras de que somos pareja o algo así.
-Es adorable.- repite ella con simplicidad.
-¡No lo es!- exclaman los dos chicos a la vez con ambos ceños fruncidos.
-No hace falta que me gritéis. Solo digo que la imagen en si es muy bonita.- se defiende ella con un puchero.- Pero si queréis os enseño las fotos que hay de Hyunjin y Changbin. Igual esas os gustan más.
Ambos chicos la fulminan con la mirada, cansados ya de su aparente fijación con ambos mayores. No necesitan decir nada para que entienda que tampoco quieren ver esas fotos. Aún así la chica no puede evitar sonreír ligeramente por su momento de burla del día.
-¿Las actividades de vuestros clubs han empezado ya?- pregunta Jeongin, viendo que el profesor no llega todavía.
-El mío empezará la semana que viene.- anuncia Jamie. Sus ojos se tiñen de ese brillo especial que se apodera de ellos cada vez que habla el club de canto.- ¿El tuyo también, no Innie?- el nombrado solo asiente como respuesta.
-¡Genial! ¡Entonces podéis ir a verme esta tarde a la prueba del club de baile!- exclama el pelinaranja con emoción. Su expresión ilusionada y su tono afirmativo no dejan lugar a negativas.
-¡Claro que sí! ¡Quiero ver a esos chicos guapos bailando!
Toda la clase se gira con curiosidad para ver a la chica que acaba de gritar con demasiado entusiasmo. Ella sonríe con incomodidad, pidiendo disculpas con una ligera reverencia por su comportamiento. Sus amigos niegan con diversión por su actitud, también sintiendo el bochorno de haberse convertido en el centro de atención.
No les da tiempo a hablar más cuando el profesor entra al aula con prisa, murmurando incoherencias sobre su retraso y queriendo iniciar la lección de golpe lo más rápido posible.
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Jeongin se siente sorprendido de la cantidad de personas que se encuentran en el salón de actos de la universidad para ver las pruebas para el club de baile. El lugar es grande, y varios grupos de personas murmuran con emoción contenida haciendo que parezca abarrotado. Algunos de los miembros oficiales del club se encuentran sentados en unas mesas frente al escenario.
-¿No hay mucha gente aquí?- pregunta el chico cuando su amiga lo guía hacia unos asientos desocupados.- Pensé que solo era una prueba.
-El club de baile de nuestra universidad es muy famoso.- responde ella con simplicidad. Se sienta con una gran sonrisa, escaneando con la mirada a los chicos del club que hablan entre risas.- ¡Mira! ¡Ahí vienen los chicos que van a hacer la prueba!
Félix no mentía al decir que eran muchos los que querían apuntarse al club. Cuenta, por lo menos, una veintena de personas de miradas nerviosas y poses tensas entre los que la cabellera naranja de este apenas destaca. Su amigo pecoso se encuentra más o menos en el centro, y cuando los localiza con la mirada les sonríe ampliamente a pesar de que se ve un poco más pálido de lo normal.
Jamie le dedica un pulgar hacia arriba como intento de darle ánimos. Sin embargo, cuando el chico a su lado intenta imitarla, se queda con una sonrisa congelada en sus labios y la mano detenida en un saludo que no llega a formarse debido a la persona que preside la comitiva de aspirantes.
Se esperaba encontrarse con Hyunjin en el lugar. Era más que obvio que iba a estar allí ya que, por lo que sabe, es el presidente del club. Tampoco le sorprende demasiado la presencia de Changbin a su lado. Ambos tienen ese aire de seriedad que imponen los mayores.
Lo que no se esperaba es que, de nuevo, su cuerpo reaccione de la misma manera intensa con solo observarlo desde lejos. Su corazón late desenfrenado y sus oídos se embotan, como para aislarlo de cualquier cosa que no sea la expresión seria del de cabellos largos. La misma sensación de añoranza y melancolía lo abruma con fuerza. Quiere apartar la mirada, pero algo más fuerte que él no le deja. Es como si el chico tuviese un imán invisible que lo obligase a estar pendiente de él en todo momento.
Mientras tanto, en el escenario, dos chicos observan a los alumnos de primer año que van a aplicar la prueba para el club mientras calientan, ajenos al pequeño momento de tensión que está viviendo uno de sus espectadores.
-Creo que este año los novatos son buenos.- anuncia Changbin pasando su mirada con atención por cada uno de ellos. Una cabellera naranja llama su atención, pero no le da tiempo a captar demasiados detalles del chico cuando este desaparece de su vista. Decide no darle demasiada importancia a una simple mata de pelo llamativa.- Podrán sustituir a los mayores que ya no están.
Pero Hwang no le está prestando atención a lo que dice su mejor amigo. Él ha dejado de analizar a los novatos hace unos segundos. Su mirada ha sido atraída por algo, más bien alguien, que se encuentra en las gradas. Nunca le ha interesado demasiado el público que va a verlos a sus ensayos o a sus pruebas, le resulta hasta tedioso que haya demasiada gente observándolos sin ningún motivo aparente. Pero hoy un chico en concreto atrae su atención de manera irremediable.
