▮▮ 𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐍𝐃。
⊱ Day 5: Any AU Day / Mind Control | Possesed.
⊱﹝開始﹞
El sonido del piano sonaba suavemente solamente al ser escuchado desde lejos, el viento hacia ruido y los árboles se movían con pasión con la gracia de éste. El cielo era tan azul como la luna que Yokohama a veces emitía por las noches, bajo aquél cielo sin vida; yacía el suelo rojo al igual que el mar.
Un mar carmesí sin vida y sin esperanza que aunque aún sus olas seguían tocando, al compás de la música; una persona u objeto podía morir allí pronto. El mundo estaba muriendo y decayendo, en frente de los ojos de Chuuya y todo por su culpa. ¿Qué podía hacer? Incluso si sus orbes azules con vida eran los únicos que sobrevivirían al final, ¿cómo debía ignorar la naturaleza de ser inútil?
Pensando se encontraba mientras caminaba por esos lares... Su cuello picaba por encima del collar que se le fué dado antes de que Akutagawa lo rescatase de la Agencia Armada de Detectives o mejor conocida como la ADA por sus siglas en inglés. Lo que hacía que Nakahara se pusiese nervioso, no era solamente aquél hecho; era el hecho de que se estaba volviendo inhumano.
Era el hecho de que tenía miedo de volver a pilotear.
Suspirando miró hacia el cielo teñido en azul zafiro como sus ojos, el sonido del piano seguía siendo agradable para sus oídos. Decidió por irse hacia donde el sonido resonaba más, a medida que iba caminando; el camino se volvía más rocoso y en ruinas. Las paredes estaban desgastadas en rojo, las flores estaban pisoteadas y las por lo que podía notar; las escaleras de lo que alguna vez había sido un edificio se habían caído. ¿Cómo alguien en su sano juicio podía vivir aquí? Fue lo primero que se preguntó.
Aunque se había hecho esa pregunta y quería responderla por si mismo, algo le llamó la atención y fue que por fin encontró de donde provenía el sonido, por lo único había podido deducir; era que alguien estaba en el mismo lugar que él. Ah, desde hace mucho que no contactaba con alguien. ¿Sería bueno hablar un rato, no? Fue lo que se preguntó el pelirrojo. Sus pasos aunque eran temerosos, estaba yendo hacia allí.
Y entonces fue cuando ahí lo vio.
Cabello castaño moviéndose con la ventisca, sus dedos presionando las teclas del piano y haciendo un sonido hermoso. A Chuuya le estaba gustando bastante la canción, los acordes resonaban de manera tan delicada y suave... Era una melodía armoniosa que hizo que el cuerpo de Chuuya se estremeciera con fervor a lo nuevo. La música le estaba alegrando su pobre alma demacrada en melancolía y culpa.
━ Ah, ¿disculpa? ━ pronunció Chuuya provocando que el sonido que había en aquel lugar, desapareciera. El castaño lo miró y una sonrisa se divisó en sus belfos con amabilidad.
━ Nakahara Chuuya-kun. He estado esperando por ti. ━ comentó el chico, el pelirrojo no podía estar más confundido por su llamado. ¿Sabía su nombre?
━ Sí, soy él... ¿Tú eres?
━ Osamu Dazai, tú padre, SEELE y yo te hemos estado esperando. Eres el tercer niño, ¿cierto?━ preguntó levantándose del instrumento para luego emocionarse cuando sacudió su cabeza en forma de afirmación. Dazai lo tomó de la muñeca y se fue corriendo guiandolo a una parte.
Eso fue solo el comienzo.
El lugar el cuál lo llevó, fue hasta donde su padre, Arthur Rimbaud, un hombre de pelo largo quien era poseedor de semejante organización llamada NERV. También había un señor con cabello lacio negro, su nombre era Mori Ougai, japonés y con aspecto intimidante, se le dio la órden directamente de que él y Osamu iban a estar colaborando para subirse a un Eva.
De nuevo, otro Eva donde tenía malos recuerdos... Recuerdos donde solo él gritaba el nombre de Rimbaud para que lo salvara, quizás tenía sincronización perfecta con la máquina pero odiaba que algunas veces; tuviera que ver cosas que le dañaban su salud mental.
Como por ejemplo... Aquel día donde su mecha se salió de control, tuvo que pelear con otro piloto quién era su amigo. Aquél piloto era su amiga que lo había visto hace bastante rato en la ADA, Yosano... Con un parche, se cuestionaba si tenía un ojo o si era por mero adorno, pero su cicatriz se notaba y por supuesto que no tenía un ojo. Eso fue su culpa o bueno, culpa de su padre quién puso el automático y su máquina se salió de control. Le traía desgracias a la gente. Como por ejemplo a Akutagawa. Intentó salvarlo pero se dio cuenta que murió y su reemplazo -quien lo salvó- no recordaba el incidente. También le trajo la desgracias a Tachihara, Higuchi, Kouyou... Su madre fallecida.
