ִ ۫ ◌ 18. bionic party.
▬▬▬▬ Bree me agarra de los hombros para acomodarme a su lado mientras extiende su celular en frente de nosotras, niego con la cabeza sonriendo para posar para la foto que ella está intentando tomar de nosotras.
Cuando lo hace, baja el celular viendo la imagen en frente de nosotros, a pesar de que yo esté sonriendo en esa imagen, está muy lejos de la realidad en este momento.
El señor Davenport aun en el hospital, Chase sin haberme respondido el "te amo" más grande y más importante de mi vida. Oh, más bien ahora que lo pienso, ¡El único "te amo" que he dicho en voz alta en toda mi miserable vida! Duele, duele más de lo que debería y eso no ayuda a mis sobre pensamientos que golpean y golpean dentro de mi cabeza para ver cuál de todos es el peor.
"¿Él me ama?"
"¿Él no me ama?"
"¿Fui muy rápido?"
"¿Acaso lo espanté?"
Y muchas otras más que no son amigables a la cabeza de una adolescente biónica con poca estabilidad emocional, sobre todo inestable con cualquier cosa.
—¡Buena noticia, chicos! Mi mamá llamó del hospital y dijo que Gran D está mejorando, ¡Va a lograrlo!—Leo aparece en el laboratorio llamando nuestra atención con una gran sonrisa, parece que acababa de cortar con Tasha. Bree y yo nos bajamos de la mesa donde estábamos sentadas y nos colocamos al lado de Chase, quién siempre estuvo a nuestro lado leyendo un libro.— Sip, él volverá pronto con nosotros haciéndonos desear que siguiera inconsciente.
—Yo de verdad lo extraño, aunque es genial tener el fijador de cabello para mi misma.— Confiesa Bree.
—En realidad, Adam lo estuvo usando también, está probando un nuevo estilo para el cabello de sus axilas.—Dice Chase, luego sonríe un poco negando con la cabeza.— No lo pensarían, pero las coletas son sorprendentemente lindas.
Me lo quedo viendo un poco demás, y no con mirada de amor, sino con la intensión de poder leerle la mente, desgraciadamente aun no hemos desbloqueado esa habilidad. Debería hablarlo con mi papá para eso, él si me lo dará, aunque sería muy de loca si hago eso así que por ahora me quedaré con la duda hasta que mi cabeza explote de tantos pensamientos.
—Tal vez deberíamos haber cambiado a Adam por uno de esos soldados cuando teníamos la oportunidad.— Hablo son una pequeña sonrisa, intentando demostrar a Chase que en realidad no me interesa su presencia ni que haya respondido mi "te amo."
Bueno, mientras él no sepa la verdad de que estuve pensando eso hace días, estamos bien.
—Oh, no, ¡Los soldados!—La expresión de mi querido cambia por completo cuando se da cuenta de algo.— Estuve tan preocupado por el señor Davenport que me olvidé completamente de ellos.
—Tranquilo, seguro están bien, ahora que la triton app ha sido desactivada, son adolescentes normales.—Muevo mi mano restándole importancia.— Adolescentes normales, merodeando por las calles con mortales habilidades biónicas... Si, debemos encontrarlos.— A medida que sigo hablando se pone peor.
Los cuatro caminamos para ir a la salida del laboratorio, allí nos intercepta Adam.
—¿Encontrar qué?— Nos pregunta, quién parece ser que estuvo escuchando en lo que caminaba hasta aquí.
—Los soldados de Krane.— Responde Bree y asiento con la cabeza.
—Ah, creo que puedo ayudar con eso.
Frunzo el ceño un poco cuando dice eso, entre los cuatro nos miramos confundidos pero seguimos al mayor hasta el ascensor, el cual nos lleva al primer piso de la casa. Cuando las puertas de este se abren por completo, lo primero que ven mis ojos son a un montón de personas allí paradas y reconozco a la mayoría de ellos.
—¡¿Tu invitaste a treinta soldados biónicos a nuestra casa?!— Chase no tarda en alterarse a mi lado y entrecierro mi ojo un poco porque casi me saca el oído en el proceso.
