────── ⸙͎ ──────

𝘓𝘢 𝘤𝘢𝘯𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘥𝘦𝘭 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘥𝘰 𝘵𝘰𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘚𝘢𝘳𝘢𝘩 𝘕𝘦𝘮𝘵𝘢𝘯𝘶 𝘦𝘴 𝘭𝘢 𝘱𝘪𝘦𝘻𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘱𝘳𝘦𝘵𝘢 𝘑𝘰𝘢𝘯𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰.

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1979, Erdély

❝𝗠𝗮𝗹𝗲ï𝘁 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹 𝗾𝘂𝗶, 𝗲𝗻 𝗲𝗹𝘀 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝘀 𝗺𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝘀 𝗱'𝘂𝗻𝗮 𝘂𝗻𝗶𝗼́ 𝗮𝗺𝗼𝗿𝗼𝘀𝗮, 𝗻𝗼 𝗰𝗿𝗲𝗴𝘂𝗶 𝗾𝘂𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝘀𝘁𝗮 𝘂𝗻𝗶𝗼́ 𝗵𝗮 𝗱'𝗲́𝘀𝘀𝗲𝗿 𝗲𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮❞.

❝𝘔𝘢𝘭𝘥𝘪𝘵𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭 𝘲𝘶𝘦, 𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘰𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘶𝘯𝘪𝘰́𝘯 𝘢𝘮𝘰𝘳𝘰𝘴𝘢, 𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘪𝘤𝘩𝘢 𝘶𝘯𝘪𝘰́𝘯 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘦𝘵𝘦𝘳𝘯𝘢❞.

Joana nunca fue una bruja convencional. Ni siquiera Remus ni su hija llegaron a saber mucho de su vida. Solo que venía de una familia erdélyi de sangre pura y poderosa, cuyo apellido estuvo relacionado en el pasado con Grindelwald. No obstante, cuando Remus Lupin la conoció, nunca se imaginó su noble linaje:

Tenía diecinueve años y había empezado a hacer misiones para la Orden del Fénix, cuando Dumbledore le pidió que transmitiera su mensaje a todos los hombres lobo.

Remus se trasladó en los lugares más sombríos y peligrosos de Europa, y fue en la frontera entre Erdély y Magyarország donde su vida dio un cambio para siempre.

Hacía un par de semanas que estaba recorriendo esas sendas tormentosas en busca de alguien que quisiera escuchar. Estaba cansado, asqueado y echaba de menos al resto de Merodeadores. Pero el director de Hogwarts le había pedido que hiciera ese viaje y, para él, era muy importante no decepcionarle.

En medio del camino, dentro del bosque, encontró un campamento cigány. El sitio estaba repleto de color, música, olor a asado y animales fantásticos. Sus caravanas estaban repartidas por doquier. Los hipogrifos se mezclaban con los magos y brujas que compartían la comida entre risas, vino y hechizos.

Con solo verle, lo invitaron a su fiesta, sin importarles su identidad o procedencia. Una multitud lo arrastró hasta una gran hoguera, y todo el mundo empezó a chillar algo que no llegaba a comprender:

Csárdás

De repente apareció una mujer delante de ellos. Una bruja morena, de cabellos largos y ondulados que empezó a tocar el violín con suavidad. Las notas llegaron a Remus de manera hipnótica en una melodía tierna y melancólica, mientras ella movía el arco de forma virtuosa por encima de las cuerdas del pequeño y hermoso instrumento.

Remus no podía dejar de mirarla. Había algo en ella que lo mantenía en trance; quizás eran sus ojos negros, esa mirada de mujer misteriosa, quizás era la música... Su magia pasaba a través de ese pequeño violín para encarcelarle dentro del deseo.

Entonces ella lo miró fijamente. El tempo aumentó de forma vertiginosa. Los dedos de la bruja volaban presionando las cuerdas del mástil para generar aquel vibrato acelerado. Su cuerpo se movía al son de la música, y se hacía cada vez más y más deseable.

Fue entonces cuando Remus Lupin se enamoró por primera vez en la vida.

Aquella noche estuvieron juntos, y a esa le siguieron muchas más.

Remus nunca había hecho una locura de semejante calibre; él no era de los que se dejaba llevar por sus caprichos. Su dolencia le había prohibido arraigar en cualquier lugar y ya desde pequeño sus padres lo habían ocultado de la sociedad, mudándose siempre de un sitio para otro. Solo en Hogwarts, gracias a Dumbledore, había podido tener amigos a los cuales no les importaba su problema 'peludo', como decía James. Solo en la Orden del Fénix podía ser él mismo.

Nunca se había planteado tener una relación duradera y mucho menos enamorarse. ¿Quién querría estar con un hombre lobo? Pero con Joana no podía controlarse. Cada mañana se repetía que ese día era el último, que debía continuar su camino y no volver a verla jamás. Pero llegaba la noche y volvía a caer en sus brazos. Su pasión era descontrolada.

Empezó a descuidar los mensajes de la Orden. Ya lejos quedaban la guerra y los demás, solo existía Joana.

Su dolor crecía en igual medida que su amor. Sufría en silencio al verla tocar el Csárdás, sabiendo que quizás aquella era la última vez. La última vez que olería su perfume, que besaría sus labios... Porque la luna llena se acercaba.

No podía decirle que era un hombre lobo porque no quería ver la repulsión en sus ojos. A veces le daba la sensación de que ella lo sabía y le daba igual. Pero su equívoco sentido del deber le repetía que eran imaginaciones suyas. Así pues, tomó la decisión de abandonarla la mañana del día de su transformación.

La noche anterior le pidió que volviera a tocar para él. En aquella ocasión, Remus se entregó completamente a ella y ella le devolvió cada beso, cada caricia, con la misma intensidad.

Cuando despertó temprano para marcharse, Joana no estaba a su lado. Ni ella ni sus cosas. En la vieja caravana de madera solo había el colchón donde Remus dormía desnudo.

Joana se había ido y con ella todo el campamento. Allí solo quedaba el ruido del viento entre las hojas y, en un rincón de la caravana, un violín.

Csárdás

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ᵀʳᵃᵈᵘᶜᶜᶤᵒᶰᵉˢ ᵈᵉˡ ᵐᵃᵍʸᵃʳ:

*magyar: es la lengua húngara
*Erdélyi: transilvana.
*Erdély: Transilvania.
*Magyarország: Hungría.
*cigány: gitano (zíngaro).

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Bᴀɴɴᴇʀ ɢɪғ ʙʏ: TheWalkyrie