CAPÍTULO SIETE:
lobos.

      ─ ¿Cuándo comenzaste a mirar documentales de aliens?—, cuestionó Charlie a Cassadee mientras ella comenzaba a mirar el documental en Netflix.

      ─Cuando me quedé sin cosas que ver—, se encogió de hombros al sentarse al lado de su padre. Charlie miró a su hija sin creérselo.

      ─ ¿Cómo podrías quedarte sin cosas que mirar? ¿Siquiera duermes?

      ─ ¡Claro que lo hago!—, mintió instantáneamente —. Tengo mucho más tiempo libre ahora.

      ─ ¿Sabes? Estaría mintiendo si dijera que no estoy agradecido de que los Cullen se hayan ido—, admitió Charlie, haciendo que Cassadee frunciera el ceño en confusión y lo mirara —. Sí, tú y tu hermana sufrieron por un tiempo, pero puedo pasar más tiempo contigo. Cuando comenzaste a salir con Jasper, raramente te veía, hija.

      ─Lo siento, papá—, se disculpó Cassadee sinceramente. No había dado cuenta de lo mucho que extrañaba a su padre. Había vuelto a Forks para pasar tiempo con su padre favorito y no había comenzado a hacerlo hasta ahora —. Pero esos días han acabado, obviamente.

      ─Estoy orgulloso de ti—, sonrió Charlie —. Estás mejorando, luces más feliz, más sana... volviste a comer. No estás tan pálida y haz comenzado a reírte de nuevo. Y haz dejado de usar ese collar que él te dio.

      ─Finalmente me estoy sintiendo mejor—, sonrió Cassadee a su padre —. Sé que ha sido difícil para ti los últimos meses también. Estuviste constantemente preocupado por nosotras, pero ya no tienes que hacerlo. Lo prometo. Ya superé a Jasper.

      ─Soy tu padre, siempre voy a preocuparme—, señaló Charlie —. Especialmente cuando consigas otro novio.

      Cassadee casi rió antes de agregar —. Jasper no es un mal chico, papá.

      ─Pero se fue, y obviamente te lastimó—, mencionó Charlie —. Además, nadie va a ser lo suficientemente bueno para mis hijas. Menos Jacob, ¿considerarías salir con él?

      Cassadee hizo una mueca —. No, diablos, no. Él es como mi hermano, papá.

      ─Valía la pena intentar—, se encogió de hombros —. ¿Qué pasa con Bella? ¿No le gusta a Jake?

      ─Ella nunca se da cuenta de esas cosas, al parecer—, rió Cassadee, el hecho de que Charlie se haya dado cuenta antes que Bella demostraba lo despistada que era —. Y creo que sigue esperando que Edward vuelva.

      ─ ¿Crees que lo hará?

      ─No tengo idea—, admitió Cassadee —. Solo espero que si no lo hace, Bella siga adelante.

      ─Voy a lo de Jake—, anunció Bella al bajar las escaleras —. Los veo luego.

      ─Espera—, se levantó Cassadee —. También voy.

      ─No tienes que venir cada vez que voy, Cass—, aseguró Bella mientras se paraba en la puerta.

      ─No lo hago, voy allí porque quiero la mayoría del tiempo—, señaló la castaña —. ¿Es esta tu forma de decir que no quieres pasar tiempo con tu asombrosa hermana mayor?

      ─ ¡Eres mayor por diez minutos!—, exclamó Bella fastidiada mientras ambas caminaban en dirección a la camioneta. Cassadee se despidió de su padre antes de subir al vehículo, ocupando el lugar del copiloto mientras que su hermana ocupaba el del conductor.

      ─Tal vez deberíamos salir con alguien más, es obvio que Jake no nos quiere cerca—, propuso Cassadee. No se oponía a que su hermana pasara tiempo con Jacob o cualquiera de los lobos, pero Sam parecía tener un problema con ello. La vampira confiaba en Sam, por lo que haría lo que pudiera, sin lastimar a su hermana, para ayudarle.

      ─Tal vez si me dijeras qué sucede, no iría—, replicó Bella, mirando a Cassadee —. Sé que sabes algo que yo no.

      ─Quiero decirte—, confesó Cassadee, mirando a Bella —. Pero no me corresponde contarlo.

      ─No llevas el collar—, observó Bella y volvió a mirar el camino, aunque de vez en cuando le daba un vistazo a su hermana —. ¿Por qué?