—No, invité a uno.—Adam se corrige mientras nos mira.—Los otro veintinueve estaban escondidos detrás de los arbustos y me siguieron.
Muy bien, hay treinta soldados biónicos que intentaron matarnos en el proceso. Camino viendo a cada uno de ellos con atención y pienso: a ese lo golpeé, a ese también, fue divertido, a él también, a ella, ni me dio pelea. Todo con tal de ignorar como Adam nos los presenta como si fueran amigos de toda la vida.
Vuelvo a mi posición, esta vez al lado de Bree, ya que siempre acostumbro a estar al lado de Chase, y él se da cuenta de eso ya que me da una mirada confundida, elevo una de mis cejas e ignoro su mirada.
—¡Hola! Soy S-3.— Un chico aparece en frente de nosotros extendiendo su mano para saludarnos, parece muy amigable, hasta que Chase pega un grito casi escondiéndose al lado de Bree.
—¡Sé quien eres! ¡Tu trataste de matarme!
—Y no terminó el trabajo.— Murmuro bajando la cabeza acomodando mi cabello.
SI, estoy molesta, ¿Y qué? Tengo todo el derecho a estarlo.
—¿Por qué haría eso? Ni siquiera te conozco, amigo.— El chico vuelve a intentar a acercarse a Chase, y retrocede como si ya fuera parte de su programación cuando se trata de este chico.
—¡No soy tu amigo! Tu usaste tu electro tenedor conmigo, y los amigos no se electro tenedor a otros.— La explicación de Chase me hace reír un poco, pero me pongo seria porque ahora, lo detesto.
—No recuerdo, pero si te he lastimado, lo siento.
—¡No, amigo! Nunca te disculpes por lastimar a Chase.— Dice Adam colocando sus manos sobre S-3.
—¡Si! La próxima estoy segura que será más divertido.— Camino al lado del mayor elevando ambos hombros arrugando mi nariz.
A Chase no le está gustando nada mi actitud, y lo siento como si fuéramos la misma persona. Las cosas serían más fácil si dejara de evitarme y cuando estamos juntos, y que cuando logramos estar atrapados uno con el otro, dejar de fingir que no hay una charla pendiente entre nosotros.
—Entonces, ¿Tu no recuerdas nada?— Le pregunta Bree con los brazos bruzados.
—Recuerdo que mi nombre es S-3, estos son mis hermanos y hermanas, y que seguimos a este chico inteligente.
Si, se nota que no tienen idea de lo que están hablando, ¿Adam un chico inteligente? Hasta se olvidaron del significado de esa palabra, lo que significa que es grave la borrada de memoria que tuvieron.
—No se acuerdan de nada, son como pizarras en blanco.— Murmura Bree con una extraña sonrisa en sus labios.
—¿Podemos quedárnoslos? Mucho de ellos ya están entrenados para ir al baño.— Le doy una mirada ingenua ante la idea de tenerlos como mascotas.
¡Esto había pasado incluso cuando le borramos la memoria al señor Davenport! Bueno, cuando lo hice yo y pasó por distintas etapas de su vida en el cuerpo de un adulto, y Adam se lo quiso quedar como mascota. Debemos darle una mascota real... Pensándolo bien, seguro se muere antes de que pueda ponerle un nombre real.
—¡No! No podemos quedarnos con ellos, hace veinticuatro horas estaban intentando matarnos.— Contesta Chase.
—Bien, me desharé de ellos, vamos, empaquemos sus cosas.— Habla el mayor con pesar en su voz, casi caminando con los pies pegados al suelo.
—No tenemos cosas.— Responde S-3.
—No se preocupen, yo me encargo.
Adam se va de la habitación por un par de minutos, para cuando vuelve, trae ropa en sus manos que comienza a repartir entre todos los soldados biónicos. Yo reconocería esa ropa en cualquier lado, puesto a que es de Chase.
—¡Hey! ¡Esos son mis cosas!— Salta enseguida comenzando a quitarle la ropa de la mano a cada uno de ellos y sonrío satisfecha con lo que acabo de ver.
