Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

extra: bionic drunks.

—¡No puedo creer que hayamos sido invitados a la fiesta!

—No, Leo, nos vamos a colar a una fiesta.—Le corrijo en lo que los cinco nos quedamos parados en frente de la gran casa.

En donde las luces de colores salen de cada habitación, las personas saliendo y entrando con bebidas en sus manos, saltando a la piscina y algunos comiendo en frente de nosotros, por si saben a lo que me refiero. Sumando la música que retumba de todo el lugar, un poco más y provocando un derrumbe.

Habíamos decidido que entre tanta presión de ser los chicos biónicos más populares del mundo, nos merecíamos un descanso, así que nos escabullimos de la casa para venir a una fiesta que Chase encontró con su súper rastreo, así que estamos aquí afuera viendo qué es lo que haremos, porque ninguno tenía idea de que sucede en este tipo de reuniones sociales.

¡La habilidad social de todos apesta! Ahora aun más que ya no somos tan invisibles para las personas, es mucha más presión de lo normal.

—Oh por favor, no es la gran cosa, entremos y vean a la mejor en las fiestas.— Bree se coloca en frente de nosotros acomodándose su chaqueta con cierto egocentrismo en su actitud.

—Tu no cuentas, Bree, has ido a fiestas de secundaria, no de universidades.— Detengo su emoción antes de que decidiera hacer alguna idiotez, un poco imposible cuando se trata de esta familia.

No tengo idea de cómo terminamos aquí, se suponía que iba a ser una fiesta tranquila pero henos aquí, en frente de una casa de fraternidad con universitarios locos y algunos desnudos.

—Si, no creo que sea buena idea que entremos.— Chase se coloca a mi lado teniendo una mirada cargada de duda con respecto a lo que hacemos aquí.

—¿Escuchan eso?—Adam coloca su mano cerca de su oído.— Es el aguafiestas hablando.— Golpe el hombro de Chase, quien rueda los ojos.

—Sólo digo que seremos adolescentes en una fiesta de adultos jóvenes, además no deberíamos tomar alcohol, ¿Quién sabe lo que le pasaría a nuestros biónicos?

—Chase, yo he tomado alcohol y no ha pasado nada.— Coloco mi mano sobre su hombro, como si fuera la más experta en tomar alcohol.

—¿Con el chip puesto?— Pregunta elevando ambas cejas.

—No, cuando tenía ocho años, eso había salido muy mal.— Hago una mueca de asco y llevo mi mano a mi abdomen por la inercia del recuerdo.

Cuando todavía seguía en el orfanato, tenía una amiga que le robaba cosas a los encargados del hogar, en una de esas, les quitó una botella entera de whisky que nos lo bajamos en cuestión de segundos. Igualmente ella era tres años más que yo, lo cual no fue buena idea juntarme con cierta personita para tomar, porque terminé vomitando durante dos días seguidos y encima, apestaba a whisky, así fue como la encargada se enteró y nos castigó a las dos por un mes entero.

Así que no, en resumen no he tomado con el chip puesto.

—¡Entremos! Probemos un par de tragos, no nos puede matar.— Sugiere Leo, haciéndome olvidar por completo que ya no es ese nene de trece años que conocí, sino que ahora tiene quince.

Nos miramos entre todos y terminamos por asentir con la cabeza.

Chase y yo nos agarramos de la mano entrelazando nuestros dedos en el proceso comenzando a caminar entre la gente, sin siquiera entrando al edificio todavía, la cantidad de humo y locura volando por todos lados. Al cruzar la puerta de la casa de fraternidad, la primera cosa que noto es el estruendoso volumen de la música, retumbando a través de las paredes, y la mezcla de luces parpadeantes que se reflejan en las caras de todos los presentes. La sala está llena de gente, cuerpos apretados unos contra otros, moviéndose al ritmo de la música. El aire está cargado con el olor de alcohol y humo, con una ligera nota de sudor.

Leo se desliza entre la multitud, como si fuera uno de ellos, lo que me hace reír con negando con la cabeza. Adam y Bree van detrás de él, su presencia imponente apartando a la gente del camino, enseguida no tardamos de llamar la atención de los presentes, no sé si es porque seamos adolescentes o porque somos los primeros súper humanos biónicos del mundo, aun así, la atención no me molesta por el momento, porque cada uno sigue dentro de su humo... Literalmente su humo.

Chase aprieta mi mano un poco más fuerte mientras caminamos, manteniéndonos unidos en medio del caos siguiendo a los demás chicos para no perderlos, todavía no es el momento de hacerlo al menos.