Él no podía ser amado porque sino alguien iba a ser destruido.
Pero eso era justamente lo que quería Dazai. Ser destruido por el amor.
A varios días de estancia allí, los dos habían estado tocado una canción juntos, Chuuya no sabía tocar el piano pero Dazai le enseñó. Con las semanas, ya sabía como leer partituras, algunas técnicas con las manos y como sincronizarse con el castaño. La música entre ellos sonaba fantástica cuando la escuchaba... Era espléndido.
Después de ese ensayo, algo extraño pasó.
━ Chuuya-kun, quédate un rato. ¡Hay estrellas!━ exclamó el castaño señalando el cielo oscurecido, lo único que lo adornaba eran aquellas esferas a miles de kilómetros de él.
Los dos se sentaron en el piso, era silencioso por parte de Chuuya pero Dazai era bastante simpático y hablador; cada cosa que me expresaba, tenía que ver con su fascinación a las estrellas. A decir verdad, para Chuuya le parecían majestuosas, la astronomía le parecía algo mágico.
Chuuya sonrió cuando se acordó de una historia.
━ Conozco esas dos estrellas. ━ indicó con su dedo el pelirrojo. ━ Hay una leyenda que dice que hubo una vez una princesa quién se enamoró de un pastor, el padre quién era un dios; le concedió el deseo de casarse con el pastor. Sin embargo al casarse, la muchacha dejó de hacer sus labores y el pastor descuidó su ganado, como castigo él los separó de dos partes distintas. ━ hizo una breve pausa para luego mirar hacia el mar carmesí, incluso sino tenía vida; las estrellas le daban vida. ━ Él dios rompió el puente. La princesa lloró tanto que le pidió a su padre por lo menos ver a su marido una vez al año, el dios aceptó pero el primer encuentro; no pudieron verse debido a que estaba roto el puente. Con su sollozo, atrajo a los pájaros quienes le hicieron un puente para reencortarse con amado... Es triste aquella historia.
La sonrisa de melancolía por parte de Chuuya se hizo presente. Lágrimas brotaron de sus ojos sin darse cuenta, Osamu se dio cuenta y solo se quedó observando la belleza del pelirrojo soltando lágrimas. Parecía una flor que estaba siendo hidratada por las nubes.
Chuuya era lo más hermoso que pudo ver en su vida. Lo más triste.
Pero lo triste, era lo bello...
Lo triste, era una parte esencial para un cuento viejo.
Lo triste... Se quedaba triste.
Una de sus manos se colocó en la suya, la carició en modo de reconfortación. Con una mano, Osamu acercó a Chuuya a su hombro y acostó para que se tranquilizara. Todo iba a estar bien si él estaba allí, se les estaba acabando el tiempo pronto... Tan pronto se les iba a acabar. El fin ya iba a llegar y lo sentía.
Un mundo donde su amado no podía ser feliz, no era un mundo donde querría vivir. Por ello es que le concedió no sólo a él un fin del mundo de la mano, él le concedió un dulce final a todos que estaba llegando. Desde el fondo del mar sin vida, en un planeta donde no había nadie y todos estaban muertos; estaban dos organizaciones peleando para culpar a Chuuya de sus errores. Y Osamu no podía permitir que eso pasara. No iba a permitir que lo hiriera.
Por eso, es que el fin del mundo se acercó.
━ Te amo. ━ Dazai salió de sus pensamientos y miró como Nakahara suspiró apretando su mano, él entrecerró sus ojos cansado.
El veneno que le puso la Agencia para matarlo, estaba funcionando y le estaba doliendo en lo más profundo de su alma que él estuviese muriendo.
Pero aún así... El fin del mundo estaba llegando pronto, solo que se estaba tardando mucho. Él pronto moriría junto a él porque él iba a estar hasta el final junto a Nakahara. Estaban destinados a estar juntos pero las estrellas de la princesa y el pastor, no les aceptaba como tal, y lo estaban separando.
━ Nos volveremos a ver en otra vida, Chuuya... Descansa...━ le murmuró suavemente hacia a él. Su apretón se estaba suavizando.
Y bajo aquel mar sin vida, Nakahara dio su último suspiro. En el hombro de Dazai, estaba posado su cadáver aún con su mano entrelazada. Osamu estaba esperando el fin del mundo...
Pero éste nunca llegó.
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