Tiene los cabellos castaños y aspecto delicado. Sus facciones están marcadas ligeramente y su sonrisa le da un aspecto adorable. No parece ser demasiado alto y puede decir que se ve delgado. Parece pequeño en la distancia. Aprieta con fuerza una mochila de color azul celeste entre sus brazos, como si no se encontrase del todo cómodo en el lugar. Se encuentra sentado al lado de una chica que parece ser su amiga, y ambos observan con atención en dirección al escenario.
Es consciente de que ya lo ha visto el día anterior en la presentación para los de primer año. También es consciente de que su corazón late desenfrenado solo con que sus ojos capten su presencia a pesar de no poder apreciarlo con detalle debido a todo el espacio que los separa. El día anterior ya notó que se tensaba con el simple hecho de que sus miradas se encontrasen un instante, pero decidió no prestarle demasiada atención. Un fuerte nudo atenaza su pecho con fuerza, haciendo que tema no poder respirar por unos segundos.
-¿Qué es lo que miras?- Changbin pregunta con curiosidad al ver la mirada de su amigo perdida en el público. Este no responde, como si no lo oyese, cosa que hace que se extrañe aún más. El de cabellos largos no es alguien que se abstraiga fácilmente.- Hyunjin. ¡Hyunjin!- exclama, dándole un golpe en el hombro para que reaccione. El chico sacude la cabeza, como si quisiese despejarse, y lo mira con confusión.- Vamos, señor presidente, tenemos que empezar con las pruebas.
Hwang solo asiente, aún un poco desorientado por la mirada extrañada que le dedica el otro y por el torrente de emociones que le ha hecho sentir la vista de ese chico desconocido. De alguna manera, todas ellas se sienten un poco ajenas, como si no fuesen totalmente suyas. Se reprende mentalmente por relajarse de esa manera y distraerse delante de todo el mundo.
Las pruebas comienzan con la rapidez habitual. Cada participante debe hacer una pequeña actuación de un minuto mostrando todo su potencial. De todos los que se han presentado solamente escogerán a cerca de diez chicos y chicas que podrán unirse a ellos. A veces es bueno, otras malo, ya que querrían coger a más pero el número limitado de personas que les permite la universidad no les deja.
Jeongin y Jamie casi no se preocupan de contener los gritos de emoción y sorpresa cuando le toca el turno a Félix. Su baile, de un estilo hip-hop bastante fluido se destaca entre los demás de manera notoria. Ninguno de los dos esperaba que su nuevo amigo fuese tan bueno a pesar de todas las fanfarronerías que ha soltado durante el día. Están casi seguros de que lo cogerán.
Un poco después, cuando todos y todas han tenido ya su momento de actuar, los miembros del club anuncian que necesitan unos momentos para decidir las personas que entrarán y las que se quedarán fuera. Son unos veinte minutos agónicos en los que los novatos se dedican a beber agua y a recobrar el aliento, intercambiando palabras de ánimo entre ellos. Todos anelan ser llamados para formar parte del prestigioso club.
-Bueno, ahora anunciaré las personas que han pasado la prueba.- la voz de Hyunjin se escucha fuerte por encima de todos los murmullos gracias a que usa un micrófono. Un silencio tenso se instala de manera contagiosa.- Este año cogeremos a nueve nuevos miembros. Esos miembros son: Hwang Yeji, Park Jihoon, Shin Ryujin, Kang Yuchan, Kwon Soonyoung, Choi Yujin, Kim Byeonkwan, Minatozaki Sana y Lee Félix.
El alivio estalla en los cuerpos de las dos personas que esperaban con ansias que llamasen a su amigo entre los afortunados que han aprobado la prueba. Se miran con grandes sonrisas, levantándose para aplaudir al chico que parece a punto de dejarse caer al suelo del alivio. Suponen que que lo hayan llamado el último no ha sido bueno para sus nervios. Toda la sala ha estallado en vítores para los que han conseguido pasar.
-¡Lo he conseguido!- exclama el de cabellos naranjas con alegría y alivio mezclados en su voz cuando se encuentran de nuevo en la salida del salón de actos. Ha sido de los últimos en salir, por lo que ya no queda demasiada gente en el lugar.- ¡Soy uno de los nuevos miembros del club de baile! ¡Soy genial!
-Teníamos pensado felicitarte, pero veo que ya lo haces tú solo.- le responde Jamie con tono burlesco.
-Tengo hambre. Vamos a por algo de comer.- pide el pecoso, ignorando la broma de su amiga. Se abraza a Jeongin de manera dramática.- Tengo mucha hambre. Pero mucha, mucha.
-Vamos, yo también tengo hambre. Pero yo no te voy a pagar la comida.- le advierte al ver la emoción con la que brillan sus ojos al escuchar sus palabras.
-Por cierto...- interviene la chica de cabellos fantasía mientras Félix se dedica a mirar al otro con un puchero y ojos de cachorrito, esperando que así cambie de idea y poder comer gratis.- ¿Han salido ya Changbin y Hyunjin?
