Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

No logro olvidar

- HoSeok, hijo. Te has quedado blanco. - Pronunció el general. - Se ve que has caído rendido ante la simple visión de este hermoso omega. - HoSeok carraspeó y desvió la mirada del omega que acababa de entrar. Este le había mirado, pero no había hecho ningún gesto. Claramente disimulaba mucho mejor que el alfa, porque de seguro también le había reconocido. - No apartes la vista, chico. Deleítate con la bella imagen que tienes delante. Parte de su labor es alegrarnos la vista con sus numerosos encantos, ¿verdad, JiMin? - Le preguntó al omega.

- Es usted muy amable, general Il. Mis encantos están todos a su disposición. - Sonrió de forma radiante. Llevaba un hermoso hanbok tradicional y estaba allí, con la bandeja en las manos, con una elegancia que YoonGi jamás había visto.

- No todos, JiMin. - Rió el general. - Algunos los reservarás sólo para tu marido, supongo. - Esa fue la gota que colmó el vaso para poner a HoSeok más erguido que nunca. Incluso contuvo el aire ante la noticia. De nuevo, JiMin no hizo el más mínimo gesto que le delatara.

- No sea descarado, general. - Bromeó el gisaeng, quien se sentó junto a él para servirle el té. Lo hizo invadiendo su espacio personal, dándole esa satisfacción al alfa, apoyando levemente su muslo sobre el suyo. Casi como si lo estuviera haciendo sin querer. Un leve roce, inofensivo, discretamente indecente, que deleitaba a su cliente sobremanera. Era una de las muchas técnicas de seducción que JiMin había aprendido. HoSeok no quería seguir viendo el sutil espectáculo, pero hizo lo imposible por mantenerse firme o toda su fama de serio y profesional se iría por el desagüe. HoSeok sabía bien lo que era un gisaeng. Ellos daban una pequeña parte de sí mismos a los clientes, pero también ponían los limites y sabían lidiar muy bien con aquellos que intentaban sobrepasarlos. Su mayor arma era el encanto y JiMin tenía mucho de eso. HoSeok lo sabía bien, había sido víctima de ese encanto tiempo atrás y, por como estaba sintiéndose ahora, suponía que su efecto aún duraba.

- ¿Bailarás para nosotros esta noche? - Preguntó el general.

- Si usted lo desea y sus acompañantes no tienen inconveniente en ver contemplar mis torpes pasos. - Respondió coqueto. El general Il rió.

- ¿Torpes pasos? - Carcajeó. - JiMin es el mejor bailarín de danza tradicional de La flor de loto. - Aseguró.

- Me abruma con sus cumplidos, general. - Se ruborizó, o al menos lo fingió muy bien con una suave sonrisa.

- Si todavía puedo causar ese efecto en ti es que quizá no esté perdiendo tanto atractivo como yo sospechaba. - Comentó. JungKook rió educadamente.

- Daría lo que fuera por estar como usted a su edad, general Il. - Dijo. - Se conserva usted muy bien.

- Gracias por el halago, muchacho. Mas preferiría de recibirlo de un bonito omega. - No quería ofender a nadie con ese comentario y nadie se ofendió. - Te aseguró que te encantará verle bailar. ¿Qué dices?

- Me sentiría muy honrado de verlo. - Le afirmó a JiMin. - De seguro será un deleite. - JiMin y él se saludaron con una leve inclinación de cabeza. Ellos se conocían. Los dos habían asistido al CIMETEL, aunque JiMin ya no tenía ninguna relación con el, a diferencia de JungKook que continuaba siguiendo sus normas, contratando a sus omegas asistentes y yendo a sus fiestas. De hecho, había sido por una de dichas fiestas, en la que HoSeok había acompañado a JungKook, donde JiMin y él se habían conocido.

- ¡Todo decidido entonces!

- Yo... Si me lo permiten... - Habló HoSeok sin querer molestar.

- Sí, sí. Ya sabemos. El aburrido Jung HoSeok. - Narró el general. - Ve a hacer tus cosas de guardaespaldas, hijo. - HoSeok se inclinó y se dirigió a la puerta de la habitación. - Deberías hacer algo para que ese joven aprenda a divertirse, JiMin. - Siguió hablando el general mientras HoSeok salía.

- No sea cruel. El señor Jung sólo quiere hacer bien su trabajo. - Respondió JiMin. - Cada uno tiene sus propias responsabilidades, general. - HoSeok escuchó eso también y sabía que no sólo se estaba refiriendo a él, si no a sí mismo. - Déjeme cambiarme y preparar la música para ustedes y vendré en unos instantes. Mientras tanto, disfruten de la comida, por favor. - Se retiró con una delicada reverencia y se deslizó hacia fuera de la sala. A YoonGi le daba la sensación de que flotaba.