Suelto un suspiro negando con la cabeza y me voy de la habitación esperando que Adam resuelva la situación de sus mascotas, porque ya son demasiadas personas a las cuales golpeé y que si no tuvieran la memoria reseteada, buscarían atacarme porque nos les había hecho nada lindo. Me gusta pelear cuando debo, las peleas cuerpo a cuerpo son mis favoritas, los poderes biónicos son un extra que amo más.
Antes pensaba que estaba loca, y ahora sólo pienso que he sido criada extremadamente rara, con un papá moralmente incorrecto y el otro que hace correcto hasta la limpieza de la ropa. Mi mente es un conjunto de tantas cosas que me sorprende que no me haya perdido completamente la cabeza, tampoco estoy muy lejos de hacerlo por el tema de Chase.
El cual, hablando del Rey de Roma, me agarra del brazo durante mi camino por los pasillos, para detenerme. Me hace girar para verlo y lo hago sin pocas ganas.
—¿Qué fue eso? Tu me vendiste completamente a ese chico.— Su brazo se extiende para señalar por detrás de él. Su ceño está fruncido y con una molestia clara hacía mi actitud.
—Oh no, eso no fue vender, sólo estaba descargando frustración, o como le digas tu, porque no sé que palabras entiendes y qué no, Chase.—Digo su nombre con cierta fuerza, su ceño se relaja pero su mandíbula se tensa, levanto mi mentón con seguridad soltándome de su agarre con suavidad.—Oh, ya veo, ya me has entendido, ¡Bien por ti! Ahora puedes dejarme sola, ¿O quieres hablar de lo que no quieres hablar?— Lo miro de arriba hasta abajo.
—Carter, eres mi novia.
—¿Lo soy? Oh, lo siento, no sabía, una disculpa.
—Carter, por favor, no puedes ser así.
Río desganada, muerdo mi labio inferior.
—Y sigues sin decirlo, es increíble.— Mi voz va bajando de tono cada vez más, mis ojos no se despegan de los suyos.— Hay que seguir solucionando el tema de los soldados biónicos.— Suelto un suspiro y vuelvo a irme caminando dejando al chico atrás de mi.
Una parte de mi lo agradece porque probablemente lo hubiera lanzado por los aires.
Pero otra parte de mi tenía la esperanza de que me siguiera, que me besara y simplemente me dijera que me ama también, así cómo yo lo hago.
Tal vez no estoy siendo demasiado justa, aun así sé que me merezco una explicación sobre porqué no está pudiendo decirlo y como dije, me sigo cuestionando si que una buena idea que esas palabras salieran de mi boca antes de tiempo. Llevábamos juntos casi a punto de cumplir un año, ¿Me apresuré? ¿Y si se me escapó ante la adrenalina del momento? Eso ayuda a que muchas idioteces pasen y se digan.
Podría decir eso como la excusa perfecta, pero dentro de mi nunca había tenido más claro un sentimiento como este. Esperemos que prevalezca o terminara desvaneciéndose en el aire sí es que Chase no dice algo al respecto, ya sea "te amo yo también" o "Carter, lo siento, no te amo."
No me di cuenta que me faltaba el aire y que había dejado de caminar hasta que siento mi mejilla mojada. Frunzo el ceño alterada y casi me golpeo mi propia mejilla secando lo mojado de allí, extiendo mi mano enfrente de mi, ¿Qué es esto? ¿Acaso estoy llorando? Oh por dios, no.
Esto no puede estar pasando, ¡Yo nunca lloro! ¡Ni siquiera con los golpes más fuertes! Esto significa una sola cosa, que es incluso más fuerte de lo que pensé que sería. Nadie tiene que saber esto, ojalá ni siquiera yo.
Adam había intentado deshacerse de los soldados biónicos caminando en distintas direcciones con tal de perderlos y dejaran de seguirlo, sólo que no funcionó porque de todas formas volvieron a aparecer en la casa, en el laboratorio y a cada lugar donde Adam pisaba, la teoría de Chase es que fueron criados como soldados, lo que quiere decir que sólo saben seguir ordenes y ahora creen que el miembro más idiota del equipo es su líder.
