¿Shadow the hedgehog un erizo celoso?

No, no lo es.

Siempre decía que no lo era.

Siempre le aseguraba a la erizo rosa que no era celoso con ella ni nada podía hacerlo sentir celos.

Pero sabían perfectamente que era mentira.

Simplemente había que sentir el aura asesina que emanaba el erizo oscuro cuando alguien se le acercaba a Amy Rose con otras intenciones que no sean amistosas.

A veces ni aunque sí fueran amistosas.

Pero no, "Yo no soy celoso, no insistas más, Rose"

"De una u otra manera te darás cuenta de que sí lo eres, erizo terco" pensó la rosada.

-¡Me gusta Amy Rose!- dijo con poca vergüenza abiertamente ese coyote- y ya que oficialmente no tiene novio según sé, ¡Voy a invitarla a salir!

Todos en la base de GUN se encontraban confusos, algunos reían ante tal idea, es cierto que no era oficial pero todos sabían que la agente Amy Rose y Shadow the hedgehog andaban en algo.

Qué intrépido es aquel egocéntrico y nuevo agente recién llegado.

Algunos ya lo daban por muerto y ya estaban rezando por él.

-Estás loco amigo, no puedes hacer eso- intentó convencerlo por su bien su compañero de misiones.

-¡Cómo que no! Me ha bastado convivir poco con ella para saber que me gusta, es un encanto - dijo con un aire enamorado

-Sí que lo es- concordó- pero ella... -

-Ella es perfecta y estoy casi seguro de que me dirá que sí - habló determinado sin oír las advertencias de su compañero.

-Creo que tendré que solicitar un compañero nuevo pronto...- le susurró a otro agente a su lado.

-¡Bueno, que comiencen las apuestas!- habló la murciélago que estaba bien pendiente de todo y sacó una pizarra- ¡Quiénes apuestan a qué dirá que sí y quiénes que no!-

Rápidamente varios agentes apostaban, la mayoría se inclinaba sin pensar ha apostar que dirá que no.

Incluso Omega apostó a qué diría que no.

-No entiendo Rouge, tu mejor que nadie sabes que Amy dirá que no, es lo más probable según mis estadísticas, entonces ¿Por qué apuestas a qué dirá que sí?-

-Me siento tentada por alguna razón- sonrió malisiosa.

La puerta sonó y se dejó ver a un par de erizos entrar por ahí.

-Es hora del show-

Los agentes veían "discretamente" a la pareja esperando que el coyote dé el primer paso y ganar algo de dinero.

-Iré por algo de comer- dijo Amy sin más dejando atrás al erizo azabache.

-¡Amy!- la detuvo una voz y el erizo desde lo lejos volteó a ver hacia quién la llamó.

-¡Oh! Hola Jack, es un gusto verte- sonrió, el joven quedó anonado por esa sonrisa, se sentía más determinado ahora.

-Yo... Amy... Quería saber si de casualidad tu... Emm... Ya sabes- la erizo se sentía un poco confundida.

-No entiendo, dime, no tengas pena- se rió amable.

-¡Me gustaría saber si saldrías a una cita conmigo!- ya por fin lo dijo

Todos los agentes parecían levantar sus orejas, atentos a la respuesta de la eriza. Algunos ya sonreían victoriosos esperando un no por respuesta y pasar a cobrar su apuesta.

Estaban tan concentrados en Amy que olvidaron por completo mirar al erizo.

Ahí se encontraba él, parado con mucha rabia.

¿Cómo se atrevía ese imbécil a siquiera mirar a su rosa con otros ojos?

-Escuche que no tenías novio y pues no sé si estás saliendo con alguien pero me gustaría una oportunidad -

Amy se encontraba perpleja, sabía lo que debía responder, miró por el rabillo de su ojo hacia el erizo y se sorprendió, ahora tenía una gran idea.

-Sí, acepto salir contigo Jack- sonrió tranquila ante su respuesta.

Mientras que en la oficina todos estallaron, se pudo escuchar claramente un enorme "¿QUÉ?"

Por otro lado Rouge sonreía victoriosa, sabía que su amiga tomaría su consejo anterior y sería en esta ocasión justamente.

-Parece que acabo de ganar mucho dinero- se dijo a sí misma.

-¿En serio Amy?- sus ojos brillaron felices

-Sí, tienes razón, oficialmente -hizo énfasis para molestar más al erizo- no tengo novio, así que no estaría mal salir contigo.

