Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Juntos

La ropa sobraba y el ansia subía. Habían esperado demasiado y YoonGi temblaba de histeria por ser aliviado. Si querían disfrutar de esa velada un poco más, el alfa debía hacer disminuir la excitación del omega un poco. Teniéndole desnudo y tendido sobre la cama, en completo estado de euforia, el alfa lamió su cuerpo con la intención de llevarle al extasis antes que a sí mismo. Un placer intermedio antes de unirse definitivamente a él después de tanto tiempo. De ese modo, YoonGi estaría un poco más calmado cuando le tomase. Pero en ese momento, estaba jadeando desordenadamente.

- ¿Dónde... ? - Gimió. - ¿Quién...? ¿Dónde y quién te ha enseñado eso? - No recordaba que JungKook le hubiera hecho nunca una felación similar a esa. - Para. Voy a.... - JungKook se sacó su miembro de la boca y rió.

- Calma, dulzura. No querrás que acabe tan pronto, ¿no? - Pero justo tras decirlo continuó con el delirio dándole una larga lamida a toda su longitud.

- ¿Cuando has aprendido ha hacer eso? - Jadeó.

- He obtenido algunas habilidades en éste último año. Pero no dudes que sólo las aprendí para darte placer a ti.

- Sí... claro...seguro que lo hiciste por mí. - Dijo irónico, intentando mostrarse ofendido.

- No lo dudes. Fue pensando en ti. - Repitió divertido. YoonGi incorporó un poco la cabeza para mirar al alfa.

- ¿¡Pensabas en mí mientras te los tirabas!? - Exclamó. - Eso es raro. Muy raro. - Declaró.

- No quería decir eso. - Rió JungKook. - Y deja de finjir que te molesta y sigue disfrutando. - Se burló.

- Intenta convencerte a ti mismo. - Dijo quejicoso. - Eres un libertino y un... ¡Ah! - Gimió cuando JungKook volvió a meter la cabeza entre sus piernas. - Maldita sea... No pares... - Rogó. - Eso es... demasiado bueno.

Deslizó la punta de su lengua por el glande de YoonGi haciéndole delirar. Bajó por toda su longitud hasta llegar a sus testículos, saboreándolos. El omega soltó el aire, muy despacio. Intentaba aguantar, pero no iba a durar mucho.

- Déjate llevar. - Susurró acariciándole con el aire caliente de su boca sobre su intimidad. - Relájate y suéltalo. Luego podré tomarme el tiempo para consentirte más lentamente. - Y dicho eso, tragó toda su longitud y succionó con fuerza.

- Mmnng... Kookie... - Gimió. Deslizó su mano hasta enredarla en los cabellos del alfa. Eran tan sedosos y suaves como los recordaba. Era JungKook. Su amado JungKook. Aún había instantes en los que creía que era un sueño. Bajaba la mirada y ahí estaba. ¿Cómo había sucedido todo aquello? ¿Cómo le había perdido para siempre y de pronto le había recuperado? - Kookie... - Gimoteó en un sollozo. El alfa no detuvo sus atenciones, pero comprendió por su tono de voz que el omega se sentía algo desconsolado. Alzó la mano y tanteó hasta que el omega la entrelazó con la suya. Masajeó bien la base de su miembro y chupó con ganas, lamiendo también la suave piel su delicado miembro de omega. - Más... - Jadeó. - Voy a... falta poco... - Advirtió. - JungKook. - Le llamó. - Voy a... ¡ah! Mng... - Jadeó. - Te... te avisé. - Miró hacia el alfa y le vió levantar la cabeza tragando y lamiéndose los labios.

- Delicioso. - Aseguró.

- Creí... - Continuaba jadeando. - Creí que querrías apartarte.

- ¿Por qué? - Mencionó con una sonrisa en el rostro mientras lamía los restos de su esencia de su blanca piel. - Quería saborearlo después de tanto tiempo. - Repartió besos por todas partes subiendo serpenteando por su cuerpo. YoonGi rió.

