No quiero que en mi vida
seas un punto y seguido,
pues ya he decidido
que no habrá nadie después de ti;

tampoco quiero que seas
un punto y aparte,
pues, como ya he dicho antes,
ni tras una pausa siquiera
vendrá alguien más;

yo quiero que en mi vida seas
el punto y final,
porque, como te he dicho ya,
después de ti no habrá
nada
ni nadie más.

***

La inspiración para este pequeño poema me llegó anoche, ya pasada la medianoche, estando en la cama sin poder dormir. Me vino la idea y unas cuantas rimas; y, por miedo a olvidarlo mientras dormía, me levanté, encendí la lámpara de la mesita de noche, cogí un cuaderno y escribí, con letra realmente horrorosa, lo que vendría a ser el borrador del poema, esta mañana terminé de pulirlo y... ¡aquí está!