Sana estaba al límite con su compañera de cuarto. El día había sido agotador desde el mismo momento en que se despertó, siendo inmediatamente despertada por las estridentes alarmas de JiHyo y que pospuso cada cinco minutos en lugar de apagar. Y cuando JiHyo finalmente se levantó y se preparó, y Sana decidió ir a la ducha, se encontró con la siguiente molestia del día.

—¡JiHyo! ¿Usaste mi champú? — Sana había gritado por encima del agua corriente.

—¡Sí, lo siento! ¡Estaba fuera así que pedí prestado un poco! — JiHyo había respondido, ignorando por completo mencionar el hecho de que había vaciado la botella.

Pero Sana había decidido abstenerse de decir nada más sobre el tema, a pesar de que quedaban toneladas de champú la última vez que lo usó. Se dio cuenta de que podían suceder pequeñas cosas como esa, y no quería ser una perra total, así que decidió dejarlo pasar.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que su estado de ánimo se agrió aún más, porque una vez que abrió el refrigerador para comer algo ligero después del trabajo, le faltaba el último yogur. Sin mencionar el hecho de que apenas había nada más allí.

—¡JiHyo!— Ella gritó una vez más.

—¿Qué? — Respondió JiHyo, levantando la vista de su tarea que estaba haciendo en la sala de estar, algo que Sana también le había pedido que no hiciera ya que tenía un dormitorio entero para ella sola, con un escritorio perfectamente fino, donde ella podía hacerlo.

—¿Dónde está mi yogur? —

—Oh, tenía hambre y llegaba tarde al trabajo, así que me lo comí. ¡Lo siento! — JiHyo le dijo.

—Está bien... Bueno, por favor no hagas eso cuando solo queda uno. O al menos, ya sabes puedes... ¿preguntar? — Dijo Sana, haciendo todo lo posible por contener su ira, pero sin poder evitar que el sarcasmo se deslizara en su última frase.

Quería gritar y decirle a JiHyo que se dejara de mierda, quería decirle exactamente lo desconsiderado que era de su parte hacer su tarea en la sala y sentarse en el sofá cuando tenía espacio para hacer eso en su habitación, y cuando sabía que el sofá era efectivamente la cama de Sana. Aun así, mantuvo la calma, hizo todo lo posible por no arremeter y destrozar a la chica y, en cambio, intentó mostrar comprensión y perdón. Pero una taza llena eventualmente se derrama, y ​​eso es exactamente lo que hizo Sana cuando regresó a casa después de su sesión de entrenamiento.

—¡JiHyo! — Sana gritó una vez que abrió el refrigerador, lista para prepararse la cena.

—¡¿Qué?!— JiHyo gritó en respuesta, saliendo de su habitación momentos después en pijama, claramente molesta con Sana por gritar.

—¿Vaciaste mi puta leche sin comprar una nueva?

—Oh... ehm sí, verás que hice panqueques antes... así que usé lo que había en la casa, porque no tenía ganas de ir a la tienda, ¿sabes? Pero puedo conseguirte un uno nuevo mañana, si es un problema — Dijo JiHyo mientras entraba a la cocina.

—No, en realidad no puedes, porque no necesito leche mañana, ¡necesito leche ahora, compré leche porque necesitaba leche ahora, pero ahora no puedo tener leche porque usaste mi leche! — gritó Sana, dándose cuenta de lo estúpido que sonaba decir las palabras leche y ahora tantas veces en el transcurso de dos frases.

—¡Jesús, relájate! ¡Es solo leche! — Respondió la otra chica, levantando las manos en fingida defensa.

—¡No es solo leche! ¡Es mi champú, mi yogur, mi leche, las áreas comunes! ¡Tú tomas todo y no muestras ninguna consideración! ¡No puedo planear nada porque al volver me encontraré con que has vaciado la mierda que necesito!

—¡Está bien, está bien, lo siento! ¿Está bien? Lo siento—. JiHyo le dijo seriamente, dándose cuenta de que claramente había cruzado la línea.

—Oh, ¿lo sientes? Entonces sal y compra una nuevo—. Sana escupió.

—Bien, lo reemplazaré todo mañana por la mañana.

—No, dijiste que lo sentías y el problema sigue presente ya que no puedo preparar la cena sin leche, así que ve a buscar la leche ahora—. dijo Sana.

—¿Qué? Sana, es muy tarde y está lloviendo afuera, ¿no puedes hablar en serio? ¡La mayoría de las tiendas ya están cerradas! — JiHyo argumentó.

—No es mi problema. Deberías haber pensado en eso antes de elegir usarla. Ve a buscarme una nuevo ahora, o te juro por Dios que ya no viviré contigo y podrás despedirte de tu apartamento.

—¡Sana, está lloviendo a cántaros! — JiHyo lo intentó de nuevo.

—Entonces trae un paraguas—. Sana respondió fríamente.

—Uf... ¡Eres imposible! — Exclamó JiHyo, pisoteando mientras se dirigía al pasillo para ponerse el impermeable sobre el pijama. —¿Quieres leche? ¡Bien! ¡Te traeré tu estúpida y maldita leche! ¡Pero si me enfermo entonces es tu puta culpa!

ay JiHyo es que tu también vv, ayudame a ayudarte