Cuando salió, cerró la puerta con suavidad y ceremonia, pero al hacerlo, recibió un tirón en el brazo y sabía perfectamente quien era el culpable.

- ¿Qué estás haciendo aquí? - Le preguntó HoSeok con urgencia, pero en voz baja.

- Me hace daño, señor Jung. - Se quejó.

- No te burles de mí, JiMin. Hace no mucho tiempo no era el señor Jung para ti. - Le recordó.

- Esos días han quedado atrás. - Aseguró manteniendo su mirada en el suelo. - Tres años atrás. Ya no hay ninguna clase de relación entre nosotros.

- Porque me abandonaste. - Gruñó aún en voz baja.

- Lo nuestro no tenía ningún futuro. - Le dijo. Y fue la primera vez que pudo ver algún sentimiento real en la reacción de JiMin.

- ¿Eso lo decidiste tú? ¿O tus padres? - Inquirió.

- Soy un omega del CIMETEL. ¿No lo entiendes? - Su voz se quebró. - Mi destino estaba decidido desde el día en que nací. Y no era estar contigo. - Le miró finalmente, con dureza. - Aún me haces daño en el brazo, HoSeok. - El alfa le soltó.

- Yo no era lo suficiente, ¿no? - Añadió dolorido y enfadado.

- Mis padres...

- Te has casado. Y trabajas aquí. ¿Qué ha pasado, JiMin? Cuéntamelo. - Pidió casi rindiéndose. Y no estaba seguro de lo que pretendía haciéndole esas preguntas.

- Soy el tercer concubino de un alfa bastante amable. - Sonrió con difultad, haciendo pedazos el corazón de HoSeok. - Incluso me ha dejado trabajar aquí. Me gusta bailar y se servir a la gente.

- Babosean por ti. ¿Eso es lo que te gusta? - Preguntó sin estar de acuerdo.

- Mejor que ser tomado a diario por gente a la que no conozco. No estaba hecho para seguir en el CIMETEL y ser un omega asistente. - Le aseguró. HoSeok si estaba de acuerdo con ello. - Me habría consumido. - Le explicó intentando hacerle entender.

- Yo habría podido cuidar de ti si hubieras venido conmigo. - Comenzó HoSeok, pero JiMin negó al instante.

- ¿Escapar juntos? Eso sólo era una utopía. Un sueño romántico. - Intentaba hacerle ver que sus vidas no estaban destinadas a permacer unidas. - Fue precioso mientras éramos unos idealistas adolescentes. - Le miraba con añoranza y cariño. - Pero no podía a durar. Mis padres no lo consintieron por más tiempo.

- Y te vendieron a otro alfa más poderoso y más adinerado que yo, ¿cierto? Un alfa de 2° generación educado en el CIMETEL. No alguien como yo, un nacido alfa por probabilidad y sin repercusión, posición o dinero. - Comprendió HoSeok, aunque era algo que ya sabía. - ¿Acaso eres feliz con eso?

- No se trata de ser feliz, se trata de lo que es correcto.

- Sólo tenemos una vida. Claro que se trata de ser feliz. - Recalcó, pero JiMin volvió a negar.

- Soy un omega. Nacido de buena familia pero sólo un omega. Mi destino fue mejor que el de otros como yo porque mi familia contaba con privilegios e hicieron lo que creyeron mejor para mí.

- ¿Para ti? ¿No para ellos? - Pronunció irónico y enfadado. - ¿Cuánto dinero y prestigio ganaron con tu casamiento? Dímelo. - JiMin bajó la mirada de nuevo al suelo. - Dímelo. - Repitió.

- No seas cruel conmigo. No tuve elección. - HoSeok le tomó de la barbilla y le hizo mirarle, con suavidad. Vio lágrimas en sus ojos.

- Perdóname. No quise hacerte llorar. - Aseguró. - Jamás quise hacerte llorar. - Le abrazó con fuerza contra su pecvgho. Tenían la suerte de que no había nadie en el pasillo porque esa sala estaba alejada. - Yo sólo quería tu felicidad. Habría hecho cualquier cosa.

- Me hiciste muy feliz. Pero el tiempo de corresponder con mis deberes había llegado. Él me cuida. Y no me mantiene encerrado. Tengo mucha suerte. - Aseguró. HoSeok no quería soltarle.

- Pero no te ama, ni tú a él. Seguro que es mucho mayor que tú y detestarás que él te... - Su voz se ahogo.

- No te hagas eso. Es mi esposo. Tengo que cumplir con él. - De miraron y JiMin le sonrió y acarició la mejilla. - Quizá me deje embarazado pronto. Me gustaría tener un hijo. - Aseguró.

- ¿Eso te haría feliz? - Preguntó el alfa. JiMin asintió y las lágrimas de HoSeok empezaron a fluir cuando las del omega dejaron de hacerlo.

- No llores. - Le pidió. - Un alfa no debe llorar. - Le dijo.

- Maldito CIMETEL que te ha metido todas esas ideas en la cabeza. - Pronunció él. - Lloro porque soy humano. Y tú deberías poder elegir tu destino siendo omega o no.

- No vivimos en un mundo perfecto. - JiMin terminó por recomponerse antes y apartó a HoSeok de él, muy lentamente. - Es la vida que nos ha tocado vivir. Encuentra una buena pareja HoSeok. Y sé muy feliz con...

- No quiero a otro. ¿Cómo voy a querer a otro si ahora sé que sigo amándote? - Quiso saber HoSeok.

- Basta ya. No digas eso.

- Antes podía soportarlo y ocultarlo, incluso podría negármelo a mí mismo porque no sabía donde estabas. Ahora que sé como encontrarte cómo lo hago. ¿Cómo te olvido? - Preguntó a la desesperada.

- No vuelvas aquí. - Le sugirió. - Tengo un esposo y... por ello, una vez más, no puedo corresponder a tus sentimientos. - Expuso dando un paso atrás. - Ahora si me disculpas. - Limpió los rastros de sus lágrimas e hizo una inclinación. - Debo atender a mis clientes. - HoSeok no se giró cuando él empezó a caminar, alejándose. Ni volvió a intentar impedirle marchar.

- Sólo dime una cosa. - Dijo cuando el omega ya estaba a varios metros. - Aquel día. Cuando me dejaste. Me dijiste algo que... - Tomó aire al recordar aquello. - ...algo que no he podido olvidar. ¿Lo recuerdas? - JiMin se había quedado quieto pero sin volverse a mirarle y tardó unos segundos en responder.

- Te dije que te dejaba porque quería tener una vida que tú no podías darme. Qué no habías sido más que una bonita aventura. Alguien con quien pasar el rato mientras mis padres buscaban algo realmente bueno para mí. - Pronunció. - Claro que lo recuerdo.

- ¿Era cierto? - Preguntó. - Necesito saberlo. La verdad. - De nuevo, él tardó en responder.

- Necesitaba que te olvidarás de mí. Creí que siendo cruel lo conseguiría y podrías seguir con tu vida más fácilmente, ya que yo ya iba a tener la mía. Por lo visto...fallé. - Después de eso corrió hacia su destino dejando a HoSeok solo en todos los sentidos. Se apoyó en la pared y se deslizó por ella hasta quedar sentado en el suelo.

- Podrías haber sido cruel una vez más. - Dijo en voz alta, aunque ya nadie le escuchaba. - Al menos si me hacías añicos del todo habría podido dejar de sentir.

Cuando sintió que ya había abandonado su puesto por demasiado tiempo, volvió a erguirse junto a la puerta. Y no paró de mirar al frente incluso si JiMin volvía a pasar por allí con un traje de baile, incluso más hermoso y voluminoso que el anterior. Tampoco cuando escuchó la música o los aplausos o las risas. Ni cuando JiMin salió de nuevo y volvió con más comida y bebida. Sólo se movió, tal y como se esperaba de él, cuando JungKook salió y le comunicó que ya se iban.

En el coche, HoSeok no dijo nada, se limitó a mirar por la ventanilla. JungKook sabía muy bien que su amigo estaba realmente mal, sobretodo porque había sacado el collar de debajo de su camisa y rodaba entre sus dedos el anillo que colgaba de éste a modo de colgante. Una joya que nunca fue entregada.

- HoSeok...

- Estoy bien. - Definitivamente era una mentira.

- HoSeok. Intenta...

- He dicho que estoy bien, JungKook. - Aseguró y su amigo le dejó por unos momentos en su silencio, pero luego volvió a hablar.

- Te dejaremos en tu casa. Descansa un poco. - Le aconsejó

- Aún me queda algo de profesionalidad. - Dijo. - Seguiré trabajando.

- No hay nada más programado para hoy. Sólo voy a estar en el despacho de casa, trabajando. - Aseguró. - Ve a casa. Toma un trago de algo fuerte, pero sólo uno. - Casi sonaba como una orden. - Mira la televisión un rato y ve a dormir temprano.

- Vale. - Dijo derrotado, parecía exhausto. Durante el resto del camino, YoonGi y JungKook se mantuvieron en silencio y sin hacerse carantoña alguna. Eso habría sido una total falta de respeto y una puñalada hacía HoSeok.

- ¿Necesitas algo? - Le preguntó JungKook cuando el coche se detuvo frente a la casa de HoSeok.

- Un trago de algo fuerte. - Se esforzó en sonreirle.

- Sólo uno. - Le respondió JungKook devolviéndole la sonrisa. Se bajó del coche, pero antes de que pudiera ponerse de nuevo en marcha, HoSeok volvió a hablarle a JungKook.

