29 de agosto de 2014
- ¿En serio te lo vas a pensar? - dijo Camille mientras yo abría la puerta del departamento que mis padres me habían comprado el año anterior cuando empecé la carrera de Psicología en la Universidad de Los Ángeles y que ahora compartía con mi amiga futura estudiante de Derecho.
- No lo sé. Ni siquiera sé si lo que estaba haciendo era una táctica para que lo llamara. Puede haber sido solo una broma. - encendí la luz y caminé a la cocina para buscar un vaso de agua y una aspirina.
No estaba completamente borracha solo ligeramente achispadilla pero era mejor prevenir que lamentar tener dolor de cabeza durante todo el día.
- Bueno... esa podría ser una posibilidad. Siempre hay tipos como esos por ahí. Capullos que harían lo que fuera para llevar a una tía a la cama. Y más tú que eres un pedazo de carne caliente. - Camille se había lanzado directamente al sofá y me sonreía divertida.
No pude evitar reír. Me llevé una mano al pecho de forma teatral y dije.
- Gracias Camille por tu apoyo. Eres la única persona que me ve como en realidad soy. Un pedazo de carne caliente.
- Aquí siempre para ti sis. - respondió ella con tono hippie haciendo el signo del amor y la paz con la mano. Volví a soltar una carcajada.
- ¿No crees que fue muy amable por parte de Nigel y Gael traernos a casa? - mencioné de pasada y vi como Cam ponía su sonrisa malvada. Me preparé mentalmente para lo que tenía que decir.
- Sip. Muy amable de su parte. Principalmente de la de Gael que tenía motivos muy altruistas para su invitación. No hay nada malo como que quiera meterse en tus bragas. Para nada.
- La verdad es que me la pasé genial esta noche y no hay dudas de que cantan fantástico. - rodé los ojos ignorando sus palabras.
Después de mi actuación los hermanos Rochester subieron al escenario e hicieron a dueto Sugar de Maroon 5. Las chicas se volvieron locas y no paraban de bailar. Me quedé impactada porque eran realmente geniales pero mi mandíbula no dio más de sí cuando Axel se tomó un descanso y les siguió cantando When I was You're man de Bruno Mars por lo que las pocas que conservabamos las bragas las perdimos completamente.
Al final llegamos al acuerdo de que había sido un empate y que asistiría a su próxima actuación como grupo en un pequeño bar de las afueras llamado Proud Mary. Sí, como la canción. Y por si fuera poco cantaría con ellos al menos un par de canciones.
Que puedo decir, eran muy persuasivos.
Finalizando la noche conocí a Priscilla, la chica de Axel y tuve que darle la razón a mi mejor amiga porque a pesar de ser una chica guapísima y modelo en ascenso era como una lapa pegada a su novio y un pitbull cuando una chica se le acercaba de más.
- Ya estoy loca porque llegue el domingo. Verte cantando con ellos seguro es una pasada. - dijo Camille levantándose y estirándose mientras bostezaba. - Me voy a dormir Scarlett Johanson.
Me lanzó una sonrisa adormilada y se dispuso a ir a su habitación. Me tomé la pastilla de golpe y empecé a masticarla.
Mamá siempre me regañaba por eso pero tenía terror a atragantarme con ella. Cuando terminé Camille aun estaba allí, delante de la puerta de su cuarto con una sonrisa que parecía maliciosa en su rostro pero se veía demasiado cansada para ello.
- ¿Qué quieres ahora?
- Bueno solo quería darte un consejo. Sobre August ese. - señaló ella moviendo la mano como si no tuviese importancia alguna. Asentí. - Deberías llamarlo. Puede que lo que te haya dicho no sea cierto... o puede que si lo sea. Nunca lo sabrás si no lo llamas.
La miré analizando las posibilidades.
- Si es cierto que es un representante musical y lo llamas puedes ser lo que siempre has querido. Lo que mereces. Cantarás para que todos te oigan. Si es falso y el tipo está tan bueno como dices y lo único que quiere es llevarte a la cama pues llámalo. Te la pasarás fenomenal y se te quitará el estrés, conseguirás relajar tus huesos y pasarás una semana con una sonrisa. Bienvenido sea si lo que quiere es ayudarte o encamarte. Es un ganar-ganar. No perderás nada con hacerlo. Y bueno ahora iré a mi cama para tener mi sueño de belleza. Ten sueños sexuales ángel.
Dijo ella despidiéndose mientras entraba a su habitación.
Pasé todo la madrugada pensando en lo que mi amiga me había dicho y tenía que darle la razón en todo. Si era verdad lo de ser representante podía lograr mi sueño y si era mentira y lo que quería era tener sexo conmigo yo estaría muy dispuesta a tener sexo con él.
A penas abrí los ojos a las 10 de la mañana agarré el teléfono en un arranque de valentía. Si me lo pensaba mucho terminaría no haciéndolo. Cogí la tarjeta en la que claramente se anunciaba su nombre y marqué con rapidez los números. El teléfono sonó un par de veces antes de que lo cogieran y una voz masculina y sensual que recordaba de la noche anterior me recibió.
- August Moorfield ¿dígame?
- Mi nombre es Scarlett Jeffreys. Lo conocí anoche en el bar-karaoke Instant. - mencioné casi con timidez. Suspiró y pude imaginar una sonrisa en su voz.
- Te recuerdo. ¿Te has pensado mi propuesta?
- Lo he hecho y creo que deberíamos hablar de ello.
- Perfecto. ¿Dónde podemos vernos?
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