Para agregar la cereza al pastel, el señor Presidente nos había llamado para anunciar que están buscando a los soltados biónicos para meterlos en celdas separadas porque son malvados y peligrosos para que estén dando vuelta por las calles como si nada. Siento peor que si supieran que todos ellos están aquí en nuestra casa, nos pueden llevar presos por guardar criminales buscados por el mismo gobierno.
Que divertido se ha vuelto nuestra vida últimamente, criminales, ¿Qué haríamos sin ellos?
Paso la página de mi libro leyendo como el príncipe, que odiaba a la princesa con la que le arreglaron el matrimonio, confiesa su verdadero y eterno amor por ella, perdiendo su orgullo en medio de una pelea para decirle lo que siente... Algo cómo la vida real, ¿No lo creen? Sólo que por lo menos, en este libro, si tienen un final feliz y los miembros de la realeza se saben comunicar.
Levanto la mirada y veo a Bree bajando de las escaleras con enojo, dejo mi libro a un costado para levantarme viendo como esquiva a todos los soldados.
—¿Ya as averiguado que harás con los chicos?— Pregunta, viéndose bastante agresiva para una adolescente.
Bajo la mirada para ver que en sus manos sostiene su vestido.
—Hasta ahora, he llegado con la idea de entregarlos al gobierno.— Confiesa Chase juntando sus manos cerrando esta en un puño, apretando sus labios.
—Okay, mejor que pienses en algo rápido, porque acaban de usar mi vestido del baile como practica de tiro.— Bree abre el vestido para ver la cantidad de hoyos negros en él, quemado en realidad.
—Bueno, en su defensa, las probabilidades de que lo usaras eran escasas.
Se me escapa una risa corta por lo que dice Chase, pero me pongo seria cuando recibo una mirada asesina de mi hermana. Giro mi cabeza para buscar al mayor del mayor problema que nos ha puesto, lo señalo viendo como una de las soldado usa su telequinesis para llevar uvas a la boca de Adam.
—El único que de verdad está disfrutando esto es Adam, ¡Miren como lo tratan! Como si fuera su Rey.— Me quejo acercándome a ambos chicos.— ¡A mi deberían adorarme! ¡Hola!¡La biónica más poderosa que ha existido!
—Bájale a tu ego, princesa.— Bree me da una mirada, probablemente cansada de escuchar eso de mi parte, ¿Me importa? No, así que sólo me encojo de hombros.
Chase sale corriendo por las escaleras y baja dela pequeña plataforma en lo que Bree y yo lo seguimos.
—¡Adam! Deja de distraerte. Debemos encontrar un lugar seguro para que se escondan antes de que el presidente se dé cuenta de que están aquí.—El sonido de golpes en la puerta nos hace girar la cabeza en aquella dirección. S-3 se levanta para abrir cuando nadie más lo hace.— Espera, no sabemos quién es.— Lo detiene Chase.
—Lo sé, por eso es que voy a abrir la puerta.—Contesta con simpleza para ir a abrir la puerta como si le hubieran dicho que si. Cuando lo hace, un montón de más personas están allí.—¡Hey! Son más de nuestros hermanos y hermanas biónicos.— Se hace a un lado dejando que pasen a la casa.
—Espera, ¿Hay más de ustedes?— Cuestiona Bree acercándonos a S-3.
—Oh, toneladas más.—Cuando responde, me ahogo con mi propia saliva comenzando a toser de manera exagerada, recibo golpes en mi espalda de parte de Chase, quien busca calmarme.— Le enviaré una señal a todos para que vengan a nuestra nueva casa.
—¡No, no! ¡Sin señales! ¡No hay nueva casa!— Mi novio corre a S-3, todo alterado para que no llamen a nadie más.
—Genial, ahora hay cuarenta soldados biónicos en nuestra casa, ¡¿Qué vamos a hacer?!— Veo a cada uno de los que están allí.
—Hay una cosa que podemos hacer.—Adam se sube arriba de la mesa llamando la atención de todos los presentes en la casa.— ¡Fiesta biónica!