- Quizá... Quizá necesité una cosa. - Dijo dudoso.

- Lo que sea, hermano. - Le aseguró.

- Mi celo es en unos días. Quizá... - Se llevó la mano a la frente. Parecía que no restaba seguro de lo que decía. - Olvídalo.

- ¿Quieres que llame al CIMETEL por ti? No pondrán problema si yo lo pido. - HoSeok no respondió al instante.

- No...no lo sé. - Respondió aturdido. JungKook se inclinó hacia adelante y puso la mano sobre la mejilla de HoSeok.

- Estás en shock. Descansa. Estarás más despejado para decidir y te llamaré mañana. - HoSeok asintió. Descansar sonaba bien ahora.

- Vale. - Confirmó de nuevo. Y luego esperaron a que HoSeok se metiera en la casa antes de marcharse.

- ¿Qué le ocurre? - Preguntó YoonGi, aunque ya tenía una ligera idea. - Ese omega...

- ¿Has visto el anillo que colgaba de su cuello? - Le preguntó JungKook y YoonGi hizo un ruidito de asentimiento. - Iba a pedirle matrimonio y que se fugara con él el mismo día que él le dejó por seguir las ordenes de sus padres.

- Pobre HoSeok...

- Por un tiempo creí que había conseguido olvidarle. - Pronunció el alfa. - Pero hace no mucho fue el cumpleaños del chico. No paraba de mirar el móvil dudando en si llamarle. No lo hizo. Entonces supe que no le había olvidado y le pedí que le llamara, quizá si sabía que había sido de él... Jamás imaginé que siguiera llevando ese collar bajo su camisa. Todo este tiempo... De seguro no se lo ha quitado una sola vez. Maldito masoquista. - Añadió con rabia. YoonGi había bajado la vista mirando sus manos.

- El amor no correspondido debe ser muy doloroso. - Dijo. JungKook le tomó las manos, estaban frías.

- Suerte que yo te tengo a ti. - YoonGi le miró y sonrió con tristeza por HoSeok. JungKook le abrazó.

- HoSeok es un buen hombre. Merece algo bueno. - Opinó el omega. - Es tan injusto. El ansia de poder, la lucha de clases, el CIMETEL... siempre estropeándolo todo.

- ¿Consideras que yo también estoy estropeado entonces? - Quiso saber.

- Ya sabes lo que opinó sobre la libertad de elección. Ese chico debió haber sido valiente e irse con él.

- No todos son tan valientes como tú. - Afirmó JungKook. - Por eso me encantas. YoonGi sonrió.

- No te gusto porque tenga ideales que consideras alocados. Todo lo contrario. - Opinó. - Preferirías que fuera sumiso y tenerme encerrado en una habitación sólo para ti.

- Eso de "sólo para mí", suena bien. - Reconoció con un poco de burla en la voz. - Pero lo demás no es cierto. Si quisiera a un omega como los del CIMETEL habría mantenido una relación con alguno de ellos, ¿no crees? - Razonó. - Puede que sea estricto, pero me gusta que te defiendas y que seas fuerte, distinto. Creo que, inconscientemente, es lo que más adoro de ti. - Aún entre sus brazos, YoonGi miró hacia arriba, a los ojos de JungKook.

- Eso tiene sentido. - Admitió. - Podrías tener a cualquiera pero sólo tienes ojos para mí. Incluso si ese tal JiMin era lindo y bailaba tan bien. Cuando todos le miraban a él, tú me mirabas a mí. - JungKook sonrió al ver que había sido atrapado.

- No puedo ocultarlo. Eres precioso.

- Seguro que alguien más se ha dado cuenta. - Dijo YoonGi como una advertencia para que tuviera más cuidado.

- Me importa muy poco si cualquiera de los que estaban allí se han dado cuenta de algo. - Aseguró. - Incluido el general.

- La prensa y tu padres son de los que nos tenemos que guardar, ¿no? - No tenía intención de dañarle, pero tenía que tener las cosas claras.

- Poco a poco, por favor. - Pidió JungKook. - Eso sería un cambio muy grande de golpe para mí. ¿Lo entiendes? ¿Serás paciente con eso? - YoonGi se acurrucó más y asintió, se sentía piadoso ese día.

- Una relación prohibida también puede ser excitante. - Respondió finalmente.




* COMETA Y VOTA!!!! Espero que os haya gustado mucho el capítulo. Quiero muchos comentarios sobre la historia de esta pareja nueva. Estoy pensando en centrarme en la pareja YoonKook en esta obra y hacer una especie de segunda temporada o de extra (cuando acabe esta) contando la historia de HoSeok y JiMin. ¿Qué opináis? ¿O preferiríais que mezclara las dos historias y las contara al mismo tiempo? Necesito opinión!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro