Capítulo 7

Todo se paralizó por unos momentos.
Los segundos parecían minutos y el ambiente se tornó tenso, hasta que alguien habló.

__Sálgan de aquí__dijo Lena tratando de mantenerse calmada. Pero no funcionó. Al ver que no nos movíamos, la mujer se enojó tanto que terminó gritando que nos fuéramos.

Di pasos rápidos a la puerta, pero un brazo me detuvo.

__Lo siento, yo...__se estaba arrepintiendo. Se supone que nosotros deberíamos disculparnos, nosotros habíamos irrumpido en su habitación a buscar respuestas sin pedírselas amablemente. Como gente civilizada.

__No, yo lo siento. No debí entrar así, buenas noches__ estaba por retirarme pero no soltaba mi brazo. Entonces la miré.

__No puedes irte, tengo que contarte algo__ la tristeza se notaba por la forma en como lo dijo, pero no pregunté el motivo por que supuse que de eso quería hablar.

Nos sentamos en el borde de la cama, Xan se quedó parado mirando la escena. Su rostro estaba tranquilo, como si no hubiera hecho nada malo.

__Mira... no creí que lo harías tan pronto, siempre supe que el liderazgo estaba en tu sangre, pero no pensé que planearías esto el mismo día de tu llegada. Creo que te subestimé__ soltó una risita forzada y luego me miró directamente, como analizando mi rostro. Por mi parte, no entendía nada de lo que estaba diciendo.

__Creo que llegó el momento de decírtelo, Xan por favor trae a los demás__pidió con amabilidad, el chico no lo dudo y salió lo más rápido posible de la habitación.

__Debí haberme preparado para esto__ golpeó su frente con la palma de su mano y luego rió.

__No entiendo__ya no sabía en qué pensar.

__ Xan es un chico muy fuerte, lo supe desde que nació, mi único hijo. Lo mejor que me ha pasado.

No podía creerlo, él era su hijo y si lo era entonces le contó todo el plan a su madre. Yo confié en él.

__¿Pero por qué te decía tía?__mi cara debió ser graciosa en ese momento, el asombro más la ira por haberme engañado diciendo que también era una víctima como nosotros hacía que pusiera gestos que hicieron reír a Lena.

__Voy a contarte la historia desde el principio, pero no me interrumpas. Deja las preguntas para el final__ asentí y continuó con su relato.

__Tu padre era un buen amigo mío, nos conocíamos desde pequeños y éramos inseparables. Cuando crecimos estudiamos lo mismo y nos volvimos colegas trabajando para una compañía secreta aquí en Paradise City, él era un gran inventor al igual que tu madre, los dos se conocieron en el trabajo.
Años después conocí a Robert y nos casamos en la misma boda de tus padres, una vida doble.

Los cuatro éramos inseparables, años después nació Xan , meses después tu y todo hasta ahí era alegría, con firme crecían notábamos ciertos comportamientos que no tenían cualquier niño a su edad. Los llevamos con el especialista de nuestro centro de trabajo pues todo debía quedar entre nosotros. Xan nació con el don de predecir lo que sucedería minutos antes de que pasara, además de la telepatía y tu puedes crear lo que desees con tan solo imaginarlo. Nadie sabía cómo se originó, pues los hijos de el personal que trabajaba en esa planta también nacieron con esas habilidades por lo que los reclutaron. En total 8.

Una de las teorías que fue más creíble que las demás y la más probable fue la exposición a los distintos experimentos que ahí se manejaban.

Entonces desde pequeños fueron educados para aprender a manejar sus diferentes habilidades, por que podrían ser beneficiosas para lo que se avecinaba.

Acepté ser tu madrina, no solo por cariño si no también por seguridad, si llegaba a pasarle algo a tus padres yo te cuidaría como a mi propia hija, así mismo pasó con mi hijo y tus padres. Nuestro trabajo era peligroso, muchas grandes organizaciones mundiales no estaban de acuerdo con lo que hacíamos por lo que se desató la guerra. Poco a poco llegaban y mataban a cualquiera que fuera parte de ella, lamentablemente tus padres fueron descubiertos y supongo que ya sabes esa historia.

Fue cuando sacamos nuestra arma secreta, ustedes harían por fin para lo que los habíamos entrenado tantos años, ellos pagarían por lo que les habían hecho a sus padres. Pero no tuvimos un plan en especial, era atacar o ser atacados. Entonces eso nos hizo perder.

Siete de los ocho hijos murieron en la batalla.