"Ya vi lo que quieres hacer Rose, ni creas que ganarás con unas simples palabras, tengo más autocontrol del que crees como para hacerte una escenita y demostrar que soy celoso " Pensó para sus adentros Shadow, sin embargo su puño temblaba.

Tenía muchas ganas de golpear a ese estúpido coyote.

"Rose es mía, todo mundo lo sabe, nadie debe acercarse a ella, entonces... ¿Por qué?"

-Estoy tan feliz muchas gracias Amy- gritó para después abrazar a la erizo y darle vuelta por los aires.

"Estás llegando al límite" resonó en los adentros del erizo.

"No, yo no soy celoso, si Rose quiere irse con él, que lo haga" respondió al pensamiento intrusivo.

Sus ojos se abrieron a la par con lo recién presenciado.

Un beso, en la mejilla.

Oh, oh, hasta la mirada de Amy cambió a una preocupada, no se esperaba que el coyote fuera tan empalagoso.

-No, detente Jack, no-

Un sonido interrumpió el ambiente y todos vieron al provocador de dicho estruendo.

Shadow acababa de partir una mesa en dos.

-¡Date por muerto coyote estúpido!- comenzó a caminar a paso veloz hacia el mencionado.

Un miedo enorme le cayó de repente, ahora entendía las advertencias de sus compañeros.

-No, ¡espera Shadow! Tu, di-dijiste que no tenías nada con Amy!- soltó un chillido cuando sintió que lo tomaron del cuello

-Yo no recuerdo que estuviéramos hablando de Rose, dijiste compañera en ese entonces y para ese día mi compañera de misiones era Rouge- habló muy molesto- Rose en cambio, es mía y sólo mía - le dijo en voz baja amenazante.

Había metido la pata enormemente, por una gran confusión.

-¡Pe-pe-pe-perdón! Fue una confusión, yo hablaba de Rose... Además, muchos dijeron que no tenía novio y ah!- gritó de miedo cuando la volvió a mencionar.

-Deja de decir su nombre, en tu vida la llames Rose, ¡Sólo yo puedo decirle así!- ya estaba preparando su puño pero lo detuvieron.

-¡Espera Shadow! No lo hagas él no sabía- lo abrazó por detrás haciendo que el erizo se calme por completo- además... Yo lo provoqué a propósito - le susurró en el oído.

El erizo soltó al coyote asotándolo contra la pared, aunque eso era mejor que recibir un puñetazo de él.

Shadow se dio la vuelta y jaló a la erizo en un abrazo para después transportarse con un Chaos Control juntos.

-¡Hora de pagar la apuesta!- gritó Rouge- Aunque no se concluyó ella dijo que sí, ¡paguen perdedores!-

Muchos se empezaron a quejar, fueron muy pocos los que apostaron a qué diría que sí.

-¡Chaos control!-

El erizo la soltó y la aventó contra la cama para subirse sobre ella y encerrarla.

-¡Sha-shadow!- dejó escapar sonrojada.

-Esto es lo que querías ¿No?- dijo mientras hundía su nariz entre el cuello de la rosada.

-No tanto así pero-

- Tenías razón, maldita sea, soy un celoso de mierda- comenzó a besarla por su rostro, eliminando rastro del beso anterior que dejó el coyote en su mejilla.

-Bueno, yo también me molestaría si alguien te diera un beso en la mejilla- rió mientras pasaba su mano por el rostro del macho para jalarlo y robarle un beso en los labios.

-No sólo eso, odio cuando alguien te mira mucho, te abraza o siquiera toca- dijo avergonzado.

-Eso es un poco excesivo- se rió

-Por eso no quería admitirlo, tonta-

Comenzó a besarla como si no hubiera mañana.

-Es-espera Shadow, ¡aquí no!- dijo cómo pudo entre jadeos.

-Eres mía, Rose- Soltó apenado y la abrazó.

Eso le dio ternura a la erizo rosa.

-Toda tuya, pero a cambio también debes ser mío-

-No necesitas dudar de ello, soy tuyo desde el primer beso que nos dimos-

Le gustaba esa faceta de Shadow a Amy, una cara que sólo con ella mostraba, un lado donde se permitía expresar lo que piensa y siente, era normal que pasara después de un momento de rabia.

- Así que deja de decir que no tienes novio- espetó molesto.

- De acuerdo, gruñón- y volvieron a besarse pero con más amor que cualquier otro sentimiento.