▬▬▬▬  Leo me había invitado a su casa porque se encontraba emocionado por algo que desde un principio no me quiso decir, sin embargo cuando bajamos al laboratorio, allí están el señor Davenport en el suelo, por alguna razón al lado de la puerta, y los tres chicos vestidos con sus súper trajes festejando, lo que parece ser que acaban de regresar de una misión.

—Hola, chicos. — Dice Leo pasando por encima del mayor, quien aún no se levanta del suelo. Yo lo desvío para no parecer tan mala como Leo. — ¿Cómo les fue en la misión?

—Fantástico, arreglamos el satélite de comunicación del Pentágono y lo devolvimos a la órbita. — Explica Bree con emoción y orgullo haciendo un sonido con su lengua.

—Eso si suena fantástico.— No puedo evitar murmurar con ciertas ganas de querer ser parte del equipo.

Hasta ahora, lo que se supone que es mi misión es muy aburrida, y a decir verdad, me estoy preguntando si de verdad la quiero seguir. Es decir, por fin podré tener el respeto que me merezco y aun así, es mucho más grande de lo que digo, sólo que una parte de mi ya está cansada y sólo quiere estar aquí, siendo una adolescente normal.

—E incluso lo arreglé para que tengamos todos los canales del mundo, ¿Quién quiere mirar las carreras de Guatemala?— Habla Chase.

—¿Mis sugerencias fueron útiles en la misión?

—¿Qué sugerencias?— Chase pregunta con una gran sonrisa pero confuso.

—Así que eso era por lo que estabas tan emocionado. — Todo se revela cuando recuerdo su expresión cuando me guiaba hasta el laboratorio.

Quería mostrarme lo útil que es para el equipo.

Leo le da una mirada al señor Davenport, quien se pone serio, lamentándose.

—Oh cierto, lo siento Leo, no tuve tiempo de usarlas.

—¡Si tuviste! Tu derramaste café y usaste la investigación de Leo como un trapo. — Adam enseguida lo delata en frente de todos y no puedo aguantar mis ganas de reír, las cuales se detienen cuando Leo me mira de mala manera, como si quisiera asesinarme.

Aprieto mis labios con fuerza fingiendo que es muy seria la situación.

—¿Tu usaste mis sugerencias cómo esponja?

—Más como una toalla de papel, pero fue muy absorbente. —Lo señala con una gran sonrisa, luego pasa por su lado para dirigirse a los demás.— ¿Por qué no van chicos a limpiar el resto de su equipo?

Ellos se van de la parte principal del laboratorio, yo aprovecho que Davenport y Leo caminan, o más bien Leo sigue a su padrastro en lo que yo tomo asiento al lado de una de las computadoras para ver qué es lo que tiene esto.

Espero alguna clase de juego interesante.

—Ya me cansé del aguador, quiero ser parte del equipo.

—Ya te dije que no puedes ser parte del equipo, no eres biónico, hasta Carter puede ir. — Cuando escucho mi nombre sonar, salto de mi asiento y sonrío.

—¿De verdad?— Pregunto con emoción.

—¡No!— No tarda en contestar ni un segundo como si fuera una pregunta tonta, me vuelvo a dejar caer en la silla frunciendo el ceño. —Eres nueva aun y no has sabido usar tus poderes sabiamente.

—¿Soy Superman ahora?— Me burlo, a lo que me vuelvo a levantar y suelto un suspiro. — Eso es aburrido, así que ahora iré a aburrirme a la escuela, gracias señor Davenport.

—Un placer.

Ruedo los ojos cuando le doy la espalda y salgo del laboratorio hasta el ascensor viendo a los dos que quedaban allí, discutiendo.

Sé que soy nueva y que tengo unos problemas con mi poderes, pero eso no significa que no pueda ser útil. Si hasta Leo se cree capaz, que es un humano común y corriente, yo que soy biónica, ¿Qué me espera? Todavía sigo esperando algo de diversión en esta misión y en esta nueva vida, porque al parecer luego de que sea concretado de una vez por todas, tendré que irme de Mission Creek y la verdad es que ya no sé si quiero que eso sea el final.

Es decir, conocer a los Davenport ha sido una lotería, aunque al principio pensara que son raros, lo son pero ahora es más normal, y Chase viene con ellos así que no puedo hacer demasiado.

Sabía que hoy me esperaba un día aburrido en la escuela, porque los chicos cuando tienen una misión bien temprano, no suelen asistir y Leo me parece que lo hará pero casi no compartimos clases así que si, definitivamente será bastante aburrido. Tal vez deba de buscar amigos que no tengan nada que ver con el mundo biónico si no quiero caer en el mundo de los rechazados, porque al parecer ellos son parte de ese mundo y yo me acabo de unir.

