ִ ۫ ◌ 𝟢5. super un-safe. ۫ ◌
▬▬▬▬ Hoy es día de entrenamiento de distintas artes marciales, así que el señor Davenport me regaló un traje de karate similar al de los tres hermanos para que pudiera sentirme cómoda al momento de pelear.
Para ser un señor que tiene el ego más grande que el planeta Júpiter, se preocupa bastante por sus hijos e incluso por mi, que no lleva de conocerme demasiado tiempo y es algo interesante, hasta puedo decir que nunca antes me había sentido parte de algo como me estoy sintiendo ahora.
Golpeo un maniquí diseñado para recibir golpes, al igual que Bree tiene el suyo mientras que Chase y Adam pelean entre ellos, lo cual se ha vuelto una costumbre. Antes de que el señor Davenport se fuera a contestar una llamada, nos explica un arte marcial de Japón llamado Aikido, la cual la clave principal es desviar el ataque de nuestro agresor usando su propia velocidad y fuerza contra esa persona.
—Hey Adam, atácame. — Le dice Chase a su hermano caminando por el centro del laboratorio.
—De acuerdo, tu pelo luce estúpido, eres bajo, tu cara es rara, tu eres raro...— Comienza el mayor y no puedo evitar contener la risa, por lo que me acerco a él y chocamos los cinco.
Luego de eso me coloco al lado de Bree apoyada al panel de control con todos los botones raros que Davenport no me deja tocar por obvias razones.
—Me refiero a que me golpees.
—De acuerdo, mejor porque esa iba a ser una lista enorme.
Ambos chicos se ponen en posición, pero la castaña hace un paso al frente llamando la atención de los dos.
—Espera, espera, ¿Estás seguro de esto?
—Si, Adam es diez veces más fuerte que tú. —Señalo al alto fingiendo que de verdad me interesa no ver golpeado a Chase, me río un poco moviendo mi mano restándole importancia. — No importa, quiero ver que te golpee.
—Eso no importa, con Aikido, un débil oponente puede vencer a uno más fuerte.
—Ah, ¿Pero y si el oponente débil cabe en una caja de zapatos pequeña?—Adam se va a sacar el premio a los mejores insultos para Chase y su altura, el chico se le queda viendo al menor con una sonrisa ladina asintiendo con la cabeza.— Estoy hablando de ti.
—Sólo golpéame. — Vuelve a insistir Chase.
Adam no tarda ni un segundo en acercarse corriendo al chico, quien lo derriba como si fuera una pluma debido a la fuerza ejercida, por lo que sus palabras al final tienen sentido.
—¡Mi turno!— Salto en mi lugar para acercarme al castaño.
—¡Espera, espera!— Él intenta detenerme moviendo sus manos en frente de mi.
Sin embargo lo tomo de la muñeca y lo hago rodar por los aires, por lo que cae de espalda con toda la fuerza de su cuerpo y se queja del dolor.
—Quise hacer eso desde que te conocí.— Confieso con una gran sonrisa.
Mi festejo no dura demasiado, ya que Chase aprovecha que está a la altura de mis piernas para moverse con agilidad y golpear detrás de mis rodillas, así que caigo de la misma manera que él lo hizo. Llevo mi mano a mi cabeza que casi se destruye por la fuerza.
—Yo también.
Lo miro enojada desde el suelo, mientras que él no quita su sonrisa.
—Te odio.
—Yo no, porque eso significa sentir algo por ti.
Chase cree que ganó, pero sólo ganó la lotería de golpes y él tiene todos los números comprados.
Luego de ser derribada como si no pesara nada, vuelvo a mi casa para cambiarme y dirigirme a la escuela a completar el horario escolar como una persona normal que no tiene poderes con los cuales puede salvar el mundo pero no la dejan porque no sabe controlarlos. Es algo muy específico de decir pero es la verdad, estoy cansada de estar sentada en la banca viendo como todos ellos tienen la emoción de salir a cumplir las misiones mientras que yo me quedo sentada al lado de Leo esperando actualización de cada una.
Oh por dios, me estoy convirtiendo en Leo, sólo que peor, porque tengo poderes y no puedo usarlos.
