No, aún mi corazón no se ha eclipsado por completo ante él, me gusta pero ¿amor? ¡No!

Yo no merezco ser amada y mucho menos amar, yo...siempre lo arruino, me dejó llevar y estropeó los progresos.

Así soy.

Quisiera... Que si lo que pasé entre los dos ocurre, yo pueda ser más consiente y dejarlo cuando no me convenga.

Parezco adolescente y lo soy...bueno no, solo tengo dieciocho y él veintiuno; tres pequeños años, treinta y seis meses, un lapso que, a pesar de las diversas experiencias obtenidas por ambos, no nos diferencian en nada a la hora de sentir... Sentir y querer no cuestan nada, solo son pesados para quien no los ha valorado...

Eso es lo que creo, y seguiré creyendo respecto al amor; cuatro letras para formar una palabra tan impactante para quien las dediqué, y también para quien las recibe.

Sólo unos pocos las han demostrado, algunos las han dicho y pocos las han experimentado en su totalidad, cuando ya no importa como sea la persona, y lo que realmente importa es quererla y respetarla.

Confusión.

Eso es lo que mi mente ha estado sintiendo, aparte del agotamiento debido a mí empleo.

La confusión de que alguien guste de mí, y no darme cuenta el porque ha sido.