De todas formas me distraigo por primera vez haciendo las tareas en clases y no dejándolas para último momento, así tengo libre al llegar a mi casa, no soy de las más aplicadas pero me vendría bien la súper inteligencia de Chase ahora, y va a ser lo único que me van a ver halagar sobre él.

No podemos estar ni un segundo en la misma habitación sin terminar matándonos con sólo la presencia del otro. Lamento a Adam, Bree y Leo por tener que vivir con la persona más aburrida que conocerán en su vida, ¿Pueden creer que para él lo divertido es cómo funcionan las células? A mi no, he perdido la cuenta de cuantas veces lo he desaprobado por la falta de interés.

Por eso le llaman "el mata diversión" o como yo he comenzado a llamarlo, señor somnífero, porque cada vez que habla te genera ganas de dormir. Al parecer él resulta que es el líder del equipo, lo cual me da curiosidad de cómo eso funciona y si de verdad es bueno en ese trabajo, sería lo primero que hace bien para ser el don perfecto que todo lo sabe.

Por eso Bree y Adam no lo soportan por su aire de superioridad cuando tienen que trabajar juntos, yo tampoco lo haría, ni lo hago ahora.

Escribo en mi cuaderno mientras tomo un vaso de jugo de naranja que me he servido hace un rato, lo dulce y natural de este me ayuda a concentrarme en las tareas de matemática, ¿He dicho que las odio? No es que me vayan a servir si en algún momento seré parte de la historia como una gran biónica en el mundo.

Mi concentración se ve interrumpida por el sonido de mi celular, que es una llamada. En la pantalla marca el nombre de "mini león" así es como he decidido ponerle a Leo porque es chiquito y con gran carácter, me mataría si supiera que lo tengo agendado así.

—Hola, ¿Qué sucede?— Pregunto con tranquilidad viendo la pared de mi casa, sin embargo todo ese sentimiento desaparece cuando escucho un grito del otro lado del teléfono que me hace sacarlo de mi oído de golpe, pareciendo que lo tenía en altavoz... pero no era así.— ¡Leo! ¿Por qué gritas? ¿Está todo bien?

—¡Te necesitamos! Vine a una misión sin permiso, estamos aquí con el señor Davenport a punto de morir por un gas letal que se va a escapar si no hacemos algo rápido.

Ruedo un poco los ojos girando en la silla.

—¿Por qué no llamas a su súper equipo?— Digo elevando una de mis cejas, como si pudiera verme.

—Están en detención, ahora eres nuestra única esperanza. — Al parecer si es algo de vida o muerte, aunque eso me lo dejaron en claro con la palabra "gas letal."

—¡Te enviaré las coordenadas!— Ahora es el señor Davenport quien habla.

Enseguida la dirección en donde se encuentra aparece en mi mente.

—Las he recibido, ahora mismo voy. —Salto de mi asiento corriendo hasta la puerta, aunque me detengo de golpe pensando en algo que podría hacer.— Esperen...

—¡¿Qué?!— Dicen al unísono gritando.

—Sólo iré si me dejan decir que he sido la líder de la misión.— Sonrío abriendo la puerta de mi casa para salir al porche, pero no hago nada para moverme hasta escuchar la respuesta que quiero.

—¿Por qué haríamos eso?—Ruedo los ojos una vez más por la inocencia de Leo, ¿Tendré que explicarle la razón a su pobre cerebrito?—Ah, ya entiendo, puedes hacerlo, ¡Rápido!

Ahora si, mi sonrisa se ensancha, lo cual es más que suficiente para que me impulsara una vez para salir volando, ¿Un adelanto? No puedo hacerlo a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera que se supone que es la vencida, pero lo logro a la sexta intención la cual me desestabiliza un poco porque había perdido la esperanza de poder hacerlo.

Sigo las coordenadas de donde se encuentran a la perfección, volando a la velocidad de la luz, como siempre tratando de evitar que la turbulencia del viento no me hiciera caer en el proceso de querer ser una superhéroe. Cuando aterrizo, me pierdo entre los túneles que parecen un gran laberinto, y en cuanto estoy por llegar, recuerdo que es un gas letal y que me puedo morir, así que me toca volver a volar para ir al laboratorio de los Davenport y robar un traje amarillo especial para estas ocasiones.

Una vez lista, vuelvo al lugar sin detenerme en ningún momento, para encontrarme con un gran viento proveniente de un gran ventilador que casi no me deja acercarme.

—¡Estoy aquí! ¡Más o menos!— Me sostengo con fuerza del borde viendo a los dos chicos prácticamente volando en los aires agarrados de un tubo que hay allí en la habitación.