Igualmente estoy tratando de que no me afecte demasiado porque sé que de alguna manera eventual Davenport me dejará ir con ellos a arreglar puentes o hasta vencer a un gran villano de una vez por todas. Sé que estoy mejorando, por lo menos ahora no veo cosas en contra de mi voluntad con mi visión rayos x... Lo que se ve, puede llegar a traumarte demasiado...
Para cuando vuelvo a la casa de los súper amigos, entro al laboratorio así sin más, dándome cuenta que ninguno de ellos en realidad asistió a la escuela como yo. Y lo primero que veo es a Adam con una manga de compresión sosteniendo su brazo, lo que parece ser que se ha lastimado, y a Davenport viendo una pantalla con datos del cuerpo del chico.
—Tienes suerte, sólo te has dislocado el hombro. —Dice el mayor luego de hacer desaparecer la pantalla que brillaba en el aire. — ¿Cuántas veces les he dicho, chicos, que no anden bromeando por allí?
—Fue idea de Carter. — Chase me señala enseguida, a lo que frunzo el ceño enojada y confundida por la culpa que tengo sin haber hecho nada.
—¡Hey! Acabo de llegar, no tengo idea de qué sucedió.
—Y yo creí que éramos buenos amigos. — Ruedo los ojos por la forma dramática en la que Adam dice aquello, a veces es suficiente una palabra para que se crea todo lo que ve o se dice.
—Chase le jugó una broma a Adam como venganza y ahora Adam tiene dislocado el hombro. — Me explica Bree, por fin alguien coherente en toda esta familia que de verdad me dice lo que sucede a penas llego.
—Miren, sé que ha sido un accidente pero podría haber sido serio, ¿Qué tal si aterrizaba en su cabeza?— Pregunta el señor Davenport haciendo suposiciones mientras mira a Chase, quien está sentado en una silla que gira y no se queda quieto balanceándose de un lado a otro.
—Uh, se le hubiera abierto y salido confeti por todos lados.
—¡Oh! Eso sería increíble. — Festeja el lastimado.
Davenport pasa en medio de los dos hermanos con una mirada de decepción y enojo por la actitud de ambos, así que sólo miro como los regaña porque es mi pan de cada día.
—Pero señor Davenport, no estaba tratando de lastimarlo, sólo quería vengarme, Adam siempre está golpeándome y haciéndome volar por los aires.
—Si, pero es divertido cuando yo lo hago. — Asiento con la cabeza cuando el más alto dice aquello.
—No, no lo es. —Lo detiene enseguida el mayor.—Si uno de ustedes se lastima seriamente cuando no estoy, todo lo que se necesita es una radiografía de su chip biónico y ya saben qué es lo que pasará.
—Si, a los cuatro los encerrará el gobierno, tú te vas a prisión y yo me quedaré con la mansión para mí solo. — Dice Leo con una gran sonrisa, sobre todo para la última parte.
Yo no quiero terminar encerrada en el gobierno, no he vivido lo suficiente y hay partes de mi que todavía no crecen, si es que van a crecer, que lo haga rápido.
—Miren, todos van a tener que empezar a ser más cuidadosos, son súper humanos, no invencibles.
—Tal vez no, pero todavía puedo hacer esto.—Adam intenta golpear a Chase, quien se sentó en la mesada del centro del laboratorio, y lo esquiva como si nada, haciendo que el chico se quejara del dolor mientras que el otro sonríe ampliamente.—¡Si que duele!—Se abraza a sí mismo, se pone serio y me señala a mi.— Que bien, ahora Carter es el más fuerte.
Levanto ambos de mis brazos mostrando los músculos físicos que de verdad no se ven, pero pronto se verán.
—E inteligente, porque Chase ya no lo es. — Miro al recién nombrado parpadeando de manera inocente, a lo que me mira como si quisiera matarme.
—Ya quisieras tener la inteligencia que tengo, he sido diseñado para ser perfecto, Carter.
—No veo ninguna de las dos. — Levanto mi puño para golpear su brazo.
—¡¿Qué haces?!— No tarda en quejarse, ahora si está a punto de matarme.
—Tengo que tomar el trabajo de Adam para molestarte.
—Carter, sé que no eres de mis hijos pero estás tan involucrada ahora como cualquiera de ellos, así que tú también debes tener cuidado, me preocupo, por todos ustedes.