A medida que avanzamos más adentro, la locura de la fiesta se vuelve cada vez más evidente. Gente baila en las mesas, algunos claramente pasados de tragos, mientras otros se ríen y conversan a gritos para hacerse oír sobre la música. Más allá, un par de chicos se lanzan en una piscina improvisada en el jardín, siendo cosas que nunca había visto en mi vida, o en realidad solo en las películas, porque ahora la estoy viviendo justo en frente de mi rostro.

El suelo está pegajoso con cerveza derramada, y el olor ácido del alcohol se mezcla con el del humo de cigarrillos y otras cosas menos legales, no tengo que ser demasiado experta para saber que ese olor desconocido no es algo que yo vaya a ingerir. En una esquina, veo a un par de chicos besándose apasionadamente, como si fueran los únicos en la sala. Los universitarios desnudos que vimos afuera ahora están corriendo de un lado a otro, haciendo reír a todos los que encuentran en su camino.

Nos reunimos en un rincón más tranquilo de la casa, por un par de segundos habíamos perdido de vista a Leo, hasta que lo vemos regresar con una bandeja de vasos rojos, me hace sacar una sonrisa al vez que no había perdido ni siquiera el tiempo de ir en busca de esas bebidas, cada uno lleno de lo que parece ser cerveza, porque eso es lo que toman los jóvenes de ahora. 

Miro el líquido dorado con cierta duda. Nunca antes había probado cerveza, una cosa es whisky, otra cosa es cerveza de dudosa procedencia en una fiesta de dudosa procedencia en un barrio de dudosa procedencia.

Si, así es, todo esto es de dudosa procedencia.

—¿Listos para esto?— Pregunta Leo, levantando su vaso con una sonrisa de desafío en el rostro.

—¿Es realmente una buena idea?— Murmura Chase en medio de la música, pero agarra su vaso de todos modos.

—Sólo se vive una vez.—Responde Adam, riendo mientras levanta el suyo.— Vamos, no puede ser tan malo.

Bree y yo nos damos una mirada de extrañeza, suelto un suspiro y al final terminamos por agarrar esos dos últimos vasos que quedaban allí con cierta duda.

Nos miramos entre todos, sosteniendo los vasos en alto.

—A la cuenta de tres.— Digo Leo viendo a cada uno con atención, esperando a que ninguno hiciera trampa.

—Uno...— Empieza Bree, y puedo notar la diversión en su voz.

—Dos... — Continúa Chase, sus ojos recorriendo nuestras caras, como si intentara asegurarse de que todos estamos listos, o más bien, que lo tomáramos al mismo tempo.

—¡Tres! — Termina Adam ocn un grito, y todos levantamos los vasos al unísono, acercándolos a nuestros labios.

El sabor amargo de la cerveza golpea mi lengua de inmediato, mucho más fuerte de lo que esperaba. Siento las burbujas en mi boca y quito el vaso de mis labios, resistiendo el impulso de hacer una mueca, por lo que veo, los demás están igual que yo.

Miro a los cuatro mientras trago, y no puedo evitar soltar una risa cuando veo sus caras. Leo se estremece ligeramente, Bree cierra los ojos con fuerza, Adam hace una mueca exagerada, y Chase, bueno, él parece tan sorprendido como el resto de nosotros.

Diría que va a vomitar, pero no estoy segura, las pocas luces del lugar hacen que todo se vea raro.

El vaso se vacía más rápido de lo que pensé, y cuando finalmente lo termino, me encuentro riendo junto con todos ellos. La bebida deja un gusto amargo en mi boca, y no puedo evitar sacudir la cabeza.

—¡Eso fue... Horrible!— La voz de Bree resuena en mis oídos, para luego reír negando con la cabeza.

—No es tan malo...— Intenta decir Adam, pero la mueca en su cara lo traiciona.

—¿Cómo la gente bebe esto por diversión? —Pregunta Chase, mirando su vaso vacío como si intentara resolver un misterio.

Nos miramos los unos a los otros, sobre todo con una extraña sensación de diversión.

—¿Tomamos más?—Pregunto elevando una de mis cejas. Giro a ver a Chase, quien hace una mueca como sí volviera a dudar.— Anda Chase, no nos va a matar, creo que ya lo hemos probado.

Lo agarro del brazo dando la mirada más inocente y suplicativa posible existente. Si, sé que esa palabra no existe pero no me interesa, se entiende muy bien lo que quiero decir. 

Chase analiza mi expresión, incluso con la poca iluminación del lugar, puedo notar sus ojos verdes con las pupilas un poco dilatadas, debe ser el humo que entró en su cuerpo sin desearlo.

Él termina por soltar un suspiro, nuestra sonrisa se amplía más.

—Esta bien, pero no demasiado, los estaré vigilando.

—¡Muchas gracias, líder!— Grita Adam de la nada, le roba el vaso de cerveza a alguien que pasaba por allí, acto seguido se quita la remera para desaparecer entre la gente.

