Cuatro: Bilbao, me gustas :!D
Después de recibir mil agradecimientos, debía decir adiós a mi mejor amiga y a su ciudad. El tiempo había pasado volando.
—¡Ojalá estuvieras más tiempo, Pete! Gracias por todo.
—Te quiero, Lauch. Seguiré escribiéndote, aprovecha y vive tus veintiuno.
Después del viaje, tuve una conclusión: España era maravillosa. Era realmente impresionante todo el paisaje que nuestro país tenía para ofrecer. Mi auto nuevo era increíble, se sentía tan bien conducir por carretera. Además, la música, las vacaciones y los amigos ayudaban a que fuera lo mejor. Todo iba excelente, hasta que algo totalmente importante se esfumó de mi cabeza, ¿Peter, cómo podías ser tan olvidadizo y a la vez tan organizado?
—¡¿Peter?! ¿Cómo se te olvidó la gasolina? ¿Cómo Peter? Explícame qué pasaba por tu cabeza.
—No sé Alex, perdón. Igual no cabrees, ahora iré a traer. Espérame acá.
—No, no. Iremos los dos Peter, pero rápido. Creo que ya te he contado como se porta mi mamá cuando llego tarde.
—¡Ay! ¡Tienes razón! Justo ahora se me olvida algo importante.
Nuestros planes habían cambiado y tuvimos que ir primero a Bilbao. Al parecer la familia de Alex tuvo planes al último momento y no podía recibirnos después. Así que cambiamos todo el plan.
Alex iba a toda velocidad y fue demasiado difícil seguirle el paso. ¿Cómo es que él estaba tan en forma y yo era un flacucho?
—Discúlpame, Alex —fue lo único que supe decir.
—Claro. ¿Cómo no? Completamente perdonado con un helado de chocolate. Al menos logré que hicieras ejercicio con esta corredera.
—Chistosito. Igual lo del helado es un hecho, hace demasiado calor.
—JAJA.
Compré dos mega-helados en el autoservicio de Mondays y seguimos el trayecto, ya íbamos un poco retrasados. Con la plática y buena música el camino no se siente tan largo como en realidad es.
—¿Y? ¿Cómo estuvo todo con Carmen?
—Pues siendo sincero me daba casi un paro cardiaco de verla, la última vez que la vi éramos niños aún. Cuando empezamos a salir, todo cambió. Nos peleábamos por todo. Tropecé muy fuerte la primera vez y eso me enseñó bastante.
—¡Cachetitos! ¡Estás acá!
—Mamá, ya no me llames así, ¡por Dios! Te lo he dicho por años.
—Sabes que no me importa, ¿verdad? Tú debes ser Peter.
—Sí, mucho gusto. ¿Cachetitos? ¡Eso es genial jaja!
—¡Sí, cachetitos! ¿No te ha mostrado en París fotos de niño? Tenía unos cachetes enormes. Pasen, por favor, deben de estar cansados.
—¿Qué esperas Alex? Entra, tu hermano no está en casa —dijo la señora y Alex entró rápidamente. ¿En serio se quedaría ahí?
Me sentí en casa después, mi cuarto estaba listo y era increíble. La comida que hacía la mamá de Alex, que por cierto se llamaba Kenya, era fantástica. ¡Bilbao era increíble! Alex quería ir a un parque genial cercano y acepté, a pesar de ser miedoso.
Era sin duda emocionante, pero yo no estaba preparado para semejante aventura. ¿Por qué debía ser tan miedoso? Alex me mostró el parque y era completamente asombroso. Parecia emocionado por hacer canotaje y canopy.
—Vamos amigo, debes divertirte, son vacaciones —dijo Alex.
Con un poco de duda, afirmé. Casi me quedaba sin aire, pero debo admitir que fue divertido. Alex no mentía, era una gran aventura.
—¿Increíble, no? —preguntó Alex con carácter de afirmación.
Debía admitir que me sentía increíblemente bien, libre.
—¡INCREÍBLE! Tío, eso fue de lo mejor —afirmé.
—¿Ves? Solo debías relajarte. Ya que vas en proceso, vamos a la canoa.
Fuimos a la canoa finalmente. Me dolía el estómago, pero fue muy emocionante. Con Alex nos divertíamos seguido pero no en ese nivel
—¿Divertido, eh? Tengo algo que mostrarte.
Fuimos a su casa y tomamos una fresca ducha, comimos un snack y me invitó a pasar a su cuarto. La verdad es que hoy fue un día largo, pero muy divertido. Me mostró fotografías y hasta cartas de Carmen, era genial ver esa faceta suya. La mamá de Alex tenía razón, sus cachetes eran realmente enormes. No puedo negar que la juventud hizo cambios drásticos en él.
—Mira, aquí tengo traje de vaquero y tenía como nueve años.
—JAJAJA, mira al Cachetitos.
—No empieces, Peter. Igual, ya me desquitaré cuando lleguemos a Barcelona con la gasolina.
—Jajaja no me tortures, ya te di tu helado.
—Aquí estoy haciendo mis primeras lagartijas. JAJAJAJA, me costaban mucho en ese entonces.
—Te ves pequeño.
—Lo sé, tenía diez.
—¡Imagínate! A esta edad, ese ejercicio me requiere mucho esfuerzo y oxígeno. Cómico. ¿Eh?
—A ver Peter, terminemos con eso. De una vez por todas. Quiero que hagas al menos diez lagartijas seguidas. ¿Qué esperas?
Me pareció absurdo. Aún así me obligó a hacerlas e increíblemente por mi capacidad retadora hice veinticinco.