Esas son las últimas palabras del señor Davenport que dice antes de irse para dejarnos a los cinco allí. Y unas palabras que me dejan pensando de una manera que no creí posible mientras tomo asiento en una de las sillas dándole la espalda a los demás.
Eso es mucho más de lo que alguna vez me han dicho, porque ni siquiera tengo una mamá o un papá, una sorpresa, ¿No lo creen? Aun así tengo una casa que me dieron para completar la misión, es solitaria pero nadie de los chicos debe de saber la verdad sobre eso.
Leo y yo nos encontramos mirando vídeos graciosos en su gran computadora de asistente de misiones que Davenport le había dado para mantenerlo callado y tranquilo, en resumen, para que dejara de molestar, en lo que esperamos que los chicos regresaran de su siguiente misión y el mayor está al pendiente de que todo saliera bien.
Aunque parece que en realidad no salió bien debido a como Chase y Bree entran, ambos enojados y Adam enfrente con seriedad quitándose el bolso de su hombro.
—¿Has perdido la cabeza?— Le pregunta su hermano.
—¡Estás siendo ridículo!— Habla Bree.
—No, no lo estoy. — Se defiende el mayor.
—¿Qué ha sucedido?— El señor Davenport aparece en medio de ellos mientras que Leo y yo nos quedamos viendo la situación en silencio, sin entender qué es lo que está sucediendo.
—Nuestro nuevo jefe está tan obsesionado con la seguridad que casi arruina toda la operación.— Explica la chica dando varios pasos que demuestran lo molesta que se encuentra.
—No nos ayudó, cuestionó todo lo que dije y mira lo que le hizo a nuestros trajes.
Luego de que Chase se quejara, los dos chicos se dieron vuelta para mostrar sus espaldas, en donde tienen pegado un signo de peligro con luces que se prenden y apagan en forma de señal.
—Adam, no hay nada malo en querer ser cuidadoso pero si exageras, pensarás demasiado en las cosas y no serás capaz de terminar las misiones.
—Oh genial, si no soy cuidadoso puedo lastimarme a mi, pero si exagero soy inútil.—Es la primera vez que veo a Adam hablar con tanta seriedad y que de verdad le creo lo que está diciendo porque con él nunca se sabe que es de verdad y que no, pero ahora es diferente.— Bien, no importa lo que haga, me lastimo a mi mismo o al equipo. Yo no seré responsable de esto, ya no iré a más misiones.
—¿Qué?— Decimos todos al unísono.
—Adam, no puedes decir eso, eres importante.— Hablo por primera vez en una discusión que ni siquiera me corresponde.
—Es la única manera. — Con su súper fuerza, se quita el traje de misión para quedarse en ropa interior. — Renuncio.
Adam se va enojado del laboratorio dejando a todos confundidos.
¿Será esta mi oportunidad en ir a misiones?
¡No! Eres buena persona, no porque haya renunciado significa que yo vaya a ser el reemplazo, además no soy el reemplazo de nadie.
Va a tocar tener que ayudarlo de alguna manera, o no, el causante de esto fue Chase, a pesar de que de verdad me preocupa la situación en la que el equipo se encuentra, no es como que yo tenga demasiada influencia en hacer que algo de eso cambie, ellos se conocen hace años, a mi hace algunos meses.
Mis palabras no tienen el poder que pienso.
Así sin más, la situación se vuelve incómoda y el señor Davenport me envía a la casa por que ya se estaba haciendo tarde, hago caso porque ahora no es momento de hacerme la difícil, eso causaría más problemas de los que ya tienen.
Mientras preparo mi cena en mi casa vacía con una música de fondo, escucho un golpe en la puerta que es incluso mucho más fuerte que la música, lo que me hace quedar confundida. Así que dejo de batir los huevos esperando que la persona de afuera, pues se fuera, sólo que no sucede y el golpe vuelve a suceder, a lo que ruedo los ojos y camino hasta la sala para agarrar el control remoto y apagar el equipo de música, ahora si para abrir la puerta, y encontrarme con la peor persona que podría haber golpeado.