Eso fue rápido, aunque no iba a decir que no me la esperaba.

Luego de eso, todos nos dispersamos alrededor de todo el lugar, tomando y tomando vasos de cervezas que comienzan a hacerse presente en nuestros cuerpos, sin parar. Si bien es asquerosa, no hay forma de que nos detengamos ahora mismo una vez empezamos.

Poco a poco comenzaba a sentir el efecto dentro de mi cuerpo, y al juzgar por la mirada de Chase, puesta sobre mi, le estaba pasando lo mismo. Nos movemos al ritmo de la música, somo si fuera lo más sensual que alguna vez habíamos hecho en nuestra vida, de la nada él atrapa mis labios sobre los suyos, comenzando así un beso que se desde el principio es intenso, como si nadie más estuviera dando vueltas a nuestro alrededor, ignorando a todas las personas.

Mis manos puestas sobre su cuello y las de él sobre mi cintura dando un apretón posesivo que se sentiría a miles de distancias. Cuando nos separamos, volvemos a tomar de nuestros vasos para seguir besándonos como dos adolescentes hormonales, después de todo si lo somos, sólo que no creí que fuera a pasar algo así de verdad, la experiencia cambia las cosas.

—¿Alguna vez te he dicho que me encanta que seas mi novia?— Habla cerca de mis labios en lo que nos movemos con lentitud en medio de la pista de baile.

—Nunca está demás que me lo recuerdes, amor.— Murmuro sonriendo y lo vuelvo a besar.

Wow, no creí que esos diez vasos llenos de cerveza habían tanto efecto, sin embargo, aquí estoy, como si no pudiera controlarme. Nuestros labios se mueven a la perfección uno con el otro, hasta que una descarga eléctrica, que no es la común que sucede entre humanos, sino uno específicamente de mis poderes, nos hace separar por lo fuerte que ha sido, y la mirada de Chase cambia por completo.

—¿Qué ha sido eso?— Pregunta señalando mis labios.

Me encojo de hombros llevando mis manos a la zona sintiendo a ver si esa descarga volvía a suceder. Pero antes de que pueda decir algo, el sonido de unos gritos extraños interrumpe nuestros pensamientos.

Nos giramos justo a tiempo para ver a Adam irrumpir en la sala, aun sin su camiseta, y con una expresión de pánico en su rostro. Sus pasos son torpes, y con cada movimiento, su súper fuerza descontrolada arrasa con todo a su paso.

—¡Cuidado!— Grita una voz desconocida cuando una banca se rompe en mil pedazos bajo la fuerza de Adam.

A medida que se acerca, los muebles y objetos que encuentra en su camino comienzan a volar en pedazos, como si simplemente no pudiera controlar su fuerza. La gente a su alrededor grita y se aparta, la expresión de Adam es obviamente de una persona que no tiene idea de lo que sucede, hasta puedo ver sus pisadas marcadas en el suelo a causa de la fuerza que opone al caminar, le hago un gesto con la mano para que deje de caminar, él asiente y tengo la intensión de ir a ayudarlo pero algo me detiene.

De la nada, escucho un sollozo desgarrador y giro la cabeza para ver a Bree sentada en la escalera, llorando con desesperación. Es un llanto profundo y descontrolado, uno que nunca antes había visto en ella, o más bien en nadie... Todo esto es muy raro, incluso puedo decir que la borrachera se me acaba de ir de golpe.

—Bree, ¿Qué sucede? — Pregunto acercándome, preocupada.

Ella levanta la mirada hacia mí, sus ojos hinchados por las lágrimas, pero antes de que pueda responder, su expresión cambia drásticamente. Un destello de ira reemplaza su tristeza, y me grita, con voz cargada de enojo.

—¡Qué me preguntas, vieja mal peinada!

La repentina agresividad en su tono me toma por sorpresa, dejándome confundida y sin palabras. No es normal que Bree actúe de esta manera, bueno, en realidad si es normal, ¡Pero no conmigo! ¡¿Qué es lo que le pasa?!

—¡Yo sabía que algo malo iba a suceder!— Chase se acerca a mi a toda velocidad viéndome con las pupilas dilatadas por el efecto de muchas cosas del ambiente.

—Es el alcohol...— Digo por lo bajo y él asiente con obviedad, siendo capaz de escucharme encima de todo el barullo.

Pero antes de que pueda procesar lo que está sucediendo o intentar buscar una respuesta al respecto, siento otra descarga eléctrica salir de mis manos, sin previo aviso. Los rayos se disparan hacia el techo, provocando que una lámpara se desprenda y caiga al suelo con un estruendo, por suerte sin lastimar a nadie en la fiesta. Mis ojos están a punto de salirse de sus orbitas cuando eso sucede, y escondo mis manos dentro de mis bolsillos para intentar controlar algo de eso.