-¿Por qué estás todo el tiempo pensando en chicos?- suspira Lee, ahora mirando acusatoriamente a Jamie.- ¿No te llega con nosotros que tienes que pensar en otros?
-No lo he preguntado por mi. Lo he preguntado por vosotros dos.- anuncia la chica con una sonrisa socarrona. Ellos solo ruedan los ojos al unísono, desesperados por sus fantasías.- Mira, ahí están.- suelta un pequeño grito emocionado que hace que los chicos entren en pánico, no queriendo volver a ser el centro de atención como esa mañana en clases.
Como ella dice, los dos mayores se encuentran saliendo por la puerta del salón de actos mientras mantienen una calmada conversación con otro chico al que ven por primera vez. Parece ser que ellos son los encargados de cerrar la puerta, ya que el desconocido porta unas llaves en su mano.
-Mejor será que nos vayamos ya a comer.- suspira Jeongin, no queriendo que los otros los vean observándolos y piensen cosas raras. También afecta que la vista de Hyunjin siga afectándolo de maneras estresantes.
El pequeño grupo de tres abandona el lugar en medio de una discusión sobre quién pagará sin darse cuenta de que los mayores también los observan y que su conversación también se centra en ellos.
-¿Ese no es el chico nuevo, Félix?- pregunta Changbin con interés.
No puede negar que el chico de cabellos naranjas le ha llamado la atención mientras bailaba, no solo por lo bien que lo hace, sino también por lo guapo que es.
-Sí. Sus amigos deben de haber venido a verlo y ahora lo estarían esperando.- comenta Eric de manera más distraída mientras cierra la puerta.- Ella es linda.- anuncia, parándose a mirarlos de manera un poco más detenida cuando ya ha terminado con su tarea.
-Yo digo lo mismo pero del nuevo.- suspira Seo, consciente de que no es bueno para él que le parezca tan tierno uno de los novatos del club.
Hyunjin ha desconectado de la conversación desde que han cruzado la puerta. Se ha quedado mirando de nuevo hacia el chico de cabellos castaños, que ahora sonríe más ampliamente debido a algo que le dicen sus amigos. De nuevo, su pecho se contrae de manera dolorosa por las emociones contradictorias que le provoca la visión de ese desconocido. Es como si la felicidad y la melancolía hubiesen decidido tener una guerra en su interior y no parar hasta que una de las dos gane.
Siente unas irrefrenables ganas de salir corriendo detrás de él cuando desaparece de su campo visual y abrazarlo hasta estar seguro de que no lo perderá de vista nunca más.
No le gusta sentirse tan vulnerable de repente. Quiere poder hablar con el chico y descubrir por qué causa todo eso en él y si es el único que se siente así. Pero sabe que si se acerca a él sin ningún motivo parecerá un loco acosador.
-Hey. Hyunjin. ¿Qué es lo que pasa?- la pregunta preocupada su amigo bajito lo saca de nuevo de su ensoñación.
Es ese el momento en el que nota que tiene los ojos aguados sin ningún motivo aparente. Él sabe que es por culpa de todas las sensaciones que lo han embargado al ver a ese chico, pero entiende que para sus amigos sea algo confuso y preocupante verlo a él, que nunca llora en público, a punto de hacerlo de repente.
-No es nada. Simplemente me pican los ojos. Ha sido demasiado tiempo mirando las actuaciones de los novatos y sabéis que se me cansa rápido la vista.
Pestañea con fuerza y mira hacia arriba, auyentando así las lágrimas que amenazaban con caer. Sonríe ligeramente de lado, intentando sonar convincente y eliminar las dudas de los otros. Puede que con Nam haya funcionado, ya que tiende a no cuestionar nada de lo que afirmen las demás personas si no tiene necesidad de hacerlo; pero no lo ha hecho con Changbin, que lo observa con una ceja alzada y expresión interrogante. Él no se ha creído su mentira mal elaborada.
Supone que en cuanto se queden a solas le tocará un interrogatorio más a fondo por parte de su mejor amigo. Más le vale tener una mentira más creíble pensada para ese momento.
Hola mis amores uwu
Ya vamos por el tercer cap y sabemos un poquito de lo que pasa por la cabeza de Hyunjin.
¿Qué os parece todo hasta ahora? En esta historia me interesa mucho leer vuestras opiniones y teorías para saber si estoy haciendo bien mi trabajo como escritora.
Es que me encanta esta historia y eso que estos capítulos los tenía escritos desde agosto jsjsjsjsjs No me quiero imaginar lo feliz que voy a estar cuando siga escribiendo uwu Cosa que va a hacer que tarde más en actualizar porque, no sé si os dais cuenta, estos capítulos son más largos que los que suelo escribir normalmente.
A parte cada vez estoy más ocupada con el tema clases bufff Me encanta lo que estoy haciendo este año porque prácticamente amo todas mis asignaturas, pero me da alta pereza tantos trabajos y tanto que estudiar.
Y ahora estoy en un momento como súper lindo de mi vida así que estoy hiper motivada XD
Usar mascarilla y tener cuidado con el covid bbs, que si os pasa algo me muero.
Os amo <3
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