      ─De todas las cosas que han cambiado en mí en las últimas semanas, ¿eso es lo único que todos notan?—, preguntó Cassadee, más para ella misma que para su hermana —. ¿Es realmente tan importante?

      ─Bueno, Jasper te lo dio.

      ─Y él ya no está aquí. Han sido cinco meses, Bells, es hora de seguir adelante. Ambas.

      ─Aún podrían volver—, murmuró Bella, la esperanza llenando su voz —. No quiero a nadie más que a Edward.

      ─Entonces, tal vez vivirás una larga y solitaria vida—, señaló Cassadee, franca.

      ─Podrías volver a ver a Jasper—, insistió Bella, causando que Cassadee se burlará —. Oh, no es tan inverosímil. Ambos vivirán para siempre y el mundo no luce tan grande cuando vives tanto tiempo.

      Cassadee no respondió, el resto del viaje fue silencioso mientras la vampira pensaba. No tenía idea de lo que haría si volviera a ver a Jasper. Parte de ella quería hacerlo, pero no por completo. Bella tenía un punto. Cuando ambos vivían para siempre, las probabilidades de que se cruzaran o se escucharan el uno al otro eran altas.

      Cuando llegaron a la residencia de los Black, Bella se apuró para bajar de la camioneta e ir a la puerta delantera, golpeándola mientras Cassadee llegaba a su lado —. En serio no hacía falta que vinieras—, le dijo Bella.

      ─Algo me decía que debía hacerlo—, murmuró Cassadee antes de que Billy abriera la puerta.

      ─ ¿Qué hacen aquí, chicas?—, preguntó Billy.

      ─Intenté detenerla—, se excusó la vampira. Aunque ella no hizo mucho más que hablar, creyó que sería suficiente si había alguna posibilidad de convencer a su hermana.

      ─Necesito verlo—, pidió Bella.

      ─No está aquí.

      Ambos se miraron el uno al otro por unos segundos antes de que Bella entrara —. Lo siento, necesito verlo.

      ─Obviamente no intentaste mucho—, acusó Billy a la vampira.

      ─ ¿Qué diablos se suponía que hiciera? ¿Atarla a un árbol o algo?—, contestó Cassadee antes de escuchar un grupo de personas acercarse a la casa. Se dio la vuelta para encontrarse con la manada Uley, sin camiseta como siempre. Bella pasó por al lado de su hermana, la furia dominando su rostro —. Bells, ¿qué mierda haces?

      ─Oigan, ¿qué hicieron?—, gritó Bella a Sam al acercarse al grupo de chicos, sorprendiendo a Cassadee. Bella no era el tipo de personas que solía enfrentarse a los demás, sino que era ella misma la que solía hacerlo —. ¿Qué le hicieron?—, repitió, empujando a Sam.

      ─Oye, ¡tranquilo!—, advirtió Sam a Jared cuando éste fue a defender a su alfa.

      — ¡Él no quería esto!

      —Bella—, intentó Cassadee de ganar la atención de su hermana, tomándola del brazo y tirando de éste —. Cálmate.

      ─ ¿Qué hizo él?—, soltó Paul —. ¿Qué te dijo?

      ─ ¡Nada!—, Bella ignoró a Sam y Cassadee —. No me dijo nada porque está asustado.

      ─De acuerdo, es momento de irnos—, insistió la vampira, intentando solucionar la situación antes que se fuera de las manos —. Tomemos un descanso, hermana—, empujó gentilmente a Bella lejos de la manada antes de que ella se soltara de su agarre. Bella no escuchó a su melliza, muy enojada ante Paul riéndose de ella. Golpeó su rostro, sorprendiendo a Cassadee ya que no creía que su hermana fuera capaz de golpear a alguien.

      ─Es muy tarde ahora—, sonrió Jared, mirando entre Paul y Bella.

      ─Bella, vete. Paul, cálmate, ahora—, ordenó Sam —. Cass, llévate a tu hermana—, se giró cuando Bella no se movió.

      ─Sí, nos vamos—, asintió Cassadee, viendo a Paul comenzar a agitarse a causa de la furia, empujando a Bella lejos mucho más fuerte que antes para moverla.

      Paul no escuchó a su alfa, sus respiraciones empeorando antes de convertirse en su forma lobuna. El lobo blanco y gris gruñó a la humana, causando que Cassadee empujara a Bella lejos mientras ésta gemía. La vampira gruñó al licántropo y él le gruñó de vuelta. Sus instintos protectores inundaban su cuerpo.

