Quisiera ser inmarcesible,
quisiera no marchitarme jamás.
Soy consciente de que es un
sueño imposible,
eso nunca se hará realidad.

Esta flor que yo soy,
una solitaria flor
en una yerma extensión,
no tardará en morir.
Tal vez el día sea hoy.

Sé que ya está cerca mi fin,
pues no podré sobrevivir
sin alguien que cuide de mí,
sin alguien que riegue a mi alrededor
algo más
que las lágrimas
que derramo yo.

¿Quién poseerá
tan dulce alma
para aceptar esta misión?

Mucho lleva esta flor
esperando a ese 'alguien'
con la única compañía del infatigable Sol.
Ya perdí la esperanza
a la que me aferraba antes.

Nadie vendrá.

Eso ya lo sé.

Me marchitaré.

Tal vez hoy, tal vez mañana.

Eso es lo que aún no sé.