Lisa miró su teléfono por última vez. Ok, el post de YeRim, la mejor amiga de su Unnie, le había dejado preocupada. Muy preocupada. Recién había llegado a su casa, pero eso no evitó que tomara su teléfono celular y bajara los escalones rápidamente, con cuidado de caerse.

Iría a ver a su Unnie. Y nada se lo impediría.

Lisa miró a JooHyun con los brazos cruzados y las cejas alzadas. Esta estaba sentada en el sillón con la mirada baja. El ambiente debería estar serio, ya que Lisa estaba muy preocupada por su mayor, pero las negaciones de JooHyun habían hecho que intercambiarán los papeles y Lisa pareciera la mayor de las dos. Tampoco ayudaba las diferencias de tamaño, por lo que era algo cómico desde otro punto de vista.

—Unnie, última vez que lo pregunto. ¿Que significa el tweet de YeRimie?

JooHyun abrió su boca, pero la volvió a cerrar. Estaba claro que no quería contar el verdadero motivo.

—Porque... ¡Me apareció una araña de la nada! ¡Si! Ya sabes cuanto les tengo miedo.

Lisa  solo levantó una ceja. Sin creerle ni un poco.

Sabia del miedo de la mayor hacia esos arácnidos, pero no era algo por lo cual llorar.

JooHyun solo se rascó el codo, demasiado incómoda por el cuestionamiento.

—Unnie, nunca has llorado por una araña. A lo más, haz gritado como loca. —JooHyun estaba quedándose sin excusas, pero siempre tenía más salidas para sus problemas. El problema, era que Lisa estaba desconcentrándola.

La Tailandesa estaba más linda que de lo normal. Sus labios estaban brillantes, pues había usado bálsamo labial. Se notaba que se había arreglado ese día para ver a Rosé.

Ese pensamiento solo hizo que las lágrimas quisieran volver a salir. Pues su corazón dolía bastante con la posibilidad de que su menor ya tuviera una alfa.

Siempre que veía a las dos menores juntas podía notar el aura cariñosa que tenían. Era hasta desesperante.

—Unnie... Puedes ser honesta conmigo. —las palabras de Lisa salieron dulces. Como el tono de voz que la omega tenía siempre. Además de que se había agachado quedando de cuclillas enfrente suyo. Ya que al estar sentada en el sillón, pudieron mirarse perfectamente a los ojos de esa manera.

Su mente le decía que inventara algo. Pero su alfa interior le decía que se declarara, pues no aguantaba más el ver todos los días a la omega y no poder darle el cariño que ella queria.

Así que, suspirando, cerró sus ojos.

Tal vez, lo mejor era hacerle caso a su loba.

—Estoy enamorada de ti y me puse celosa de Rosé. Siempre sales con ella y es de tu misma edad. —no se atrevía a mirar al menor, por lo que siguió hablando—. Y yo soy demasiado grande. Para ti solo soy tu Unnie. Y eso me hizo sentir tan triste, que... No pude resistirlo más.

Unas manos limpiaron las lágrimas que había soltado aún teniendo sus ojos cerrados. Tener la calidez de las grandes manos de Lisa hizo su corazón latir de felicidad.

—Unnie, ¿Sabes por qué amo el olor de las flores? —JooHyun negó mirando a la menor por fin, encontrándose con una mirada de adoración pura que no supo interpretar—. Porque tu hueles a flores.

JooHyun abrió la boca, pestañeando varias veces, confundida.

—Pero-... ¡Eso no es nada bueno! Siempre me molestaron por eso. Decían que no merecía ser una alfa, pues era muy delicada. ¿Cómo es posible que te guste eso? —las manos de la omega apretaron sus mejillas, dejándola con una mueca extraña que la menor consideró adorable.

—Porque me gusta como eres, Unnie. Tu carisma, tu amabilidad, e incluso tus celos. Amo todo de ti Unnie. Y no solo te veo como una mayor, yo te veo como mi alfa.

Dicho y hecho, los labios de Lisa chocaron con los de la alfa. Que estaba estática ante tal confesión.

Siempre solía ser lenta para algunas cosas, pero no se esperaba aquello. Mucho menos el beso. Por lo que, demoro unos segundos para que correspondiera tal afecto. Dejándose llevar por las bellas sensaciones que la omega le hacía sentir.

Así se sentía el cielo.

Unos minutos de besos, en los que la omega termino sentada en su regazo, más caricias que hacían suspirar a la contraria.

—Entonces... ¿Que hay de Rosé?

Lisa ladeo su cabeza, pensando bien la respuesta. Cosa que puso nervioso a la alfa.

—Esta saliendo con JiSoo. Supongo que no lo sabías.

JooHyun quedo boquiabierta. Sintiéndose ligeramente ridícula.

—Pero...

—Cuando éramos unas adolescentes intentamos tener algo, pero no duró mucho. Siempre me gustaste tu, Unnie. Pero era menor de edad y no podía salir contigo.

El silencio gobernó la sala de estar. Lisa miraba a la Coreana burlona. Pero también con ternura. Era una mezcla extraña, pero le gustaba observar a la alfa que tenía debajo suyo.

—Creo que tengo que disculparme con ella... —murmuró cabizbaja, recordando todas las maldiciones que le había soltado más de una vez en su vida.

Ahora se sentía muy mal con la alfa menor.

—Lo harás luego, ahora márcame alfa. —un leve pico fue dejado en los labios gruesos de la alfa. Su loba gruño ante tal invitación.

Y no la dejaría pasar por nada del mundo.

—Como tu quieras, bebé.

Ese día, omega y alfa se unieron en cuerpo y alma. Realizando el lazo que las uniría de por vida.

Y no podían estar más felices por ello.

semanas después

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FIN

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