Los gritos aumentan en intensidad cuando Chase y yo corremos hacia el patio, siguiendo el sonido de una nueva conmoción. Allí, encontramos a Leo, su brazo biónico lanzando granadas al aire como si estuviera en medio de una batalla.

—¡Leo, detente!— Grita Chase, intentando acercarse.

—¡No puedo!— Responde Leo, con desesperación en su voz.— ¡No tengo idea de por qué está haciendo esto!

Mientras intento pensar en cómo detener todo esto, noto que el cuerpo de Chase comienza a atraer objetos de metal hacia él. Llaves, monedas, e incluso un par de latas de cerveza vacías se adhieren a su cuerpo como si fuera un imán humano, porque en teoría lo es, aunque su aplicación de magnetismo no se encendía a menos que él lo permitiera y que yo sepa no lo ha hecho.

Todo está fuera de control. Adam sigue rompiendo cosas a su paso, Bree alterna entre llanto y rabia, y Leo lanza granadas sin parar. Y yo... no puedo evitar que estas descargas eléctricas salgan de mí, estoy a punto de quemar mi chaqueta favorita y sus bolsillos. Nos estamos metiendo en problemas, y siento que en cualquier momento un auto del gobierno aparecerá afuera para llevarnos por no ser tan amigables con los humanos como habíamos prometido serlo.

Todos nos juntamos para vernos mutuamente, Adam escondiendo sus manos debajo de sus axilas y Leo aun apuntando afuera para que las granadas que salen de su brazo, vayan al cielo como fuegos artificiales, hasta su cara muestra que está cansado de eso.

—¡Yo les dije! El alcohol afecta a nuestros chips, por eso nuestros poderes se descontrolan, o cambiamos de animo tan rápido.— Nos regaña Chase, a quien se le acaba de pegar una moneda justo en la frente, mira hacía esa zona y se la intenta quitar pero le resulta inútil.

—¡Eso me pone tan...!— La Bree enojada habla y vuelve a llorar de la nada.— Confundida.— Balbucea en lo que las lágrimas caen por sus mejillas.

Si, prefiero no estar cerca de ella ahora con esos cambios de humor porque probablemente me golpeará en algún momento y ahora mismo no es lo que necesito.

—¿Qué hacemos ahora?— Pregunto sintiendo como las descargas eléctricas parecen volverse más locas dentro de mi bolsillo, así que saco mi mano y esta explota cerca de una televisión.

Todos corren despavoridos luego de eso, a lo que hago una mueca.

—¡Lo siento!— Les grito esperando que algo de eso lo arreglara.

—Tendremos que esperar que el alcohol salga de nuestro sistema, nuestros controles de seguridad han sido desinhibidos es por eso que ahora nos sucede esto, no tenemos nada que nos proteja.

—En español, Chase.— Adam lo mira confundido, Chase rueda los ojos alterado.

—Los soldados que nos defienden de los malos se fueron a comer.— Dice de mala manera, a lo que el mayor asiente con la cabeza por fin entendiendo.

—Chicos...— Leo llama nuestra atención.— Todos se fueron.

Giro mi cabeza para ver detrás de mi y tiene razón, ni siquiera me había dado cuenta que sólo sonaba la música de los parlantes, porque no había ningún alma dando vueltas en la fraternidad. Definitivamente los habíamos espantado.

—Eso es tan triste...— Habla Bree aun entre llantos, una vez más apareciendo la enojada.— ¡Rompamos su casa por abandonarnos!

—No creo que eso sea necesario.

Una voz, la cual conocemos a la perfección, y la cual sabemos que nos dirá en cuantos problemas nos encontramos, se hace presente luego de que la música se apagara bruscamente.

—Señor Davenport.— Chase es el primero en decir algo con una sonrisa nerviosa en lo que se acerca a él, pero de los bolsillos del mayor salen volando las llaves y su celular para pegarse directamente en su cuerpo.

—Podemos explicarlo...— Me pongo a su lado, sin embargo ahora no es un rayo de electricidad que se descontrola dentro de mi, sino que una horda de energía negra explota de mi cuerpo haciendo que todos demás alrededor mío volaran hasta chocar contra las paredes.— ¡Lo siento!

—Están castigados...— El señor Davenport dice a penas se levanta.— ¡Para siempre!

Bueno, esa es una buena forma de tener nuestra primera fiesta universitaria. 

Este extra se puede notar que está ambientada en cuando recién el mundo se enteró que eran súper biónicos, así que en esta no salieron todos los problemas siguientes todavía JLASDJASD

Recuerden:

—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido. Por favor votar en todos los capítulos. 70 VOTOS PARA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.

—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.

—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro