*Narra Alex

Estaba corriendo mucho y casi me quedaba sin aire, menos mal era atlético. Alex, ¿cuál era tu problema con tu puntualidad? Pete te dijo claramente que llegaras al carro puntualmente y ya cambiado, ¿qué parte no comprendiste?

Después de bromear un poco con Peter y su vestuario, fuimos hablando un poco de lo que creíamos iba a pasar en el evento y tuvo el descaro de decirme que allí encontraría a alguien y ligaría nuevamente sin dudarlo. Ahora mi lema es: "Me doy el tiempo de conocerte antes de irme como de mente". Sí, ya sé que suena contradictorio y extraño pero es muy cierto, ninguna otra chica tendría la oportunidad de romperme el corazón como Jessica, por mucho que quisieran.

Según nosotros, nos sentaríamos en una mesa por ser parte de la misma empresa, pero no. Tuvieron la "fabulosa". idea de separarnos. Estuve a punto de irme a mi casa, pero hubo algo que hizo que me quedara.

Me habían asignado a una mesa pero la verdad no estaba nada bien señalado, estaba completamente perdido y no sabía a dónde ir y si acaso valía la pena quedarme. Casi siempre el indeciso era Pete pero parecía que me estaba contagiando de la indecisión y la ansiedad.

Quería consultarle a alguien si podía cambiarme de sala y ver cómo ir con Peter, estaba convencido de que sería aburrido sin alguien a quien conocía, a su mejor amigo. Me quedé viendo a mi celular y me di cuenta de que tenía un mensaje de Peter, seguramente me diría que quería irse. Por lo contrario me había escrito: "Me la estoy pasando bastante bien, ¿y tú? Me encontré a una conocida".
Al parecer, él no había tenido ningún problema con estar solo, hasta se había encontrado a un conocido y él sí se la estaba pasando bien.

Seguí viendo la foto y hasta la decoración en esa sala era diferente y más bonita, me quedé escribiéndole a Pete y avanzando a buscar a alguien que me cambiara de sala, pero mientras eso sucedía, choqué con una chica rubia de cabello largo que estaba revisando unos apuntes y por torpe hice que se le cayera todo lo que traía. La chica tenía unos ojos azules muy profundos a través de sus lentes y unas mejillas que me hicieron recordar al apodo que me había dado mi madre. Debo ser sincero, sentí un click y de la nada se me salió un saludo dulce.

—Hola, ¿cómo estás? —le dije sin ningún análisis previo—. Lo siento, no me di cuenta que estaba caminando con el teléfono.

Ella estaba un poco sorprendida.
—¡Qué torpe! —dijo sin poder evitar poner cara de avergonzado, ya casi a pedir perdón y ver qué podía hacer.

Me sentía completamente avergonzado y quería irme cuanto antes, pero me salvó que luego aclarara.

—¡Qué torpe soy! Discúlpame, gracias por levantarme todo. Tendré más cuidado para la próxima.

Me quedé sorprendido después de que me lo aclarara y ambos estábamos hipnotizados y no sabíamos que decir a continuación, aunque a la vez me daban ganas de decir de todo.

Pocos segundos después, un poco nervioso, pude volver a hablar.
—¿Te diriges al área de allá?

—Supongo, estaba perdida con mi ubicación y mi sala.

—Oh, pues mira, yo también estoy perdido —le respondí.

—Creo que podría ayudarte —me dijo—. Creo que tu mesa está por allá y veo que también es mi mesa.

Me sentía realmente extrañado de que el destino me haya puesto con ella en una mesa después de habernos chocado, debía admitirlo, Peter tenía razón. Había pasado mucho tiempo sin que tuviera dentro ese sentimiento de sonrojo.

Fuimos a la mesa y creo que ambos creemos que hubo una chispa que se encendió al instante. Empezamos a almorzar y a hablar de muchas cosas, ella era la co-propietaria de una empresa que le compró a sus padres para que no se la vendieran a un extraño y parece que la renovación les sentó muy bien. No sé por qué creí que ambos (no solo yo) descubrimos sentimientos y me atreví a invitarla a cenar más tarde en un restaurante cercano. Aclaro que no Mondays, algo más formal.

Ese día saqué mi toque detallista que había estado guardado por mucho tiempo, algo que sin duda me ayudó en mi plan de conquista precipitado. Pues si Alex, ¿y tu lema? Parece que esta chica hizo que se me olvidara, esa chica libre, alegre y energética. Debo admitir que por mucho tiempo me quedaba en la luna e incluso antes de esta chica, ya algunos amigos me llamaban "astronauta". Me quedaba perfecto ese apodo, mucho más que "Cachetitos". No sé cómo activé el botón de buenos detalles y regalos o de buenas frases, pero también me ayudó. Hablamos por horas. El evento no me hubiera gustado sin Maya.

Finalmente, no había sido todo malo como creí sin Peter. Además, él sabía que la pasaría muy bien y encontraría a alguien especial. Quería que me ayudara a escoger un buen atuendo para la cena, pero mi amigo desapareció y me dejó un mensaje que decía: "Voy a mi casa con Lauch, mandaré un taxi por ti". 

Debo admitir que me pasaron muchas cosas por la cabeza. ¿Qué pasará con ellos? Después de todo, me las arreglé yo solo y me vestí para una cena casual, compré unas flores y me dirigí a ABistrei para ir a una cita. Esta vez estaba ansioso por saber qué pasaría y no sabía que descubriría algo importante y determinante sobre mi cita. Mientras tanto, tenía curiosidad de saber qué estaban haciendo Peter y Laura, y me di cuenta que el destino tenía preparado dos pequeños detalles. ¡Bien jugado destino!

¡Hola! ¡Les comparto la segunda parte de este capítulo! ¡Espero les haya gustado! ¡No olviden comentar y votar!