No se tarda ni un segundo en que la música comience a sonar a todo volumen dentro de la casa seguido de gritos de festejos por parte de todos los soldados. Llevo mis dedos a mis oídos por el gran escandalo que se acaba de armar, noto que Chase está haciendo el mismo gesto y expresión que yo, por lo que me impongo a mi misma el sufrimiento de que me revienten los oídos con tal de no parecerme a él en este momento.
Bueno, supongo que si no puedes contra ellos, te debes unir así que enseguida me pongo a disfrutar en medio del caso, cualquier cosa me viene bien para distraerme, ¿Y saben qué vendría bien ahora mismo? Una buena botella de alcohol.
Tanto Bree como Chase, son los aguafiestas de la misma fiesta, caminando por todos lados como si cometiéramos el peor error de nuestras vidas, ¿Para mi? La mejor distracción de la vida, hasta los mismos soldados a los cuales he golpeado como bolsa de boxeo comenzaron a caerme bien, así es divertido que verlos enojados por perder contra la mejor.
Los chicos biónicos se habían encargado de conseguir ponche, hasta algunos se lanzaban a la piscina, distintos juegos, comida que no tengo idea de dónde salió, pero por supuesto que iba a disfrutar de cada cosa que se aparecía en mi camino, ignorando la mirada de desaprobación del señor Chase.
De la nada, luego de un largo rato, la puerta se abre de golpe, dejando ver a Tasha y al señor Davenport, todo recuperado, o más bien a punto de darle un ataque al corazón al ver la fiesta.
—¡Señor Davenport!— Digo con emoción corriendo a abrazarlo, me lo devuelve de una manera rápida ya que aun sigue consternado por la fiesta, así que cuando me alejo levanto las manos en el aire.—Fue Adam.
—¡Señor Davenport! ¡No está muerto!— Bree mueve sus manos en forma de jazz sonriendo nerviosa.
—¿Qué sucede aquí? ¿Por qué el ejercito biónico que nos trató de matar, está en nuestra casa?— El señor Davenport va corriendo hasta Adam, Bree y Chase, yo camino detrás de él colocándome a su lado. Por poco y los dientes del mayor se salen de lo apretados que se encuentran ante la molestia de lo que acaba de ver al llegar a la casa.
—No tuvimos elección, el gobierno quiere encerrarlos.— Justifica las acciones de sus hermanos la castaña.
—¿Y?— Se le está a punto de reventar las venas al señor Davenport, y no quiero estar allí para cuando eso suceda.
Nuestra conversación se ve interrumpida cuando unos nuevos golpes suenan en la puerta, escucho un quejido de Chase.
—¡Genial! ¡Más personas!— Habla con sarcasmo.
Esta vez es el señor Davenport quien va a abrir la puerta, dejando ver a un montón de agentes que entran a la casa.
—Soy la Agente Reed, el presidente nos envió en busca de los criminales. Pero parece que ustedes ya los han encontrado, ¡Buen trabajo! Nos encargaremos de eso.
—¡De nada!—Contesto, y recibo un golpe en mi brazo de forma de Bree.— ¡Auch!— Me quejo sobando la zona con el próximo moretón a aparecer.
—¿Esto es realmente necesario? Quiero decir, ¿Qué ley rompieron?— Pregunta el adulto de la habitación, asiento con la cabeza fingiendo que no han hecho cosas terribles.
—Robo a propiedad del gobierno, irrumpir y entrar a la Casa Blanca, y lanzar una guerra biónica contra la humanidad.
—Oh, eso no suena tan mal para mi.— El señor Davenport le resta importancia casi bufando antes de reír un poco.
La Agente ni se esfuerza en discutir con eso, sólo le da una firme mirada.
—¡Arréstenlos!—Grita y de la nada, todos los presentes, desaparecen de nuestra vida. Lo cual me parece genial, todos tienen el mismo poder.— ¿Qué acaba de pasar?— Pregunta confundida viendo en todas las direcciones posibles dentro de la casa.
—Acaban de geo-saltar.—Davenport mira todo con admiración.— Mire, ellos pueden cambiar la estructura molecular para...
—Respuesta corta.— Le interrumpe.
—Se fueron.
Los oficiales salen corriendo la casa para ir a buscarlos, lo cual para mi me parece que es una idiotez porque en realidad no van a poder encontrarlos si es que no quieren ser encontrados, menos si las personas que los buscan es para encerrarlos para siempre. Podría decir que siento pena con respecto a los soldados, pero sólo consigo sentir nada, ¿Cómo es eso posible? No lo tengo.
¿Me he vuelto vampiro como en The Vampire Diaries o algo así? ¿Damon Salvatore me mordió y apagué mi humanidad o algo así? Como sea, en resumen, no siento nada.
—Mi rodilla me está matando, debe ser la lluvia.—Por la puerta, ahora entra un anciano con lentes de grandes aumentos y un bastón.—Es eso o estoy empezando a caer.— Poco a poco se comienza a balancear a un lado.— Si, me voy a caer.
El señor Davenport corre a sostenerlo para que no caiga.
—¿Qué onda con el anciano?— Doy varios pasos al frente.
—Más respeto a tus mayores, jovencita.— Su voz rasposa y la forma en la que me habla me hace reaccionar enseguida de quién se trata.
—¡¿Leo?! ¿Qué sucedió?
—Extrajo energía de vida de su propio cuerpo para salvarme, no estaba haciéndolo muy bien, y ahora está envejeciendo a la velocidad de la luz, rápido, hay que llevarlo al laboratorio para encontrar un antídoto para detener el envejecimiento.
Bueno, supongo que en realidad no era como el poder igual al mío, es aun más fuerte si puede extraer energía de seres vivientes para pasárselo a otra persona.
El señor Davenport y yo corremos al ascensor, más bien no, Leo a penas puede caminar si estar a punto de caerse cada segundo que pisa el suelo. Nos dirigimos directamente al ascensor en donde el señor Davenport comienza en trabajar en algún antídoto viendo a Leo, un gran anciano, con cara amargada viendo todo, como si de verdad toda su vida pasara frente a sus ojos.
Y pensar que esta mañana tenía quince años y ahora tiene... Quince, también.
No tengo idea de cuanto pasa hasta que el señor Davenport se acerca a Leo, quien está tapado y viendo un punto fijo sentado en el taburete al lado de la mesa.
—Ten, toma esto.— Coloca el vaso sobre los labios para ayudarlo a tomar.— ¿Te sientes diferente?
—No, pero eres la enfermera más fea que haya visto.— Dice como si nada y estallo en carcajadas.
—Te adoro Leo abuelo.— Sonrío negando con la cabeza.
Escucho unos pasos proviniendo de los túneles, indicando que son los otros tres chicos que habían ido en busca de los soldados biónicos desaparecidos.
—¿Alguna señal del ejercito biónico?— Pregunta el mayor viendo a los tres chicos que acaban de entrar.
—No, podrían estar en cualquier lado.— Habla primero Bree.
—¿Cómo está Leo?— Chase lo mira allí sentado.
—Ninguno de los antídotos de antienvejecimiento está funcionando.
—Eso es algo obvio, digo, mírate a ti.— Adam se burla enseguida.
Niego con la cabeza ocultando una pequeña sonrisa, el sonido que todos conocemos y que nos asusta de vez en cuando, se hace presente en el laboratorio. Davenport va a atender la llamada del señor Presidente que nos ve con una pequeña sonrisa a través de la pantalla.
—Davenport, que gusto verlo bien, ¿Dónde están los soldados biónicos?
—De verdad, no tengo idea, señor.—A penas dice eso, todos los soldados aparecen de la nada, con su geo-salto, llenando la habitación con la cantidad que son.— ¡Gracias por hacerme quedar bien, chicos!— Levanta la voz son sarcasmo.
—Voy a enviar a mis agentes a recolectarlos, tu eres el responsable hasta que lleguen.
—Señor Presidente, estos chicos son inofensivos.
—No tenemos prueba de eso.
Cuando un estruendo de algo cayendo detrás de mi resuena en mis oídos, todas las personas se giran a ver a Leo en el suelo que acaba de caer, pareciera que ya no le queda demasiado tiempo. Corro hasta arrodillarme a su lado.
—¡Leo!— Davenport corre a su lado.
—Gran D.—Leo llama y él asiente con la cabeza, demostrando que lo está escuchando.— Deberías haber sido tu.
Oh Leo anciano, te voy a adorar por siempre. Espero que sigamos siendo hermanos hasta que yo sea anciana para poder ver esto en primera persona.
—¿Qué sucede?
—Se está quedando sin tiempo.— Son las palabras que no quería escuchar.
Él no puede morir, hay tantas cosas que no hemos hecho juntos para molestar a todo el mundo. Es el hermano menor que nunca tuve, y que literalmente nunca tuve.
Noto que varios de los soldados biónicos se acercan a nosotros, ellos llevan sus manos a sus pechos para extraer lo que parece ser energía, de ellos mismos. Me levanto del suelo caminando a un costado prestando atención a esa acción, frunciendo el ceño sin tener idea de si debo mandarlos a volar a todos o si van a atacar a Leo con lo que sea que estén haciendo.
—Davenport, ¿Qué están haciendo?
—Salvando la vida de mi hijo.— Davenport es el primero en entender qué es lo que están haciendo.
Cada uno de los soldados se arrodillan al lado de Leo, y extienden sus manos para transferir toda esa energía, en su cuerpo. No tarda ni siquiera un segundo en que el menor salta del suelo, ahora viéndose como la edad que tiene, totalmente feliz junto a una gran sonrisa.
—¡Woah! ¡Ding dong! ¡Leo está en la casa!— Festeja levantando sus manos en el aire.
Yo soy la primera en soltar un suspiro de alivio, y la segunda en recibir su abrazo, lo aprieto entre los míos como si se fuera a desaparecer o algo por el estilo. Si él se llega a morir, será de anciano, aunque a estas alturas con tanto que sucede, me da la sensación de que nos puede pasar a cualquiera en cualquier momento.
—Esperen, ¿Qué es lo que han hecho?— Cuestiona Bree viendo a S-3.
—Transferimos algo de nuestra energía de nuestro cuerpo al de él.
—¿Pero eso no los hará ancianos a ustedes también?— Sigo yo frunciendo el ceño alejándome del abrazo de Leo con suavidad.
—Sí hubiera sido uno de nosotros, si, pero como todos lo hicimos, el efecto es mínimo.
—¡Wow! No puedo creer que ustedes me salvaran, chicos. Nunca podré pagárselos.—Dice Leo viendo a cada uno de los responsables por que haya vuelto a la vida.— Pero él si, saca la billetera, Gran D.
—Señor Presidente, creo que esta es toda la prueba que usted necesita.
—Por más que haya sido admirable, aun así deben venir con nosotros.
—No se preocupen, hicieron lo que pudieron, no huiremos esta vez.— S-3 nos da una mirada apenado, luego volviendo su mirada al señor Presidente, haciendo que me revuelva en mi lugar.
Oh oh, ahora si siento pena, empatía, tristeza, todo devuelta, ¡¿Qué me está pasando?! ¡No necesito sentir otra vez!
Los agentes ya habían llegado a la casa luego de un par de horas, y como habían prometido, ninguno de los soldados habían desaparecido, esta vez estaban todos seguros de su decisión de ser llevados por el gobierno. Yo me dedico a ver todo desde la seguridad de la cocina, comiendo y comiendo a causa de la ansiedad.
—¡Esperen! ¡Nadie va a ir a ningún lado!— Davenport aparece llamando la atención de todos.
—Donald, si estás tratando de llevarle la contraria a un equipo de Agentes otra vez, te mandaré yo misma al hospital.— Tasha lo amenaza y sonrío en lo que salgo de detrás de mi escondite para colocarme al lado de Adam.