- Para ya. Me haces cosquillas. - Subió hasta sus labios. JungKook dudó. No sabía si querría besarle con la boca aún con rastos de su esperma. Antes no tenían reticencia antes esas cosas, pero quien sabía si habían cambiado sus gustos. Sin embargo, se sentiría estúpido preguntando. YoonGi estaba en las mismas, por eso le había avisado antes de correrse, sin saber si JungKook querría apartarse. Se conocían. Eran los mismo de siempte y, a pesar de ello, se sentían torpes. Por eso, hacían lo imposible por ayudarse el uno al otro, querían ponerse las cosas fáciles y sentirse con confianza suficiente para decirse todo. Por esa razón, YoonGi fue quien le besó con fuerza. A JungKook le encantó. Era el de siempre, era el dulce, valiente y atrevido omega de siempre. Su lengua bailando sobre la suya, sin dejarse respirar. El dulzor les invadió de nuevo. Era embriagador. Era lo único que querían aspirar. JungKook ya no sabía como poder tocarle aún más. Estrechándole contra su pecho, le faltaban manos para recorrer como quería todo su cuerpo.

- Ese olor. - Fue casi un gruñido. Rompió el beso con fiereza y mordisqueó su mandíbula bajando hasta su cuello para enterrar su nariz en el cuello del omega. YoonGi echó su cabeza a un lado para dejar más espacio al alfa. JungKook acarició su cuello con la nariz y luego con los dientes. YoonGi sabía el motivo, pero le detuvo. Estaba demasiado obnubilado y perdido en las caricias de los dientes del alfa en su cuello. JungKook gruñó y aspiró con fuerza, separándose de su cuello y apoyando la frente en su pecho, respirando agitadamente.

- ¿Estás bien, JungKook? - Le acarició el cabello.

- Sí. - Jadeó. - Es tu aroma. Ya sabes que nunca he podido resistirme muy bien a él. Es algo que sólo me ha ocurrido contigo desde que te conocí, pero ahora... se me hace más difícil no marcarte. - Intentaba respirar con calma, pero el aire estaba envenenado. - Es sólo que, hacía tanto tiempo que esperaba este momento que estoy nervioso. - Confesó.

- Hazlo entonces. - Formuló sin dejar de acariciar sus cabellos con absoluto amor.

- ¿Qué? - Preguntó anonadado el alfa.

- Márcame. - Declaró convencido. A lo que JungKook se mostró muy sorprendido. - Es inevitable, JungKook. Tú lo dijiste. Hoy o dentro de un tiempo. No vas a librarte de mí.

- ¿Estarías dispuesto? - Casi parecía asustado de preguntar.

- Alfa tonto. ¿Acaso has olvidado que esto es un para siempre? Para los dos. - JungKook respiró con fuerza, YoonGi sonrió y dejó su cuello al descubierto. Una vez más, acarició su piel con los dientes. Pero había algo que se lo impedía. - Calma, Kookie.

- Quizá... yo no sé...

- Puedes dejárselo a él. - Confirmó YoonGi. - Es su instinto, no el nuestro. - JungKook se irguió un poco y se miraron sonriendo.

- Tienes razón.

- Alfa tonto. Omega listo. - Se burló el omega y esta vez fue el alfa quien le besó. Sus manos nerviosas recorrieron sus cuerpos sedientos. Se deslizaron más y más abajo, descendiendo por su espalda abriéndose paso entre sus nalgas. YoonGi tomó aire.

- Sigues lubricando un montón.

- Hay cosas que no cambian. - Jadeó al sentir las caricias en su sensible entrada. Introdujo dos dedos y YoonGi se dejó hacer echando la cabeza hacia atrás. Era lento y tortuoso, abriéndose camino. - Basta. Eres malvado. - Estaba siendo tan delicioso que necesitaba más. - Házmelo.

- Aún no. - Con su mano libre, acariciaba su cadera. La suavidad y pureza con la que pasaba los dedos de su mano izquierda por su piel contrastaba mucho con la lascivia con la que le penetraba con los de la derecha. - Te haría daño.

- No me he acostado con nadie en este tiempo. No había nadie que estuviese a tu altura. - Admitió haciéndo muy feliz al alfa. - Pero el consolador que me regalo Tae... - Jadeó y se mordió el labio del placer.

- Le has dado buen uso, omega pervertido. - Sonrió.

- No te tenía a ti. Pero ahora estás aquí. Hazlo.

- Aguanta un poco más. - Le pidió el alfa. - Mi nudo te haría daño. No estás acostumbrado a eso.

- Antes lo estaba. Mi cuerpo recordara si eres tú. - Aseguró. - Tu nudo jamás me dañaría. - JungKook se inclinó para besarle e introdujo un tercer dedo al mismo tiempo. JungKook quería creerle, pero le dilataría un poco más. YoonGi aguantó. Soportó las embestidas de sus dedos jadeando y gimiendo contra la boca del alfa.

- YoonGi, estás seguro de que no quieres que vaya a por el S.E.A.. Sé que antes parecías convencido pero quisiera que lo pensaras una vez más.

- No puedo... pensar... - Declaró. Con cuidado retiró los dedos de su interior y le dejó respirar.

- Entendería que no quisieras arriesgarte. - Siguió diciendo. - Un bebé nos cambiaría la vida.

- Quiero hacerlo. - Intentó calmarse. - Quiero unirme a ti hoy. No sé si sería un buen momento si quedara emabarazado. - Llevó la mano a su vientre y JungKook puso una mano sobre la suya. - No es mi objetivo principal pero, si sucede, no me da miedo si estás conmigo.

- Yo siempre estaré contigo. - Se abrazaron. Los brazos del alfa rodeando su cuerpo, atrayéndole, sosteniéndole, arropándole. Se hizo un lugar entre sus piernas, encajaba tan bien en su cuerpo. Esparció la lubricación del omega de su mano en su propio miembro. - Déjame colocarte. - Tiró de su cadera para bajarle un poco y levantó ligeramente sus piernas. - Iré despacio.

- Mentiroso. - Dijo YoonGi sonriendo. -  Empezarás despacio y luego serás brusco.

- Lo siento... yo...

- Y más te vale que sea así. - Formuló interrumpiéndole.

- Así que estás de buen humor. - Rió JungKook. - Muy bien, dulce omega. - Se acercó a su oído y mordisqueó su oreja. - Voy a hacerte gritar. - Le advirtió. Introdujo su miembro en él tan lentamente como prometió y a YoonGi se le saltaron unas pocas lágrimas.

- Te echaba tanto de menos. Mi cuerpo aún te recuerda. Tu calor... Mmng... Tu piel. - Mecía su cadera sinuosamente contra la suya. Sostenía su cadera para penetrarle con fuerza y certeza. - Ah... ah...

- ¿Era lo que querías? - Gruñó. - ¿O lo prefieres más fuerte?

- ¡Ah! Kookie... más... ¡Más!

- Maldita sea si aprietas así... Grrg... - Se le escapó un gruñido gutural.

- Déjale salir. Tengo algo que decirle.

- Sigue enfadado. No será amable. - Le advirtió.

- Lo sé. - Aceptó. El alfa le besó. Es curioso que no sólo cada persona bese de una forma distinta, sino que YoonGi era muy capaz de distinguir el cambio entre JungKook y Seagul. Sus besos era ansiosos, casi violentos, mordió su labio y dejó marcas en su piel clavándole la yema de sus dedos. YoonGi jadeó al separarse sintiéndose ahogado. El alfa le miró con severidad.

- Eres tú. - Le apretó contra su pecho. - Maldita sea. ¿Por qué no me buscaste? Omega orgulloso. - Le regañó. - ¿Por qué huiste? ¿Por qué te separaste de mí cuando sabías que yo era el único que podía recofortarte? - De nuevo la dualidad en sus cuerpos. Se mantenía dentro de él abrazándole y cuidando de su cuerpo y, al mismo tiempo, le culpaba y le hacía daño con sus palabras.

- Nunca quise causarte dolor. - Aseguró YoonGi. - Estaba asustado. -Reconoció. Seagul le gruñó y YoonGi se achantó.

- ¿Y ahora? ¿Tienes miedo? - Le preguntó.

- ¿De ti? Nunca. - Respondió con confianza. Seagul mantenía los dientes apretados. Por supuesto que estaba dolido y enfadado. Le habían apartado del amor de su vida, de su omega, por un año entero. YoonGi puso una mano en su mejilla y le acarició el rostro. - Seagul. - Pronunció. - Perdóname. - Tras un momento, Seagul bufó.

- ¿Estás bien ahora? - YoonGi asintió. El alfa le devolvió las caricias. - No permitiré que tengas miedo nunca más. - YoonGi no intentó explicarle a Seagul que él no necesitaba su protección, que no era de su propiedad. Primero, porque habría sido en vano por ser ese el instinto innato del alfa interno de JungKook. Y segundo, porque no se sintió con potestad moral ni ganas de hacerlo, menos aún cuando su omega estaba tan a flor de piel. Seagul le abrazó y YoonGi se acomodó contra el alfa arruyándose en su calor y sintiendo su abrazo como una aceptación por su disculpa.

- Yo también te he echado de menos. - Aseguró YoonGi. Se besaron. No podían seguir finjiendo que se odiaban. También ellos se amaban con locura por muy molesto que Seagul hubiese estado. Sin embargo, había algo más que Seagul añoraba.

- ¿Me dejarías estar un momento con él antes de irme? - Le habló con amor.

- Tendréis todos los momentos que deseeis a partir de ahora.

- Eso suena muy bien. - Y justo después, YoonGi cerró los ojos. Seagul apretó los dientes luchando por no llorar al ver sus hermosos rasgos. Técnicamente eran los mismo que los de YoonGi, pero en algo eran distintos. Había una inocencia, una pureza infantil innata en Suga. El omega abrió los ojos, sonrió y dio un travieso lametón en la nariz del alfa.

- Mi dulzura. Mi preciosidad. Mi amor. - Acarició su rostro.

- Mi alfa. - Le respondió. Seagul casi no podía creerlo.

- No sabes cuánto he anhelado este momento.

- Tanto como yo. - Aseguró el omega. Le dio un tierno beso. - Mi celo... ¿me ayudas? - Gimoteó. - Te quiero unido a mí. Quiero sentirme acoplado a ti.

- No te haré esperar, mi vida. - Puso todo el cariño en sus acciones. Sostuvo su cuerpo, que se le antojó muy delicado, con cuidado. Ya estaba dentro de él, así que volvió a moverse para recuperar el ritmo muy lentamente y no causarle molestias. Pero Suga lubricaba demasiado bien como para que eso supusiera un impedimento. Más velocidad, más intenso, más fuerte, más calor. Y entonces fue el intenso aroma a café el que estalló para mezclarse con la dulzura de Suga. El omega gimio en éxtasis. El olor de las feromonas del alfa le hacía delirar. Podía sentir cada centímetro del miembro del alfa acariciando su delicada pared estimulándole de forma abrumadora.

- Seagul... se siente muy bien.

- Un poco más. - Jadeó. - Siento que voy a arder. Tu cuerpo... tan perfecto. Cada fibra de tu piel se eriza. - Recorrió su cuello con la punta de su nariz.

- Hazlo, Seagul. Úneme a ti. - Gimoteó el omega. - Rápido. Te deseo más dentro.

Una y otra embestida golpeaba su próstata con certeridad. Más fuerte, más herrática. Los jadeos del alfa se hacían más fuertes y los gemidos del omega más ensordecedores. Arrugó la sábana entre sus manos. Su gutural gruñido se entremezcló con el agudo gemido del omega cuando el alfa eyaculó y su miembro se hinchó anudándole. La presión del nudo estimuló cada punto sensible de YoonGi haciéndole encoger los dedos y poner los ojos en blanco de placer. Se sentía tan cálido en su interior.

YoonGi llevó la mano a su vientre.

- No te preocupes. - Declaró. - Si quedas embarazado será el cachorro más amado. - Le besó y luego gruñó de nuevo. - No puedo más. Quiere recuperar el control.

- No te preocupes. - Le calmó el omega.

- No quiero dejarte. - Gimió molesto.

- Ya no vamos a separarnos nunca más. - Le recordó con cariño. - Ellos somos nosotros. - Puso la mano en su pecho. - Puedes sentirme a través de él. Siempre has podido. Estoy a tu lado. Jamás me perderás de nuevo. - Suga no solía hablar demasiado. Sin embargo, lo haría para tranquilizar a su amado. No podía permitir que le devolviera el control a JungKook sintiendo que podía perderle. Pero Seagul seguía intentado resistirse. Quería permanecer a su lado. Suga estrechó su mano y la colocó en su pecho. - Mi latido es el mismo. ¿Puedes sentirlo? - El alfa se calmó al sentir el corazón de Suga, que era también el de YoonGi. - Déjale volver. - Le pidió.

- ¿También le echaste de menos a él?

- No puedes estar celoso. - Rió alegremente y se frotó contra su rostro de forma mimosa. Era ridículo estar celoso de uno mismo, pero al omega le resultaba enternecedor.

- Está bien, mi dulzura. Te siento en mí. - Cerró los ojos con fuerza y JungKook jadeó al recuperar su cuerpo.

- No quería dejarte. - Respiró con fuerza y se centró en el omega a quien todavía estaba unido. - ¿Estás bien? Hacía mucho que no eras anudado. ¿No te duele? - Suga le miró curioso y luego sonrió y negó. - La excitación que provoca el nudo te relaja para que no intentes resistirte ni sientas dolor. - Expuso. Suga continuó mirándole con curiosidad. Le parecía fascinante, pero no le entendía demasiado bien. - Siento que no haces el mínimo esfuerzo por comprender nada cuando te digo algo medianamente técnico. - Luego volvió a sonreír.

- Mi cuerpo está hecho para que mi alfa encaje con él. - Esa era la teoría más entendible para el omega. La única que quería saber, en realidad.

- Claro que sí, vida mía. - Accedió JungKook riendo enternecido por sus carantoñas. Le dio un infaltil beso en la mejilla y le devolvió el control a YoonGi, quien lo recuperó con calma.

- Creo que aún le gustas. - Comentó YoonGi divertido cuando fue enteramente él.

- Seagul se hace el duro, pero también te quiere. Lo sabes, ¿verdad? No hay una parte de mí que no te ame con locura.

- Lo sé. - Se abrazaron y acurrucaron. - Permanece dentro todo el tiempo que puedas. Se siente bien.

- Como desees. - Le acomodó entre sus brazos, enredado en él con sus piernas.

- JungKook. - Pronunció el omega que ya daba señales de estar quedandose dormido.

- ¿Sí, dulzura?

- Esto no es un sueño, ¿verdad? ¿Estamos juntos de veras?

- Sí, YoonGi. Esto es real. Estamos juntos.

- Vale. Emtonces ya me puedo dormir. - Declaró tranquilo. - Hasta mañana, Kookie.

- Dulces sueños, Yoonnie.

Voy a llorar!!!!! Esto se acaba. 😭😭😭

Aún queda el epílogo que creo que os va a encantar para cerrar la historia del todo. Lo publicaré en una hora más o menos ⏳. Y en ese momento publicaré también el prólogo de LA MANADA 🐺🐺, mi nueva obra.

Sinceramente tengo muchas ganas de empezarla para leer vuestro comentarios y opiniones. Además, me hace mucha ilusión que hayáis podido participar de algún modo votando por el que sería el alfa de historia. Seguro que se os hizo larga la espera.

Esta historia acaba, pero otra comienza y aún queda mucho más. Tendré ideas hasta que os aburráis de mi. jejeje

Muchísimas gracias por vuestro constante apoyo!!!!

Un besazo!!!😘😘
Nos vemos muy pronto!!!! (En una hora más o menos xdxd)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro