Comieron perdices
y fueron felices
después de que el dragón murió
porque el príncipe lo mató
para salvar a la princesa,
que vivía presa
en la torre de aquel reino lejano
en el que ella habitaba
dentro de este cuento al revés
que he inventado
y que, en vez de empezar, acaba
con el famoso érase una vez.

***

Pequeño poema para el que me inspiré de madrugada, por lo que ya es casi una costumbre que las musas vengan a mí cuando estoy en la cama a punto de dormir. Espero que os guste aunque sea tan corto y parezca un poco tonto :P

Por cierto, la idea de este poema del príncipe que salva a la indefensa princesa del dragón me parece ciertamente retrógrada. Como escribí en mi historia Un día con Blancanieves, si yo fuera princesa, adoptaría un dragón como mascota para que se encargara de espantar a los príncipes estúpidos de mi torre XD