—¿Ves, Peter? Tú y tus ganas de lograr las cosas te ayudaron mucho a hacer esto, así como el resto de cosas que haces. Excelente, a partir de hoy y por ahora harás 50 diarias. ¡Al fin lograrás mantenerte en forma, Peter!
Alex era tan drástico con sus ejercicios que siempre sudaba a los minutos. Ya de por sí medía como 1.85 y el ejercicio le ayudaba a seguir en forma y ganar más músculo terroríficamente. En cuanto a mí, los ejercicios daban resultado poco a poco. No me sentía tan delgado ni débil como antes. Tuve que hacer mucho ejercicio diario, pero Alex sabía lo que hacía. Estoy seguro.
El resto del día vimos paisajes, fuimos al cine y a cenar. Era increíble lo orgullosos que estaban los de Bilbao de ser de ahí y además, son grandes personas. Ya extrañaba la cocina española, es tan maravillosa y sofisticada.
—¿Y cómo es que conseguiste una beca en una de las mejores universidades de París? —dijo el papá de Alex, no me gustó mucho la pregunta pero preferí controlarme.
Luego, los padres de Alex decidieron ir a dormir, aunque era bastante temprano en mi percepción.
—Demasiado temprano para nosotros, tío. ¿Por qué mejor no vemos una película de comedia o de misterio? ¡No de romance!
—Y yo que justamente iba a recomendar una de romance buenísima.
—¡No! ¡No más romance!
—JAJAJA. Son mentiras, suficiente romance la verdad. Una comedia estaría excelente.
—Bueno, pues te presento el cuarto de películas de mi casa.
—¡Wow! ¡Tal como un cine!
—Es la suma de la creatividad de mi hermano y la mía, nosotros creamos este lugar.
—¿Cómo es qué? Además, el televisor es enorme. Flipo con este lugar.
La verdad es que sí que estaba flipando con ese lugar, era una auténtica sala de cine. ¡Qué maravilla!
Por otro lado, los padres de Alex querían unirlo a él y a su hermano y que volvieran a hablar. El punto es que no contaban con que su hermano, Chris, se fuera a la playa con sus amigos. Él estaba enojado ya que Alex pudo estudiar en el exterior y él no. ¿Qué le iba a hacer Alex con el capricho de su hermano? Era triste que ya no se hablaran.
La película era acerca de dos amigos totalmente perdidos y hacen de las cosas más bobas del universo para poder regresar a su casa. No entiendo cómo es que se perdieron en la selva así. En sí era graciosa, pero algo boba e irracional como muchas que el mundo ha tenido. Después de la película, seguíamos sin sueño, así que salimos a caminar un rato a la calle. ¿Qué mejor que el aire puro de noche?
—¿Te gustó la película, Pete? —preguntó mi amigo.
—En sí, sí. Aunque por momentos no, pero en general al menos cumplió el objetivo de hacernos reír. ¿A ti te gustó?
—Sí, me gustó bastante, aunque sí en algunas partes parecía una eternidad. Pero bueno. ¿Cómo te ha parecido Bilbao?
—Flipante, la verdad. Es de lo más increíble que España tiene, me encanta la comida y la gente. Todos son muy amables. Me encantó el canopy y el viaje en canoa, ¡vaya que requería esfuerzo! ¡Emocionante!
—La verdad siempre me ha encantado, es alucinante. Lo he hecho desde pequeño —confesó mi amigo.
Pasamos hablando de las series y películas que mirábamos, las cosas que hacíamos, lo mucho que nos gustaba YouTube y Wattpad y todo lo que solíamos hacer. Finalmente, luego de media hora de caminata, regresamos a la casa de Alex. Ahora sí ya era tarde y todo el ambiente estaba en silencio. Alex se durmió demasiado rápido, pero yo no lograba pegar un solo ojo. Tomando en cuenta esto quise ver si Lauch estaba en línea, era lo que hacía cuando no podía dormir o estaba aburrido.
Peter: ¡Hola! ¿Cómo te va?
Laura: Oh, ¡miren!. El chico que siempre se duerme temprano está en línea tarde. JAJAJA :!D Todo bien, Pete. ¿Qué tal todo en Bilbao?
Peter: JA JA JA, amiga, estoy de vacaciones. Además, llevo años durmiendo temprano, además el viaje ha estado increíble. Es genial y ni te imaginas todo lo que hecho. Apuesto a que no me creerías si te digo que estuve en una canoa y me subí a una tirolesa. La comida aquí es fantástica, he visto un montón de películas y he visto muchas partes de Bilbao que realmente son increíbles.
Laura: Yo no me puedo dormir. Pues mira, ¡qué bien! Al fin has hecho algo completamente diferente, tío. Por cierto, ¿cómo sabías que estaría en España la semana de mi cumpleaños y que dejaría Londres por tres semanas?
Peter: JAJAJAJA Pues sencillo, tu mamá me dijo que estarías de vacaciones. Lo original era mandarte la fiesta a Londres, pero estuvo aún mejor que estuvieras acá en España.
Laura: Pues mira, ¡tengo un excelente amigo! En serio, gracias Pete. You, the best!
Peter: Ya sabes que no es nada. Me alegra que te gustara.
Estaba a punto de dormirme completamente cuando recibí un mensaje de Flipyou de una cuenta anónima que me quito las ganas de dormir de la sorpresa. ¿Quién me había escrito eso?
?n_n()m_0815: Me gustas. :!D
¡Hola a todos! ¡Gracias por leer! ¡Espero les haya gustado!
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