JiHyo caminó por las tiendas con Amy y NaYeon, mirando vestidos y blusas al azar sin ningún objetivo claro. El centro comercial se sintió como un bienvenido descanso de su vida hogareña llena de tensión, pero sabía que aún tenía una conversación que debía tener con sus amigas y que era sólo cuestión de tiempo antes de que volvieran a sacar el tema a relucir.

—Entonces, ¿cómo te va en el apartamento? ¿Te has instalado? — Preguntó NaYeon.

—Bueno, sí, ya me he adaptado bien...

—¡No puedo esperar para venir a verlo! Realmente necesitas organizar una fiesta de inauguración—. -exclamó Amy.

—Sí...— dijo JiHyo en un tono débil, dándose cuenta de que ya no podía evitar el tema de su compañera de cuarto. —Sobre el apartamento... hay algo que necesito decirles.

—¿Qué? — Preguntó Amy.

—Bueno, verán... soy un poco... ya sabes... como...

—Vamos, escúpelo. — Dijo NaYeon.

—Vivo con Minatozaki Sana —. JiHyo finalmente logró decir.

—¡¿Qué?!— Dijeron sus dos amigas al unísono.

—De ninguna manera, estás mintiendo. ¡Tienes que estarlo! — Dijo Amy.

—Parece una broma, lo sé... pero es verdad. — Dijo JiHyo.

—¿Cómo? Ustedes apenas se conocen. — Dijo NaYeon.

—Bueno, verán... resulta que la oferta increíble que pensé que estaba obteniendo por el apartamento solo fue increíble porque se alquilaba a dos personas—. JiHyo dijo con un suspiro. —Me inscribieron con un compañero de cuarto sin decírmelo.

—¿Y esa compañera de cuarto es Minatozaki Sana? ¿La Minatozaki Sana? — Preguntó Amy.

—Sí... Pero es jodidamente horrible vivir con ella, está haciendo de mi vida un infierno. ¡Y no quiere que la gente sepa que somos compañeras de cuarto, como apenas me dejó decírselos!

—Maldita sea... Eso apesta. ¿Pero entonces por qué no te conseguiste otro apartamento? O podrías haber hablado con nosotras, quiero decir, te habríamos dejado quedarte—. Dijo NaYeon.

—¡Sí! ¡Mi mamá te ama! — Amy dijo de acuerdo.

—Porque mis padres nunca confiarían en mí para seguir viviendo aquí si se enteraran. Ya saben cómo son, si descubren que me estafaron entonces dirán que no estoy lista para vivir sola y hacerme regresar a la granja, apenas los convencí para que me dejaran mudarme... No puedo decirles esto.

—Sí, pueden ser muy estrictos...— estuvo de acuerdo NaYeon.

—Sí... Y papá realmente quiere que me haga cargo de la granja, sabes cuánto odia que quiera hacer música... Simplemente usaría esto como prueba de que la gran ciudad no es para mí—. JiHyo continuó. —Realmente quiero arreglármelas por mi cuenta y resolver el problema yo misma.

—Es justo, pero si pasa algo malo, debes saber que siempre puedes venir. ¿Está bien? — Amy le dice.

—Lo sé, lo haré si es necesario—. JiHyo lo promete.

—Bien, quiero mi gran cosa rosa sana y salva—. Amy respondió, rodeando a JiHyo con sus brazos y abrazándola sofocantemente.

—Amy, no puedo respirar. — Dijo JiHyo dramáticamente, golpeando ligeramente la espalda de la chica.

—Amy, deja de asesinar a nuestra amiga—. NaYeon dijo riendo.

—No estoy matando, sólo estoy apretando. Ella es blanda—. Dijo Amy, acariciando parcialmente su cara con las tetas de JiHyo.

—¿Disculpa? — JiHyo se rió.

—Es un cumplido. — Insistió Amy, sin mover la cabeza del pecho de JiHyo. —Eres tan suave.

—Es acoso sexual, eso es lo que es—. Dijo NaYeon. —Honestamente, ¿cómo carajo no eres gay? Actúas más gay que nosotras dos juntas.

—Me gusta demasiado el pene—. Dijo Amy, encogiéndose de hombros cuando finalmente se quitó las tetas de su amiga. —Aunque soy muy gay por las tetas de JiHyo.

—Me he dado cuenta. — Dijo JiHyo.

—Todos lo hemos notado—. Dijo NaYeon, poniendo los ojos en blanco.

—Squishy squish.— Amy dijo con una linda voz, agarrando sus manos.

—Otra vez, acoso sexual—. NaYeon le dijo. —En serio, ¿por qué somos amigas?

—¡Oh, por favor, ambas me aman! — Amy dijo con un puchero adorable, cruzando los brazos sobre el pecho.

—Desafortunadamente es verdad. — respondió JiHyo.

—De todos modos, con un poco de suerte, las tetas de JiHyo pronto tendrán la cabeza de Sana en lugar de la mía—. Amy bromeó.

—¡Amy! — JiHyo dijo indignada.

—Bueno, para ser justas, te has sentido atraída por ella desde el momento en que la viste—. Comentó NaYeon.

—Como sea. Las odio a ambas. — murmuró JiHyo.

yo haria lo mismo Amy