—Tienes que ayudarme. — Sin siquiera terminar de haber abierto la puerta por completo, Chase hace paso casi empujándome en el proceso, haciéndome perder el equilibrio por un par de segundos.
—Chase, ¿Qué haces aquí? Ni siquiera te he invitado a pasar. — Pregunto confundida y con el ceño fruncido viéndolo en mi sala de estar.
Lo que es raro, aunque más raro es que esté en mi casa... Y que supiera que vivo aquí.
Oh claro, súper inteligencia y me rastreo, como toda persona normal.
—¿Y crees que me interesa?—Dijo con obviedad levantando ambas manos, a lo que ruedo los ojos cerrando la puerta a mis espaldas.— Aún así, por más que odie decirlo, necesito tu ayuda para recuperar la seguridad de Adam.
—¿Por qué necesitas exactamente mi ayuda? Me odias.
Cruzo mis brazos avanzando un par de pasos en su dirección.
—Te odio, pero la razón de la broma has sido tú, tú me diste la idea así que en teoría también es tu culpa. — Me señala con una pequeña sonrisa, vuelvo a fruncir el ceño.
—¿Y cómo algo de esto es mi culpa? Oh espera...—Enseguida mis palabras pasadas hacen eco dentro de mi cabeza, había dicho que colgar a una persona de cabeza con una trampa para osos era una buena idea de venganza mientras veía una película con Bree, imagino que Chase estaba escuchando a escondidas o usando su súper oído como el raro que es.— Ya recordé.—Aprieto mis labios, lo miro alzando una de mis cejas. — Pero primero que nada, ¿Por qué me haces caso en esa idiotez?
—Fue buena en el momento, ahora es malo, así que me ayudarás si de verdad te interesa el equipo.
—Eso es manipulación.— Lo señalo de manera amenazadora.
—¿Lo harás o no?— Levanta un poco la voz, demostrando que de verdad se encuentra desesperado.
Suelto un suspiro tensando mi mandíbula, a lo que asiento con la cabeza.
—Lo haré, pero sólo porque estoy cansada de que cada vez que veo a Adam me coloque un salvavidas.
—Bien. —Asiente con la cabeza quedándose más tranquilo, noto que su nariz comienza a moverse sintiendo un aroma. — ¿Qué es ese olor?
—Comida, y no, no te daré.— Sonrío un poco de manera burlona.
Aunque todo esto de Chase en mi casa me resulte raro, nos ponemos en acción para armar un plan que haga a Adam súper poderoso y seguro de sí mismo una vez más porque a todos nos tiene bastante cansados que sea una señora de la seguridad cuando siempre ha sido una persona demasiado descuidada.
Lo más curioso de esto, es que Chase y yo no tardamos demasiado en ponernos de acuerdo con lo que íbamos a hacer, el plan se vuelve fácil de armas e incluso de desarrollar una vez llegamos al laboratorio para armar todo. Se me hace difícil no decirle cosas ofensivas a Chase y él tiene la misma pelea interna, sin embargo sabemos que debemos ponernos serios para terminar con la señora mamá de la seguridad.
Así que Chase se mete dentro de su cápsula en lo que yo me quedo al lado del panel de controles esperando a que Adam entre por la puerta para comenzar con el plan, lo cual no tarda demasiado que llegue a donde nos encontramos luego del mensaje que le he mandado.
—¡De acuerdo! Allí viene, prepárate. —Le digo a Chase quien asiente con la cabeza, yo me apresuro a correr al lado de Adam quien tiene un comic en sus manos. — ¡Adam! Que bueno que hayas venido, hay una emergencia, el sistema operador en la cápsula de Chase está funcionando mal, ¿Ves?
Arrastro al chico de la muñeca sana más cerca de las cápsulas para que vea el falso sufrimiento de Chase.
—¡Oh no! Estoy atrapado en mi cápsula, ¡No puedo salir!—Elevo una de mis cejas por su mala actuación, muevo mi mano a escondida para que siguiera ya que Adam no reacciona.—Sólo espero no asfixiarme aquí.—Otra vez nada.— Y dejar de respirar.
Ruedo los ojos por tener que ver esta mala actuación.
—Adam, ve a romper la puerta para salvarlo. — Empujo a Adam de la espalda para que se acercara, sólo que él se ríe y se gira para verme negando con la cabeza.