      ─ ¡Ustedes dos necesitan calmarse ahora!—, gritó Sam entre los dos seres temperamentales.

      ─ ¡Estoy calmada!—, contestó Cassadee mirando a Sam antes de volver a ver a Paul —. Lo estaré más cuando él deje de intentar matar a mi hermana.

      Sam miró a Jared y Embry antes de ordenar —. Lleven a Bella con Emily.

      ─Supongo que el lobo salió de la galera—, bromeó Embry mientras los tres se alejaban, algo por lo que Cassadee hubiera reído si la situación fuera diferente.

      Paul continuó gruñendo a medida que se acercaba a Cassadee, pero ella no se hecho para atrás, sino que se adelantó antes de que él saltara sobre ella, lo que fácilmente esquivó antes de que él se las arreglara para clavar uno de sus dientes en su espalda y tirarla contra un árbol cercano. Usando una rama para dar vueltas con su cuerpo y saltar frente a Paul, Cassadee lo envolvió con sus brazos por el medio y lo estampó contra un árbol. El lobo volvió a intentar morderla, pero ella se deslizó debajo de él y él volvió a saltar hacia ella. Vio a Jacob correr desde su casa, transformándose en un lobo con pelo marrón claro. Él no dudo en atacar a Paul, los lobos rodando y mordiéndose el uno al otro.

      ─Cassie, ¡ve a lo de Emily!—, gritó Sam por sobre la pelea.

      Cassadee no necesitó más instrucciones. Se dio la vuelta y los dejó a ambos peleando. No sabía dónde vivía Emily, ni quién era ella, solo sabía que era la prometida de Sam. La vampira no pensó mientras caminaba, solo dejo que su cuerpo la guiara hasta la residencia. No sabía cómo, pero sabía que, si confiaba en sí misma, encontraría el camino.

      —Parece que Jake encontró la forma de evadir las órdenes de Sam—, Cassadee escuchó una voz femenina mientras se acercaba a lo que asumía se trataba de la casa de Emily. No sabía cómo lograba moverse en La Push con tanta naturalidad, especialmente cuando el único lugar al que había ido allí era la casa de Jacob.

      —Uhm, él no me dijo nada—, negó Bella mientras Cassadee observaba la pequeña casa.

      —Esa es una cosa de lobos—, informó Embry a Bella —. Las órdenes del alfa son obedecidas, quieras o no. Oh, ¡adivina qué! Podemos escuchar los pensamientos de los demás.

      ─ ¿Podrías callarte? Son secretos, ¡mierda! Esta chica corre con vampiros—, exclamó Jared antes de señalar a Cassadee quien acababa de entrar —. ¡Y ella es un vampiro!

      ─No puedo realmente correr con vampiros—, dijo Bella —. Porque son rápidos.

      ─ ¿Sí?—, se burló Jared —. Bueno, nosotros somos más rápidos. ¿Asustada?

      ─En realidad, estoy segura que soy más rápida que tú—, aseguró Cassadee, parándose al lado de su hermana —. Tú debes ser Emily—, miró a una mujer morena, asegurándose de no observar la cicatriz en medio de su rostro.

      ─Cassie—, saludó Emily con una sonrisa —. Nunca creí que tendría un vampiro en mi casa.

      ─Y yo nunca creí que sería uno.

      ─No eres el primer monstruo que conozco—, hablaba Bella a los licántropos y Cassadee hizo una mueca.

      ─Bueno, estoy segura que no un monstruo—, Cassadee odiaba cuando se le hacía referencia a ella como uno. Claro, no era humana y sobrevivía a base de sangre, aunque no tan a menudo como antes, pero no era un monstruo. Para ella, los monstruos eran criminales, como los asesinos, los violadores, y los abusadores. Obviamente, ella no era uno de ellos.

      ─Cassie tiene razón—, asintió Sam mientras entraba a la casa —. Son buenas con lo raro.

      ─Oye, ¡nunca me equivoco!—, se defendió Cassadee.

      ─Estabas algo equivocada sobre los vampiros—, señaló Bella a su hermana.

      ─Ok, esa fue una de los pocas veces.

      Jacob y Paul entraron unos segundos después, riendo y empujándose mutuamente antes de que Paul se sentará en la mesa —. Perdón—, le dijo a Bella antes de mirar a Cassadee —. Tengo que admitir, eres más dura de lo que creí.

      ─Obviamente. Soy la maldita Cassadee Swan.