—¡Carter!—Grita el señor Davenport a causa de la felicidad de una esperanza de no morir. — ¿Crees que puedas volar a contracorriente?

—Puedo intentarlo, pero que se logre es otra cosa distinta. — Hago una mueca.

Apenas puedo hacerlo a corriente.

—¡Hazlo! Necesito que desactives con tus poderes la máquina y absorbas la energía para que deje de girar.

—¡Lo haré!—Digo intentando no dejarme llevar por el viento, estoy a punto de soltarme del borde del túnel hasta que recuerdo algo.—Esperen...

—¡¿Qué?!— Vuelven a gritar alterados y los miro de mala manera.

—¿Qué hay del gas tóxico?

—Lo contuvimos en el túnel pero debemos apretar el botón de allí aunque no llegamos, ¡Ya vuela!— Leo no tarda en desesperarse, a lo que muevo mi cabeza para que se diera cuenta que me altera su alteración.

—¡De acuerdo! No griten.

Me suelto con rapidez de la pared para ser llevada a unos cuantos centímetros para atrás en lo que comienzo a volar con fuerza, aunque el viento que genera las turbinas del gran ventilador son más fuertes que yo, así que debo hacer el doble de esfuerzo para lograr lo que tenían planeado.

Poco a poco cumplo mi cometido y giro a toda velocidad alrededor del ventilador para acercarme al cable que sobresale allí, estiro mi mano quedando pocos centímetros entre ambos y lo agarro con fuerza para no dudar ni un segundo en apagarlo con mi poder. Todos caemos al suelo y Leo corre al botón para sellar el túnel y que el gas tóxico quedara atrapado para siempre.

—¡Lo hiciste!— Leo se acerca a mí para darme un abrazo rápido.

No puedo evitar reírme un poco por la ternura que la situación me dio.

El señor Davenport se acerca a mí con una sonrisa colocando su mano sobre mi hombro.

—Estoy orgulloso de ti Carter, nos has salvado y usado tus poderes a la perfección.

—Aun así puedo ver su pijama debajo del traje de banana, señor.— Confieso y aprieto mis labios conteniendo la risa.

Su expresión cambia enseguida a una más seria.

—No me dejas felicitarte como se debe, vámonos ahora.

Señala la salida del túnel, Leo y yo nos miramos para estallar en carcajadas mientras seguimos a un señor Davenport ofendido por lo que acabo de decir.

Supongo que no puedo aceptar un cumplido sin decir algo extra que salga de mi boca, auto-sabotaje es lo que se llama.

Los tres volvimos al laboratorio en donde nos deshicimos de los trajes bañados en gas tóxico, en eso nos ponemos a hablar y resulta que todo el plan era parte de Leo, sólo que faltaba una parte biónica para completarla, por lo que el señor Davenport termina aceptando usar las sugerencias de Leo para las próximas misiones.

En lo que nos reímos por un chiste, las puertas del ascensor se abren de golpe y giro con la silla para ver a Adam, Bree y Chase entrar corriendo.

—¡Estamos aquí, señor Davenport! ¿Cuál es la misión urgente?— pregunta Chase todo asustado al igual que los dos otros chicos.

—¡Se lo perdieron!—Les dice moviendo sus manos, luego me hace un gesto para que me acerque y me coloco al lado de Leo con una sonrisa, en realidad ambos sonrientes. — Por suerte Leo y Carter estuvieron allí para salvar nuestros traseros.

—¿Leo y Carter? Eso es divertido. — Dice el chico en forma de burla, a lo que entrecierro un poco los ojos.

—Hablo en serio, ambos hicieron un gran paso hoy.

—Y adivinen qué... He sido la líder de toda la misión, con ayuda de Leo. — Lo señalo y eso hace que su ego suba aún más.

—¿La líder? No hay manera. — Chase se ríe negando con la cabeza.

—¿Qué sucede, Chase? ¿Tienes miedo de que alguien sea mejor que tú para liderar?— Hago un puchero para molestarlo, y al juzgar por su expresión, es justo lo que estoy logrando.

Gracias Leo y señor Davenport por dejarme mentir para lograr mi cometido.

Molestar a Chase.

—Tú deseas que eso sea cierto .— Se cruza de brazos en lo que comenzamos a desafiarnos con la mirada.

—Creo que hemos aprendido a este punto que puedo ser tan buena como tu, o mejor.

—Esa es mi chica. — Bree levanta su mano y chocamos los cinco.

Lo miro con una gran sonrisa elevando una de mis cejas viéndonos mutuamente, como si quisiéramos hacernos desaparecer de la vista del otro, pero por desgracia aun no tengo esa capacidad.

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