—Si, buen intento chicos, pero reconozco una buena broma cuando la veo, es muy obvio que ustedes dos nunca trabajarían juntos.—Por primera vez, que necesitamos que sea tonto, no lo es, ¿De verdad?— Si esto fuera real, Chase estaría gritando y peleando por aire, como cuando lo uso para limpiar el inodoro y tu riéndote de que se está a punto de morir.
Adam toma asiento fuente el panel de control levantando sus pies sobre esta para seguir leyendo de su comic.
—Bien, sal de ahí que no lo ha creído.
Chase intenta salir pero de la nada una luz roja se enciende dentro de la cápsula con él adentro y un humo empieza a salir de los costados.
—Umh, ¿Carter?— Pregunta viéndome confundido.
El chico comienza a sentirse ahogado, a lo que miro el panel de control y los pies de Adam, a lo que enseguida me doy cuenta de eso.
—¡Adam! Tus pies encendieron el desinfectante de calor, ¡Esa cosa sube hasta 93 grados!— Le grito, intento abrir la cápsula con rapidez viendo como Chase comienza a debilitarse por el calor que tiene allí dentro.
¿Cómo sé todos estos datos? Sirve de algo ser curiosa, porque en casos como estos es bueno saber todas estas cosas, ahora no esperaba que Chase muriera en el intento.
—¡No puedo respirar! ¡Sáquenme!— El chico se altera adentro golpeando el vidrio de la cápsula, sigo intentando abrir la puerta pero es inútil.
—¡Está bloqueado! Adam, esta no es una broma, ¡Tienes que ayudar a Chase!— Vuelvo a insistir, sólo que parece que nada convence a Adam de que es de verdad.
—¡Oh, bravo! Tan dramático, su actuación es mucho mejor ahora. —Se ríe, a lo que ruedo los ojos para seguir con lo que estoy haciendo, por lo menos si muere sé que hice algo. A los segundos vuelve a hablar. — Espera un minuto, ¡Él está en problema! ¡¿Por qué no dijiste algo?! ¡Y te estás preocupando en serio! ¡¿Qué pasa con el mundo?!
—¡Eso estuve haciendo, tonto!— Grito señalando la capsula.
Adam se acerca corriendo para pararse en frente de Chase que ya se encuentra en el suelo.
—¡Voy por ti, Chasey!—Su hermano golpea con fuerza el vidrio de la cápsula y este se rompe en pedazos, Adam agarra a Chase de su camisa, quien está débil, y lo sube en su hombro sano para caminar hasta el centro del laboratorio, lo lanza al suelo como de costumbre y extiendo mi mano a Chase para que se levante del suelo, y él toma asiento en una de las sillas allí.— Esperen, ¿Ustedes armaron todo esto y Chase casi se convierte en un malvavisco? ¿Y la habitación no explotó con ustedes ahí adentro? ¡Ha! Y yo soy el idiota.
—Sorprendente, ¿Verdad?— Sonrío un poco.
—Adam, tú acabas de usar tu súper fuerza para romper en pedazos una cápsula irrompible y el miedo ni siquiera atravesó por tu cabeza.—Habla Chase tranquilo, viendo a su hermano, asiento con la cabeza. — Así que, ¿Volverás a las misiones?
—Adam, lo hiciste sin pensar y sin miedo, tienes que decir que si, y no pensarlo, mejor no pensar nunca más nada. — Repito la última palabra para que quede en claro.
No tiene que pensar.
—¡Creo que lo estoy!— Un alivio nos recorre a ambos.
Chase y yo nos miramos con una sonrisa, y luego nos miramos con desprecio volviendo todo a la normalidad.
—Estoy feliz de que haya funcionado, no quiero volver a trabajar con Chase nunca más.—Levanto mis manos alejándome del chico para colocarme al lado de Adam, a quien miro con una sonrisa. — ¿Me harías el favor?
—Sería un placer. — Entiende enseguida a qué me refiero, al igual que su hermano.
—¡Esperen!
Adam toma a Chase de la camisa para lanzarlo por los aires, y eso me saca una gran sonrisa.
Extrañaba eso.
Recuerden:
—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido. Por favor votar en todos los capítulos.
—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.
—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia.
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