—No, tengo una solución, estos chicos han probado que pueden salvar vidas y cambiar el mundo.—El señor Davenport se acerca a nosotros y le presto atención.— Ya sabemos lo que pueden hacer ustedes cuatro con sus biónicos. Sólo piensen en lo que podrán hacer cientos de ellos.
—Oh, no me hagas pensar, sólo dime.— Se queja Adam, recibiendo una mirada de todos nosotros.
—Con supervisión apropiada y entrenamiento, pueden ir a múltiples misiones de manera simultanea, salvar miles de vidas.— Se vuelve a la Agente Reed.— Y el Presidente ya está a bordo, acabo de estar en llamada con él.
—Espera, no he recibido ningún cambio...—Sus palabras se detienen cuando el sonido de su celular la interrumpe.— Oh, okay, son libres.— Dice luego de leer el mensaje y hace un gesto para que todo el resto de los oficiales se fueran con ella por la puerta principal.
Así de simple.
—Bueno, señor Davenport, suena genial, ¿Pero cómo entrenará a tantos chicos?— Pregunta Chase y asiento con la cabeza.
—Yo no.—Frunzo el ceño confundida.— Nosotros lo haremos.—Nos señala, a lo que elevo una de mis cejas sonriendo. Los cuatro nos vemos con una gran sonrisa cuando seguimos escuchando lo que el señor Davenport nos tiene preparado.— Como ustedes son los primero de su especie, serán sus mentores. Los entrenaran, socializaran con ellos y los introducirán al mundo. Justo como Leo hizo con ustedes.
—Sólo que nosotros haremos un mejor trabajo.— Menciona Adam.
Yo no estuve en ese momento cuando los tres salían al mundo, pero no dudo que haya sido un gran momento para recordar... Y burlarme, si es que hubiera estado allí.
—¿Y dónde llevará a cabo todo esto?— Me ánimo a preguntar.
—En la primera "Davenport Bionic Academy."— Anuncia en lo que todos los soldados biónicos festejan ante la gran noticia.
—Creo que quieres decir "Davenport And Son Bionic Academy."— Leo coloca su brazo encima del hombro del señor Davenport.
—Y yo creo que tu aun sigues teniendo un cerebro de anciano.
Luego de la hermosa noticia, nos lleva al laboratorio para mostrarnos que ocurrirá en una isla, en medio del océano... Ojalá que no tengamos que ir en barco porque ya sabemos lo que le hace eso a mi estómago.
Tiene un área de combate, un dormitorio de cápsulas para cada uno de los estudiantes, y el hydro loop. Lo cual me hizo festejar, porque no va a haber barco.
Supongo que ahora es el comienzo de algo nuevo, ya no seremos estudiantes sino los profesores que enseñarán a todos estos chicos a como manejar sus poderes con sabiduría. Quién diría que a mis casi diecisiete años iba a encargarme de estar al frente de una clase, enseñando cosas que a mi todavía me sigue preocupando. A la ves me pregunto qué clase tendré, si seré buena, si de verdad me merezco esto.
Entonces así se siente crecer, y ser una persona madura cada vez que pasa el tiempo. La vida está llena de cambios, y yo soy la persona exacta para hablar de cambios, bueno, después de todo encontré algo mucho mejor para mi distracción al tema de Chase.
¿Será raro? Probablemente, aun así si él no quiere hablarlo, que así sea, pero por ahora no creo que debamos "hacer de pareja," porque no estoy dispuesta a fingir que nada a pasado. No pelearé, no discutiré, pero tampoco pretenderé que todo está bien, es el momento preciso para demostrar lo madura que soy ante este tipo de cosas.
Admito que me da ternura como Carter abraza a todo el mundo, cuando antes ni quería saber de eso. Ama a su familia demasiado
Recuerden:
—VOTAR; por favor no se olviden y no les pido mucho, es gratis y consiguen actualizaciones más seguido. Por favor votar en todos los capítulos. 65 VOTOS PARA EL PRÓXIMO CAPÍTULO.
—COMENTAR; amo leer sus comentarios y opiniones sobre la historia.
—SEGUIRME; para no perderse ninguna actualización, noticia o lo que sea de la historia
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro